miércoles, agosto 03, 2016

El rol de la juventud en la Revolución Española



Se conmemoran los 80 años del inicio de la Guerra Civil Española. Repasamos aquí, no sólo dicho período, sino su proceso previo y el rol que tuvo la juventud.

En la segunda década del siglo XX, España estaba bajo la monarquía de Alfonso XIII y era uno de los países más atrasados de la Europa imperialista, ya que poseía pocas colonias y su industria era pobre.
En 1929, producto del “crack” económico que afectó a todo el mundo, la monarquía se vio en bancarrota.
Frente a esta situación, el pueblo enfurecido salió a las calles a luchar por la implementación de una república para abandonar la monarquía. El 12 de abril de 1931 la Conjunción Republicano-Socialista presidida por Niceto Alcalá-Zamora, gana las elecciones municipales y dos días después se exilia el rey Alfonso XIII, queda instaurada entonces la Segunda República Española.
Esta Conjunción, que más tarde encabeza Manuel Azaña entre 1931 y 1933, realizó un abanico de reformas (como por ejemplo la Reforma Agraria para los campesinos y la proclamación de independencia de Marruecos), que afectaron a los grupos de terratenientes, los empresarios y a la Iglesia, además de ser cuestionadas por los grupos anarquistas de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT-FAI) y por los grupos socialistas ligados a Largo Caballero de la Unión General de los Trabajadores (UGT), la central sindical de reunía a los sindicatos más importantes.
En 1932, mientras se intentaba implementar las reformas, demoradas por el hecho de no entrar en conflicto con la burguesía española de entonces, de la cual formaba parte la Izquierda Republicana y la Unión Republicana, la derecha amenaza con un golpe de estado a la República. A partir de entonces el gobierno republicano-socialista deja de tener influencia, empieza a decaer y la situación comienza a ser más álgida.

Las Juventudes Socialistas y la Izquierda Comunista Española

Entre los años 20 y 30, en España existían algunas organizaciones de izquierda con mayor influencia, entre ellas se encontraban los anarquistas del CNT-FAI, los socialistas del PSOE y la UGT. El comunismo estaba dividido en tres alas, la Federación Comunista Cataleano-Balear dirigida por Maurín, el PC estalinista y la Izquierda Comunista Española (ICE), que se autoproclamaba trotskista.
La Federación de Juventudes Socialistas (FJS), que era la organización juvenil del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), durante este proceso de finalización de la monarquía constitucional presidida por Alfonso XIII, comenzó a crecer paulatinamente en número. A pesar de ello, la relación entre la juventud y los militantes de más tradición comenzó a tener rispideces, exclusivamente porque la FJS quería que la República disminuyera la edad mínima de votación a 21 años.
Pretendía además, tener representantes en el congreso del PSOE y quería “bolchevizar” el partido agregando dentro de sus filas a los trotskistas del ICE. Finalmente el gobierno republicano resuelve que la edad mínima para votar sea de 23 años, el PSOE permite en su Congreso a un representante juvenil con voz, pero sin voto, y se pronuncia en contra de que los trotskistas estén dentro de la organización del partido.
Esto llevó a un giro a la izquierda de dichas juventudes socialistas respecto a las propias direcciones de su partido, aunque tuviera este sector de la juventud más acuerdo con la línea del sindicalista socialista Largo Caballero (UGT).
Más allá de la situación nacional en la cual se sumergía España, otra de las razones por la cual la Juventud Socialista gira a izquierda, junto a otras organizaciones juveniles, es por el ascenso del fascismo que se viene desarrollando durante los años 1920 y 1930 (siendo sus principales focos Alemania e Italia).
Paralelamente, se encontraba la Izquierda Comunista Española (ICE), que era un grupo comandado por el catalán Andreu Nin; quien había sido dirigente de la Internacional Sindical Roja e integrante de la Oposición de Izquierda Internacional, además de tener buenas relaciones con León Trotsky. La ICE no estaba de acuerdo con el estalinismo, principalmente con la persecución que sufre el trotskismo, como bien tratan de explicar en la Carta de la Izquierda Comunista Española a las Juventudes Socialistas.
Cuando la situación empieza a radicalizarse, Nin y Trotsky empiezan a tener una relación política más conflictiva a medida que avanza el proceso en España. El dirigente ruso le propone el “entrismo” con las filas socialistas de la FJS, que habían girado a la izquierda, además de una táctica de frente único con sectores obreros del CNT y la UGT. Nin no acepta, continuando con una política sectaria frente a la situación revolucionaria, pero tras la insistencia de Trotsky acepta realizar el entrismo con el bloque Obrero-Campesino dirigido por Maurín (ala derecha del estalinismo), lo que genera más tarde, en 1935, la creación del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM).

La comuna de Asturias, el POUM y el Frente Popular

Luego del gobierno republicano-socialista de Manuel Azaña, en 1933 se suceden las elecciones en las que triunfa la Unión de Derechas y Agrarios, que es una coalición de partidos de centro-derecha y la derecha católica, período conocido como "Bienio Negro".
Por los procesos revolucionarios cada vez más radicalizados, se forman frentes únicos obreros con los sindicatos socialistas y el resto de organizaciones obreras, socialistas y de izquierda; lanzando paros nacionales en 1934 que rápidamente son vencidos en Madrid y en Barcelona (en gran parte por culpa la claudicación de los sindicatos socialistas), aunque en Asturias sigue existiendo movimiento revolucionario, el cual lleva a una insurrección comandada por los propios obreros asturianos en lo que se denominó la Comuna de Asturias, que lamentablemente por escasez de arsenal es derrotada por el ejército comandado por el General Franco.
Este suceso distancia aún más a Nin de Trotsky, ya que éste observa que el estalinismo está aprovechando la oportunidad para que se sumen los jóvenes de la FJS (que habían girado a izquierda), hacia su filas, mientras el POUM “vegeta” en su militancia de unos pocos miles, en vez de aprovechar la situación y que la juventud de la FJS/PSOE, pase a engrosar sus filas.
Luego del "Bienio Negro", el POUM pasa a formar parte del Frente Popular junto a la burguesía republicana, que en 1936 ganará las elecciones. Esto significará la ruptura definitiva de la relación entre Nin y Trotsky, ya que Trotsky consideró aquello como una traición y marca el principio del fin para la República, y el comienzo de un álgido periodo revolucionario de enfrentamiento, desde 1935 hasta las Jornadas de julio de 1937 desarrolladas en Barcelona, entre los fascistas, con ayuda republicana y estalinista, y los trotskistas y los anarquistas de izquierda.
Este conflicto luego llevaría a la debacle definitiva de la lucha en España, avanzando paulatinamente Franco desde las ofensivas africanas (los ejércitos de Marruecos), se transformará en la punta de lanza por donde finalmente ingresará para realizar un golpe de estado el 18 de julio de 1936, iniciándose la Guerra Civil Española, paralelamente con la Revolución Española.

Manuel Salazar

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