sábado, febrero 04, 2017

Rebelión estudiantil en Berkeley impide la palabra a un fascista amigo de Trump



A propósito de la libertad de expresión.

Los estudiantes de la universidad de Berkeley obligaron a cancelar un acto en el campus de la misma, en el que estaba previsto que hable el ultraderechista Milo Yiannopoulos. Se trata de un hombre de la órbita de Donald Trump, quien ha colocado como estratega jefe de la Casa Blanca a su mano derecha Stephen Bannon –hasta agosto pasado director del sitio racista, antisemita, machista y homofóbico Breitbart News, en el que Yiannopoulos es un columnista estrella. En represalia a la rebelión estudiantil, el magnate presidencial ha amenazado con cortar los fondos federales a la universidad.
Yiannopoulos convoca en sus presentaciones a la persecución de los inmigrantes latinos e islámicos; con solo 32 años, es una figurita "cool" de la llamada "alt-right" (derecha alternativa), que gusta de "provocaciones" como lanzar una beca exclusiva para estudiantes blancos y comparar a una actriz afroamericana con un simio.
Un comunicado de las autoridades de la universidad condenó "la violencia y conducta ilícita exhibida" en la manifestación –una tesitura de la que se han hecho eco diversos medios. Intentan denigrar con estos anatemas los métodos históricos de lucha del movimiento estudiantil. Décadas atrás, la ocupación estudiantil de Berkeley fue un punto fuerte en las protestas contra la masacre imperialista yanqui en Vietnam.
Las autoridades de Berkeley manifestaron que "si bien las opiniones, tácticas y retórica de Yiannopoulos son profundamente contrarias a las nuestras, estamos obligados por la Constitución, la ley, nuestros valores y principios a garantizar la libertad de expresión en todo el espectro de opinión y perspectiva". Pero el palabrerío fascistizante de Yiannopoulos, Bannon y compañía busca allanar las condiciones para un régimen de silenciamiento de los estudiantes, la clase obrera y sus organizaciones.
Por su parte, diversos medios se han complacido en trazar implícita o explícitamente un paralelo entre el accionar de los estudiantes y la agresividad de los discursos de Yiannopoulos –analogía que recuerda unas palabras de León Trotsky de fines de los '30: "El procedimiento favorito del filisteo moralizador consiste en identificar los modos de actuar de la reacción con los de la revolución. El éxito del procedimiento se obtiene con la ayuda de analogías de forma. (...) El rasgo fundamental de esas asimilaciones e identificaciones lo constituye el ignorar completamente la base material de las diversas tendencias, es decir, su naturaleza de clase, y por eso mismo su papel histórico objetivo".
En efecto, los posicionamientos reaccionarios del columnista de Breitbart no son un rayo en cielo sereno, sino una orientación contenida en el programa del flamante Trump –cuyo "proteccionismo" va indisolublemente ligado a un ataque en regla contra los trabajadores norteamericanos y de todo el mundo. La xenofobia de la que hace gala Yiannopoulos forma parte de este plan de gobierno (la xenofobia es política de Estado, si se tienen en cuenta las deportaciones masivas de Barack Obama). En este cuadro, la protesta de los estudiantes, al impedirle la palabra al reaccionario, constituyen en verdad una defensa de la libertad de expresión; a diferencia de lo que sucede con las proscripciones del poder a medios de comunicación –que amplían el potencial de censura del Estado–, la impugnación del alumnado a los planteos fascistizantes se inscribe en el campo de las luchas populares contra las avanzadas de ese Estado y es un valiosísimo acto libertario.

Tomas Eps @tomaseps

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