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viernes, mayo 19, 2017
Puerto Rico: Convulsión en las barbas de Trump
En las últimas semanas se produjeron movilizaciones y una huelga general.
El 3 de mayo, Puerto Rico se declaró formalmente en quiebra ante un tribunal especial creado el año pasado. La isla, un territorio de Estados Unidos, había presupuestado 800 millones de dólares para los pagos de la deuda de los próximos cinco años, muy por debajo de los 3.500 millones que exigían los acreedores -que incluyen a grandes fondos buitre. Puerto Rico debe alrededor de 72.000 millones de dólares y otros 50.000 millones en obligaciones pendientes del sistema de pensiones de los empleados públicos. La deuda registrada se encuentra encadenada, a su vez, a la contraída por los inversores con compañías de seguros y ‘hedgefunds’ -lo cual amenaza con un defol en cascada.
Aunque Puerto Rico es el primer ‘estado’ en entrar en un proceso de quiebra, ha sido precedido por numerosas quiebras a nivel municipal -entre ellas, Detroit. Por tratarse de un Estado “asociado”, el Congreso estadounidense tuvo que promulgar una ley que autoriza un procedimiento especial para habilitar al proceso de quiebra. Un juez de la Corte Suprema de Estados Unidos quedó a cargo de la designación de un tribunal. Se pretende que el ajuste brutal que se va a descargar sobre la población sea mitigado por alguna reducción del monto de la deuda y el alargamiento de los plazos. En Detroit, la quiebra fue utilizada para recortar pensiones y prestaciones de salud de los empleados de la ciudad y rematar bienes públicos.
Este proceso ya está en marcha. Se ha dispuesto el cierre de 184 escuelas, un recorte de la salud pública y un plan de privatizaciones. Al mismo tiempo, está prevista una reforma jubilatoria más drástica que la ya ejecutada reducción del 10% de las pensiones. El gobernador presenta a este ataque como “la única alternativa” para no despedir a 45.000 empleados públicos.
La crisis portorriqueña es una manifestación de la crisis capitalista mundial y del déficit fiscal imparable de Estados Unidos. En 2005, la eliminación de las exenciones impositivas para las empresas norteamericanas que operaban en la isla provocó un éxodo de las compañías, un retroceso de su economía y un agujero fiscal creciente. Este déficit determinó la emisión de títulos exentos del impuesto sobre la renta, muy codiciados por los especuladores financieros. Ese endeudamiento se ha tornado impagable. El colapso de los niveles de vida ha provocado una fuerte emigración hacia el continente (una opción no disponible para los miles de indocumentados haitianos, dominicanos, jamaiquinos y de otras nacionalidades que residen en Puerto Rico).
Iniciativa popular
La declaración de quiebra se produjo dos días después de una huelga general y demostraciones de masas durante la conmemoración del 1° de Mayo, con cánticos contra el gobernador y el reclamo del no pago de la deuda. Estamos frente a una curva ascendente de la movilización de los trabajadores, que se abre paso a pesar del bloqueo de los sindicatos.
El defol de Puerto Rico divide a la burguesía yanqui entre partidarios y opositores al rescate. Donald Trump declaró su oposición vía twitter. El Financial Times (6/5) destaca que “mientras que muchas de las circunstancias de Puerto Rico son únicas, su caso es también una advertencia para muchos estados y municipios -como Illinois y Filadelfia- que se enfrentan las mismas dificultades, incluyendo un aumento en los costos de las pensiones, un desmoronamiento de la infraestructura, una salida de contribuyentes fiscales y rebajas de sus calificaciones crediticias que hacen aún más difícil recaudar dinero”. El diario advierte, además, que la quiebra de la isla no podrá ser resuelta "de un modo ordenado o consensuado".
Independencia
En momentos en que el capital financiero presume que puede meter una cuña en Cuba y acelerar una restauración capitalista, en Puerto Rico, la isla hermana, se vienen a pique los ‘privilegios’ del colonialismo de ‘lujo’. El pago forzado y confiscatorio de una deuda externa ha hecho resurgir el reclamo de la independencia nacional. El gobernador ha anunciado la realización de un referendo sobre el status de la “menor de las Antillas”.
Puerto Rico es el principio de una cadena de insolvencias que se prepara en distintos niveles subestatales de Estados Unidos, y en la deuda estudiantil -1,2 billones de dólares. Esto, cuando se acentúa la persecución de la numerosa población inmigrante y se amplía el rechazo a la política de Trump.
Pablo Heller
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