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sábado, mayo 27, 2017
La oposición venezolana marchó a los cuarteles pidiendo una salida militar
La movilización convocada este viernes por la oposición fue reprimida por el gobierno y no llegó al Fuerte Tiuna. Tenía el objetivo de hacer un llamado directo a las Fuerzas Armadas para que intervengan en la crisis política.
La oposición de derecha venezolana convocó a marchar este viernes rumbo a los cuarteles, más precisamente al Fuerte Tiuna, sede central del Estado mayor de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Bajo el argumento de “que cumplan la Constitución”, en verdad estaban exigiendo que los militares terminen de dar una salida política a la crisis imperante en el país, lo que no puede dejar de leerse como un llamado a que "imperen los sables en el orden político”. La movilización fue denominada "Marcha de los libertadores", lo que expresa de por si el planteamiento de una acción directa de los militares.
Se desenmascara así una vez más la demagogia “democrática” que viene levantando la oposición al no tener ningún empacho en exigirle a los militares una medida de fuerza, pues es claro que cualquier declaración de la Fuerza Armada que salga a contraponerse a Maduro implica en los hecho el movimiento de los cuarteles para tomar ellos las riendas del país. Es por esto que el gobierno de Maduro reprimió hoy con especial saña las concentraciones de la derecha, y los enfrentamientos se extendieron durante varias horas.
Marchando a los cuarteles
Para la oposición, la Fuerza Armada es uno de los "principales actores" que pueden "garantizar" que en el país se mantenga lo que llaman el respeto al “ordenamiento jurídico”, lo que no es otra cosa que un llamado directo a desconocer el gobierno. De allí el total cinismo de los dirigentes de la oposición derechista cuando llaman “A movilizarnos y demostrar nuestra convicción democrática", como afirma Fredy Guevara, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional e integrante del partido Voluntad Popular de Leopoldo López. Por eso este viernes se concentraron en cuatro puntos de Caracas, para marchar hacia el monumento a "Los Próceres", situado en la entrada del Fuerte Tiuna, el principal del país, y la Academia Militar del Ejército venezolano. Todo esto como parte de la agenda de manifestaciones que la oposición lleva acabo hace casi dos meses contra el gobierno de Maduro. Aunque ya era sabido que la marcha de la oposición no podría llegar a su destino por los fuertes bloqueos de acceso en las arterias principales que conducen al Fuerte Tiuna, la marcha estaba especialmente cargada de simbolismo por tener su destino en los cuarteles.
La oposición sabe que Maduro, en medio de una baja popularidad y una fuerte crisis de gobierno, se sustenta en las Fuerzas Armadas, quienes ocupan un papel central en todo el aparato de gobierno, es parte de la burocracia estatal que está llena de privilegios y tienen el control de importante sectores de la economía.
El objetivo político de la derecha es o bien quebrar a las Fuerzas Armadas, de manera tal que un sector de ella se subleve lo que abriría una crisis de mayores proporciones, o directamente que el propio Estado Mayor le retire el apoyo a Maduro, dejándolo colgado en el aire lo que llevaría a su caída inmediata.
Es de destacar que la oposición tiene en su seno una importante división interna que a cada tanto se ve reflejada, esto fue lo que se observó en el momento mismo en que Maduro lanzara su convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, donde un sector liderado por Fredy Guevara barajó la posibilidad de presionar por un referéndum consultivo sobre la misma, quien llegó a declarar que "Desde la Asamblea Nacional convocamos referendo para que pueblo decida entre el Fraude Constituyente o la salida de Maduro". Una moción que inicialmente fue apoyada por Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional (en manos de la derecha) y el segundo dirigente en importancia en Primero Justicia, el partido de Henrique Capriles. Llevar la convocatoria de Maduro a referéndum implicaba en los hechos reconocerla como una propuesta legal, lo que generó una fuerte reacción interna dentro de la oposición e hizo que rápidamente se desdijeran, para continuar presionando y dándole centralidad a las acciones de calle para forzar la salida de Maduro o un mecanismo que lleve directamente a ello.
La Constituyente de Maduro
La convocatoria a la Asamblea Constituyente, que como hemos venido explicando es la forma que encontró Maduro para conseguir tiempo y buscar una sobrevida política, está convocada y organizada a la medida del chavismo, es decir, para garantizarse una representación mayoritaria. Para ello cuenta con el aval completo del Consejo Nacional Electoral, cuya rectora principal, Tibisay Lucena, ya le ha dado curso legal estableciendo que los constituyentistas no serán llevados por los partidos políticos sino por postulaciones por “iniciativa propia”, pero para lo que deben conseguir el aval del 3% del padrón electoral. Es decir que solo una maquinaria de importante proporciones puede llevar organizar de esta manera a los convocantes o al menos en posiciones de ganar la representación, es decir, el propio PSUV, donde cualquier “iniciativa propia” real queda ahogada desde el principio.
Esto sin contar que además un tercio de los representantes no se elegirán por base territorial sino por “sector social”, lo que le entrega prácticamente esos escaños al chavismo. Del total de 545 representantes, 364 serán escogidos a través de la elección territorial –en base a los municipios-, ocho indígenas y 173 serán electos a través de los sectores, los cuales serán agrupados de la siguiente manera: 24 estudiantes, 8 campesinos y pescadores, 5 empresarios, 5 personas con discapacidad, 28 pensionados, 24 consejos comunales y 79 trabajadores. ¿Qué criterios se utilizaron para determinar esta composición? Nadie lo sabe. No se trata más que de aspectos arbitrarios para garantizar una Constituyente amañada. Esto ya se expresa en la manera en cómo se dirige Maduro, pues este jueves declaró, bien acorde al talante bonapartista, que “Quiero que este sábado y domingo, las mujeres, los trabajadores, campesinos, empresarios, todos los sectores sociales, las comunas, los Clap, las Ubch, hagan sus asambleas de postulación de candidatos a la Constituyente”. Es decir, como quien da órdenes, determina incluso hasta los días en que deben postularse las personas, por fuera incluso de las propias normativas que ni el CNE ha publicado.
El momento político explica el por qué esta vez la oposición aglutinada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) hizo de una manera más directa el llamado a los militares, llegando a convocar su movilización hasta el principal Fuerte militar del país. Consideran que mientras los militares se mantengan apoyando al gobierno es muy difícil forzar su renuncia o una caída directa. No es muy clara la situación interna de las Fuerzas Armadas, por el hermetismo de las mismas y la obvia centralidad y disciplina militar estas no salen a la luz pública, pero es claro que debe existir todo un estado de deliberación interna impactado por la magnitud de la crisis nacional. Hasta cuándo los militares se mantendrán en esta situación es difícil de predecir, pero justamente los ruidos de sables aparecen en la escena cuando menos se espera.
Desde ya hay que oponerse a todo tipo de salida militar como ahora parece ser está entre las opciones de la derecha, pero también jugando el papel del principal sostenedor de Maduro y toda su deriva bonapartista. Esto pone a las claras una vez más que hay que luchar por una salida independiente de los trabajadores y el pueblo pobre, diciendo bien claro que ni Maduro ni la MUD representan los intereses de la clase trabajadora y los sectores populares.
Milton D'León
Caracas @MiltonDLeon
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