El martes 30 comenzó la quinta temporada de la serie más exitosa de Netflix, House of Cards. El cruce entre realidad y ficción, el maquiavélico matrimonio presidencial, los monólogos shakespeareanos de Frank siguen atrapando a la audiencia.
La primera dama Claire Underwood (Robin Wright) hace un pedido a los norteamericanos, que denuncien lo que vean, que precisan vigilarse unos a los otros y así mantener la seguridad de todos. Y este inicio engancha con el final de la temporada anterior en la que un civil norteamericano es ejecutado por militares radicales islámicos.
La represión, la vigilancia a las masas, las restricciones a los inmigrantes o visitantes de origen islámico, es la política del gobierno en respuesta a ese asesinato.
Cualquier parecido al gobierno de Trump no parece ser mera coincidencia. El nuevo gobierno de los Estados Unidos da alguna inspiración a Frank Underwood, el personaje de ficción, que lanza una campaña contra grupo terrorista llamado ICO, en obvia alusión a ISIS.
De todos modos, el manejo del miedo al terrorismo como base para la política también fue usado durante la administración de George W. Bush a partir del ataque del 11 de septiembre.
Esta cercanía entre la realidad y la ficción da un atractivo especial a la serie que no deja de atrapar a la audiencia que desde 2013 siguen sus capítulos.
House of Cards fue la primera serie online galardonada con premios Emmy. También ganó el premios Globo de Oro gracias a la actuación de Robin Wright.
Son trece los capítulos del drama político que llegaron justo un martes, día en que Estados Unidos acostumbra a celebrar sus elecciones presidenciales y de medio término, pero en los meses de noviembre. Quizás otro guiño en el cruce con la realidad política.
Por lo pronto, el redactor de los discursos, Thomas Yates (Paul Sparks), que a su vez es amante de Claire, en este caso un hecho que no es eco de la realidad actual, en un momento llega a decir que Frank ya está viejo. Y este es otro tema de la nueva temporada, la vieja política confrontando a la nueva política, en la disputa por la presidencia entre Frank Underwood y Will Conway (Joel Kinnaman).
En los episodios podrá verse que las aspiraciones de Frank por mantenerse en el poder no tienen límites, y hará nuevos acuerdos y alianzas, enfrentando a la vez un pasado turbio con el que logró trepar al lugar donde se encuentra.
La temporada anterior fue la última dirigida por Beau Willimon, el creador de la serie, quien se fue para dedicarse al proyecto de un rival de Netflix. Los ahora responsables de la quinta temporada fueron Frank Pugliese y Melissa James Gibson, quienes ya estaban trabajando en la serie desde la tercera temporada.
Elizabeth Yang
@Elizabeth_Yang_
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