domingo, noviembre 25, 2018

A la medida de los criminales del G20, Macri y Bullrich despliegan una pesada artillería



La cumbre del G20, que comenzará el viernes 30 en Buenos Aires, contará con un aparato represivo que blindará la Ciudad por tierra, aire y agua. Ciberdefensa, ciberseguridad y más de 20 mil efectivos armados.

Hace más de un año el Gobierno de Mauricio Macri comenzaba a invertir en armamento. La reunión de los líderes del mundo, odiados en sus propios países, resultó ser el pretexto ideal para equipar a las fuerzas represivas.
En el operativo estarán involucradas las cuatro fuerzas federales que conduce Patricia Bullrich, más la Policía de la Ciudad de Horacio Rodríguez Larreta y la Bonaerense de María Eugenia Vidal. Además el Ministerio de Defensa que conduce Oscar Aguad habilitará al Ejército y la Armada en el operativo de blindaje; y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) formará parte de los más 20 mil agentes, oficiales militares y policías que monitorearán la cumbre.
Como decíamos en una nota anterior, el armamento que compró Cambiemos, más el que donó el gobierno de la República de China, significa un incremento descomunal del aparato represivo del Estado: aviones, lanchas, motos, tanques y tanquetas, entre otras armas, a lo que suman equipos de cyberdefensa y cyberseguridad. Todo este arsenal quedará en mano de las carteras de Seguridad, Defensa y la AFI.
Israel está entre los proveedores de defensa y seguridad cibernética. Con este país el Ministerio de Defensa de Argentina firmó un contrato por un valor de más de U$S 5 millones, para la implementación de un Equipo de Respuesta de Emergencia Informática de Defensa Cibernética y un Equipo de Respuesta de Incidentes de Seguridad Informática.
Los programas de Defensa tienen la capacidad de inhibir los drones dentro de un cierto rango de acción; mientras que el software de ciberseguridad recopila y analiza información de las redes sociales.

Bullrich “nos manda a pasear”

La ministra Patricia Bullrich "aconseja" a los porteños salir de la Ciudad para escapar del operativo que armó el Gobierno (para recibir a los líderes del “crimen organizado”) y en especial para que la imposibilidad de circular no afecte el humor ya caldeado por tarifazos, ajustes y tanques de guerra en el microcentro.
Lo grave de esta invitación es que la inflación disparó los precios de los combustibles y de la canasta básica, irse será imposible, pero además es otra manera de desalentar a quienes quieran movilizarse contra los responsables de las políticas de ajuste, hambre, miseria y guerras en el mundo.

La ministra amenaza

Cuando faltan pocos días para el comienzo de la cumbre del G20, la ministra Patricia Bullrich habló sobre los operativos, pero apuntó contra quienes se manifiestan: "Tenemos que poner límites, sin que el límite sea algo que perjudique al Gobierno", subrayó.
Asimismo ratificó que "será una condición inaceptable estar con la cara tapada y con palos, la libertad de expresión implica condiciones de legalidad". Se entiende que Bullrich no quiera caras tapadas porque Cambiemos ha adoptado un modus operandi en las distintas movilizaciones que se realizan en la Ciudad: infiltrar agentes de civil a cara descubierta, montar provocaciones y reprimir a los manifestantes. Este jueves, cuando se trataba la ley UniCABA, una oficial de la Policía de la Ciudad aparece en varias fotos donde primero se la ve “como manifestante” y luego con su uniforme reprimiendo.
La ministra de Seguridad evaluó, de cara a las marchas que habrá contra la cumbre: "Ahora están diciendo que el G20 va a ser un desastre. Nosotros somos la paz y la no violencia y tenemos que poner límites, sin que el límite sea algo que perjudique al Gobierno. Nos quieren hacer pasar de la raya y nosotros no vamos a caer en esa provocación".
“Somos la paz y la no violencia”, dice la ministra que está organizando junto al gobierno de Cambiemos la llegada de líderes criminales como el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, quien ordenó el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, quien era un opositor a la monarquía y que escribía en el Washington Post.
La paz y la no violencia del Gobierno se expresa también en la invitación a Jair Bolsonaro, el reciente presidente electo de Brasil, conocido xenófobo, misógino y promotor de políticas de mano dura. "Tenemos entendido que no va a poder hacerlo. Aunque fue invitado por el presidente Michel Temer y nosotros hicimos saber el agrado con que él estuviera integrando la delegación brasileña", explicó el canciller Jorge Faurie en declaraciones radiales.

Operativo represivo

El Gobierno está organizando un gigantesco operativo de blindaje. La Policía Bonaerense será la responsable de vigilar el traslado del aeropuerto de Ezeiza y de reprimir la entrada a la Ciudad de manifestantes y agrupaciones sociales, mientras que en los alrededores del predio de Costa Salguero se desplegarán tres anillos de seguridad desde las 15:00 del jueves 29, donde sólo se podrá acceder con vehículos oficiales.
En el primer anillo, que rodeará el centro de convenciones, estarán: la Policía de Seguridad Aeroportuaria, Policía Federal y grupos antidisturbios. En el segundo anillo, estará la Prefectura Naval que se ubicara a lo largo de las avenidas Rafael Obligado y Ramón Castillo hasta las inmediaciones de la dársena E y cubrirá toda la zona fluvial y el sector portuario. En el tercero, Gendarmería Nacional, tendrá nueve puestos de control que van en sentido paralelo al río, que llegará hasta la estación Retiro.
Además habrá alrededor de 4.000 custodios internacionales. Los agentes de los Estados Unidos, Rusia y China serán los más numerosos que estarán ubicados en los tres anillos y los lugares de alojamiento de cada líder.
Blindarán un espacio aéreo de 460 kilómetros alrededor de Buenos Aires para que entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre ninguna aeronave que no esté autorizada pueda ingresar en esa zona de protección. De hacerlo, correrá el riesgo de ser derribada, autorizado por el reciente decreto firmado por el Ejecutivo; mientras que veintitrés embarcaciones de la Prefectura y de la Armada controlarán la zona del Río de la Plata cercana a Costa Salguero.
También habrá dos lanchas rápidas clase Shaldag, que se desplegarán en la zona más próxima a la cumbre presidencial, más 200 buzos tácticos del grupo Albatros de la Prefectura, que custodiarán la costa cercana al complejo.
Bullrich definió al dispositivo de Seguridad como "potente, fuerte y adecuado al desafío que tenemos frente al G20". Por lo que ha trascendido a la prensa, eso no cabe la menor duda. Además de los efectivos que estarán en el lugar habrá un comando unificado que funcionará en el Ministerio de Seguridad y comandos tácticos que funcionarán en las distintas sedes de las fuerzas de seguridad federales; un comando de enlace internacional para las delegaciones que funcionará en el Departamento Central de Policía y protocolos de emergencia y evacuación en Costa Salguero y en todos los lugares donde haya reuniones generales, bilaterales o miembros de las delegaciones.
Asimismo están testeando los sistemas de comunicación y, junto al Enacom, se realizó un protocolo especial para bloquear las comunicaciones que no estén autorizadas. También habrá un dispositivo nuclear y radiológico que está a cargo de las cuatro fuerzas federales y el personal de la Autoridad Regulatoria Nuclear y la Conea. Habrá además un sistema de detección de explosivos en todas las áreas de restricción.
El gobierno argentino blindará la Ciudad para mostrar a los mandatarios de los potencias guerreristas, que tienen el poder suficiente para controlar la protesta social. No es una cuestión de imagen, el macrismo, luego que firmó el endeudamiento del país ante el FMI, necesita mostrar la capacidad represiva para enfrentar las movilizaciones sociales contra el saqueo.
Organizaciones sociales y la izquierda saldrán a las calles este viernes para repudiar esta cumbre que reunirá a los saqueadores, colonialistas, xenófobos, golpistas, misóginos, ajustadores, guerrerista y opresores del mundo.

Rosa D'Alesio
@rosaquiara

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