lunes, abril 01, 2019

Macron reforzó la salida represiva contra los chalecos amarillos en un nuevo sábado de protestas



Después de un acto 18, hace dos sábados, que demostró una radicalidad imposible de controlar por parte de la Policía, la respuesta de Macron fue una ola represiva con la militarización de la calle y la prohibición de manifestarse en muchos lugares del país.

Las cifras oficiales de la movilizacion fueron de mas de 33.000 manifestantes en toda Francia, cifra generalmente tirada para abajo pero que demuestra el efecto que tuvo la fuerza represiva que desplegó el Estado contra los chalecos amarillos.
Desde el acto 18 (el sábado 16 de marzo) que fue testigo de un descontrol absoluto para las fuerzas represivas que no pudieron contener a los manifestantes movilizados, que llegó a forzar la vuelta de Macron de sus vacaciones para “actuar” frente a la crisis, el acto del sábado pasado y el de este 30 de marzo fueron duramente reprimidos. Ese es el escenario que se vivió en París, en los lugares principales de movilización como los Champs Elysées –donde se desprendió la mayor radicalidad de los chalecos amarillos desde noviembre del año pasado– pero también en varias ciudades como Avignon, Rouen y Toulouse que fueron bastiones de radicalidad.
Las movilizaciones en los Champs-Elysées ya habían sido prohibidos la semana pasada, en un verdadero acto de provocación por parte del ministro del Interior Castaner. Por la militarización de la ciudad y las zonas que el Gobierno decretó prohibidas para marchas, los chalecos amarillos solo pudieron manifestarse en concentraciones sin movilización, en lugares puntuales de la ciudad.
El nuevo operativo represivo de Macron no solo incluyó un reforzamiento de los cuerpos antidisturvios y la Policía, sino que incluyó la aparición del Ejército y de las Brigadas de Represión a la Acción Violenta (BRAV), que habían sido prohibidas en diciembre de 1986 por su accionar brutal que incluyó el asesinato de Malik Oussekine, después de una protesta estudiantil.
Por su parte, la ciudad de Avignon vivió un estado de sitio declarado oficialmente para restringir las movilizaciones. Con una lógica de tolerancia cero, cualquier manifestante que estuviera en la calle podía ser detenido para un control de identidad. Aún completamente militarizada, Avignon tuvo su parcha de los chalecos amarillos, que aunque pequeña, desafió la prohibición, lo que desató una brutal represión de parte de la Policía.
Con la misma lógica, los cientos de manifestantes en Toulouse que rechazaron la prohibición vivieron una fuerte represión que terminó según varias fuentes con un herido de gravedad.
Ademas de la militarización y de la tensión represiva de parte del Estado, se hizo conocida la condena a Eric Drouet, figura de los chalecos amarillos, por “organización de manifestaciones” prohibidas. Será condenado a multas de más de 2000 euros hasta un nuevo juicio el 5 de junio, entrando en la lista de los 2.000 manifestantes ya condenados desde el inicio del movimiento, además de una lista de mas de 1.500 que siguen esperando su juicio.
Bordeaux fue el principal lugar de movilización de este sábado.
La ciudad del sur de Francia fue protagonista de la principal movilización a pesar de la misma situación de prohibición y represión que en Toulouse y París.
El desafió hecho a la policía siguió todo el día a pesar de la fuerte represión organizada y de los varios heridos por la represión, mostrando que a pesar de los esfuerzos del gobierno siguen desarollándose elementos de movilización.

Julien Anchaing

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