miércoles, diciembre 04, 2024

¿Qué hay detrás de la reactivación de la guerra en Siria?


El pasado 27 de noviembre, tras entrar en vigor un dudoso alto al fuego entre Israel y Líbano, el Hayat Tahrir al Sham (HTS), antiguo Frente Al Nusra, rama de Al Qaeda en Siria, comenzó una brutal ofensiva sobre Alepo, la segunda ciudad de importancia en Siria, y la de mayor desarrollo industrial del país. 
 En concreto, se reinició con fuerza el conflicto que comenzó allí por 2011 como una guerra civil y que, rápidamente, se convirtió en una guerra internacional dentro de las fronteras sirias, el cual había sido congelado en 2020 (sin que por ello cesen las escaramuzas), a partir de los acuerdos firmados por Rusia, Irán y Turquía en Sochi y Astaná. 
 En un primer momento, la ofensiva del HTS podría haberse parecido a la desarrollada por Ucrania en Kursk, donde la sorpresa permitió un avance rápido conquistando importantes posiciones de territorio, sobre la base de una guerra de maniobras.
 Sin embargo, a medida que las fuerzas del régimen de Al Assad comenzaron a retirarse en estampida sin presentar batalla, y que esto se tradujo en una rápida ocupación de las mayores partes y posiciones de Alepo por el HTS, las comparaciones comenzaron a asemejarse más a la retirada de Estados Unidos en Afganistán. Como se verá, podría no ser ni una cosa ni la otra. Veamos. 

 Las fuerzas sirias ante la ofensiva

 Las fuerzas de Damasco, objetivamente, demostraron una baja preparación para el combate. Para botón de muestra, cayó una fortaleza dentro de Alepo que no había caído en toda la guerra. 
 Sin embargo, existen reportes verosímiles, pero que de momento no podemos confirmar, respecto a que ocurrió, aquí también (como en el caso de los aparatos de comunicación de Hezbollah que hizo volar a distancia Israel), un ataque remoto sobre teléfonos y artefactos de comunicación como rastreadores de las tropas sirias, así como que células dentro de Alepo desplegaron sistemas de guerra electrónica que impidieron las comunicaciones del ejército árabe sirio, lo cual insufló la confusión provocada por el ataque sorpresa. 
 Por otro lado, el “Ejército Nacional Sirio” (FSA) apoyado Turquía, también realizó incursiones desde el norte, aunque con mucha más cautela que los yihadistas del HTS. Claro está, el FSA, en los últimos años, fue eclipsado por el HTS y no es un factor tan gravitante.

 La ofensiva yihadista y sus conquistas 

 La caída de Alepo (es la tercera vez que cambiaría de mano en la guerra) es un golpe durísimo para el régimen de Damasco y, a la vez, un gran punto de impulso para los salafistas del HTS. No solo han capturado la mítica base militar número 46, en las cercanías de Alepo, apoderándose de tanques, vehículos blindados, munición y armas ligeras, sino que el botín en la ciudad es más importante. Porque, si logran afianzarse, comenzarán a cobrar impuestos a la producción y de esa forma generarán importantes ingresos. 
 Evidentemente, la formación y el rearme de estas bandas yihadistas, que estaban reducidas en el norte de Siria y en parte de la provincia de Idlib (la cual también lograron ocupar en su totalidad), debe haber llevado un tiempo considerable; más si se observa cómo estaban equipadas hasta los dientes. Los reportes de que la inteligencia ucraniana (SBU) estaba entrenando y proveyendo en drones a estas fuerzas, a luz de las publicaciones en Telegram por ellos mismos, resultaron por demás ciertos. 
 De momento, y aunque la caída de Alepo no es total dado que el HTS no se ha enfrentado a las milicias kurdas que ocupan posiciones en el sector norte de la ciudad, e incluso se reporta que los kurdos ocuparon posiciones abandonadas por el Ejército Árabe Sirio, pareciera que la primera batalla de importancia se desarrollará en la ciudad de Hama, al sur de Alepo.
 En este punto, se reporta que el régimen de Al Assad está acumulando tropas en importancia, y que allí acuden batallones de Hezbollah, fuerzas especiales rusas e iraquíes. Al parecer, al mismo tiempo que el HTS anunciaba y publicaba imágenes de su ingreso a Hama, lo propio hacían las fuerzas de Damasco, por lo que los yihadistas optaron por salir y posicionarse al norte de la ciudad. Los rusos y los iraníes instaron a los sirios a plantar batalla aquí para ganar tiempo para redesplegar fuerzas. 
 Al momento de escribir estas líneas, se reporta que inició el contraataque de la coalición siria-rusa-iraní desde Hama y que, ante ello el FSA mueve convoyes en auxilio del HTS. Si Hama cae a manos de las fuerzas impulsadas por la Otan, los yihadistas estarán a la puerta de otra ciudad de importancia, Homes, y desde allí ya podrían iniciar ataques contra Damasco desde el norte. Como se ve, la posición del régimen de Al Assad es compleja. 
 Esta situación, a su vez, explica cabalmente la reciente acumulación de tropas rusas en las cercanías de los Altos de Golán que ocupa Israel, dado que desde aquí el ejército sionista podría dirigir una invasión terrestre sobre Damasco desde el sur. Y aún si Israel no ataca, que esté allí pertrechado, obliga a las fuerzas rusas y sirias a mantener tropas allí, que ahora serían más necesarias en el norte. 

 Consideraciones tácticas 

 Más allá de lo hasta aquí relatado, no pareciera que las fuerzas del HTS y el FSA tengan la potencia suficiente como para llegar a Damasco o algo que se le parezca. Sin embargo, objetivamente, si logran consolidar lo hasta aquí ocupado, darán por tierra con las resultas de los últimos 8 años de guerra, en un sentido desfavorable para el régimen de Al Assad.
 Sin embargo, y sin negar los avances yihadistas, habrá que ver hasta qué punto estos resultan consistentes. Ciertamente, se observa una evidente táctica del HTS de evitar combates directos, concentrándose en buscar zonas no defendidas para avanzar en profundidad a velocidad. Al punto de que se toman una foto en una zona y se retiran a otra sin dejar tropas asegurando la zona. 

 El propósito de la operación 

 Como todo en la guerra internacional de Siria, dentro de un mismo bando hay distintas facciones que tienen sus propios intereses y finalidades. Así, pareciera que el objetivo primario de la Otan e Israel es el corte de las rutas de suministros para Hezbollah entre Irán y Líbano a través de Siria.
 Ciertamente, Irán necesita a Siria para tener un corredor hacia Líbano. La caída del aeropuerto de Alepo es un golpe brutal a ese respecto. Y lo cierto es que, en el marco del temporal cese al fuego de Líbano con Israel, que en principio es por 60 días y que Israel cada vez que encuentra una oportunidad lo viola, Hezbollah necesita ser resuministrada por el uso intensivo de misiles y por las pérdidas causadas por los bombardeos sionistas. Cabe señalar que en caso de una ruptura de dicho cese al fuego, Hezbollah no podría desviar recursos hacia Siria. 
 Del lado de Turquía, la operación ofrece la posibilidad de alejar a las tropas de Al Assad, Rusia e Irán, para poder vérselas cara a cara con los kurdos y eliminarlos. Asimismo, pareciera que buscan ocupar el norte de Siria para constituir una zona colchón contra las milicias kurdas. Del lado de la Otan y su guerra con Rusia en Ucrania, esto tiene el claro fin de desviar del teatro de operaciones en el este ucraniano a tropas rusas, que deben recibir suministros, así como también se busca el desvío de su aviación hacia Siria. 
 Es que, así como para Irán la unidad territorial siria implica tener no solo un corredor hacia Líbano, sino fundamentalmente la posibilidad de tender gasoductos hacia el Mediterráneo, para Rusia significa conservar su histórica base naval en Tartús y el aeródromo de Khmeimim, ya que desde allí proyecta su poder hacia Libia, la República Centroafricana y otros países del Sahel donde interviene el Grupo Wagner bajo la nueva denominación de “África Korps”. 
 Los kurdos del SDF (Fuerzas Democráticas Sirias), aliados a EEUU, de momento pareciera que están conservando sus posiciones en Alepo, lo cual supone que hay enfrentamientos con las fuerzas auspiciadas por Turquía. Al mismo tiempo, se registraron intentos de avance del SDF (de momento rechazados por las fuerzas del régimen de Al Assad) desde el este del país, con el apoyo de aviones tácticos A-10 de EEUU. 

 Consideraciones finales 

 El régimen de Al Assad solicitó formalmente a Irán que intervenga militarmente enviando inmediatamente sus tropas. Los rusos removieron al General a cargo de las tropas rusas en Siria, que ya había sido retirado de Ucrania a mediados de 2022 por fracasos al mando del primer ejército de tanques. 
 La situación del régimen sirio se deterioró demasiado, sus posiciones cayeron como un castillo de naipes. Evidentemente, el traslado de tropas de Hezbollah hacia Líbano y el éxodo de fuerzas rusas hacia Ucrania generó un vacío de poder que los yihadistas armados por Turquía, distintos países de la Otan e Israel aprovecharon en el terreno.
 Por su parte, la Casa Blanca anunció que ellos no tenían nada que ver con la ofensiva de los salafistas y las fuerzas pro-turcas (poco creíble a la luz de imágenes liberadas), y que dicha ofensiva se debía a que el gobierno sirio pactó su supervivencia con Rusia y Siria. 
 Medios turcos dicen que la presente ofensiva estaba lista para marzo de 2024, y que el gobierno de Erdogan hizo todo lo posible para posponerla hasta que se diera el cese al fuego de Líbano con Israel. Resulta creíble, pero solo expone que Erdogan busca simplemente que no se note que mantiene una falsa retórica contra la masacre sionista contra el pueblo palestino.

 Perspectivas 

 Este pantallazo de los nuevos acontecimientos en Siria muestra que el conflicto en esta región se integra a una situación global en que se acrecientan las tendencias a la guerra y las rivalidades entre las grandes potencias. Resulta indispensable un bloque independiente que enfrente a los gobiernos de la guerra y luche por gobiernos de trabajadores.

 Facundo Miño

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