Ancianos, mujeres, jóvenes y niños caminaron ayer durante horas con el propósito de evidenciar el apoyo a todas las víctimas de la violencia en Colombia y su inconformismo ante la creciente ola de desplazamiento forzado. Al medio día el centro de Bogotá recibió a los marchantes. Allí sus muertos y sus desaparecidos por fin parecían tener relevancia y protagonismo.
“Duelen los secuestrados de las Farc, pero también duelen nuestros familiares, sepultados en fosas y en el olvido”, gritaba Susana López, familiar de una de las víctimas del paramilitarismo en el Magdalena Medio. Los familiares de los once desaparecidos del Palacio de Justicia clamaban la verdad y la devolución de los restos de sus seres queridos, así ese derecho llegará después de 23 años. Las mujeres viudas de la violencia, exigían reconocimiento por parte del Estado. Los desplazados querían devuelta sus tierras y su tranquilidad, los familiares de las víctimas del paramilitarismo y del abuso de la fuerza pública, clamaban justicia y reparación.
Por unas horas, los nombres y las fotos de Jorge Enrique Vargas, desaparecido en San Martín (Meta) en el 2003, Alejandro Martínez, asesinado y torturado por el bloque paramilitar “Martín Llanos” y Jenner Alfonso Moncaleano, víctima de la masacre de Mondoñedo a manos de la Dijin, vistieron la plaza. Hubo gritos, pañuelos blancos, fotografías gigantes y sobre todo, mucho dolor. El dolor de la desesperanza, de no tener más remedio que esperar para que la impunidad no siga su curso.
“Nosotros ya no tenemos la oportunidad de volver a tener a nuestros seres queridos, sólo exigimos la verdad”, comentaba Rene Guarín, mientras sostenía la fotografía de su hermana, Cristina del Pilar Guarín, torturada y asesinada por el Ejército en la retoma del Palacio de Justicia en 1985. “No creemos en la ley de Justicia y Paz, no creemos en las audiencias donde los paramilitares narran como mataron nuestras familias, sin demostrar un asomo de vergüenza y dolor”, reclamaba Enrique Ramírez, quién perdió a su hijo en la masacre de la Gabarra, Norte de Santander.
“No sabemos si con esta marcha se logré algo. Pero si sólo una persona vio la foto de mi amigo y supo que su crimen es tan repudiable como cualquier otro, entonces me iré tranquilo”, comentaba Juan Carlos Díaz, mientras envolvía la pancarta con la foto de Jenner Moncaleno.
También muchas ciudades del mundo fueron escenario de protestas y vigilias en homenaje a los cientos de miles de víctimas de los paramilitares y de la violencia del estado colombiano. Los manifestantes en EEUU, Alemania, España, Australia, Suecia, Venezuela, Ecuador, Austria, Francia, Italia y muchos países más rindieron tributo a los millones de desplazados que la violencia narco-paramilitar y estatal ha causado, así como pidieron por la paz y el intercambio humanitario.
Desde diferentes puntos del territorio nacional, los venezolanos se unieron a la marcha internacional. Caracas, Nueva Esparta, Monagas, Carabobo, Aragua, Barinas, Zulia, Táchira, Mérida, Barquisimeto, Yaracuy, Trujillo y Anzoátegui, se unieron en su llamado de paz para el hermano país.
La jornada en favor de las victimas del terrorismo de Estado en Colombia se inicio bien temprano en Suiza, en la ciudad de Ginebra. La ciudad testiga de la firma de muchas convenciones internacionales alojó al medio día, en la Universidad de Ginebra un stand de información sobre la situación de los DDHH en Colombia. Los estudiantes suizos tuvieron la oportunidad de formular preguntas sobre la situación colombiana y escucharon muchos testimonios de colombianos presentes, contrario a la versión oficial, según la cual los extranjeros tienen una visión errada de la situación del país, pero no, harto se sabe sobre Colombia, sobre todo que tenemos un mafioso de presidente, “son unos héroes ustedes para ejercer la oposición en ese régimen” nos dijo una estudiante.
Ya en la tarde, en Suiza se desarrollaron dos puntos de encuentro, uno en Berna y otro en Ginebra, a pesar del fuerte viento que azotó a la Comunidad Helvética, la gente cumplió la cita con la solidaridad por las victimas del terrorismo de Estado. En Berna la presencia de más de cien personas, que gritaron consignas antiimperialistas, contra la doctrina uribista de persecución en caliente. Muchos ecuatorianos participaron en el evento para rechazar la violación a su soberanía. Uribe fascista, usted es el terrorista!, Uribe fascista, usted es el terrorista! fue el grito de los presentes.
En Ginebra una multitud se hizo presente en la calle de Mont-Blanc frente al bello edificio de del correo, esta jornada fue de llena de internacionalismo, uruguayos, argentinos, dominicanos, ecuatorianos, venezolanos, kurdos, suizos y muchos colombianos y colombianas gritaron presentes contra el terrorismo de Estado colombiano. La sobreviviente al genocidio de la Unión Patriótica (UP) Aída Avella, gritó uno a uno los nombres de los mártires colombianos, y los presentes respondían con un presente! Presente! Por nuestros muertos ni un minuto de silencio, toda una vida de lucha gritaba otro, nunca más fosas comunes, nunca más paramilitares, nunca más desaparecidos, gritaron los presentes.
En Nueva York, EEUU, alrededor de 200 personas se congregaron frente a la Misión Colombiana ante las Naciones Unidas, con pancartas y alzando su voz en solidaridad con las miles de victimas de la violencia estatal – y la violencia paramilitar apoyada por el estado. En los Estados Unidos, se llevaron a cabo reuniones en Chicago, Boston, Miami, San Francisco, Madison y Minneapolis.
En Alemania, cientos de personas se concentraron en Berlín, Fráncfort y otras ciudades para manifestar su solidaridad con las victimas del terror de Estado (véase reportaje de RedGlobe aquí).
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