martes, noviembre 17, 2009

Colombia país de funcionarios corruptos


Como plaga incontrolable, la corrupción devora la burocracia colombiana, sin que poder alguno pueda detenerla.
El afán de ganancia para asegurarse el futuro, como principio infalible del capitalismo, se impone sin escrúpulos en los diversos niveles del poder y ello se refleja fielmente en los funcionarios estatales y gubernamentales.
La corrupción es un cáncer que carcome todos los estamentos y por ser parte inherente del sistema capitalista, nada ni nadie la detiene.
Las prédicas de pulcritud, servicio al público y principios morales, se contraponen a la realidad y aunque todo mundo observa el mal, no es posible erradicarlo.
Fuentes documentadas, plantean que del presupuesto general de la Nación de 30 billones de pesos para el 2009, por el solo concepto de pagos a funcionarios por otorgar contratación, el Estado pierde 4 billones. Esta es solo una parte del problema o como suele decirse, la punta del iceberg.
Los organismos anticorrupción en vez de controlar, quedan en ridículo ante la aplastante realidad, sencillamente tienen más poder los funcionarios corruptos que los encargados de controlarla y cuando excepcionalmente un corrupto va a la cárcel, pronto sale libre porque una de las ramas más corruptas es justamente la justicia.
La ética y la moral de los funcionarios públicos, solo están en los discursos o invocaciones públicas, no para el desempeño de sus funciones. Si se examina la conducta de los más altos funcionarios, es cada vez más profunda la pérdida de su autoridad moral, solo que para estos, la inmunidad es más fuerte y la ilegalidad más refinada. Precisamente por este mismo fenómeno, las destituciones, la cárcel y las inhabilidades son sanciones para funcionarios de niveles intermedios, para colocar ejemplos no alcanzan los dedos de la mano. Lo más sonado ahora es Agro Ingreso Seguro, pero ¿cuánto de corrupción hay en los múltiples escándalos de los últimos años?Hace algún tiempo, se investiga sin resultados la monstruosa cifra de corrupción de 11 billones de pesos, que afecta a municipios y departamentos.
Las llamadas regalías, son el pasto más apetecido de los corruptos, siendo que con su producido, sería suficiente para resolver los problemas básicos de la población de sus departamentos y municipios.
La mitad de los departamentos alcanzan un nivel medio o alto de corrupción lo que implica el robo descarado del dinero destinado a los servicios públicos.
En el caso particular de Antioquia se dice que se está generalizando el mal llamado M.T.C "Miguelito también come". Dentro de esta escalada corrupta de “todo por la plata” juega el pragmatismo guerrerista del presidente Uribe, resolviendo todo con dinero.
Pago por denunciar la insurgencia, pago por delatar a los jefes guerrilleros, pago por dar de baja a jefes terroristas, pago por delatar a los cómplices del terrorismo, pago por guerrilleros muertos en combate, que luego del escándalo de los mal llamados “falsos positivos” se cambio por “estímulo” para quien contribuya a la captura de los alzados en armas. Pago por delatar planes del terrorismo, pago por entregar secuestrados, pago por entregar caletas, pago para que se desmovilicen, etc.
Los grandes medios de información al servicio de esta manera de ver la vida, y difundiendo campañas que también dan jugosas ganancias, van arrastrando a la población a una conducta que luego se convierte en un bumerán que se va contra sus mismos creadores. Esa es la responsabilidad de esta clase gobernante y sus seguidores que a ratos se asustan y buscan los culpables más allá de sí mismos, porque los asuntan las dimensiones del fenómeno; en esto es sabio el adagio popular: “Cría cuervos y te sacarán los ojos”

ELN: Ejército de Liberación Nacional de Colombia

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