martes, enero 04, 2011

Wikileaks y la “disidencia” cubana


Tenía pendiente compartir la siguiente opinión, acerca de este título.
Dos semanas atrás, leí el título “Wikileaks, Cuba y el oficialismo”, rubricado por Iroel Sánchez para La pupila insomne y reproducido en Kaos en la Red, en el que se devela la catadura moral de Elizardo Sánchez Santa Cruz, según los cables dados a conocer por Wikileaks y firmado por el Jefe de la Oficina de Intereses de EE.UU. en la Isla.
El autor, resalta cómo esos cables emitidos desde La Habana demuestran inobjetablemente la dependencia —sin excepción— de los “opositores” cubanos con respecto al gobierno de Estados Unidos. Es decir que la denominada “disidencia” (Sánchez Santa Cruz y comparsa) constituye prueba inequívoca de mercenarios de pura cepa.
También, que los despachos cifrados reconocen la nula influencia de estas personas en la población cubana, y dicen textualmente:
"Pese a sus afirmaciones [de los “opositores”/“disidentes”/mercenarios] de que representan a 'miles de cubanos', nosotros vemos muy pocas evidencias de ese apoyo…”. “Si bien la búsqueda de recursos es su principal preocupación, la segunda más importante parece ser limitar o marginar las actividades de sus antiguos aliados de manera de reservarse el poder y el acceso a los escasos recursos”.
Para despejar cualquier asoma de duda sobre la veracidad de lo que quedó escrito, en el mencionado título igualmente se lee: “Incluso, uno de los documentos relata que una de las personas que dispone de más recursos, le pidió a la Subsecretaria de Estado Bisa Wiliams el acceso a la plataforma de pagos en internet PayPal”.
Entretanto, recordé las afirmaciones que he realizado en esta página referidas a las “Damas de Blanco”, Martha Beatriz, Guillermo Fariñas, Yoani Sánchez…; al tiempo que continúo en la espera de que Wikileaks pronto revele asimismo cómo existen equis representantes de la “Izquierda” al servicio del capital transnacional.
Mientras, coincido con Iroel Sánchez acerca de la conveniencia de que para dejar de parecer “oficialistas”, los corresponsales extranjeros, cuando en el 2011 aludan al asunto de marras, han de colocar en sus despachos desde La Habana, la siguiente coletilla: “El gobierno cubano y también el norteamericano, consideran a los disidentes mercenarios al servicio de Estados Unidos”.

Noel Manzanares Blanco

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