Esta popular expresión parece ser la máxima de la multipremiada por los enemigos de Cuba y su Revolución, la bloguera Yoani Sánchez, egresada, gracias al triunfo revolucionario, de la Universidad de La Habana en las carreras de periodismo y filosofía, conocimientos que ha puesto al servicio de quienes quieren retrotraernos al pasado oprobioso.
Cuando Yoani, nació el 4 de septiembre de 1975 en el capitalino municipio de Centro Habana en el seno de una familia, cuyo padre obrero logró superarse por las oportunidades que consagró la Revolución y llegar a trabajar como ingeniero en los ferrocarriles, sector de larga trayectoria proletaria, en Miami se celebraba el 42 aniversario del primer golpe de estado militar del cual habilidosamente se apropió el entonces sargento taquígrafo del Ejército Fulgencio Batista Zaldívar, quien fue ascendido a coronel a los pocos días.
El mismo día que cumplió dos añitos la niña Yoani, los terroristas de un grupo anticubano colocaron una bomba que estalló contra la línea aérea soviética Aeroflot en Miami, Florida y se adjudicaron haber colocado una bomba cerca de la Casa Blanca, el 4 de septiembre de 1977. El terrorismo contra Cuba, también ha cobrado víctimas en Estados Unidos.
Cuando familiares y amigos de Yoani se reunieron para festejar su 22 cumpleaños, moría en La Habana un joven italiano de 32 años como consecuencia de una de las bombas que colocó un mercenario financiado con los fondos de terroristas radicados en Miami, el 4 de septiembre de 1997.
La bloguera parece haber sido eficiente a la vista de los batistianos radicados en Estados Unidos, así da fe, el otorgamiento y la entrega a la misma el sábado 22 de noviembre de 2009, el mismo día que se conmemoraba un nuevo aniversario del magnicidio de Dallas, cuando fue asesinado el presidente norteamericano John F. Kennedy, de una medalla titulada “Héroes por la Libertad” y que fue fabricada con plata de la época de la dictadura de Fulgencio Batista y por supuesto manchada con la sangre de los miles de jóvenes cubanos que fueron asesinados durante la tiranía. A Yoani, ese dato no le dio escozor.
El engendro terrorista que le confirió la distinción, el llamado Consejo para la Libertad de Cuba, CLC, está formado por un grupo que se escindió de la mafiosa, terrorista, anexionista y racista Fundación Nacional Cubano Americana en el 2001, políticamente se definen a la derecha de la misma. En su mayoría son hijos de oficiales del Ejército y la Policía del gobierno batistiano y además un prontuario significativo de acciones contra Cuba.
En junio de 2009, este grupo en la voz de su principal figura Diego Suárez, pidió que el golpe fascista ocurrido en Honduras, con su carga de muerte y represión se reeditara en Cuba con la participación de Estados Unidos.
Antes de decidir la fecha para la entrega de la medalla, miembros del CLC consultaron a Yoani, la bloguera, si aceptaría recibir la máxima condecoración del CLC y ella los sorprendió al decir, sin titubeos, que sí, calificándolo como “un gran honor”.
Suárez comentó a una periodista del Diario Las Américas “Yo creía que para Yoani iba a ser muy difícil…. Eso demuestra su extraordinaria valentía ante los riesgos”.
La connivencia no pudo ser más grotesca para celebrar en Miami la entrega “in ausencia” de la medalla a Yoani, la bloguera. Un banquete en un costoso restaurante de esa ciudad fue la sede del acto. En el momento cumbre de la reunión mafiosa, se anunció la entrega a Sánchez de la medalla del Cuban Liberty Council (CLC).
Según los organizadores, la condecoración está confeccionada con un peso de plata de los que circulaban en los tiempos de la dictadura sanguinaria de Fulgencio Batista.
El martes 9 de marzo de 2011, cuando aún en Cuba se recordaba la conmemoración del 80 aniversario de la primera celebración en el país del Día Internacional de la Mujer, ocasión en que se homenajeó a las mujeres cubanas, que han defendido y defienden las conquistas de la Revolución, o que ofrendaron su vida a lo largo de estos años de lucha y de combate, Yoani Sánchez, la bloguera, aceptó el premio que le otorgó la administración norteamericana de turno en la Casa Blanca, continuadora de la política hostil de sus predecesoras, que ocasionaron 3, 478 muertos y 2, 099 heridos, así como multimillonarias pérdidas materiales, que mantiene vigente el bloqueo criminal, que pretende someter a más de once de millones de ciudadanos en Cuba.
Nuevamente la falta de ética y de escrúpulos están presentes al aceptar el Premio Internacional a las Mujeres de Coraje, en una ceremonia presidida por la Primera Dama de Estados Unidos, Michelle Obama y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien dijo sobre la entrega: “El premio reconoce la tarea de aquellas que han “demostrado un valor excepcional y liderazgo en la defensa de los derechos de la mujer, a menudo con gran riesgo personal”. Sería interesante que la funcionaria norteamericana precisara, cuál valor excepcional y liderazgo fueron tomados en cuenta en la fundamentación por el jurado que decidió el donativo a la bloguera, ni cuáles derechos, ni a cuáles mujeres cubanas defendió, ni el gran riesgo que enfrenta en su desempeño mediático.
Ninguno de estos méritos están presentes en quien no vaciló en recibir un reconocimiento de quienes por ocho años enlutaron a la sociedad cubana, con asesinatos, torturas, violaciones durante la dictadura de Batista, ni del gobierno de Estados Unidos, que por más de medio siglo mantiene el asedio a Cuba. Cuando de recibir premios se trata, la moral, la ética y los escrúpulos sobran, ese es el caso de esta bloguera tropical.
José Luis Méndez Méndez y Pedro Etcheverry Vázquez
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