Biografía novelada de un general republicano y comunista.
No estamos ante una nueva y <
El libro se dispara en torrentera desde las primeras páginas que nos sitúan en los muelles del puerto de Alicante en donde en chavolas improvisadas se hacinan las familias temerosas ante la posible llegada de los fascistas y de sus crueles guardias moros; allí están también cuadros de distintos partidos y de la cúpula gubernamental esperando a los barcos que les evacuen ante la ya práctica derrota. De ahí no vamos al asalto del cuartel de la Montaña madrileño y ya entramos en pleno ambiente guerrero. Tiros, bombas, muertos, trincheras, ajusticiamientos y escabechinas al por mayor. Al tiempo que seguimos a Modesto vamos conociendo distintos episodios bélicos y a diferentes personajes de la milicia, de la política y de las artes que estaban involucrados en la pelea. Negrín, Líster, el Campesino, Hemingway, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Ilya Ehrenburg, Kostov, Malraux, la Pasionaria, y…muchos más.
El retrato que se nos hace del general Modesto-no seré yo quien lo ponga en duda- se mueve por los lindes del género hagiográfico y lo digo-y reitero que quizá fuese tal y como es descrito por Reverte- ya que su figura destaca en comparación con quienes le rodean tanto en el terreno de la estrategia militar ( Líster un borrachín empedernido y un parraplas; el Campesino un ser brutal y sanguinario; algunos gobernantes promovían ascensos y operaciones militares sin saber muy bien lo que se llevaban entre manos… ) como en lo que hace a su manera de comportarse con la tropa y con el mismo enemigo, perdonando vidas y evitando crueldades…el resultado es un ser mujeriego, eso sí, chistoso y cantaor como buen andaluz (?), que hacía honor a su apodo, y que daba muestras de prudencia a la vez que de arrojo, yendo en primera fila al combate por tierras del Jarama, Brunete, Belchite, Teruel, el Ebro, Catalunya, etc., etc., etc.
Reverte con una prosa viva nos hace visitar los desastres de la guerra, el desbarajuste que destacaba en las trincheras republicanas y nos acerca con simpatía a algunos miembros de las Brigadas Internacionales, al paisano de Modesto, el poeta Alberti, y a otras figuras de la contienda, sin evitar los retratos en los que alguna celebridad literaria americana queda a la altura del mismo barro por fanfarrón, pendenciero, machista y borracho …
Finalizada la guerra vemos a Modesto en tierras checas y conoceremos sus disputas y desacuerdos con algunas decisiones y actos de los soviéticos, como, por ejemplo, la invasión de Praga.
El libro muestra la impresionante documentación del escritor que deseaba-según él mismo confiesa- escribir sobre aquellos sangrientos años , y lo ha hecho rindiendo homenaje a un héroe que muchas veces ha quedado en la sombra debido a la mitificación de otros personajes injustamente más dimensionados .
Iñaki Urdanibia
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