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viernes, agosto 30, 2013
De la metrópoli a la independencia
Agostinho Neto y Amílcar Cabral, durante una reunión en Accra, Ghana, en 1965
Amilcar Cabral y Agostinho Neto fueron intelectuales africanos formados en Portugal. Sin embargo, junto a sus pueblos, se convirtieron en dirigentes revolucionarios que llevaron adelante la independencia de las colonias portuguesas de la costa occidental de África.
El Reino de Portugal fue el primer Estado europeo en llegar a África. Bordeando la costa del Magreb, recorriendo toda la costa del Atlántico hasta el llamado Cabo de Nueva Esperanza, en el extremo sur del continente. Sin embargo, se asentaron en la estratégica región meridional del Golfo de Guinea, ocupando en 1445 el archipiélago de Cabo Verde, y luego las actuales Guineas y Angola.
Más de quinientos años después, para 1960, el país ibérico había perdido cualquier tipo de peso en la política europea, y se había consolidado como el Estado más pobre dela Europaoccidental. Gobernaba la dictadura del Estado Novo, liderada desde 1933 por António Salazar. Las potencias europeas se habían repartido África en 1895, permitiéndole a Portugal conservar una parte de Guinea, Cabo Verde y Angola, en la costa oeste, y Mozambique en el este.
En ese marco, al que se sumaban las luchas de liberación en las colonias francesas y belgas, surgen casi simultáneamente movimientos independentistas contra la dominación de Lisboa. En Guinea, el Partido Africano parala Independenciade Guinea y Cabo Verde (PAIGC), con su brazo armado las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP); y en Angola, el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA).
Ambas fuerzas tenían la particularidad de estar lideradas por hombres surgidos de sectores intelectuales, toda una rareza en África. Amílcar Cabral, del PAIGC, hijo de un caboverdiano y una guineana, era un ingeniero agrónomo recibido en Lisboa. António Agostinho Neto, del MPLA, por su parte, era un médico recibido enla Universidadde Coimbra. Ambos comenzaron la lucha por la liberación de sus países de origen en el propio corazón de la metrópoli y regresaron a su tierra para tomar las armas.
Neto fundó el MPLA en 1956 y rápidamente debió exiliarse en Marruecos. Desde allí, retornando ocasionalmente al país, dirigió las fuerzas que en 1961 dieron comienzo a la guerra de independencia más larga de África. Con el apoyo de milicianos cubanos, debió luchar también contra los enemigos internos: el Frente Nacional parala Liberaciónde Angola (FNLA), apoyado por Estados Unidos, y Unión parala IndependenciaTotalde Angola (UnITA).
Cabral, por su parte, inició la actividad política del PAIGC en 1959 y salió de la clandestinidad en 1963, estableciendo su sede en Conakri, la capital dela Guineafrancesa. A pesar del proyecto unitario de liberación dela Guineaportuguesa (cuya capital era y continua siendo Bisáu) y Cabo Verde, la mayor parte de la lucha se dio en el continente y no en el archipiélago.
La muerte de Salazar en 1968 aceleró los avances de los independentistas. Para inicios de la década de 1970, tanto en Angola como en Guinea-Bisáu los movimientos de liberación controlaban más de la mitad del territorio. Sin embargo, Marcelo Caetano, sucesor de Salazar como líder del Estado Novo, mantenía la intransigencia y propugnaba la solución militar para mantener las colonias portuguesas. El 22 de noviembre de 1970, ordena la “Operación Mar Verde”, invadiendo Conakri con el fin de capturar a Cabral y al resto de los líderes del PAIGC, además del presidente guineano Sekou Touré.
La llamada Revolución de los Claveles, que recuperó la democracia en Portugal el 25 de abril de 1974, abrió definitivamente la puerta a la independencia de Angola, Guinea-Bisáu y Cabo Verde. Irónicamente esta rebelión militar portuguesa estaba liderada por António de Spínola, que había sido gobernador militar de Guinea hasta 1972, comandando la represión del PAIGC. Amílcar Cabral no llegó a vivir esta etapa: fue asesinado el 20 de enero de 1973 por miembros de su propio partido, apoyados por el presidente pro-francés de Senegal, Léopold Sedar Senghor.
Guinea-Bisáu y Cabo Verde declararon unilateralmente su independencia antes de los claveles, el 24 de septiembre de 1973, consagrando presidente al hermano de Amílcar, Luis de Almeida Cabral. En Angola la situación fue más compleja: el 11 de noviembre de 1975 se firmaron los Tratados de Alvor, entre los tres movimientos independentistas y el gobierno provisional de Portugal, que establecían un gobierno de coalición. Este intento falló, el MPLA conservó el poder nombrando presidente a Agostinho Neto y comenzó las reformas rumbo al socialismo; pero al mismo tiempo comenzó la guerra civil más larga de la historia contemporánea, que recién finalizó con la victoria para el MPLA en 2002.
Neto tampoco vivió para ese momento. Gobernó el país durante sus primeros cuatro años de independencia, pero el desgaste de dieciocho años de lucha continuada hizo mella en su salud. Murió el 10 de septiembre de 1979 en Moscú, donde había llegado para tratarse de una enfermedad.
Amílcar Cabral y Agostinho Neto dejaron su vida luchando contra la terrible dictadura de Salazar y su extensión en las colonias. Vivieron la mayor parte de sus vidas entre la clandestinidad y el exilio, fuera de sus países. Les tocó luchar contra la menos poderosa pero la más intransigente de las potencias colonizadoras. Y si bien no lograron disfrutar el fruto de aquellos esfuerzos, sus imágenes se han convertido en uno de los símbolos más poderosos de la liberación africana.
Nicolás Bauer
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