Marcas de artículos de lujo como Louis Vuitton, Rémy Martin y Bentley han publicado informes de caídas, tanto en el crecimiento como en los beneficios en el período reciente, tras haber alcanzado máximos históricos. Que las ventas de artículos de lujo hayan estado en auge en un período de recesión mundial en los últimos años, constituye algo notable en sí mismo. Este fenómeno contradictorio, y su más reciente declive, pone de manifiesto un determinado aspecto de la crisis capitalista.
El dinamismo del mercado de bienes de lujo puede explicarse en parte por la creciente polarización de la sociedad capitalista. Los ricos nunca han sido tan ricos. La austeridad ha generado un número récord de millonarios. Enormes cantidades de capital permanecen ociosos en los bancos, debido a que no se pueden invertir de forma rentable. La solución para los capitalistas es aumentar la tasa de explotación; disminuir la proporción de la riqueza destinada a los salarios y aumentar la parte que se apropian los empresarios.
Es por esta razón por lo que las obras de arte están alcanzando precios récord, que el precio del oro ha aumentado y que las burbujas inmobiliarias están surgiendo de nuevo. Esto también explica el auge del mercado de valores en un período de recesión. El incremento del capital invertido en la especulación del mercado de valores se debe al hecho de que las ganancias son allí más altas que en la industria, que está saturada por el exceso de capacidad. Esto alimenta la tendencia a desmantelar las industrias de propiedad estatal, con el fin de crear nuevos espacios para la inversión. Parte de este exceso de capital también ha mantenido el mercado de artículos de lujo a flote. El Financial Times informa que en los últimos 3 años, los productos de lujo han hecho sus mejores negocios en al menos una década.
China
Una gran parte de esto se atribuye a China donde, según el FT del 26 de noviembre de 2013: " Desde 2010 hasta el año pasado, ciertas marcas, desde la comparativamente pequeña y exclusiva Hermès hasta la ostentosa Louis Vuitton, han visto como la mezcla entre la riqueza emergente de China y el gusto de su población hacia todas las cosas de lujo, ha engordado una industria entera – en el periodo de tiempo más corto" .
Según Exane BNP Paribas, China representa hoy en día una cuarta parte de los ingresos de Louis Vuitton, el 35% de Cartier y el 45% de Omega. Rolls Royce vende más coches en China que en cualquier otro lugar. Los analistas de ‘Fondazione Altagamma y Bain & Company ' dicen que los chinos representan actualmente el 29% de todos los clientes de artículos de lujo a escala mundial, frente a menos del 5 % en el año 2005. Esto se corresponde con el rápido desarrollo del capitalismo en China en los últimos diez años, pero también muestra la extrema concentración de la riqueza en unas pocas manos.
Sin embargo, la suerte de estas marcas ultra lujosas ha empeorado recientemente. A nivel mundial, el crecimiento en el sector de artículos de lujo – que representa unos 217 mil millones de euros - tuvo un promedio del 11 % en los últimos tres años. El crecimiento en China fue del 20% en 2012. Sin embargo este crecimiento se prevé que caerá a sólo el 4% para 2013, arrastrando hacia abajo el crecimiento a nivel mundial del sector a tan sólo un 2 %. Esto demuestra lo importante que han sido los nuevos ricos de China para la industria de artículos de lujo.
Rémy Cointreau, una empresa que vende coñac a 3.000 $ la botella, muestra una reducción de ingresos de 287,6 millones de euros en el tercer trimestre de 2013. Esto representa una caída del 20 % respecto al mismo periodo de 2012, que la compañía atribuye a la campaña del gobierno chino contra el gasto ostentoso, que pesa fuertemente en las ventas, lo que resulta en una " fuerte desaceleración en China”. Una pequeña caída de los ingresos en el mismo periodo de LVHM, el grupo al que pertenece Louis Vuitton, ha hecho desaparecer 4 mil millones de euros de su capitalización de mercado. Las ventas de coches de la marca Bentley en China cayeron un 3 %, en contraste con su aumento del 20 % a nivel mundial, y en contraste también con su aumento del 23 % en China en 2012.
Desde Rémy Cointreau declararon el martes 21 de enero: "Se espera que la campaña de promoción de la moralidad en China seguirá afectando negativamente al consumo de productos de gran lujo y ninguna recuperación significativa se puede esperar con motivo del Año Nuevo chino. "
La campaña contra la corrupción
Mientras que China es el mercado más grande del mundo para los artículos de lujo, su PIB per capita solo se sitúa en la posición 92 a nivel internacional - a la par con Albania, Bosnia Herzegovina y las Maldivas. Esto pone de manifiesto la enorme brecha en la riqueza que existe en el país. Como hemos escrito antes, esto está dando lugar a una situación explosiva, con un aumento de las luchas de los obreros y campesinos chinos que están enfurecidos por los lujosos estilos de vida de los ricos y poderosos en comparación con sus humildes condiciones de vida.
Esta situación, junto con el aumento de la deuda estatal de China, llevó al gobierno chino a introducir un plan para frenar a los elementos más ostentosos entre la élite de China. El líder Chino Xi Jinping dijo que el Partido Comunista debe luchar contra “los tigres y las moscas a la vez", es decir, que debe erradicar la corrupción a todos los niveles .
Bajo la bandera de una ofensiva contra la corrupción, los dirigentes chinos destituyeron a Bo Xi Lai del Buró Político, así como de su cargo como jefe del partido en Chonqing en 2012, un caso que hemos tratado en artículos anteriores. Él era un ejemplo de 'tigre'. Pero también hay casos de 'moscas' - los escándalos de corrupción a nivel local, tales como el de Fan Jianhui, el secretario local del Partido Comunista en el pueblo de Shuyuanjie . El 17 de febrero de 2012, el Financial Times informó de su caso. A través de su posición, Fan había tomado el control de la estación de autobuses de Zhengzhou Este, convirtiéndola en su propio negocio privado. Los manifestantes estimaron que esta estación de autobuses generó un beneficio neto de 6,9 millones de dólares en detrimento de los habitantes entre 2006-12 . Aunque Fan hasta ahora no ha sufrido las consecuencias de sus actos, las siguientes protestas callejeras y las quejas causadas por sus acciones son el tipo de acontecimientos que preocupan a la camarilla gobernante en Beijing.
En China, la burocracia estalinista se ha reconvertido al modo de producción capitalista. En consecuencia, la propia burocracia estatal ha de ser rediseñada para servir a las nuevas relaciones económicas. Particularmente en un período en el que el desarrollo de la economía china se está viendo frenado por un mercado de exportaciones a la baja, la inflada burocracia se convierte aún más en una carga sobre los ingresos y una afrenta a los trabajadores chinos de a pie.
La creciente disparidad entre ricos y pobres en China se está convirtiendo en un fermento para la inestabilidad, las huelgas y las rebeliones. Es por esta razón que el gobierno chino ha iniciado una lucha para frenar la ostentación de riqueza, tanto por parte de su casta parasitaria de mandarines, como por parte de la nueva burguesía ascendente.
Una reducción en los banquetes extravagantes y los 'regalos' (como forma de corrupción) y un estilo de vida más humilde, están siendo activamente alentados por el nuevo gobierno chino. Desafortunadamente para Rémy Cointreau, Rolls Royce y demás, esta política está teniendo un impacto que está repercutiendo en los balances de las marcas de lujo.
Sin embargo, este es un tema delicado. El énfasis sobre este problema por parte del gobierno en la conciencia pública corre el riesgo de dañar la reputación del Partido Comunista aun más. Sobre todo si no se toman medidas reales como en el caso de Fan Jianhui y el pueblo de Shuyuanjie .
La corrupción es endémica en todos los niveles del Estado. El desfalco es una forma normal de vida para los funcionarios del Estado. Bo Zhiyue ‘, de la Universidad Nacional de Singapur, dice:
"Si se define la corrupción como la discrepancia entre el salario y el patrimonio, entonces el 99,95 % de los funcionarios, de distintos niveles, son corruptos.
Así que es imposible librarse de todos ellos en su conjunto" (FT, 17 de febrero de 2013 ). Es tal la interacción del parásito con su huésped, que el intento de eliminarlo amenaza la vida de todo el organismo.
Aunque la campaña contra "tigres y moscas” puede tener un impacto superficial, y perjudicar a los fabricantes de artículos de lujo, no va a servirle al gobierno chino en su principal tarea de calmar la indignación que sienten los chinos de a pie hacia la creciente brecha entre los ricos corruptos y los pobres comunes y corrientes. La corrupción podría ser la chispa que prenda la revolución china.
Ben Peck
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