Blog marxista destinado a la lucha por una nueva sociedad fraterna y solidaria, sin ningún tipo de opresión social o nacional. Integrante del Colectivo Avanzar por la Unidad del Pueblo de Argentina.
sábado, octubre 31, 2015
¿Era anarquista el abogado más famoso de Norteamérica?
Clarence S. Darrow (1857-1938) es sin duda el más famoso de los abogados estadounidense. Unas frases muy propias de película con abogados son: Pero ¿quién te crees que te va defender, Clarence Darrow?, ¿Pero quién te has creído que eres, Clarence Darrow?, o ¿Qué habría hecho ahora Clarence Darrow?, etc.
El historiador libertario Paul Avrich lo define como socialista, librepensador, partidario del impuesto único y pacifista tolstoniano. Darrow mantuvo una fuerte relación con el movimiento anarquista durante las décadas de 1880 y 1890, cuando habló en actos conmemorativos por los mártires de Haymarket, contribuyó en la recaudación de fondos para crear un monumento en el cementerio de Waldheim en honor de los “mártires de Chicago”. En 1901, Darrow presidió una conferencia de Kropotkin en Chicago y consiguió la libertad de los anarquistas detenidos tras el asesinato del presidente McKinley. En 1903-1904, fue (junto con el poeta Edgar Lee Masters) abogado de John Turner, anarquista británico amenazado con ser expulsado del país bajo una ley promulgada tras el asesinato de McKinley. En 1905 defendió a Moses Harman, el sexólogo anarquista y editor de Lucifer. En años posteriores, Darrow tomó parte en muchos casos similares, en los que estaban implicados anarquistas, afiliados a los IWW y socialistas. Darrow defendió luego al célebre Bill Haywood (que está enterrado en Moscú junto con John Reed) dirigente del sindicato IWW y de la Federación de Mineros, a quien acusaban de complicidad en el asesinato del ex gobernador de Idaho Frank Steunenberg en 1905.
Colaboró en la prensa anarquista y fue miembro reconocido del Centro Francesc Ferrer., toda una institución pedagógica en el país del dólar que no pudimos tener aquí..
La preferencia del movimiento obrero por Darrow terminó tras la defensa de los hermanos MacNamara, acusados de hacer explotar una bomba en el edificio del diario “Los Ángeles Times” que causó la muerte de 20 personas. Al comprobarse la participación de los acusados en los hechos, estos y Darrow llegaron a un acuerdo con el Fiscal, que a cambio del reconocimiento de la culpabilidad que correspondía a cada uno, no solicitó la pena de muerte, sino 50 años de cárcel para quien colocó el artefacto explosivo. Los trabajadores pensaron que nunca Darrow ha debido reconocer la responsabilidad de los activistas acusados. Para completar Darrow fue acusado de sobornar a un jurado, al que uno de sus allegados estaba dando dinero. Darrow terminó juzgado, pero fue declarado inocente al demostrar que se le trataba de condenar por su lucha en defensa de los derechos de los trabajadores y los pobres.
Sobre Darrow existen al menos dos “biopic” (inéditos en estos pagos), uno protagonizado por Henry Fonda, y otro por Kevin Spacey. Orson Welles lo interpretó bajo el nombre de Jonathan Wilk en la Impulso criminal (1959), una de las películas más memorable de Richard Fleischer que Welles pensó que su productor le ofrecería la dirección a él, pero no fue así, y finalmente cooperaron en la reconstrucción del crimen perpetrado en Chicago en 1924 por dos estudiantes universitarios superdotados llamados Nathan Leopold jr., y Richard Loeb (la misma historia que inspiró La soga, de Alfred Hitchcok), asesinaron a un niño, siguiendo las elucubraciones de Nietzsche…El despliegue argumental y moral de Darrow-Welles en contra de la pena capital, su capacidad para matizar y reflexionar ha pasado a la historia del cine, aunque no estaría de más notificar que al final el ateo Darrow es representado más bien como un agnóstico.
También ha pasado a la historia de las ideas y del cine el Clarence Darrow interpretado por Spencer Tracy en La herencia del viento (1960), seguramente el mayor alegato que el cine ha ofrecido en defensa de la teoría de la evolución sistematizadas por Charles Darwin, cuya obra resulta normalmente inexcusable en cualquier documental sobre la evolución de las especies, y que por lo mismo, sigue siendo blanco de las furias de los llamados “creacionistas” norteamericanos. Con todas sus limitaciones, se trata de una de las mejores películas de un director irregular pero injustamente menospreciado: Stanley Kramer, quien además fue uno de los más emblemático productores y directores de la mejor estirpe liberal y que entonces estaba en su mejor momento. La herencia del viento consiguiera del Festival de Cannes dos premios, y que sea considerada como un clásico todavía se encuentra muy por encima de otras adaptaciones de la misma obra, y que a pesar de contar con un duelo actoral no menos notable entre Jason Robards y Kirk Douglas en una versión de los años ochenta, y por Jack Lemmon y Charles Durning en los noventa, ninguna de las dos le hará sombra. La obra original es un clásico del teatro y su representación es muy valorada entre los actores. Aunque pueda parecer paradójico, el insufrible Leslie Nielsen haría una gira con ella por los Estados Unidos después de rodar su nefanda versión de Drácula con Mel Brooks, posiblemente como una “expiación” por los bodrios en los que este actor se ha hecho popular, ya que según las crónicas, las representaciones iban acompañadas de grandes elogios a las ideas solidarias y avanzadas de Darrow.
Pepe Gutiérrez Álvarez
Robert Conquest o el anticomunismo como pasión
Entre los sovietólogos más destacados del “mundo libre” se encontraba Robert Conquest (1917-2015), fallecido el pasado agosto. Lo primero que a uno se le ocurre al repesar su obituario es que no se le menciona entre los “halcones” que apoyaron el ecocidio del Vietnam, a las bombas que en nombre del “mundo libre” aniquilaron a millones de vietnamitas sin nombre, lo segundo es que sí este “mundo libre” resultaba a todas luces una falacia, no menos falso era el “comunismo” que Robert describía siguiendo los pesos y medidas de un Occidente libre de toda sospecha. Detalles sin mayor importancia si nos atenemos a las lecturas que de su obra realizó Martín Amis…
Militante comunista universitario, a Robert Conquest se le cayó el “comunismo” encima cuando en 1937 visitó Moscú durante un episodio particularmente ilustrativo, los grandes procesos de 1937, o sea, justo cuando Stalin que había presidido la camarilla de advenedizo que se había apoderado del aparato del PCUS en un contexto de agotamiento social. La estancia en Bulgaria al final de la guerra, siendo testigo del establecimiento de la “democracia popular”, llevó a Conquest a ultimar viraje hacia el anticomunismo cuya intensidad se agudizará con el paso del tiempo. Al igual que los propios estalinistas de “buena fe”, Conquest se mostró incapaz de distinguir entre el nombre y la cosa, obrando como alguien que confundía el cristianismo con la Inquisición o con el franquismo, que no hubiera sabido diferenciar entre la democracia de Abraham Lincoln y la los neocons en los que, por cierto, llegó a ser un autor admirado con la devoción demostrada por Martín Amis en su novela sobre Koba Stalin.
Personalmente todavía conservo una edición de El gran terror; las purgas estalinianas de los años treinta (1968), que por estos lares publicó Luís de Caralt, una editorial adicta que publicaba de todo, desde alegatos pronazis hasta denuncias del estalinismo de la categoría de La noche quedó atrás, de Jan Valtin o El caso Tulaev, de Victor Serge, con las que nos nutrimos no pocos jóvenes que admirábamos la base militante obrera y comunista pero que ya no nos creíamos las cúpulas partidarios, sobre todo en Santiago Carrillo y su antigua corte de antiguos “Jóvenes socialistas” que se empeñaban en que había una línea recta entre Lenin y ellos. Que ahora olvidaban a Stalin como había hecho Dolores Ibárruri en una historia de la revolución de 1917 publicada en 1967 y en la que ni se menciona a éste, al tipo al que un personaje de la categoría moral de Felipe González atribuye la “invenció” del “derecho de autodeterminación” delante de una platea habituada a las mayores mentiras.
Hablando de diferencias, convendrá distinguir al joven idealista de los años treinta del que después trabajó para el servicio de espionaje británico, desarrolló una investigación sesgada al servicio de lo que los líderes del “mundo libre” querían escuchar, dio su apoyo a las actuaciones del imperio en el Sudeste asiático y después de transitar por la derecha laborista, se deslizó hacia la extrema derecha de Margaret Thatcher, aquella que decía que la colectividad no existe, existen los individuos o sea, los vencedores. En terreno académico, las últimas décadas del siglo XX contemplaron su consagración como director del Instituto Hoover en la Universidad de Stanford. En 2005 George Bush Jr. le impuso la Medalla presidencial de la Libertad, algo que antes se labia concedido a otro renegado, a James Burham y que solamente se otorgaba a aquellos que no querían ver la viga en el ojo propio.
En su larga trayectoria, Conquest nunca ocultó sui odio contra historiadores de la estirpe de E.H. Carr, Isaac Deutscher, Eric J. Hobsbawan o Stephen Cohen por cuantos estos nunca olvidaron el abismo que existía entre la revolución que reconocía el derecho de autodeterminación de los pueblos, derecho que reconocieron sin reservas (algo que el gobierno provisional jamás aceptó), y la contrarrevolución burocrática que anteponía el “internacionalismo proletario” como medida para regresar a los tiempos en los que Rusia era una “cárcel de pueblos”. Esta animadversión era extensible a Trotsky al que Conquest –como toda su escuela- condena como un Stalin frustrados en unas líneas de clara procedencia ideológica –no puede ser de otra manera-, de manera que todo el aparato documental empleado queda en este caso reducido a eso…a una mera afirmación. Esta total falta de escrúpulo, lejos de crearle problemas con los medios, se convirtió en credo en diarios, revistas o documentales. Alguien que argumentara en sentido contrario era vetado en todos estos medios que había convertido esta miserable sentencia en ley.
Desde esta premisa no hay que decir que la versión revisada de El Gran Terror (1990) incorporó los frutos de una abundante sovietología, con correcciones en cuanto al número de víctimas, temática que amplió en Cosecha de dolor, de 1986, sobre el genocidio puesto en práctica por Stalin sobre Ucrania, el holodomor, donde Conquest parte de la visión ofrecida por Raphaël Lemkin treinta años antes en sus escritos sobre el tema…Una historia que omite un dato primordial: el que explica la revolución de Octubre como prólogo de una revolución internacional que no pudo consumirse –sobre todo gracias a la derecha socialdemócrata alemana-, que dejó a la joven República aislada, de hecho al borde del abismo socioeconómico con una guerra civil auspiciada y alentada por 21 naciones presididas por el Reino Unido y Francia. Sí hay que buscar los orígenes del estalinismo hay que buscar ahí, así como en la cultura zarista heredada y que no pudo ser reemplazada por una clase obrera que acabó siendo diezmada en el curso de la citada guerra.
Al contrario que Carro Deutscher, Conquest se limita a estudiar el “gran terror” estalinista, sin considerar antecedentes ni ofrecer constataciones. Se erige en una fiscal de la historia en la que el Imperio del Mal resulta en la otra cara (necesaria) del Imperio del Bien y en esa estamos. Chicos no intentéis cambiar el mundo porque será peor, porque detrás de Chávez, Corbyn, Sanders, el Bloque o de Podemos está la sombra de Koba y del totalitarismo.
Pepe Gutiérrez-Álvarez
Lluis Companys. Notas para cine-forums
Me preguntan por películas sobre el tema de la independencia para organizar un cine-forum y mi respuesta es que los títulos más idóneos son documentales recientes como Adeu Espanya…El forum sería sobre la “memorias histórica” en Cataluña, una reivindicación animada por la propia situación, así como por el 75 aniversario del fusilamiento del president Lluís Companys (coincidiendo además con el proceso abierto contra el president Artur Mas en un tiempo histórico en el tema de la independencia catalana está en las portadas de los diarios “nacionales” y extranjeros), que comporta también un movimiento en honor a las víctimas del franquismo. De todo esto se desprende que las fuerzas sociales que han tomado la iniciativa en Cataluña no tienen miedo al pasado, todo lo contrario: lo reivindican. Hace tiempo que ERC en general y Joan Tardá en particular, llevan un combate particular por revisar el juicio criminal contra Companys, algo tan humano, tan digno, tan elemental que asusta que todavía sea necesario luchar por algo tan evidente.
Me remito a los documentales porque estos han llegado a donde el cine no ha podido llegar, aunque también existen excepciones.
La más importante es sin duda es Companys: procés a Catalunya (1978), una empresa nacionalista catalana dirigida por Josep Mª Forn 1/, parte de un nivel de producción mucho más sólido, estrenada a todo el Principado, sin olvidar pases masivos en plazas y locales públicos abiertos, es, por decirlo de alguna manera, un título “adoptado” por el catalanismo desde el que también se producirá un cierto número de documentales. Como en el caso de Azaña, la película está centrada en los días finales del que había sido abogado laboralista de la CNT, cofundador de Partido Republicano Federal y singularmente, líder de ERC en los momentos claves de los años treinta (1931, 1934, 1936, 1937, hasta la derrota), y comienza con el fin de la Generalitat catalana.
Pepe Gutiérrez-Álvarez
El blocao, de Díaz Fernández. Una novela olvidada sobre la guerra de Marruecos
De las tres grandes novelas que tienen como tema común la guerra de África, Imán, de Ramón J. Sender y La ruta, segunda parte de La forja de un rebelde, de Arturo Barea 1/, El blocao, de José Díaz Fernández es sin duda la menos conocida. Prohibidas durante décadas, cuando fueron reeditadas la guerra de África ya quedaba muy lejos. No ha sido hasta fechas recientes que la historiografía ha iluminado todo el horror de una guerra que sirvió a la fracción más brutal de la casta militar, rearmar a los golpistas y ocupar el papel de vanguardia de la guerra contra el pueblo.
Aunque en el orden literario, El Blocao se puede considerar como la menor, la obra posee una de las prosas más sutiles, bellas y escuetas de la narrativa de aquellos años. La novela describe con precisión la realidad del ejército español en el norte de África, que tan bien conocían los españoles de aquella época, pues había sido el lugar de una matanza sin precedentes, el desastre de Annual (junio de 1921). En su prólogo de la última edición, José Esteban escribe: “Desde el momento de su aparición logra un éxito casi sin precedentes. Se traduce al francés, al alemán y al inglés. Quizá le ayudó el ambiente pacifista de moda entonces en toda Europa, cansada de las guerras. Entre nosotros, alcanza en pocos meses tres ediciones y tanto vanguardistas como novelistas sociales saben ver en ella lo que tiene de síntesis de ambas corrientes, lo que le da un valor y unas características especiales. (?) En la corta vida literaria de su autor, El blocao constituye su gran y casi única obra narrativa. Escrita en un impecable e inimitable estilo, me atrevería a afirmar que es una de las obras mejor escritas de nuestra literatura y, por tanto, una pequeña obra maestra”.
Más adelante el mismo José Esteban añade: “Desde el momento de su aparición logra un éxito casi sin precedentes. Se traduce al francés, al alemán y al inglés. Quizá le ayudó el ambiente pacifista de moda entonces en toda Europa, cansada de las guerras…Entre nosotros, alcanza en pocos meses tres ediciones y tanto vanguardistas como novelistas sociales saben ver en ella lo que tiene de síntesis de ambas corrientes, lo que le da un valor y unas características especiales.
José Díaz Fernández (1898-1940), fue un salmantino de crianza asturiana. Llegó a ser un periodista destacado en su juventud para pasarse a la política. Durante la Segunda República, fue diputado por agrupaciones republicanas de izquierdas. Fue jefe de prensa en Barcelona durante la Guerra Civil y, a la conclusión de ésta, marchó al exilio en Francia, donde falleció temprana. El Blocao evoca su experiencia su experiencia en el servicio militar durante la Guerra de Marruecos en 1921-1922 a través de está compuesta por siete capítulos, o más bien relatos cortos independientes y con distintos personajes, aunque todos unidos por el mismo hilo conductor –la ambientación bélica- y un narrador en primera persona. El estilo de Díaz Fernández, que reconoce escribirlo “sobre una falsilla de recuerdos”, es rápido, director y fluido –el mismo lo define como “recto y desnudo, donde la economía verbal favorezca la emoción”-, salpicado de imágenes metafóricas e insinuaciones estéticas, sin narrar –intencionadamente- ninguna acción bélica de forma pormenorizada.
Su riqueza descriptiva queda evidenciada en estos párrafos que evocan la vida dentro del blocao:
Llevábamos cinco meses en aquel blocao y no teníamos esperanzas de relevo. Nuestros antecesores habían guarnecido la posición año y medio. Los recuerdos feroces y barbudos, con sus uniformes desgarrados; mirando de reojo, con cierto rencor, nuestros rostros limpios y sonrientes (…). El sargento que me hizo entrega del puesto se despidió de mí con ironías como ésta:
-Buena suerte, compañero. Esto es un poco aburrido, sobre todo para un cuota. Algo así como estar vivo y metido en una caja de muerto (Pág. 25).
Díaz Fernández nos habla del desastre de Annual, de la estrategia sutil de las cabilas rifeñas, la guerra química “clandestina” usada desde los aviones, casi por primera vez, las matanzas brutales, el Expediente Picasso, que fue fundamental para el golpe de Estado de Primo de Rivera con el beneplácito del monarca, que desacreditó al Ejército español y supuso cierto despecho por parte de los militares africanistas, de monstruos humanos como el general Mola, de Franco, de Yagüe y otros, todo ello en medio de una corrupción generalizada que aparece descrita en las tres novelas. En la resistencia aparece la figura legendaria de Abd el Krim, que fue derrotado por una coalición hispano-francesa en Alhucemas.
Parte del imaginario español de los años treinta vivió de la guerra de África y, sobre todo, de sus consecuencias, que fueron terribles hasta el punto de que se puede afirmar que allí se encontró el origen de lo que iba a determinar la actuación del ejército español, obsesionado con aquella derrota y aquel expediente emitido por Juan Picasso, al año de la derrota, lo que es significativo, ya se publicó Las responsabilidades del desastre, Ecce Homo. Prueba documental y apuntes inéditos sobre las causas del derrumbamiento y consecuencias de él, de Víctor Ruiz Albéniz y Del desastre al fracaso. Un mando funesto, de Francisco Hernández Mir, pero hubo que esperar hasta 1928 para que se publicara la primera obra literaria, justamente El Blocao que ha sido recuperada por Ediciones del Viento. Una novela de corte eminentemente realista. Sorprende, además, lo que ahora podía ser adscrito a corrientes tan norteamericanas como el Nuevo Periodismo o el Realismo Sucio, pero no hay que olvidar que en los años veinte existió una corriente de retorno a la eficacia del lenguaje, de alejar a éste de la retórica decimonónica, y que esa corriente está aliada a los periodistas, a los reporteros. De ahí la revolución en el inglés que supuso Ernest Hemingway, y las magníficas crónicas, entre nosotros, de autores tan diversos como Josep Pla, de Manuel Chaves Nogales, de Josep María de Sagarra, de Corpus Barga en una época en la que el lugar del lector habitual estaba siendo ocupado por los trabajadores conscientes.
Díaz escribió tras obras como Vida de Fermín Galán junto con Antonio Espina, y también bajo el pseudónimo de José Canel, Octubre rojo en Asturias, una obra que habría que revisar. Lo cierto es que nunca más logró alcanzar las cotas alcanzadas en El Blocao. Leyendo esta novela ahora caemos en la cuenta de la calidad literaria que el reportaje periodístico tenía en aqueos años, de unos tiempos, los de la “generación del 27” cuyo legado comenzó a ser recuperado entre los años sesenta y ochenta, para perderse después con el llamado “desencanto” que atenuó el interés por la lectura y que la desplazó hacia la literatura más escapista.
Pepe Gutiérrez-Álvarez
1/. Para una visión de conjunto sobre el “totalitarismo colonialista” (la madre de todos los totalitarismos según Hannah Arendt), ver: Marc Ferro, El libro negro del colonialismo (La Esfera de los Libros, Tr. Carlos Caranci, Madrid, 2005).
El papa Francisco perdona los pecados de la Legión de Cristo
El miércoles se conoció la indulgencia papal a la Legión de Cristo, una orden católica acusada de abuso de menores, estafas y negocios turbios. A un mes de la gira por Cuba y Estados Unidos donde Francisco buscaba recomponer la imagen de la Iglesia minada por los abusos, la indulgencia a la Legión vuelve a poner en foco el rol del Vaticano en el encubrimiento de estos casos.
Luego de que se conoció el pasado miércoles la indulgencia plenaria a la Legión de Cristo, la frase pronunciada por el Papa Francisco en Filadelfia, tan solo un mes atrás durante la gira por Cuba y Estados Unidos, “Los crímenes contra menores no pueden ser mantenidos en secreto…y prometo que todos los responsables rendirán cuenta" pasara sin pena ni gloria.
La congregación conocida como una de las más conservadoras, fundada en 1941, logró por décadas ocultar las denuncias por abuso de seminaristas, coimas y negocios turbios contra su fundador Marcial Maciel y contó con la protección de altos jerarcas del Vaticano durante el pontificado de Juan Pablo II (1978-2005), quien consideraba a los legionarios un ejemplo de virtud católica. La solicitud de indulgencia fue presentada bajo el pedido de poder celebrar dignamente el 75 aniversario de la fundación de esta Legión ultra conservadora.
El perdón otorgado por el Vaticano a la Legión sorprendió a quienes afirmaban que Bergoglio venía a “reformar” la Iglesia y que todavía festejaban sus discursos de tono “progresista”.
De la supuesta reforma al pacto con los conservadores
Francisco ha repetido una y otra vez, antes y durante el Sínodo de los Obispos, que no pretende reformar la doctrina de la Iglesia sino flexibilizar la “pastoral” de la misma para recobrar la autoridad e influencia que viene perdiendo esta institución en todo el mundo. Pero para el ala ultra conservadora, el Sínodo, fue el lugar elegido para imponer condiciones a Francisco y doblegar sus propuestas que incluían la comunión a los divorciados. La primera respuesta fue una carta que 13 cardenales conservadores le escribieron al Papa para manifestar su desacuerdo en varios temas. El documento final aprobado por el Sínodo incluyo la tibia reforma impulsada por el Papa, pero el sector ultra conservador logró su cometido mostrando su peso específico en la estructura eclesiástica.
Estas disputas dejaron un interrogante ¿Cuál sería la relación entre el Papa y el ala ultra conservadora de la Iglesia? La indulgencia a la Legión de Cristo es una clara respuesta. Francisco confirmo con este perdón, un pacto para calmar a quienes ven en los gestos y discursos del Papa un peligro para la “doctrina eclesiástica”.
El perdón Papal tras años de encubrimiento
La Legión de Cristo es una de las congregaciones más poderosas de la Iglesia católica y gestiona una enorme cantidad de dinero. Sus activos, entre los que se encuentran hospitales, inmuebles, centros educativos, orfanatos y "sociedades sin fines de lucro" suman más de 43.600 millones de dólares. Entre estos “activos” se encuentra un “regalo” que les otorgó Juan Pablo II: el Instituto Pontificio Notre Dame en Jerusalén, un centro “de naturaleza religiosa, cultural, caritativa y educativa” pero donde la habitación más barata vale al menos 230 dólares. “No hay nada nuevo en el perdón que el papa Francisco ha otorgado este miércoles. Nadie se ha atrevido a tocarlos por el tamaño del poder económico que manejan” dice al diario El País Raúl Olmos, periodista de investigación y autor de El Imperio Financiero de los Legionarios.
El Vaticano ha encubierto las denuncias contra la Legión durante décadas, lo prueban los más de 200 documentos sobre los abusos, publicados en 2012 por las víctimas, que estuvieron en posesión de las autoridades eclesiásticas.
La indulgencia Papal tampoco debería sorprender teniendo en cuenta las declaraciones de Bergoglio ante las críticas al Vaticano por el respaldó a Juan Barros, el obispo de Osorno (Chile) acusado de haber encubierto abusos sexuales. “Piensen con la cabeza y no se dejen llevar por acusaciones infundadas de los zurdos” dijo aquella vez el Santo Padre. Y vale recordar que Francisco no deja pasar oportunidad para confirmar que la doctrina de la Iglesia católica se mantiene firme contra la homosexualidad, las personas trans, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la condena del derecho al aborto.
Si estos hechos que confirman el carácter reaccionario de la Iglesia católica eran dejados de lado por quienes defendían los nuevos aires “progresistas” y “renovadores” que Francisco da a sus gestos y discursos, buscando recomponer la autoridad eclesiástica, el perdón a la nefasta Legión ha caído como un baldazo helado. El “aire reformador” parece haber quedado para otro tiempo y en el Vaticano algo sigue “oliendo a podrido”.
Diego Sacchi
@sac_diego
12 productos “Cáncer” creados por Monsanto
La historia de Monsanto refleja un cuadro persistente de sustancias químicas tóxicas, demandas, y ciencia manipulada. ¿Es este el tipo de entidad que queremos para controlar el suministro de alimentos de nuestro mundo?
Para muchos es “paranoico” e incluso “caricaturesco” señalar a la Corporación Monsanto como el “Imperio del Mal”.
Sin embargo una breve revisión histórica expone como sembró y cosechó miseria durante el transcurso de un siglo con productos tóxicos como el Aspartamo, DDT, PCB, la hormona de Crecimiento Bovino, Sacarina, entre otros.
Algunos de estos elementos tóxicos como el RoundUp y el Agente Naranja han causado generaciones de niños con malformaciones y problemas de cáncer.
Cuando usted reflexiona por un momento sobre los productos desarrollados por Monsanto, ¿qué encuentra? Esta es una lista certificada por organismos legales mundiales, describiendo 12 creaciones que Monsanto lanzó al mercado:
1. Sacarina.
John Francisco Queeny fundó “Monsanto Chemical Works”, con el objetivo de producir sacarina para Coca-Cola. Estudios realizados durante la década de 1970 mostraron que este químico produce cáncer en ratas y otros mamíferos de prueba. Sin embargo, tras descubrir que causa el mismo efecto en humanos, Monsanto sobornó a médicos e instituciones para seguir comercializandola.
2. PCBs.
Durante la década de 1920, Monsanto comenzó a expandir su producción química mediante bifenilos policlorados (PCB), para producir fluidos refrigerantes de transformadores eléctricos y motores.
Cincuenta años después, la EPA publicó un informe citando a los PCBs como causantes de cáncer en animales, con pruebas adicionales indicando que produce cáncer en seres humanos.
Casi 30 años después los PCBs fueron prohibidos en EE.UU., este químico sigue apareciendo en la sangre de las mujeres embarazadas, como se informó en un estudio de 2011. En muchas áreas de Argentina se sigue utilizando PCBs.
3. Poliestireno.
En 1941, Monsanto comenzó a enfocarse en plásticos y el poliestireno sintético, que todavía es ampliamente utilizado para envasar alimentos.
El poliestireno fue clasificado quinto en la lista de 1980 de la EPA, donde se enumeran productos químicos cuya producción genera los residuos más peligrosos.
Al estar en los envases de comida ingerimos poliestireno (efecto de migración), que causa depresión, cáncer y daños a los nervios. Los vasos y recipientes hechos de este material sintético son difíciles de reciclar. Deben ser derretidos utilizando un equipo adecuado que la mayoría de los centros de reciclaje no poseen.
Dentro de 1000 años, la bandeja de carne que usted compró en Carrefour o Wall-Mart seguirá existiendo en alguna parte del planeta. Es fatal para la vida marina: Flota en la superficie del océano, se descompone en pequeñas esferas que los animales comen. Las tortugas de mar, por ejemplo, pierden su capacidad de sumergirse y mueren de hambre.
4. Bomba Atómica y armas nucleares.
Poco después de ser adquirida por Thomas and Hochwalt Laboratories, la corporación Monsanto se convirtió en una división de su Central Research Department. Entre 1943 y 1945, este departamento coordinó esfuerzos de producción clave con Manhattan Project. Lea sobre el mayor accidente industrial de Norteamérica.
5. DDT.
En 1944, Monsanto empezó a fabricar el insecticida DDT, con la excusa de combatir a los mosquitos “transmisores de malaria”.
En 1972, el DDT fue prohibido en EE.UU. – Sus efectos adversos para la salud humana incluyen infertilidad, fallos en el desarrollo, destrucción del sistema inmunológico, muerte.
El DDT impide al andrógeno unirse con su receptor, bloqueando, por lo tanto, al andrógeno para conducir un normal desarrollo sexual, dando lugar a anormalidades. Durante un experimento llevado a cabo en el Mar Caspio (Mediterráneo), el DDT a una concentración de 1 ppb redujo la población de peces hasta un 50%.
El transporte atmosférico de largo de esta sustancia afecta actualmente a todos los seres vivos del planeta. Fue detectado en el aire del Ártico, terreno, hielo y nieve y virtualmente en todos los niveles de la cadena alimentaria mundial.
Los sedimentos del fondo en lagos y los lechos de los ríos actúan como reservas para el DDT y sus metabolitos. Todos los bebés humanos nacen con DDT en la sangre.
6. Dioxinas.
En 1945, Monsanto comenzó a promover el uso de pesticidas químicos en la agricultura con la fabricación del herbicida 2,4,5-T (uno de los precursores de agente naranja), que contiene dioxina.
Las dioxinas son un grupo de compuestos químicamente relacionados que se conocen como los “Doce del patíbulo” – Son contaminantes ambientales persistentes que se acumulan en la cadena alimentaria, principalmente en el tejido adiposo de los animales.
Durante décadas, desde que fue desarrollado por primera vez, Monsanto fue acusada de encubrimiento o no informar sobre la contaminación por dioxinas en una amplia gama de sus productos.
7. Agente Naranja.
Durante la década de 1960, Monsanto fue el principal fabricante de Agente Naranja, un herbicida / defoliante utilizado como arma química en la guerra de Vietnam.
La fórmula de Monsanto tenía niveles de dioxinas mucho mayores que el Agente Naranja producido por Dow Chemicals, el otro fabricante (por lo que Monsanto fue el acusado clave en la demanda presentada por veteranos de la guerra en los Estados Unidos).
Como resultado del uso de Agente Naranja, Vietnam estima que más de 400.000 personas fueron asesinadas o mutiladas, 500.000 niños nacieron con defectos de nacimiento, y un máximo de 1 millón de personas quedaron discapacitadas o sufrieron problemas de salud, por no hablar de los efectos a largo plazo que lesionaron a más de 3 millones de soldados americanos y sus descendientes.
Memos internos de Monsanto muestran que la corporación conocía perfectamente los problemas de contaminación por dioxinas del Agente Naranja cuando vendió el producto al gobierno de EE.UU. (para su uso en Vietnam).
Sin embargo, la “Justicia” norteamericana permitió a Monsanto y Dow apelar y recibir protección financiera por parte del gobierno, ignorando a los veteranos que buscan una compensación por haber sido expuestos al Agente Naranja.
Recién en el año 2012, 50 años más tarde del rociamiento con Agente Naranja, comenzaron algunos esfuerzos por limpiarlo.
Mientras tanto, el legado de Monsanto para las generaciones futuras se traduce nacimientos de niños deformes, que continuarán durante las próximas décadas.
¿Piensa que no puede suceder aquí?
Varios cultivos argentinos son modificados genéticamente para resistir un herbicida hecho con el principal componente del Agente Naranja (2,4-D), con el fin de luchar contra las “súper malas hierbas” desarrolladas por el RoundUp. Estos químicos persisten en los alimentos hasta llegar a las góndolas del supermercado y más tarde a su estomago.
8. Abono a base de petróleo.
En 1955, Monsanto empezó con la fabricación de “fertilizantes” a base de petróleo, luego de comprar una refinería petrolera.
CNA
Balance de las elecciones portuguesas
La noticia más importante de las recientes elecciones portuguesas es el crecimiento del Bloco de Esquerda y del Partido Comunista, los dos partidos a la izquierda del Partido Socialista. Portugal es el país que mejor ha hecho los deberes de las "instituciones" europeas; a pesar de ello, la deuda es del 128% del PBI y tiene un 12,4% de desocupados, con el 20% de la población cobrando el salario mínimo de 500 euros. El gobierno viene de privatizar empresas por 12.500 millones de dólares (correos, servicio eléctrico, aerolíneas y aeropuertos, seguros, transporte público) y de aprobar una seguidilla de leyes antiobreras. Subió el IVA y los impuestos a los más pobres.
Los resultados otorgan el triunfo a la coalición actual de gobierno liderada por la alianza derechista de Passos Coelho (PSD) y Pablo Portas (CDS) con el 37%, pero sin alcanzar la mayoría absoluta de 115 diputados, lo que plantea la posibilidad de un debilitado gobierno de minoría. Coelho, niño mimado de Merkel y la Troika, pagó caro su plan de ajuste (cayó 15 puntos en relación con 2011). Puede ser un anticipo de lo que le espera a Rajoy en España. El Partido Socialista quedó segundo, a cinco puntos, y enfrenta la posibilidad de renuncia de su secretario Costa por el traspié electoral. El Bloco de Esquerda, un conglomerado de formaciones izquierdistas semejante a Syriza, obtuvo el 10% y superó al Partido Comunista de Portugal (8%). La abstención fue del 43%.
Izquierda
El Bloco, que reivindica a Syriza y sus acuerdos con la Troika (como el del 20 de febrero, www.bloco.org/media/manifestolegislativas2015), fue la sorpresa de las elecciones, al duplicar la cantidad de diputados y transformarse en tercera fuerza nacional. Recupera, de este modo, los diputados que había perdido en las últimas elecciones a expensas del Partido Comunista, luego de que sus diputados aprobaran el plan de rescate en 2010. Sin embargo, ha expresado su disposición a formar gobierno con el ajustador Partido Socialista, bajo las únicas condiciones de que "(elimine) los 1.600 millones de recortes sociales y el proyecto de despido amistoso" (El País, 2/10). La aprobación del plan de ajuste por parte de los diputados del Bloco hace algunos años constituye un anticipo de la política posterior de Syriza en Grecia, en tanto que el planteo a los socialistas se asemeja a los acuerdos que Podemos baraja -y que en algunos casos ya realizó- con el PSOE en España. El Bloco es partidario de mantener a Portugal dentro de la Unión Europea y ha sido apoyado en la campaña por Pablo Iglesias y Alexis Tsipras, con quienes conforma el Partido de la Izquierda Europea en el Parlamento Europeo. Dos escisiones del Bloco realizaron elecciones marginales.
El Partido Comunista rechaza la formación de gobierno con el Bloco y el PS denunciando su política de 2010. Pero su llamado a un referéndum para salir de la moneda única y su planteo de recuperación de la moneda nacional constituye otra variante ajustadora, en tanto es un planteo devaluacionista que afectaría los ingresos de los trabajadores. El PCP apuesta a gestionar el Estado burgués mediante un decálogo de nacionalizaciones.
La consolidación de esta izquierda no deja de ser un síntoma del malestar ante el desastre social que ha dejado el ajuste, pero al mismo tiempo, de la ausencia de un polo revolucionario capaz de superar la política de seguidismo a la burguesía de dicha izquierda.
Emiliano R. Monge
La coordinación entre los "servicios" de la Autoridad Palestina e Israel
El viernes pasado tuvieron lugar huelgas y manifestaciones en Cisjordania contra la ocupación sionista en la llamada "jornada de la ira". The New York Times del domingo siguiente hace referencia a un aspecto crucial de la situación en el terreno: la colaboración entre las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina y las del Estado de Israel para combatir esa oposición a la ocupación. "Bajo los acuerdos que comenzaron con los tratados de Oslo hace dos décadas, se atribuyó a la coordinación entre la Autoridad Palestina y los israelíes en Cisjordania el crédito por el mantenimiento de la calma que ha sido desbaratada en las semanas recientes, así como por la neutralización de los rivales del presidente Mahmoud Abbas". Este pacto represivo es, en realidad, muy anterior a los acuerdos de Oslo, como quedó de manifiesto en la Franja de Gaza, antes de las victorias de Hamas, cuando la seguridad en la Franja estuvo a cargo de una fuerza palestina entrenada por la CIA. Este entrenamiento ha proseguido como consecuencia de aquellos acuerdos. Un reportero israelí le cuenta al NYT que en el pico de esta coordinación entre la seguridad de la AP y el sionismo, se producían "cinco reuniones diarias", y cada semana entre los jefes máximos de cada lado. "Los dos lados compartían información de inteligencia sobre militantes sospechosos, y los oficiales palestinos eran notificados de las razzias de detenciones de Israel en las ciudades de Cisjordania que se encontraban bajo control ostensible de los palestinos". El NYT añade: "Quizá más evidente, y más irritante para muchos palestinos, sus fuerzas de seguridad han tratado por años de bloquear las manifestaciones violentas en los puestos de control de Israel o en la cercanías de las colonias israelíes". ¿No es claro, entonces, que ninguna Intifada puede aspirar a la victoria sobre los ocupantes sionistas sin el reemplazo de ese gobierno 'quisling' por una fuerza revolucionaria?
El artículo del NYT describe precisamente esta realidad cuando señala que "los chicos (por la juventud que pelea con hondas y piedras) ven a esas fuerzas de seguridad en la línea de frente de la ocupación", en tanto que "los funcionarios de seguridad de la AP temen que los manifestantes tornen la violenta sublevación contra Israel en su dirección". Esta conclusión ha superado la etapa de la hipótesis y es consciente por parte de los luchadores, de un lado, y de los represores palestinos, del otro.
El reportaje del diario norteamericano se centra en la crisis que han creado las luchas recientes en la relación entre los servicios de uno y otro lado. Observa, sin embargo, que "en marzo, la OLP votó suspender toda colaboración, en un paso que fue visto como puramente simbólico". Aunque un vocero de la OLP admitió que "el status quo no puede continuar, ello no significa que la AP pueda simplemente cancelar esos acuerdos de una vez. Nuestra seguridad no sobreviviría sin esa coordinación. Incluso nuestros cartuchos de balas tienen que ser aprobados por ellos -en referencia a los israelíes" (!). "Varios expertos palestinos e israelíes dicen que la coordinación ha continuado durante la crisis, aunque con tensiones. Un grupo palestino de derechos civiles, Addameer, ha registrado 800 palestinos arrestados por fuerzas israelíes este mes, incluso en Cisjordania, en allanamientos ayudados por la coordinación. Las fuerzas palestinas pueden haber ayudado o incluso requerido algunos de los más numerosos arrestos efectuados por Israel". Analistas citados por el NYT suponen que un ahondamiento de las movilizaciones podría quebrar políticamente a los servicios palestinos y su colaboración con los servicios sionistas.
Es claro que la lucha palestina enfrenta un desafío estratégico, con mayor razón si se produce una ruptura de estos lazos represivos: cambiar su dirección política, que en este caso goza de un cierto poder estatal, sostenido por el sionismo y los principales Estados capitalistas. Aunque en Gaza la situación es diferente, el gobierno de Hamas tiene pactos y acuerdos con la AP, ejerce un fuerte control policial sobre el pueblo y no sigue una línea independiente de los Estados del Golfo que lo patrocinan. La lucha por una verdadera dirección independiente y revolucionaria debe agrupar en un solo polo a los luchadores de Cisjordania y Gaza.
Jorge Altamira
El artículo del NYT describe precisamente esta realidad cuando señala que "los chicos (por la juventud que pelea con hondas y piedras) ven a esas fuerzas de seguridad en la línea de frente de la ocupación", en tanto que "los funcionarios de seguridad de la AP temen que los manifestantes tornen la violenta sublevación contra Israel en su dirección". Esta conclusión ha superado la etapa de la hipótesis y es consciente por parte de los luchadores, de un lado, y de los represores palestinos, del otro.
El reportaje del diario norteamericano se centra en la crisis que han creado las luchas recientes en la relación entre los servicios de uno y otro lado. Observa, sin embargo, que "en marzo, la OLP votó suspender toda colaboración, en un paso que fue visto como puramente simbólico". Aunque un vocero de la OLP admitió que "el status quo no puede continuar, ello no significa que la AP pueda simplemente cancelar esos acuerdos de una vez. Nuestra seguridad no sobreviviría sin esa coordinación. Incluso nuestros cartuchos de balas tienen que ser aprobados por ellos -en referencia a los israelíes" (!). "Varios expertos palestinos e israelíes dicen que la coordinación ha continuado durante la crisis, aunque con tensiones. Un grupo palestino de derechos civiles, Addameer, ha registrado 800 palestinos arrestados por fuerzas israelíes este mes, incluso en Cisjordania, en allanamientos ayudados por la coordinación. Las fuerzas palestinas pueden haber ayudado o incluso requerido algunos de los más numerosos arrestos efectuados por Israel". Analistas citados por el NYT suponen que un ahondamiento de las movilizaciones podría quebrar políticamente a los servicios palestinos y su colaboración con los servicios sionistas.
Es claro que la lucha palestina enfrenta un desafío estratégico, con mayor razón si se produce una ruptura de estos lazos represivos: cambiar su dirección política, que en este caso goza de un cierto poder estatal, sostenido por el sionismo y los principales Estados capitalistas. Aunque en Gaza la situación es diferente, el gobierno de Hamas tiene pactos y acuerdos con la AP, ejerce un fuerte control policial sobre el pueblo y no sigue una línea independiente de los Estados del Golfo que lo patrocinan. La lucha por una verdadera dirección independiente y revolucionaria debe agrupar en un solo polo a los luchadores de Cisjordania y Gaza.
Jorge Altamira
¿Scioli o Macri? La vieja Alianza en ambos mostradores
Como en una orquesta algo desequilibrada, desde el oficialismo han sacado a relucir el fantasma de la Alianza como espantajo para evitar una nueva huida de votos al macrismo. ¿Vale la comparación? ¿Peronismo o peronismos?
Otros mayores males menores
Tanto Scioli como Cristina, coordinadamente, salieron a sacudir el ejemplo de la Alianza como amenaza de lo que puede venir si gana el PRO y sus globos amarillos llenos de helio y neoliberalismo. Claro. La UCR, que forma parte de Cambiemos, está infestada de ex funcionarios de De la Rúa. En cambio el kirchnerismo...también. Diana Conti, Martín Sabbatella, Abal Medina, Nilda Garré son apenas algunos de los regalitos delarruístas que revistan en el peronismo nacional y popular. Díganle a Cristina que deje de pedir registros fílmicos, porque van todos presos...
Pero más aún. La estrategia del kirchnerismo para ganar a Macri es un calco de la de la Alianza contra el patilludo de Anillaco y los suyos. La discusión de “tenés que tomar partido” ya la vimos, a eso vamos, antes de la elección de la Alianza, que fue presentada como el señor “mal menor”. No somos buenos, parecían decirnos, pero Menem es peor. Así ganaron, así gobernaron, así ajustaron y así los rajamos. ¡Y le dicen a la izquierda que, supuestamente, cuando peor, mejor!
Dicho sea de paso, Daniel Scioli en 1998 se jugaba por la re-reelección de Menem, con una férrea defensa de los "logros" obtenidos por el riojano. Entre otros la privatización de YPF... ¡otro archivo por ahí!
Luego del 2001 (parece que el mal menor no fue tan menor) nuevamente nos decían que, para salir del atolladero al que la Convertibilidad llevó a la economía argentina, había que elegir entre “mantener el 1 a 1”, sumergiendo a una porción de la nación en el fango eterno de la hiperdesocupación y la pobreza, para salvar a exportadores, bancos y privatizadas, o apostar al presuntamente amigable plan devaluador, que implicaba e implicó liquidar el poder de compra de los salarios para salvar, nuevamente (¡ups, vivillos!) a los empresarios, que recuperarían rentabilidad a costa de socializar la miseria. Hablaban de distribuir los costos: distribuírselos a otros, a los trabajadores, claro. Ahora era un "mal menor" económico. Con la misma lógica y la misma coherencia que ahora, rechazamos esa falsa disyuntiva y, lamentablemente, creemos que tuvimos razón.
Entendemos al voto en blanco en el balotaje como una de las peleas necesarias para la construcción de una salida, de una política y de una fuerza social independiente de esta disyuntiva ficticia que nos colocan adelante.
¿Scioli más un cerco amigo?
Las elecciones burguesas no son, nunca, el mejor terreno para expresar la relación de fuerzas del pueblo trabajador. Ahí siempre se es visitante. Mucho más en un Balotaje entre dos representantes de la derecha, herramienta hija de la Reforma constitucional surgida del Pacto de Olivos entre Menem y Alfonsín en 1994, de la que Cristina fue una activa redactora. La única forma (no la mejor, la única) de expresar el rechazo a los planes de ajuste, es con un masivo voto en blanco o anulado.
Contrariamente a esto, nos dicen que el kirchnerismo que acompaña a Scioli velará por la continuidad de determinado piso de conquistas. Conquistas que, claro, atribuyen a la generosidad kirchnerista. Como un cerco amigo que lo va a controlar. ¡Nos dicen eso, cuando se callaron mientras Scioli anunciaba un Gabinete de ajustadores y represores!
Esto es falaz. En primer lugar, el kirchnerismo no ha mostrado ni mucho interés, ni mucha destreza, ni mucha convicción para oponerse al derechismo de Scioli. Ni siquiera a la candidatura del motonauta. Después de brabuconear con que Scioli era el "candidato de los buitres y de Clarín", avalaron la caída de Randazzo (el presunto candidato progresista) decretada por Cristina y se pusieron a militar sin chistar a favor de Scioli. Como metáfora de la resignación, el principal intelectual oficialista dijo en la víspera de la elección del domingo que votaría a Scioli “Desgarrado y con cara larga”. ¿Oponerse? ¿Enfrentar el derechismo? No: desgarrarse, hacer puchero y comerse un garrón. ¿Esa es la defensa para parar los goles de la derecha?
Ya hablamos del gabinete de pistoleros y represores que anunció Scioli en el transcurso de la campaña, con Berni, Granados y Casal. Ya mencionamos a Barbieri, el jefe serio de la patota radical de la UBA. Pero, encima, como Ministro eventual de Trabajo, Scioli anunció a Oscar Cuartango. Cualquier trabajador que haya tenido que salir a la calle por salario, condiciones laborales o contra despidos anti sindicales, conoce el rol pro empresarial de Cuartango. Pero donde se llevó todos los premios fue en los conflictos de Gestamp y de LEAR, donde actuó como un verdadero títere de las multinacionales autopartistas y de la burocracia mafiosa del SMATA. En Gestamp llegó al colmo de desconocer un acta firmada por él mismo, que retrocedía parcialmente de despidos anti sindicales, por presión de Pignanelli y la patota mecánica.
Para no hablar de la posible futura ministra de Economía, Silvina Batakis, especialista en no pagar sueldos a los docentes y en ajustar al máximo las arcas estatales.
El cerco del que nos hablan como condicionante de Scioli es un alambre caído, desvencijado y roto. Solo los trabajadores van a defender las conquistas de los trabajadores. Y claramente no será dándole apoyo a Macri, ni a Scioli y su "cerco" de Bernis, Batakis y Cuartangos.
Del ajuste a la contención y ahora de nuevo al ajuste: un poco de historia del peronismo reciente
Pero la falacia viene desde más atrás: se nos quiere presentar a un kirchnerismo como un dadivoso y generoso proyecto político, un proyecto “díscolo”, proclive a la redistribución y, en ese sentido, de naturaleza cualitativamente distinta a la de Macri. Este “relato” omite que todas y cada una de las conquistas económicas, culturales o sociales que hubiera habido en los últimos años, tuvieron que ver, en general, con años de luchas y movilizaciones, y, en particular, con el cimbronazo histórico que fue el 2001. Eso es lo que explica que un gobernador menemista apadrinado por Duhalde luego de haber sido descartados Reutemann, De la Sota y Rodríguez Saá, haya descubierto las bondades del progresismo. Por eso el relato K borra el 2001.
Es decir que determinadas conquistas, como las paritarias, no solamente fueron concesiones arrancadas a fuerza de luchas, sino que se convirtieron en necesidades para la clase dominante, con el afán de estabilizar un régimen político enclenque. La lucha del Garrahan de 2005, la enorme huelga telefónica de 2004, los conflictos en el Subte, en ferroviarios o en mecánicos, expresaron que la licuación de salarios producto de la devaluación era intolerable para una clase trabajadora que se iba recomponiendo lentamente. Y fue eso lo que forzó las paritarias, y no el celo, el cuidado de Néstor Kirchner por el salario de los trabajadores. De no haber abierto algún tipo de recomposición salarial, hubiera sido imposible estabilizar un régimen que tenía el aliento en la nuca del 2001 y de la caía de Duhalde luego de la Masacre del Puente Pueyrredón, que hoy algunos prefieren olvidar.
Esta misma lógica se puede aplicar a cada una de las presuntas conquistas o concesiones de un kirchnerismo que nos presentan como “generoso”, como los juicios a los militares, la Asignación Universal.
Peronismo y peronistas
Esto se puede ver en un hecho histórico insoslayable: fue el mismo personal político que participó del remate del país en los 90 (bajo el menemismo o bajo la Alianza) los que conformaron el kirchnerismo y los que, post 2001, con viento de cola por los precios de las materias primas, aceptaron que había que correr levemente a izquierda la insoportable vara del neoliberalismo. No cambiaron por ideología, por bondad, ni por voluntad. Sino por necesidad y oportunismo.
El peronismo, que fue el partido del ajuste en el 90, luego fue el partido de la contención en el 2001 y después fue el partido de una tibia y desigual “redistribución”, durante la época de las vacas gordas. Gordas vaquitas ajenas. Fue el mismo partido, los mismos referentes concretos, los que llevaron a cabo cada una de esas faenas, en apariencia, contradictorias. No hay muchos peronismos: hay uno solo, con diferentes momentos y, por ende, distintas tareas. Siempre con el ADN de defender los intereses sociales de la clase a la que revistan, que no es la clase trabajadora, por más lazos y apoyo popular que (en declive) aún tienen.
Ahora vuelven, ahora volvieron, las épocas de vacas flacas y no hay dudas de que el peronismo, al igual que el macrismo, se prepara para aplicar un ajuste, tarea de la que conocen el paño, porque ya la hicieron. ¿Por qué insisten en que elijamos a nuestros verdugos?
Octavio Crivaro
Kobane o la tumba del Estado Islámico
Mientras la prensa mundial dice que Kobane es la ciudad del norte de Siria que está por caer en manos del Estado Islámico (EI), la prensa kurda, que es una de las estructuras de periodismo popular más vinculadas al pueblo, afirma que esa localidad será la tumba del EI.
Guerra y política
En los últimos días, la situación militar y política en el norte de Irak cambió mucho, y es preciso combinar el análisis de ambas para comprender el desarrollo del conflicto y de la guerra.
Hace una semana, Kobane pasaba su peor momento. El EI había tomado más del 60 por ciento de la ciudad y todas las aldeas de alrededores. Cualquiera podía asegurar que se contaban las horas para el fin de la resistencia, ya que más de sesenta tanques turcos en la frontera impedían que lleguen refuerzos a las guerrillas kurdas de las YPG/YPJ (Unidades de Defensa Popular/ Unidades de Defensa de la Mujer). Las fuerzas del EI atacaban por el oeste, el suroeste, el sur y el este. Los terroristas se habían apoderado de la colina Mistenur, que domina la ciudad desde el sudoeste, y desde allí habían logrado avanzar, dejando a la guerrilla kurda solo el casco urbano, un área de menos de cuatro kilómetros cuadrados.
Ante esta situación, la dirección del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), llamó al pueblo del Kurdistán a manifestarse bajo la consigna “Todo es Kobane, todo debe ser insurrección y resistencia”.
En muchas ciudades de Europa los kurdos exiliados salieron a las calles, e incluso hubo enfrentamientos con simpatizantes y estructuras de reclutamiento del Estado Islámico en el continente europeo. En Turquía, donde los kurdos son una numerosa minoría nacional, se organizaron en Intifada (Serhildan) en las calles contra el ejército y la policía. Los muertos cuentan más de 40, los desaparecidos más de 50, y los presos más de 100. Durante más de tres días, los jóvenes kurdos lucharon en las calles, llegando a romper y tomar puestos de control fronterizo con Siria, e incluso unos dos mil jóvenes kurdos de Turquía cruzaron la frontera para sumarse a la guerrilla kurda de Siria.
La movilización del pueblo kurdo, y la solidaridad en el mundo, ejerció una dura presión contra la Coalición Anti-EI, liderada por fuerzas de la OTAN, quienes estaban bombardeando en Kobane más para las cámaras fotográficas de la prensa occidental, que para golpear realmente los objetivos del Estado Islámico. ¿Por qué? Porque a pesar de su fanatismo y manía asesina, el EI es un excelente instrumento de Occidente y Turquía para mantener a raya a los rebeldes kurdos de Siria, que hace dos años ejercen la autonomía con un raro sistema anarco-comunista-cooperativo, donde participan otras etnias y religiones.
El modelo que los kurdos desarrollan en el norte de Siria (región llamada por ellos Rojava) es una grave amenaza para las potencias del mundo. En primer lugar para Turquía, que hace más de 40 años está en guerra con el PKK (que tiene mucha influencia entre los kurdos de Siria). En segundo lugar para las monarquías del Golfo y todos los países de la región, pues se proponen una revolución de corte socialista-anarquista, unificando a las culturas que los nacionalistas quieren dividir, y los fanáticos religiosos quieren volver contendientes. Y en última instancia para las potencias occidentales, que mantienen su dominación imperial en la región en base a profundizar las grietas de las sociedades de clanes y tribus, y haciendo negocios por separado e impulsando la guerra entre las diferentes fracciones de poder local.
La resistencia de Kobane
Con todo este trasfondo fue que Kobane emplazó una resistencia solo comparable a la de Stalingrado, cuando los soviéticos quebraron el espinazo a las fuerzas hitlerianas.
La resistencia cumplió un mes, pues la campaña de cerco y aniquilamiento comenzó el 15 de septiembre. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), más de 500 combatientes murieron en los enfrentamientos, unos 300 por parte del EIIS y unos 200 miembros de las YPG/YPJ. Es cierto que las fuerzas kurdas contaron con la ventaja de quien defiende posiciones, pero la descomunal superioridad tecnológica y armamentística de los terroristas transforma a la batalla de Kobane en una epopeya histórica del arte militar.
La milicia kurda ha resistido con fusiles de asalto, francotiradores, ametralladoras antiaéreas y algunos cohetes anti-tanque, contra una fuerza mercenaria que cuenta con al menos tres docenas de tanques norteamericanos y rusos, artillería pesada y mediana, gran cantidad de armas antiaéreas, morteros, cohetes, coches bombas y grandes cantidades de explosivos.
Bombardeos y movilizaciones
En los últimos días cambió radicalmente la situación al punto que la prensa kurda, como algunos periódicos occidentales (como la cadena BBC), dan informaciones de que las guerrillas kurdas emprenden una contraofensiva para recuperar la ciudad.
Esta posibilidad estuvo vinculada, es vano negarlo, a los bombardeos de la Coalición Anti-EI. Los bombardeos, que hasta ahora solo servían para formar una cortina de humo que oculte los vínculos de Occidente con el Califa y su Estado Islámico, acabaron por ser efectivos cuando la “serhildan” y las movilizaciones en Europa apuntaron que la masacre de Kobane era responsabilidad de Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea (UE). Fue entonces que los pilotos dejaron de actuar como si nunca hubieran bombardeado el Oriente Medio, y mostraron su destreza y puntería. La batalla decisiva también se dio en los medios de comunicación, que en los últimos diez días no han parado de hablar de Kobane, y de su inminente caída: Occidente no pudo tomar otra decisión que bombardear al EI, así esto significara “salvar” a Kobane, pues las movilizaciones y “serhildans” fueron efectivas en responsabilizar a Occidente si la ciudad caía.
Así llegamos a la actual situación, donde nos llega la información de la BBC que las milicias kurdas han recuperado la colina de Tall Shiar, punto estratégico desde el que se domina parte de Kobane, en el frente oeste, una región semi-rural donde está la aldea con el mismo nombre. También las fuerzas kurdas estarían recuperando posiciones en barrios del sur de la ciudad. A su vez, llega la información de que las fuerzas kurdas de YPG lograron matar un alto comandante del EI, llamado Ebu Waleed Al Tunsi.
Kobane vencerá
Como dicen los diplomáticos de Kurdistán en Europa, esta no es la primera campaña de cerco del Estado Islámico contra Kobane. Este año, sufrieron ataques en marzo, y en junio y julio, donde los terroristas atacaron con las armas que robaron en Mosul. Luego de ese segundo fracaso, el EI fue a tomar Sinjar, en Irak, y comenzó la guerra abierta contra fuerzas kurdas en el Kurdistán iraquí. Allí empezó la intervención de las fuerzas aéreas occidentales, que debían proteger sus inversiones e intereses ante el Estado Islámico, que a su vez es su propio Frankestein. La tercera campaña se inició el 15 de septiembre. Cada campaña fue aumentando la cantidad de tropas y armamentos con las que el EI atacaba y hoy mantiene en Kobane y sus alrededores más de la mitad de sus mercenarios en Siria. El EI además mueve refuerzos desde el oeste de la ciudad de Jarablus, y desde el este la región del Tel Abyad, sumado a que constantemente refuerza desde el sur, desde la importante ciudad de Raqqa, que este año fue un bastión del grupo terrorista.
Ante la maquinaria de guerra y propaganda terrorista del EI, han quedado derrotados a su paso los ejércitos iraquí y sirio, las tropas especiales que Irán mantiene en Siria y la milicia kurda Peshmerga, que cuenta con más de 200.000 hombres en armas y el apoyo de occidente.
Sin embargo, no han podido derrotar a las YPG kurdas, y el resultado militar no es solamente producto de cantidades y tecnologías, porque la guerra es una actividad horrible, pero es esencialmente humana, y quienes guerrean son seres humanos, hombres y mujeres, que están movidos por ideas, sentimientos, religiones, dinero, intereses, ejemplos y objetivos.
El supremo objetivo de liberación que profesa el pueblo kurdo ha demostrado ser más efectivo en la guerra que las toneladas de bombas y explosivos, que los modernos blindados y poderosos cañones en manos de fundamentalistas islámicos que ejercen como mercenarios. Definitivamente Kobane es un cementerio para el Estado Islámico, pero para que esta oscura fuerza terrorista sea verdaderamente derrotada, la YPG necesitará contar con armas pesadas, cohetes antitanques y equipos militares que sufren gran desgaste por lo encumbrado de la guerra.
Occidente se encuentra ante la disyuntiva: aniquilar al EI es apoyar a Rojava. Los países occidentales, al igual que en la década de 1930, deben tomar la decisión de si fomentan el fascismo para frenar la revolución socialista, o si apoyan a las fuerzas socialistas democráticas para frenar el fascismo de los islamistas.
Occidente hasta ahora no ha dudado: durante dos años ha prestado apoyo militar, político, mediático, armamentístico a las fuerzas del fascismo islámico, pero la batalla de Kobane ha dejado a Occidente expuesto ante el mundo y ha mostrado su complicidad.
Carmelo Carranza
Paraguay: Los seis presos políticos de Tacumbú
En una siniestra cárcel de Asunción, Paraguay, llamada Tacumbú, cumplen condena seis campesinos por un delito que no cometieron. Nosotros tuvimos el privilegio de conocerlos. Y decimos el privilegio porque haber conversado en varias ocasiones largo y tendido con estos gigantes es como entrar en una universidad de la que uno sale sin títulos pero ideológicamente más fortalecido.
Agustín Acosta, Roque Rodríguez, Simón Bordón, Arístides Vera, Basiliano Cardozo y Gustavo Lezcano son conocidos como Los Seis Campesinos del Paraguay. Fueron condenados a 35 años de cárcel de los que ya han cumplido nueve años y ocho meses, sumando los períodos de prisión en Argentina y en Paraguay. La querella sostuvo la presunta culpabilidad a partir de una supuesta reunión del comité político del partido Patria Libre en 2005, donde según la fiscalía se decidió el asesinato de Cecilia Cubas.
El 21 de septiembre de 2004, la hija del expresidente de la Nación, Raúl Cubas, es secuestrada. El 16 de febrero de 2005 fue encontrado su cadáver. En un primer momento fue uno el imputado, Osmar Martínez, en enero de 2005. Luego esta persecución se extiende a la militancia del partido Patria Libre. En mayo imputan a seis más, que luego pasan a ser ocho. Transcurrido un año en esta situación y dada la poca confianza que depositan en la justicia paraguaya, deciden pedir asilo político a varias embajadas: España, Bolivia, Argentina, México y Venezuela. El embajador de Argentina en Paraguay les recomienda que pisen suelo argentino y pidan asilo político. Dos de ellos van a Bolivia. Los seis optan por Argentina. Se equivocaron, pero lo sabrían más tarde. Demasiado tarde. Les conceden refugio político precario, condición en la que permanecen durante tres meses. “Un día fuimos a sellar a la oficina del CEPARE, la encargada de conceder el refugio y nos detienen a tres de nosotros. En el acta de detención apareció que fuimos detenidos en la calle”. Los otros tres son detenidos en sus casas. Después de estar presos les hacen firmar la denegación del refugio. “Decía el Che que no hay que subestimar ni sobreestimar al enemigo. Nosotros lo subestimamos”.
Pasan dos años y siete meses en cárceles argentinas. Pero la madre de Cecilia Cubas, la hoy senadora Mirtha Gusinky, viajó al país vecino para hacer campaña contra Los Seis, reuniéndose con Aníbal Fernández y presionando para que los extraditen a Paraguay. El mismo día que asume Lugo en Paraguay, ante la amenaza de extradición, inician una huelga de hambre que duró 68 días, reclamando el refugio. “No a la extradición, sí al refugio era el lema”. En octubre de 2008 se decide la temida extradición. El pasado 23 de octubre se han cumplido siete años de este hecho. “Nos trajeron el 2 de diciembre. La Corte Suprema de Justicia argentina es la que toma la decisión”. Llegan a Paraguay e ingresan en Tacumbú, donde permanecen hasta la fecha.
El juicio comienza en marzo de 2012, estando presos, ya con un trato de culpabilidad. “Nos condenan en julio, unos días después de que Lugo fuera destituido. Los de la querella, los fiscales, la madre, todos se felicitaban entre ellos cuando fuimos declarados culpables”. Con el país conmocionado ante el reciente golpe de Estado, en medio de un juicio plagado de irregularidades, son condenados a 25 años más 10 de aseguramiento.
“En enero fue la reunión en Caguazú. Se dijo que en esa reunión se decidió la muerte de la joven. Pero nosotros éramos dirigentes de base. ¿Cómo nosotros íbamos a decidir una cosa así? Además, nunca estaríamos de acuerdo con tal decisión. Allí se trataron los temas que aparecen en el acta de esta reunión”.
Nos hablan del gran trabajo de la fiscalía para que todos fueran condenados como autores intelectuales. Son muchas las anomalías del planteamiento que sostiene la querella. El equipo forense dijo que llevaba muerta 60 días, lo cual desmonta la hipótesis de que en la reunión del 13 de enero se decidiera su muerte. “Pero todo eso no sirvió en el juicio”. Todas las pruebas para condenarlos se basan en un testigo que cambia su declaración hasta en tres ocasiones. Dionisio Olazar, testigo que a pesar de participar en la supuesta reunión curiosamente es indultado. ”Este testigo dio una entrevista en TV donde dijo que según su investigación murió en Navidad y según él Omar es el que decide todo. Esa era la defensa nuestra. Pero luego cambió toda su declaración. Hoy es asalariado de la fiscalía, con un sueldo mensual”.
“Hubo un supuesto guerrillero arrepentido que vino con la cara tapada, testificó sentado de espaldas. Pero él no reconoció a ni uno. Nos acusó de ser el Comité Político, según la fiscalía, el grupo decisor. De cualquier boludez ellos hacían un monumento”. “Ya ven, en Paraguay existen presos políticos”, comentan. “Nuestra lucha es política. Fuimos condenados de cualquier manera”. Hoy llevan cumplidos nueve años y ocho meses considerando el tiempo de prisión de los dos países, pero la justicia paraguaya no les reconoce el período que pasaron en Argentina. “Se dijo que estábamos en hoteles. Pero estábamos en cárceles de máxima seguridad”. Hoy se encuentran en prisión preventiva, porque la condena no es firme, a la espera de respuesta ante la apelación. “Eso no puede ser democráticamente. La presunción de inocencia es lo que más consagra el Estado de derecho democrático. Pero en nuestro caso ha sido violado”.
“Dicen que somos más peligrosos que las FARC, que todas las organizaciones del mundo. Así consta en la causa. Nuestros orígenes son campesinos, pueblerinos. Les resulta extraño que nosotros pensemos. ¿De dónde saca esta gente el razonamiento?, piensan. Nuestra universidad es la necesidad. La oligarquía es nuestra maestra. Ellos nos obligan a pensar y nos enseñan. En toda sociedad capitalista el enemigo es aquel que piensa”. Cinco de Los Seis Campesinos pertenecían a Patria Libre, un partido político vinculado al cristianismo de la teología de la liberación, creado a principios de los 90.
“Patria Libre logró afiliar a 17.000 jóvenes. Teníamos iglesias, capillas, asentamientos… ahí comienza el seguimiento”. “Se estaba enseñando una revolución diferente, que atendiera a los pobres. Nuestro único delito es practicar otra educación. Éramos dirigentes campesinos, y nos dedicábamos a la formación. Aquellos que se toman el coraje de enseñar y de luchar son peligrosos y o bien acaban muertos o bien en la cárcel”. Roque Rodríguez, en cambio, no era de Patria Libre, sino del Movimiento Agrario Popular. “Yo era dirigente gremial importante. Ellos lo sabían. A mí me metían en el proceso continuamente. La fiscalía para justificar la condena sacó lo que le interesaba, una filmación sin audio que ruló por la prensa. Fue un montaje, pues en esa reunión se trataban temas de salud. Manipularon mucho”. “Como decía el Che, si nos preguntan nuestros hijos por qué estamos así, que no les digamos: porque no luchamos. Luchamos, pero nos derrotaron. Prefiero decir eso a que no luchamos. Tenemos la idea bien clara. No estamos arrepentidos”.
Son muchos y amplios los temas que tratamos durante las visitas a la cárcel en nuestra estancia en Paraguay. Durante horas conversamos de su situación, de la desigualdad, de la importancia de la formación política, de las dirigencias, de Marx, de cristianismo y teología de la liberación, de lucha de clases, de Bolivia, Venezuela, Cuba. A pesar de lo contradictorio y complicado de visitar un lugar como la cárcel de Tacumbú, cada día de nuestras nueve visitas a esta cárcel salimos más fortalecidos. La fuerza que transmiten con sus ideas es contagiosa. Estos hombres son por encima de todo unos educadores. Uno pronto descubre en ellos una fuerte vocación de formadores. No pueden hablar sin enseñar. “Nosotros enseñábamos que existe otro tipo de sociedad, de enseñanza, otra sociedad más justa, más humana, donde no haya más esta marcada diferencia entre ricos y pobres. Ahí es cuando te encasillan como peligroso”. “Cuando el delito es político sí o sí se paga. La condena nuestra es ejemplificadora”. “Si te vas a la plaza puedes gritar, puedes escribir libros, hablar en los medios, decir ciertas cosas, pero cuando empiezas a crear recetas, accionar, ahí comienzan a tomar represalias”.
“Hemos perdido todo. Hemos dejado nuestros proyectos personales. Hemos abandonado las comodidades de nuestras casas. Seguimos resistiendo. Estamos haciendo historia junto al pueblo. Hemos llegado a otros países, por eso están ustedes acá y ha llegado gente de otros lugares acá. Saber que otros conocen nuestra lucha gracias a nosotros nos motiva”. Uno de los abogados del caso, Francisco Benítez, de CODEHUPY, nos comenta que la principal dificultad de Los Seis se llama Mirtha Gusinky y Enrique Baqueta.
No parece descabellado afirmar que Mirta Gusinky, madre de Cecilia Cubas, utilizó el caso de su hija para hacer carrera política. Hoy es senadora. La presión que durante todo el caso ejerció sobre los tribunales fue brutal. Enrique Baqueta, mano derecha de Mirta, dependía del juicio de Los Seis para conseguir su trozo del pastel. Meses después de la condena, asume también como senador. Hoy, la presión que siguen ejerciendo estos señores del mafioso Partido Colorado, es, según Benítez, el principal escollo para nuestros campesinos. Para que el lector ajeno a la realidad paraguaya se haga una idea de cómo se las gasta la señora Gusinky, que paradojas de la vida presidió la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Alta, reproducimos unas palabras que pronunció refiriéndose al grupo guerrillero EPP, manto bajo el cual se criminaliza hoy a gran parte de la dirigencia social: “Una vez que hemos identificado a través de radares o de medios tecnológicos dónde están ellos, vamos a tener que tirar bombas o granadas y seguramente cuando los matemos a ellos va a tener que morir gente inocente”. Sobran las palabras. Según Benítez, es crucial llevar el caso a una instancia internacional. “Acá los jueces no son imparciales. La justicia no es independiente”, afirma el abogado.
“Hay una apelación a la condena de 35 años. Ahora aprobaron una ley de ejecución penal. Pero es muy difícil. Dependería de la presión de las organizaciones internacionales”, comenta uno de Los Seis. Cuando se reciba la contestación a dicha apelación, en caso de ser negativa, el siguiente paso será llevarlo a instancias internacionales. Cualquier observador objetivo de la realidad que analice un poco la historia más reciente de Paraguay, no podrá dejar de concluir que el caso de los seis campesinos es uno más de los procesos que se encuadran dentro del marco de la criminalización de la pobreza, la criminalización de la dirigencia y la lucha social. Lo mismo ocurre con el caso Curuguaty, hoy en el candelero mediático debido a la actualidad de su injusto proceso, así como el de los seis, un juicio más político que civil. Lo mismo ocurre con los más de 115 campesinos asesinados desde la restauración de la supuesta democracia, de la mano de las fuerzas de seguridad y de matones mercenarios de los grandes terratenientes. No son casos aislados. El problema y el origen es el mismo: la concentración de la riqueza en manos de una minoría de carácter oligárquico que opera de la mano del neoliberalismo mediante la alianza con las grandes transnacionales del agronegocio. Por no hablar de la mafia del narcotráfico: “Vivimos en un país donde domina la narcopolítica, narcooligarquía y hasta narcoeconomía”, comenta uno de Los Seis Campesinos.
El escaso control y la elevada corrupción convierten a Paraguay en un país muy atractivo para el narcotráfico. Es el primer productor de marihuana en Suramérica y el segundo a nivel mundial, además de ser la ruta por la que pasan grandes cantidades de cocaína que acaban en el mercado estadounidense y en el europeo. Este poder “narcooligárquico” que sigue haciendo y deshaciendo a su antojo de la mano del monstruo del agronegocio se muestra con cifras pavorosas. Paraguay es el país más desigual del mundo en cuanto a concentración de la tierra. Según el censo agropecuario de 2008, el 2,6 % de los propietarios concentra el 85 % de las tierras, mientras que el 91 % de los campesinos dispone del 6 % de la superficie agrícola.
No olvidemos que hablamos del último país de América Latina en haber sufrido un golpe de Estado por medio de un juicio político a Fernando Lugo, retomando así el poder la derecha más rancia y perversa, el Partido Colorado, fiel heredero de las formas dictatoriales de Alfredo Stroessner. La justicia en Paraguay no solo no goza de independencia política con respecto a los otros poderes, sino que su miseria se muestra con la evidencia del poder más autoritario y nauseabundo. Pero el caso de Los Seis Campesinos ya no dispone de la necesaria presencia mediática, mínimo imprescindible para volver a tener posibilidades de que se haga justicia. Por este motivo, como observadores internacionalistas y a petición de ellos hacemos un llamado internacional para no dejarles de lado, para defender su derecho a un juicio justo, para defender su inocencia y su causa que no es otra que la de tantos hombres buenos que quieren un mundo más justo y hacen algo por ello, un Paraguay verdaderamente libre de oligarquía e intereses rapaces, una tierra para el que la trabaja, para los campesinos, para los suyos.
A quien le quepa alguna duda o tenga la curiosidad de comprobar la grandeza de estos sabios campesinos, no tiene más que acercarse a la cárcel de Tacumbú, en Asunción, y conocerlos. No solo ellos lo agradecerán enormemente, también la maltratada palabra justicia, en Paraguay mancillada. Por desgracia la justicia no es un ente que con su halo inmaculado ejerza su voluntad liberadora independiente de las mujeres, hombres e instituciones que se encargan de aplicarla. Y en Paraguay los hombres y mujeres que gozan de poder en las instituciones son de una casta rancia, oligárquica y corrupta que huele demasiado a podrido. De modo que mientras no hagamos algo para que se haga justicia, nos encontraremos en un eterno círculo vicioso, porque en una siniestra cárcel de Asunción, Paraguay, llamada Tacumbú, cumplen condena seis campesinos por un delito que no cometieron. Nosotros tuvimos el privilegio de conocerlos.
Raúl García y Vanessa Pérez /Resumen Latinoamericano / LaHaine / 28 de octubre de 2015 –
Israel, los medios de comunicación y la anatomía de una sociedad enferma
El vídeo del niño palestino de 13 años Ahmed Manasrah desangrándose en la acera de un barrio de Jerusalén Este ha sido descrito como "chocante", "preocupante" y "doloroso de ver". Los monstruosos y abusivos insultos verbales de los israelíes viendo al niño retorcerse en agonía están, inevitablemente, caracterizados como "inhumanos" y "crueles"; y de hecho lo son. "¡Se muere un hijo de puta! ¡Muere! ¡Muere!", eran los gritos de los espectadores israelíes que se pueden escuchar en el video que se convirtió en viral en las redes sociales.
Si bien ha habido mucha discusión acerca de este video y de otros actos similares donde estuvieron involucradas ejecuciones extrajudiciales de jóvenes palestinos acusados por Israel de haber apuñalado a israelíes (aún está en disputa la veracidad de algunas de estas acusaciones), es evidente que no hay un análisis de las implicaciones sociológicas. En concreto se ha convertido en un tabú interrogar qué clase de conclusiones ideológicas y psicológicas pueden extraerse sobre la sociedad israelí, una sociedad donde tal comportamiento no es un caso atípico; donde, en lugar de ser una anomalía, es indicativo de una importante, si no la principal actitud. Este tratamiento, innegablemente bárbaro no es simple odio y no puede ser explicado o justificado. Pero eso es precisamente lo que hacen los medios corporativos.
Baste decir que hay muchos analistas políticos, activistas y otros que son tímidos cuando se trata de condenar en firme a la sociedad y las actitudes israelíes. Ellos están, y con mucha justificación, temerosos de ser demonizados como antisemitas, aterrorizados de que en lugar de un diálogo abierto y un examen crítico, sus argumentos sean distorsionados y calificados como de odio y racistas. Mientras que tales acusaciones son a veces justificadas -como en el caso de fanáticos fascistas y neonazis para quienes "judío" es sinónimo de "mal"- más de las veces se trata de desviaciones intencionalmente engañosas diseñadas para proteger a la sociedad israelí de la crítica que tan claramente se merece.
Pero aquellos cuyo interés está en la justicia y en decir la verdad no pueden permanecer en silencio, no pueden permitirse convertirse en víctimas de la autocensura inducida por el miedo, porque la crítica silenciada de Israel es, en realidad, un fracaso de la defensa adecuada de los oprimidos; es una abdicación de la responsabilidad de hablar en contra de la injusticia, de la brutalidad del colonialismo y la inhumanidad del sionismo contemporáneo. Es igualmente un abandono del deber de deconstruir las narrativas dominantes por el interés de la justicia social, de desafiar a la propaganda de los medios de comunicación corporativos cuya función principal es proteger el poder de la luz incómoda de la crítica. No puedo, y no estaré en silencio.
Los medios de propaganda y el peligro de falsa equiparación
Leyendo el New York Times, Washington Post y otros medios de comunicación principales, supuestamente liberales, uno podría ser perdonado por pensar que la naturaleza del conflicto palestino-israelí es ojo por ojo, que es el producto de una causa-efecto en una relación de iguales. Así es precisamente como se retrata el conflicto en casi todos periódicos llamados “respetables".
Tomemos, por ejemplo, un artículo publicado en los Estados Unidos del “registro oficial", el New York Times, apenas unas horas después del incidente con el titular “Sumar al desafío de la seguridad en Israel apuñalamientos y reacciones mortales” Stabbings, and Deadly Responses, Add to Israel’s Security Challenge. Solo en la deconstrucción del titular, está claro dónde se encuentran el sesgo y el engaño; el Times impregna el título del artículo con una presunción de culpabilidad atribuida a los palestinos. De acuerdo con la lógica sintáctica de la construcción del titular, la palabra "puñaladas" (presentada primero), es la raíz del problema y por lo tanto las "respuestas mortales" son sólo eso, reacciones. El efecto es justificar el asesinato de palestinos presentándolos como una simple respuesta a un factor externo: la violencia contra los israelíes.
Pero, por supuesto, cualquier persona que tenga incluso un conocimiento rudimentario del asunto sabe que los apuñalamientos son en sí mismos respuestas a los ataques de los colonos israelíes y de las fuerzas de seguridad contra los palestinos, así como la consecuencia predecible de la brutalidad y la ocupación aparentemente interminables, la pobreza y la desesperación. La historia del colonialismo está repleta de ejemplos de este tipo.
Y sin embargo, los israelíes, y el propio Estado de Israel, se presentan como las víctimas. El titular enmarca el tema como un "desafío a la seguridad" de Israel, en lugar de, por ejemplo, un problema del colonialismo o de una cruel ocupación. Así que tomados en su totalidad el título y el artículo adjunto tienen el efecto acumulativo de hacer pasar a las víctimas por victimarios y a los verdugos por víctimas, invirtiendo así la relación del opresor con el oprimido. Esta inversión es absolutamente necesaria con el fin de encubrir los crímenes de Israel y absolver al Estado de su fanática y fascista culpa.
Incluso el tratamiento supuestamente ecuánime de la cuestión por parte de NBC News, de una supuesta corriente moderada, incurre en un tratamiento deshonesto del conflicto y de la violencia reciente. Al cubrir el incidente, NBC News publicó una historia sobre los disparos de muerte a Ahmed Manasrah y las posteriores burlas con el titular El video viral del disparo a Ahmed Manasrah resume el actual conflicto entre Israel y Palestina - Viral Video of Shot Ahmed Manasrah Sums Up Israel-Palestinian Conflic. El artículo pretende presentar el tema correctamente con la presentación de los hechos que rodearon el execrable asesinato de Ahmed como un hecho emblemático de todo el conflicto. Esencialmente, NBC News pretende así dar a conocer las versiones opuestas de fuentes israelíes y palestinas como indicativo de la lucha más amplia para la opinión pública, tratando de convencer a los lectores de que las acusaciones y las contra-acusaciones son simplemente más de lo mismo y que la verdad es simplemente incognoscible; después de todo, fuentes israelíes dicen X, fuentes palestinas dicen Y. Suponen que nunca lo sabremos.
El lector de este artículo de la NBC se queda con la conclusión totalmente deshonesta, aunque políticamente muy útil, de que ambas partes son igualmente culpables, igualmente dignas de culpa y que el conflicto mismo está más allá del análisis crítico. Más aún, presentando el tema de este modo, el medio de difusión, en este caso la cadena NBC, se considera justa, por haber proporcionado una información equilibrada. En realidad, sin embargo, simplemente se ha ocultado la verdadera naturaleza del conflicto que surge entre un opresor colonial y sus víctimas, desplazadas y desposeídas de forma sistemática durante siete décadas.
Pero dejando a un lado la falsa equivalencia al ocultar la verdad de la cuestión, NBC News revela aquí, inadvertidamente, algo fundamentalmente verdadero sobre el conflicto y es que, efectivamente, este incidente "resume mucho del conflicto entre Israel y Palestina". A pesar de que no tenían la intención de hacerlo, NBC News expone correctamente el hecho de que el comportamiento de los israelíes frente a la cámara es claramente emblemático de la sociedad en general de Israel, que ve a los niños palestinos como "perros" e "hijos de puta" no aptos para respirar, indignos de vivir.
La patología del fascismo israelí
Lo que el vídeo de Ahmed Manasrah deja al descubierto para que el mundo lo vea es la inhumanidad del sionismo, una ideología supremacista judía que, necesariamente, coloca a los no judíos en una relación inferior a los judíos, que otorga menos valor a la vida del no judío. No es simple odio lo que motivó los repugnantes comentarios de los espectadores, es un arraigado sentido intergeneracional de la superioridad de raza, de la deshumanización de los palestinos y de los árabes en general.
Este factor fundamental es sólo muy rara vez discutido, pero se encuentra en el corazón del conflicto palestino. Al ver a los árabes como infrahumanos, muchos israelíes son capaces de justificar, a menudo en un nivel inconsciente, todas las formas de brutalidad, la violencia y la opresión. Hay que decir aquí que hay algunos israelíes que luchan solos contra este tipo de pensamiento (Gideon Levy es quizás el crítico más prominente y franco de dicha ideología supremacista), pero lamentablemente están ahogados por la barbarie rabiosa de la derecha israelí (y muchas del centro, también hay que decirlo).
Y este fenómeno, rápido para encasillarte como antisemita, es lo que subyace en todas las políticas israelíes. Y la aceptación activa o pasiva de esas políticas de parte del cuerpo político israelí. Mientras que Ahmed Manasrah desangrándose en medio de un remolino de insultos por parte de los israelíes puede provocar un breve derramamiento de descargas en las redes sociales, no es más que un ejemplo de ese tipo de violencia. ¿Es realmente tan diferente de las excavadoras israelíes demoliendo un sinnúmero de casas palestinas? ¿Es de alguna manera más bárbaro que el incendio de viviendas palestinas con los bebés que duermen en el interior?
Tal vez sería mejor no expresar sorpresa e indignación por el video, sino verlo como la consecuencia lógica de la ideología fascista y racista adoptada por los líderes del Estado de Israel. Para los israelíes el video se limita a seguir el ejemplo de líderes como la ministra de Justicia, Ayelet Shaked, que en el apogeo de la guerra criminal de Israel contra Gaza en el verano de 2014, infamemente escribió:
El pueblo palestino nos ha declarado la guerra y debemos responder con la guerra. No un operativo, no un movimiento lento ni de baja intensidad o escalada controlada, no destrucción de la infraestructura del terror ni asesinatos elegidos. Suficiente con las referencias indirectas. Esta es una guerra... No es una guerra contra el terror, tampoco una guerra contra los extremistas y ni siquiera una guerra contra la Autoridad Palestina... Se trata de una guerra entre dos pueblos. ¿Quién es el enemigo? El pueblo palestino... ¿Qué es tan horrible acerca de entender que todo el pueblo palestino es el enemigo? Toda guerra es entre dos pueblos y en todas las guerras la gente que comenzó la guerra, toda esa gente, es el enemigo... Detrás de cada terrorista hay decenas de hombres y mujeres sin los cuales no pudo participar en el terrorismo. Todos ellos son combatientes enemigos y su sangre se derramará sobre todas sus cabezas. Ahora bien, esto también incluye a las madres de los mártires... Ellas deben seguir a sus hijos, nada sería más justo. Deben desaparecer, al igual que las casas físicas en las que se plantaron las serpientes. De lo contrario, más pequeñas serpientes serán criadas en ellas.
Una retórica semejante, con toda la deshumanización que implica, es una reminiscencia de innumerables ideologías fascistas, del nazismo alemán de la década de 1930 de la política contemporánea del sector de derecha en Ucrania y del Batallón Azov. La noción de "guerra total" contra todo un pueblo, entre ellos mujeres y niños no combatientes, está realmente más allá de la simple propaganda de guerra, es la apología del genocidio y de la limpieza étnica.
Y este es exactamente el punto: la limpieza étnica, como un concepto y objetivo militar, se ha convertido en la moneda política del Israel moderno. Así que, ¿por qué debería sorprender a alguien que los jóvenes israelíes deseen la muerte a un palestino sangrando, llamándolo un "hijo de puta"? Después de todo, ¿no es Ahmed Manasrah sólo otra "pequeña serpiente"?
…Y una cosa más
Si la historia pasada es un indicador, lo que se ha escrito arriba, sin duda, provocará algunas reacciones negativas, condenas, cartas de odio e insultos de todo tipo. "Antisemita", "traidor" y "auto-odio" son algunos de los epítetos más comunes que he escuchado infinidad de veces cuando he escrito o hablado acerca de Israel, el sionismo, la supremacía judía, y tales cuestiones. Estas calumnias no sólo no me disuaden, sino que me motivan a hablar más francamente, ya que son una indicación de que las palabras están atacando un núcleo que está en descomposición y necesita urgentemente ser expuesto.
Yo reconozco igualmente el privilegio con el que escribo estas líneas. Como ateo confeso que rechazo el etnonacionalismo y el tribalismo inherentes a la ideología política del sionismo, mi origen judío me da un poco de aislamiento de las acusaciones de antisemitismo (no lo impide, por supuesto). Esto no sólo me permite una mayor libertad para escribir y hablar libremente sobre estos temas, también me recuerda que tengo el deber de hacerlo.
Aquellos que no se oponen directamente a los crímenes del imperialismo, el colonialismo, la opresión y el genocidio, sin duda, son cómplices de ellos. Yo, por mi parte, no lo voy a ser.
Eric Draitser
Stop imperialism
Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Eric Draitser es el fundador de StopImperialism.org y presentador de CounterPunch Radio. Es analista geopolítico independiente con sede en la ciudad de Nueva York. Se lo puede ubicar en [email protected]
Si bien ha habido mucha discusión acerca de este video y de otros actos similares donde estuvieron involucradas ejecuciones extrajudiciales de jóvenes palestinos acusados por Israel de haber apuñalado a israelíes (aún está en disputa la veracidad de algunas de estas acusaciones), es evidente que no hay un análisis de las implicaciones sociológicas. En concreto se ha convertido en un tabú interrogar qué clase de conclusiones ideológicas y psicológicas pueden extraerse sobre la sociedad israelí, una sociedad donde tal comportamiento no es un caso atípico; donde, en lugar de ser una anomalía, es indicativo de una importante, si no la principal actitud. Este tratamiento, innegablemente bárbaro no es simple odio y no puede ser explicado o justificado. Pero eso es precisamente lo que hacen los medios corporativos.
Baste decir que hay muchos analistas políticos, activistas y otros que son tímidos cuando se trata de condenar en firme a la sociedad y las actitudes israelíes. Ellos están, y con mucha justificación, temerosos de ser demonizados como antisemitas, aterrorizados de que en lugar de un diálogo abierto y un examen crítico, sus argumentos sean distorsionados y calificados como de odio y racistas. Mientras que tales acusaciones son a veces justificadas -como en el caso de fanáticos fascistas y neonazis para quienes "judío" es sinónimo de "mal"- más de las veces se trata de desviaciones intencionalmente engañosas diseñadas para proteger a la sociedad israelí de la crítica que tan claramente se merece.
Pero aquellos cuyo interés está en la justicia y en decir la verdad no pueden permanecer en silencio, no pueden permitirse convertirse en víctimas de la autocensura inducida por el miedo, porque la crítica silenciada de Israel es, en realidad, un fracaso de la defensa adecuada de los oprimidos; es una abdicación de la responsabilidad de hablar en contra de la injusticia, de la brutalidad del colonialismo y la inhumanidad del sionismo contemporáneo. Es igualmente un abandono del deber de deconstruir las narrativas dominantes por el interés de la justicia social, de desafiar a la propaganda de los medios de comunicación corporativos cuya función principal es proteger el poder de la luz incómoda de la crítica. No puedo, y no estaré en silencio.
Los medios de propaganda y el peligro de falsa equiparación
Leyendo el New York Times, Washington Post y otros medios de comunicación principales, supuestamente liberales, uno podría ser perdonado por pensar que la naturaleza del conflicto palestino-israelí es ojo por ojo, que es el producto de una causa-efecto en una relación de iguales. Así es precisamente como se retrata el conflicto en casi todos periódicos llamados “respetables".
Tomemos, por ejemplo, un artículo publicado en los Estados Unidos del “registro oficial", el New York Times, apenas unas horas después del incidente con el titular “Sumar al desafío de la seguridad en Israel apuñalamientos y reacciones mortales” Stabbings, and Deadly Responses, Add to Israel’s Security Challenge. Solo en la deconstrucción del titular, está claro dónde se encuentran el sesgo y el engaño; el Times impregna el título del artículo con una presunción de culpabilidad atribuida a los palestinos. De acuerdo con la lógica sintáctica de la construcción del titular, la palabra "puñaladas" (presentada primero), es la raíz del problema y por lo tanto las "respuestas mortales" son sólo eso, reacciones. El efecto es justificar el asesinato de palestinos presentándolos como una simple respuesta a un factor externo: la violencia contra los israelíes.
Pero, por supuesto, cualquier persona que tenga incluso un conocimiento rudimentario del asunto sabe que los apuñalamientos son en sí mismos respuestas a los ataques de los colonos israelíes y de las fuerzas de seguridad contra los palestinos, así como la consecuencia predecible de la brutalidad y la ocupación aparentemente interminables, la pobreza y la desesperación. La historia del colonialismo está repleta de ejemplos de este tipo.
Y sin embargo, los israelíes, y el propio Estado de Israel, se presentan como las víctimas. El titular enmarca el tema como un "desafío a la seguridad" de Israel, en lugar de, por ejemplo, un problema del colonialismo o de una cruel ocupación. Así que tomados en su totalidad el título y el artículo adjunto tienen el efecto acumulativo de hacer pasar a las víctimas por victimarios y a los verdugos por víctimas, invirtiendo así la relación del opresor con el oprimido. Esta inversión es absolutamente necesaria con el fin de encubrir los crímenes de Israel y absolver al Estado de su fanática y fascista culpa.
Incluso el tratamiento supuestamente ecuánime de la cuestión por parte de NBC News, de una supuesta corriente moderada, incurre en un tratamiento deshonesto del conflicto y de la violencia reciente. Al cubrir el incidente, NBC News publicó una historia sobre los disparos de muerte a Ahmed Manasrah y las posteriores burlas con el titular El video viral del disparo a Ahmed Manasrah resume el actual conflicto entre Israel y Palestina - Viral Video of Shot Ahmed Manasrah Sums Up Israel-Palestinian Conflic. El artículo pretende presentar el tema correctamente con la presentación de los hechos que rodearon el execrable asesinato de Ahmed como un hecho emblemático de todo el conflicto. Esencialmente, NBC News pretende así dar a conocer las versiones opuestas de fuentes israelíes y palestinas como indicativo de la lucha más amplia para la opinión pública, tratando de convencer a los lectores de que las acusaciones y las contra-acusaciones son simplemente más de lo mismo y que la verdad es simplemente incognoscible; después de todo, fuentes israelíes dicen X, fuentes palestinas dicen Y. Suponen que nunca lo sabremos.
El lector de este artículo de la NBC se queda con la conclusión totalmente deshonesta, aunque políticamente muy útil, de que ambas partes son igualmente culpables, igualmente dignas de culpa y que el conflicto mismo está más allá del análisis crítico. Más aún, presentando el tema de este modo, el medio de difusión, en este caso la cadena NBC, se considera justa, por haber proporcionado una información equilibrada. En realidad, sin embargo, simplemente se ha ocultado la verdadera naturaleza del conflicto que surge entre un opresor colonial y sus víctimas, desplazadas y desposeídas de forma sistemática durante siete décadas.
Pero dejando a un lado la falsa equivalencia al ocultar la verdad de la cuestión, NBC News revela aquí, inadvertidamente, algo fundamentalmente verdadero sobre el conflicto y es que, efectivamente, este incidente "resume mucho del conflicto entre Israel y Palestina". A pesar de que no tenían la intención de hacerlo, NBC News expone correctamente el hecho de que el comportamiento de los israelíes frente a la cámara es claramente emblemático de la sociedad en general de Israel, que ve a los niños palestinos como "perros" e "hijos de puta" no aptos para respirar, indignos de vivir.
La patología del fascismo israelí
Lo que el vídeo de Ahmed Manasrah deja al descubierto para que el mundo lo vea es la inhumanidad del sionismo, una ideología supremacista judía que, necesariamente, coloca a los no judíos en una relación inferior a los judíos, que otorga menos valor a la vida del no judío. No es simple odio lo que motivó los repugnantes comentarios de los espectadores, es un arraigado sentido intergeneracional de la superioridad de raza, de la deshumanización de los palestinos y de los árabes en general.
Este factor fundamental es sólo muy rara vez discutido, pero se encuentra en el corazón del conflicto palestino. Al ver a los árabes como infrahumanos, muchos israelíes son capaces de justificar, a menudo en un nivel inconsciente, todas las formas de brutalidad, la violencia y la opresión. Hay que decir aquí que hay algunos israelíes que luchan solos contra este tipo de pensamiento (Gideon Levy es quizás el crítico más prominente y franco de dicha ideología supremacista), pero lamentablemente están ahogados por la barbarie rabiosa de la derecha israelí (y muchas del centro, también hay que decirlo).
Y este fenómeno, rápido para encasillarte como antisemita, es lo que subyace en todas las políticas israelíes. Y la aceptación activa o pasiva de esas políticas de parte del cuerpo político israelí. Mientras que Ahmed Manasrah desangrándose en medio de un remolino de insultos por parte de los israelíes puede provocar un breve derramamiento de descargas en las redes sociales, no es más que un ejemplo de ese tipo de violencia. ¿Es realmente tan diferente de las excavadoras israelíes demoliendo un sinnúmero de casas palestinas? ¿Es de alguna manera más bárbaro que el incendio de viviendas palestinas con los bebés que duermen en el interior?
Tal vez sería mejor no expresar sorpresa e indignación por el video, sino verlo como la consecuencia lógica de la ideología fascista y racista adoptada por los líderes del Estado de Israel. Para los israelíes el video se limita a seguir el ejemplo de líderes como la ministra de Justicia, Ayelet Shaked, que en el apogeo de la guerra criminal de Israel contra Gaza en el verano de 2014, infamemente escribió:
El pueblo palestino nos ha declarado la guerra y debemos responder con la guerra. No un operativo, no un movimiento lento ni de baja intensidad o escalada controlada, no destrucción de la infraestructura del terror ni asesinatos elegidos. Suficiente con las referencias indirectas. Esta es una guerra... No es una guerra contra el terror, tampoco una guerra contra los extremistas y ni siquiera una guerra contra la Autoridad Palestina... Se trata de una guerra entre dos pueblos. ¿Quién es el enemigo? El pueblo palestino... ¿Qué es tan horrible acerca de entender que todo el pueblo palestino es el enemigo? Toda guerra es entre dos pueblos y en todas las guerras la gente que comenzó la guerra, toda esa gente, es el enemigo... Detrás de cada terrorista hay decenas de hombres y mujeres sin los cuales no pudo participar en el terrorismo. Todos ellos son combatientes enemigos y su sangre se derramará sobre todas sus cabezas. Ahora bien, esto también incluye a las madres de los mártires... Ellas deben seguir a sus hijos, nada sería más justo. Deben desaparecer, al igual que las casas físicas en las que se plantaron las serpientes. De lo contrario, más pequeñas serpientes serán criadas en ellas.
Una retórica semejante, con toda la deshumanización que implica, es una reminiscencia de innumerables ideologías fascistas, del nazismo alemán de la década de 1930 de la política contemporánea del sector de derecha en Ucrania y del Batallón Azov. La noción de "guerra total" contra todo un pueblo, entre ellos mujeres y niños no combatientes, está realmente más allá de la simple propaganda de guerra, es la apología del genocidio y de la limpieza étnica.
Y este es exactamente el punto: la limpieza étnica, como un concepto y objetivo militar, se ha convertido en la moneda política del Israel moderno. Así que, ¿por qué debería sorprender a alguien que los jóvenes israelíes deseen la muerte a un palestino sangrando, llamándolo un "hijo de puta"? Después de todo, ¿no es Ahmed Manasrah sólo otra "pequeña serpiente"?
…Y una cosa más
Si la historia pasada es un indicador, lo que se ha escrito arriba, sin duda, provocará algunas reacciones negativas, condenas, cartas de odio e insultos de todo tipo. "Antisemita", "traidor" y "auto-odio" son algunos de los epítetos más comunes que he escuchado infinidad de veces cuando he escrito o hablado acerca de Israel, el sionismo, la supremacía judía, y tales cuestiones. Estas calumnias no sólo no me disuaden, sino que me motivan a hablar más francamente, ya que son una indicación de que las palabras están atacando un núcleo que está en descomposición y necesita urgentemente ser expuesto.
Yo reconozco igualmente el privilegio con el que escribo estas líneas. Como ateo confeso que rechazo el etnonacionalismo y el tribalismo inherentes a la ideología política del sionismo, mi origen judío me da un poco de aislamiento de las acusaciones de antisemitismo (no lo impide, por supuesto). Esto no sólo me permite una mayor libertad para escribir y hablar libremente sobre estos temas, también me recuerda que tengo el deber de hacerlo.
Aquellos que no se oponen directamente a los crímenes del imperialismo, el colonialismo, la opresión y el genocidio, sin duda, son cómplices de ellos. Yo, por mi parte, no lo voy a ser.
Eric Draitser
Stop imperialism
Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Eric Draitser es el fundador de StopImperialism.org y presentador de CounterPunch Radio. Es analista geopolítico independiente con sede en la ciudad de Nueva York. Se lo puede ubicar en [email protected]
Se acelera el fin del ciclo progresista sudaméricano
Cada quien elige el lugar desde el cual mira el mundo, pero esa elección tiene consecuencias y determina lo que puede ver y lo que irremediablemente se le escapa. El punto de observación no es nunca un lugar neutro, como no lo puede ser el que observa. Más aún, el observador es modelado por el lugar que elige para realizar su tarea, al punto que deja de ser mero espectador para convertirse en participante –aunque se diga objetivo– de la escena que cree sólo observar.
Ante nosotros se despliegan las más diversas miradas: desde aquellas localizadas en los estados (partidos, fuerzas armadas, academias), las que se emiten desde los países poderosos y el capital financiero, hasta las miradas ancladas en las comunidades indígenas y negras, y en los movimientos antisistémicos. Un amplio abanico que podemos sintetizar, con cierta arbitrariedad, como miradas de arriba y miradas de abajo.
Las opiniones vertidas en meses recientes sobre la situación que atraviesan los gobiernos progresistas sudamericanos dicen más del observador que de la realidad política que pretenden analizar. Desde los movimientos y las organizaciones populares que resisten el modelo extractivo, las cosas se ven bien distintas que desde las instituciones estatales. Ninguna novedad, aunque esto suele alarmar a quienes creen ver la mano de la derecha en las críticas al progresismo y en los movimientos de resistencia.
Para el que escribe, es la actividad o la inactividad, la organización para el combate, la dispersión o la cooptación de los movimientos, el aspecto central a tener en cuenta a la hora de analizar los gobiernos progresistas. Sólo en segundo lugar aparecen otras consideraciones, como los ciclos económicos, las disputas entre los partidos, los resultados electorales, la actitud del capital financiero y del imperio, entre muchas otras variables.
Hace más de dos años hablamos del fin del consenso lulista a raíz de las masivas movilizaciones de millones de jóvenes brasileños en junio de 2013 (http://goo.gl/lS9K9R). Varios analistas brasileños explicaron las movilizaciones de aquel año en un sentido similar, destacando que se trataba de un parteaguas en el país más importante de la región.
Hace un año dije que el ciclo progresista en Sudamérica ha terminado, en relación con el balance de fuerzas que surgía de las elecciones brasileñas, consecuencia directa de las protestas de junio de 2013 (http://goo.gl/z92152). El Parlamento que emergió de la primera vuelta era considerablemente más derechista que el anterior: los defensores del agronegocio consiguieron una mayoría aplastante; la bancada de la bala, compuesta por policías y militares que proponen armarse contra la delincuencia, y la bancada antiaborto, escalaron posiciones como nunca. El PT pasó de 88 diputados a 70.
Muchos desestimaron la importancia de junio de 2013 y de la nueva relación de fuerzas en el país, confiando en el carisma de dirigentes como Lula, en su capacidad casi mágica para contrarrestar un escenario que se les había vuelto en contra. Los resultados están a la vista.
El fin del ciclo progresista podemos verlo con mayor claridad a la luz de los nuevos datos que arrojan los hechos recientes.
Primero. Estamos ante una nueva fase de los movimientos que se están expandiendo, consolidando, modificando sus propias realidades. Aún no estamos ante un nuevo ciclo de luchas (como los que vivieron Bolivia de 2000 a 2005 y Argentina de 1997 a 2002), pero se registran grandes acciones de los abajos que pueden estar anunciando un ciclo. La movilización de más de 60 mil mujeres en Mar del Plata y la enorme manifestación Ni una menos (300 mil sólo en Buenos Aires contra la violencia machista) hablan tanto de la expansión como de la reconfiguración.
La resistencia a la minería está paralizando o enlenteciendo proyectos de las trasnacionales, sobre todo en la región andina. Perú, que concentra un elevado porcentaje de conflictos ambientales, registró varios levantamientos populares y comunitarios contra las mineras. Por primera vez en años, la inversión minera en América Latina está retrocediendo. En 2014 cayó 16 por ciento y en el primer semestre de 2015 cayó otro 21 por ciento según la Cepal. Las razones que aducen son la caída de los precios internacionales y la porfiada resistencia popular.
Segundo. La caída de los precios de las commodities es un golpe duro a la gobernabilidad progresista, que se había asentado en políticas sociales que fueron posibles, en gran medida, por los excedentes que dejaban los altos precios de las exportaciones. De ese modo se pudo mejorar la situación de los pobres sin tocar la riqueza. Ahora que cambió el ciclo económico sólo se pueden sostener las políticas sociales combatiendo los privilegios, algo que pasa por la movilización popular. Pero la movilización es uno de los mayores temores del progresismo.
Tercero. Si el fin del ciclo progresista es capitalizado por las derechas, no es responsabilidad de los movimientos ni de las luchas populares, sino de un modelo que promovió la inclusión a través del consumo. Un excelente trabajo de la economista brasileña Lena Lavinas sobre la financierización de la política social asegura que la novedad del modelo socialdesarrollista es haber instituido la lógica de la financierización en todo el sistema de protección social (http://goo.gl/XyrcPF).
Por medio de la inclusión financiera los gobiernos de Lula y Dilma pudieron potenciar el consuno de masas, vencer la barrera de la heterogeniedad social que frenaba en América Latina la expansión de la sociedad de mercado. Para los sectores populares, supuestos beneficiarios de las políticas sociales, se trata de un retroceso: En lugar de promover la protección contra riesgos e incertidumbres, aumenta la vulnerabilidad.
El consumismo, decía Pasolini hace casi medio siglo, despolitiza, potencia el individualismo y genera conformismo. Es el caldo de cultivo de las derechas. Están consechando lo que sembraron.
Raúl Zibechi
La Jornada
Ante nosotros se despliegan las más diversas miradas: desde aquellas localizadas en los estados (partidos, fuerzas armadas, academias), las que se emiten desde los países poderosos y el capital financiero, hasta las miradas ancladas en las comunidades indígenas y negras, y en los movimientos antisistémicos. Un amplio abanico que podemos sintetizar, con cierta arbitrariedad, como miradas de arriba y miradas de abajo.
Las opiniones vertidas en meses recientes sobre la situación que atraviesan los gobiernos progresistas sudamericanos dicen más del observador que de la realidad política que pretenden analizar. Desde los movimientos y las organizaciones populares que resisten el modelo extractivo, las cosas se ven bien distintas que desde las instituciones estatales. Ninguna novedad, aunque esto suele alarmar a quienes creen ver la mano de la derecha en las críticas al progresismo y en los movimientos de resistencia.
Para el que escribe, es la actividad o la inactividad, la organización para el combate, la dispersión o la cooptación de los movimientos, el aspecto central a tener en cuenta a la hora de analizar los gobiernos progresistas. Sólo en segundo lugar aparecen otras consideraciones, como los ciclos económicos, las disputas entre los partidos, los resultados electorales, la actitud del capital financiero y del imperio, entre muchas otras variables.
Hace más de dos años hablamos del fin del consenso lulista a raíz de las masivas movilizaciones de millones de jóvenes brasileños en junio de 2013 (http://goo.gl/lS9K9R). Varios analistas brasileños explicaron las movilizaciones de aquel año en un sentido similar, destacando que se trataba de un parteaguas en el país más importante de la región.
Hace un año dije que el ciclo progresista en Sudamérica ha terminado, en relación con el balance de fuerzas que surgía de las elecciones brasileñas, consecuencia directa de las protestas de junio de 2013 (http://goo.gl/z92152). El Parlamento que emergió de la primera vuelta era considerablemente más derechista que el anterior: los defensores del agronegocio consiguieron una mayoría aplastante; la bancada de la bala, compuesta por policías y militares que proponen armarse contra la delincuencia, y la bancada antiaborto, escalaron posiciones como nunca. El PT pasó de 88 diputados a 70.
Muchos desestimaron la importancia de junio de 2013 y de la nueva relación de fuerzas en el país, confiando en el carisma de dirigentes como Lula, en su capacidad casi mágica para contrarrestar un escenario que se les había vuelto en contra. Los resultados están a la vista.
El fin del ciclo progresista podemos verlo con mayor claridad a la luz de los nuevos datos que arrojan los hechos recientes.
Primero. Estamos ante una nueva fase de los movimientos que se están expandiendo, consolidando, modificando sus propias realidades. Aún no estamos ante un nuevo ciclo de luchas (como los que vivieron Bolivia de 2000 a 2005 y Argentina de 1997 a 2002), pero se registran grandes acciones de los abajos que pueden estar anunciando un ciclo. La movilización de más de 60 mil mujeres en Mar del Plata y la enorme manifestación Ni una menos (300 mil sólo en Buenos Aires contra la violencia machista) hablan tanto de la expansión como de la reconfiguración.
La resistencia a la minería está paralizando o enlenteciendo proyectos de las trasnacionales, sobre todo en la región andina. Perú, que concentra un elevado porcentaje de conflictos ambientales, registró varios levantamientos populares y comunitarios contra las mineras. Por primera vez en años, la inversión minera en América Latina está retrocediendo. En 2014 cayó 16 por ciento y en el primer semestre de 2015 cayó otro 21 por ciento según la Cepal. Las razones que aducen son la caída de los precios internacionales y la porfiada resistencia popular.
Segundo. La caída de los precios de las commodities es un golpe duro a la gobernabilidad progresista, que se había asentado en políticas sociales que fueron posibles, en gran medida, por los excedentes que dejaban los altos precios de las exportaciones. De ese modo se pudo mejorar la situación de los pobres sin tocar la riqueza. Ahora que cambió el ciclo económico sólo se pueden sostener las políticas sociales combatiendo los privilegios, algo que pasa por la movilización popular. Pero la movilización es uno de los mayores temores del progresismo.
Tercero. Si el fin del ciclo progresista es capitalizado por las derechas, no es responsabilidad de los movimientos ni de las luchas populares, sino de un modelo que promovió la inclusión a través del consumo. Un excelente trabajo de la economista brasileña Lena Lavinas sobre la financierización de la política social asegura que la novedad del modelo socialdesarrollista es haber instituido la lógica de la financierización en todo el sistema de protección social (http://goo.gl/XyrcPF).
Por medio de la inclusión financiera los gobiernos de Lula y Dilma pudieron potenciar el consuno de masas, vencer la barrera de la heterogeniedad social que frenaba en América Latina la expansión de la sociedad de mercado. Para los sectores populares, supuestos beneficiarios de las políticas sociales, se trata de un retroceso: En lugar de promover la protección contra riesgos e incertidumbres, aumenta la vulnerabilidad.
El consumismo, decía Pasolini hace casi medio siglo, despolitiza, potencia el individualismo y genera conformismo. Es el caldo de cultivo de las derechas. Están consechando lo que sembraron.
Raúl Zibechi
La Jornada
viernes, octubre 30, 2015
América Latina: con ritmos dispares, una región en crisis
Cercano a concluir el 2015, la región se acerca a terminar el año con la primera contracción regional registrada desde la crisis de 2009. Señales de un fin de ciclo que no hacen distinciones.
A comienzos de este mes, el documento difundido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la reunión en Lima de comienzos de este mes, volvió a corregir a la baja las proyecciones para la región. Según los pronósticos allí difundidos, América Latina y el Caribe concluirá este año con una contracción de 0,3 %. Se trata de la primer caída en el producto de la región desde 2009, cuando golpeó de lleno el hundimiento del comercio global generado por el crash de Wall Street de septiembre de 2008.
Entre los países más golpeados se encuentra Brasil. Se espera una contracción de 3 % para este año, y de 1 % para 2016. Aún peores son los pronósticos de Venezuela: 10 % de contracción en 2015, y 6 % en 2016. En el caso de la Argentina, este año pronostica un magro crecimiento de 0,4 %, y en 2016 una caída de 0,7 %.
La situación no golpea de forma similar a todos los países. En América del Sur, varios países tienen pronósticos de crecimiento arriba de 2 % para este año y el siguiente: Chile, Colombia, Perú, Bolivia, Uruguay, y Paraguay. Lo mismo ocurre con México, mientras que América Central y El Caribe promediarán tasas de 3,5 %.
En los casos de México y de América Central pesa favorablemente la mayor vinculación con lo que ocurre en la economía de los EE.UU., que crecerá este año 2,6 % y en 2016 2,8 % según el FMI. México está recibiendo además considerables inversiones de multinacionales en el sector automotriz, que lo vienen transformando en plataforma para abastecer a los EE.UU.
Los dispares ritmos se vinculan a las distintas maneras en que está golpeando en América Latina el nuevo momento de la crisis mundial, marcado por la desaceleración del crecimiento económico de China, y la caída de los precios de las commodities. Como observa Eduardo Molina en su contribución para la revista Ideas de Izquierda nº 24 de octubre, “la crisis económica mundial está transmitiéndose a la región a través de tres canales principales: la inestabilidad de la débil recuperación norteamericana, por lo que ejerce escasa tracción sobre América latina; la desaceleración que sufre China, y con ello, la menor demanda y baja de precios de las materias primas que exporta la región (por lo que estos bienes también pierden interés para la especulación financiera en los ’mercados a futuro’)”. A esto se suma “la valorización del dólar frente a otras divisas, que encarece en términos relativos las exportaciones regionales”.
La agencia Stratfor observa que en comparación con otros momentos de deterioro, como las crisis de deuda de los años ‘80, “los países de América Latina están en mucha mejor posición para manejar el declive. Simplemente no son tan vulnerables a las alzas y bajas cíclicas de los mercados de commodities”. El informe agrega que “la mayoría de los países de la región, con excepción de la Argentina, tienen ratios mucho menos de deuda externa y más reservas internacionales. Esto les da mayor flexibilidad en la política monetaria y mayor acceso a los mercados de capital privados, en vez de forzarlos a depender de préstamos condicionados a la aplicación de medidas de austeridad”. Es de señalar que también en la Argentina el nivel de deuda en dólares con acreedores privados está en niveles sumamente bajos, de 10 % del PIB. Sin embargo, la situación no es tan favorable como indicaría el análisis de Statfor. Los menores ratios de deuda son un dato novedoso favorable, pero se han logrado a fuerza de una formidable transferencia de recursos desde la región a los acreedores internacionales. Buena parte de los dólares recibidos por la vía comercial gracias al auge de los precios de los commodities exportados, tuvieron como destino este costoso “desendeudamiento”. Los países que han engrosado la disponibilidad de dólares en sus bancos centrales, lo han hecho apoyados en un fuerte ingreso de capitales de corto plazo, lo que ha profundizado su vulnerabilidad ante cualquier cambio en los flujos de capitales, como los que vienen teniendo lugar a lo largo de este año.
Esta nueva situación, encuentra a los regímenes de la región ante la evidencia de que la supuesta “oportunidad histórica” que traía el superciclo de las commodities ha sido otra promesa incumplida, tanto para los autodenomicados “gobiernos progresistas”, que evidencian en casi todos los casos signos de un irreversible fin de ciclo, como para los que mantuvieron políticas más amigables al capital extranjero, como son los países que se asociaron al Acuerdo del Trans-Pacífico (que analizaremos en el próximo número de Ideas de Izquierda). Volviendo a Molina: “El importante crecimiento de la década anterior, que permitió un aumento de un 80 % del PBI latinoamericano, disminución de la pobreza y miseria extremas y del desempleo, además de acceso al consumo de franjas ampliadas de la población trabajadora, no ha significado verdadero ‘desarrollo’, ni ‘despegue’. Con la crisis quedan expuestos la persistencia del atraso y dependencia históricos del capitalismo en América latina. […] no se transformó la ubicación regional subordinada en el mercado mundial, ratificándose su condición básica como proveedora de materias primas, mercado secundario y fuente de rentas monopólicas y valorización financiera. Más bien se profundizó el sesgo primario-exportador y extractivista, el rezago industrial y la dependencia del capital extranjero, sin poder revertir pese a esto la pérdida sostenida de peso relativo de América Latina en el comercio mundial”.
En el nuevo panorama, aún con mayores márgenes de maniobra por que los precios de los commodities todavía están en algunos casos por encima de sus mínimos históricos, y por el endeudamiento, la implementación de políticas de austeridad, el retorno de la discusión sobre “reformas estructurales”, y la búsqueda de profundizar la integración comercial participando de los planes impulsados por el imperialismo, son parte del consenso que las burguesía de los países latinoamericanos quieren imponer para atravesar la crisis. Un plan que golpea de lleno contra las condiciones de los trabajadores y los sectores populares.
Esteban Mercatante
@estebanm1870
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