1 El Colombia -no el pueblo colombiano sino el poder de la oligarquía de ese país- ha adoptado en los últimos años una política destinada a convertirla en una especie de satélite privilegiado de los Estados Unidos en la región. Es una política que tiene expresión económica, consistente en colocarla bajo el paraguas del poderoso vecino del norte. Las cifras lo confirman. Como también las conexiones financieras que han proliferado con el correr del tiempo y que cada vez son más sólidas. Pero lo que más llama la atención en esa relación es el énfasis que las partes colocan en el aspecto militar. Es lo que algunos analistas llaman "la inserción de Colombia como país belicista en el escenario latinoamericano y caribeño", al convertirse, por ejemplo, en "socio global" de la Otan y todo cuanto significa haber dado este paso.
2 Por una parte está un aspecto poco divulgado sobre algunas actuaciones del organismo, y de los intereses que guían a sus socios principales -EEUU y Unión Europea-, como es la recluta de mercenarios con experiencia en la lucha anti subversiva y participación en misiones guerreristas que despliega la Otan en el mundo. Esto está ligado al propósito de los Estados Unidos de volver a ganar posicionamiento en la región suramericana con el visto bueno de dóciles líderes políticos del continente.
3 El ingreso de Colombia en la Otan confirma que son los altos mandos militares de EEUU quienes terminan dictando la agenda en asuntos de seguridad y defensa en Latinoamérica. Hay que tomar en cuenta, además, que la cooperación militar entre Colombia y Estados Unidos va más allá de coaliciones como la Otan, ya que incluye el Plan Colombia y la instalación de numerosas bases militares. Colombia ocupa el segundo lugar en el ranking de los Ejércitos más potentes de América Latina y el 40 en el mundo, por encima de Venezuela, que en el global se ubica en el puesto 52 .Todos los sistemas operativos, comunicaciones, defensa aérea, helicópteros, drones, radares, operaciones especiales y hasta raciones de comidas y municiones, están adaptados, o en proceso de serlo, a los parámetro y sistema de la Otan. El presupuesto total de defensa de Colombia es de US$ 2.145.000.000, su personal militar total son 511.550 efectivos. Tiene un potencial total de 450 aeronaves. Colombia no tiene tanques, pero tiene 1.345 vehículos blindados de combate. Sus activos navales totales son 234 unidades. No tiene portaaviones, pero tiene 11 submarinos. Según Globalfirepower, Colombia cuenta con un amplio potencial de hombres en armas y el ejército más grande de la región después de Brasil. Las fuerzas especiales de Colombia, brigadas de paracaidistas, lanceros y comandos de jungla, están entre las mejores del mundo. Colombia posee la mayor flota de helicópteros de América Latina. Muchos artillados y con misiles de Israel que pudieran detectar y aniquilar tanques.
4 Colombia es un país superarmado, con alianzas militares y apoyos poderosos. Dispone de personal militar calificado y con amplia experiencia. Además, su dirección tiene una política con visión militar, armada, estimulada por potencias como los EEUU, países europeos y los israelitas. Su liderazgo civil maneja opciones militares. Los mensajes de líderes como Uribe, Santos y Duque son del mismo corte. Su tono no varía. En lo que sistemáticamente afirman priva la obsesión antivenezolana. Venezuela es el "enemigo" al que hay que derrotar en el terreno que sea y al costo que sea. Hay que acabar con el proceso bolivariano y con el gobierno de Maduro, es algo siempre presente en sus objetivos. Desmontar la República bolivariana y garantizarse el control de la gran riqueza que existe en su territorio.
5 ¿Para qué se prepara militarmente la Colombia uribista, santista y duquesista, si ya no hay en su territorio frentes guerrilleros? Por el lenguaje que utilizan sus dirigentes y por la carrera armamentista que adelanta en forma solapada, lo hace para intentar una aventura. Así lo consideran observadores en Venezuela y en Latinoamérica. Una aventura contra Venezuela. Una agresión bélica, y no una política de paz y diálogo. Ésta es la que práctica Venezuela con sinceridad. Pero no hay que desdeñar hipótesis cuando el telón de fondo de la situación y la actitud del vecino presagia tortuosos y lamentables desenlaces. Por las palabras y las armas que posee el poder oligárquico colombiano es que hay que juzgar sus decisiones. Porque de que trama algo lo trama. No hay duda. Por eso la importancia de estar alertas, de fortalecer la alianza Pueblo-Fanb, de rodear a la institución castrense y prepararnos para hacer frente a cualquier eventualidad. El viejo dicho militar de que guerra avisada no mata soldado está plenamente vigente.
José Vicente Rangel
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