jueves, noviembre 15, 2018

El atentado es el ajuste



El Gobierno logró aprobar el Presupuesto 2019 con la colaboración peronista y la defección sindical. Montó un burdo operativo mediático para tapar sus consecuencias.

El sincericidio de Nicolás Dujovne dejó al desnudo la brutalidad del ajuste que implica la hoja de ruta del Presupuesto 2019 que se aprobó en el Senado en la madrugada del jueves. “Nunca se hizo un ajuste de esta magnitud sin que caiga el gobierno", sentenció el ministro de Hacienda mientras describía los recortes que la ley de leyes prevé para el año que viene.
La afirmación del ministro -que pretende seducir a los mercados con la presunta eficacia de su gestión- es cierta sólo hasta cierto punto y si se entienden las causas que habilitan la estabilidad o gobernabilidad actual. Hasta ahora el plan es viable gracias al apoyo que le brindan el grueso del peronismo y la deserción de los sindicatos de todos los colores, pese a que la inmensa mayoría de la sociedad está en contra de la orientación del oficialismo. El colaborador serial, Miguel Ángel Pichetto, afirmó en el cierre de su discurso en el Senado que "no se dejan ayudar con ese tipo de declaraciones", en referencia al Gobierno y a los dichos de Dujovne. A confesión de partes, relevo de pruebas.
Ante el escenario de una deserción criminal de los mal llamados opositores (en el terreno político o sindical) que apoyan por acción u omisión el plan del FMI, el Gobierno y los medios adictos cierran el cuadro con la manipulación informativa de hechos como algunas personas que arrojaron piedras en la movilización frente al Congreso o la colocación de artefactos caseros en hechos confusos, realizados por "grupos anarquistas", según la información que da el Gobierno porque aún no se conoce ninguna declaración de los acusados, organización o referente. Sólo es pública la versión oficial o la manipulada por los grandes medios. El aparato comunicacional oficialista tiene el claro objetivo de la construcción mediática de una realidad en la no hay más oposición que la de minorías o "activistas ultras". La ausencia de una movilización masiva por la defección sindical es un gran aporte para la construcción de esta narrativa.
También buscan, como siempre, generar un clima en favor de la represión en general y ante eventuales movilizaciones contra la hiperblindada cumbre del G20 en particular, que pretenden que sea una fiesta de los ricos en las que reine la paz de los cementerios.
Sin embargo, el método de la “posverdad” y el vergonzoso colaboracionismo no podrán detener el aumento de los conflictos y de la lucha, a medida que se vayan percibiendo las consecuencias más amplias de un ajuste que recién comienza, ya generó un rechazo de masas y lo peor está por venir.
La realidad es que el Presupuesto y todo el plan económico del Gobierno constituyen un atentado feroz con el método del endeudamiento como columna vertebral y la hipoteca del futuro de varias generaciones de argentinos. Mientras esto sucede, en una burda operación mediática, tanto las usinas del Gobierno, como Clarín o La Nación dan aceleradamente una vuelta de página y como afirma el dicho popular- mientras nos mean, ellos dicen que llueve.
Así como La Izquierda Diario rechazó y batalló contra esta operación de manual, el PTS en el Frente de Izquierda bregará por la movilización en los sindicatos, centros de estudiantes y en todos los terrenos adonde sea posible, para derrotar la hoja de ruta diseñada Lagarde, aplicada por Macri y apoyada por sus cómplices, que quieren que la crisis la pague el pueblo trabajador. Y peleará por una perspectiva para que esta vez la paguen ellos.

Fernando Rosso
@RossoFer

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