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jueves, julio 11, 2013
Disculpas a Red Roja, ¿desde Salamanca o desde Berlín?
Error: José Guillén existe, y aparte de La Mancha Obrera y de Red Roja, apareció en La República. Vale, pero lo fundamental persiste: se acepta una apologia de la mayor ignominia perpretrada en nombre.del comunismo en la historia española. .
1. Si Red Roja no tiene de que avergonzarse…Uno debe de ser un ingenuo incurable, ya que lo que esperaba desde Red Roja era una disculpa tratar a los responsables del homenaje a Nin éramos descritos como anticomunistas –es verdad, en el diploma ponía “de izquierdas”, todo un matiz-, pero sobre todo porque su mensaje venía a decir que el autor de Els moviments d´emancipació nacional, fue culpable de lo que le atribuían…
Porque de eso se trataba. Para el autor. El acto había sido organizado por la burguesía catalana, que utilizaba la “magnifica la muerte de Nin y oculta los crímenes cometidos por su facción (POUM y sectores extremistas del anarquismo) para, en realidad, denigrar y criminalizar la memoria de los antifascistas consecuentes, especialmente de los comunistas, que lucharon por la democracia popular y la república, intentando alejar, el actual descontento popular contra la crisis y el capitalismo, del marxismo y el socialismo”.
Acusa al POUM y a Nin de estar detrás de una maniobra que “pretendía dañar la imagen de la República, de la URSS y de los comunistas españoles, o si la desaparición de Nin obedece a cualquier otra motivación diferente, encontramos un hecho fundamental: de haber triunfado el alzamiento del POUM y sectores anarquistas en mayo de 1937 en Barcelona, indiscutiblemente la suerte que habrían corrido los dirigentes del PSUC no habría sido muy diferente de la de Nin”
Por lo todo lo cual, el artículo de Red Roja se plantea: ¿Donde está hoy Nin, en Washington o en Berlín? Lo que en roman paladino es como decir, ya entonces estaba en Salamanca o en Berlín.
Después de despachar el asunto del asesinato y todo lo demás, el artículo de Red Roja, acusa a los herederos del antiguo PSUC de otorgar con “su presencia y su apoyo al homenaje comportan la ruptura del hilo conductor que unía al PCE, al PSUC y al PCC con su historia más gloriosa: la “República de Nuevo Tipo”, la alianza con la URSS, el Frente Popular, la unidad antifascista y el Ejército Popular, justo las políticas que Andreu Nin y el POUM atacaron agresivamente”.
Todavía, en la nota en que exige mi retractación, dictaminan: “En lo referente al homenaje institucional a Nin por su asesinato, consideramos que no hay nada "vergonzante" en rechazar un acto en la Generalitat presidido por CiU y con la colaboración de PSC, ERC, CC OO, UGT y otros agentes necesarios del capitalismo. Lo consideramos un factor de confusión en lo referente precisamente a la tarea principal que tenemos de acumulación de fuerzas revolucionarias y de extensión de la línea comunista revolucionaria en el Estado español”.
Para resumir, en realidad están orgullosos del artículo, por lo que lo suyo no es una forma de “estalinismo vergonzante”, lo suyo es denunciar el “anticomunismo de izquierda” al que ahora se le suman los continuadores del PSUC. O sea que piden que me disculpes por lo que reconocen. Además se sienten dolidos porque en mi artículo se dice que detrás del tal José Guillén (¿), se adivina la mano de Koba Navarrete…
2. Todo es burguesía. Lo que más destaca de los artículos –el firmado por guillen y el de Red Roja-, es su tono escolástico: la verdad es lo que ellos dicen, sin la menor duda, incluso si se olvidan de citar datos primordiales, por ejemplo, está visto que con la CUP no quieren tener problema y no la mencionan, y ya que estamos: el autor de estas notas, pudo representar a la Fundación Andreu Nin en un acto organizado por Zabaldi en Pamplona, en el que hicieron acto de presencia diversas entidades memorialistas de la ciudad, algunas de ellas ligadas a AMAIUR.
Por cierto, la CUP hace gala de su identificación con el legado de Nin.
El acto fue organizado por la Fundació Andreu Nin con la ayuda inapreciable del diputado por EUiA, David Compayon y con la complicidad activa de toda la izquierda parlamentaria, incluyendo la CUP. Se hizo en la sal de acto del Parlament y se cumplieron ciertos requisitos, como por ejemplo ser recibidos por la señora Gispert que, por ejemplo, ha recibido a diversas entidades antifascistas como la Amical de Mauthausen, por citar un ejemplo.
Es una mera cuestión de cortesía. Si los lectores y lectoras miran la grabación del acto, podrán ver como la señora Gispert se tapa la cara cuando Mª Teresa Carbonell arremetió contra “el sistema” y acabó con un ¡Viva el socialismo¡”. En realidad, esto no es diferente al hecho de que concejales del PP voten en tal cual pueblo a favor de que una calle se llame Miguel Hernández o Che Guevara, que casos no han faltado.
En el acto no se entró en el debate sobre guerra o revolución (el POUM, la CNT y la izquierda caballerista decía, guerra y revolución, que era lo que siempre se había hecho en una guerra de clases), ERC, PCC y PSUCviu nunca dijeron que el POUM y Nin tenían en esto la razón. Es más, Alfredo Clemente, defendió la política del PCE-PSUC. Lo que denunciaron fue el sectarismo enloquecido contra el “trotskismo”, y reconocieron que Andreu Nin fue un gran revolucionario.
Detalles como las citas de Nin fuera de todo contexto –por ejemplo, se ignora que Nin no fue en las listas del Frente Popular como Maurín porque el PCE se opuso-, sobre lo que se sabe o no sobre el destino de Nin y el papel de Stalin, son ejemplos de delirios de alguien que cree que tierra es el centro del universo y a partir de ahí, todo lo demás huelga.
3. ¿Anticomunistas de izquierdas?. La verdad es que estaría muy bien que Red Roja aclarara que entiende por anticomunista de izquierdas…Por lo que yo sé, fue un concepto acuñado por otro de los últimos resistentes estalinianos, Albert Escusa. Este trató de teorizar que la descomposición del llamado “socialismo real” sin que tuviera lugar una sola huelga de resistencia, fue el fruto combinado del imperialismo y de los orwellianos, o sea de los anticomunistas de izquierdas. Por supuesto, Escusa, como antes el no menos delirante José Antonio Egido, el autor de una inmortal historia de Trotsky y del trotskismo, el estalinismo no tenía nada que reprocharse.
Ni tan siquiera por el caso Nin, secretario general de la CNT, secretario adjunto de Lozovsky en la ISR, revolucionario profesional, escritor, teórico, traductor…Nin fue acusado de reunirse con Franco, secuestrado y torturado para que apareciera en público denunciando a sus camaradas a la manera de Zinóviev,. El mismo caso que José Guillén y ahora Red Roja tratan como una mera maniobra de la burguesía y del que, al final de cuentas, vienen a decir que o estaba en salamanca o en Berlín, o en Washington o Berlín. Por cierto, esta variación es toda una reliquia ya que nos apunta lo que se hizo con ocasión del pacto nazi-soviético. Es lo que explica que cuando el grupo de David Alfaro Sequeiros atentó con metralleta contra Trotsky, su compañera y su nieto, hablara de que el primero estaba al servicio…de la oligarquía imperialista de Washington. Coherencia no le faltó al personaje.
Cierto es que, aquellos eran otros tiempos. Ahora el antiestalinismo o sea, el anticomunismo de izquierda lo inunda todo. Un primer ejemplo, los historiadores –como ángel Viñas o Fernando Hernández Sánchez-, consideran que la defensa de la República era más importante que la revolución, no se olvidan de poner el caso Nin como parte de los horrores del estalinismo en la guerra de España. Viñas además suele comparar franquismo y estalinismo…Otro, en La Mancha Roja, la página donde originalmente apareció ese artículo-asura contra Nin, publica unas memorias del exilio en la que aparecen autores como Arturo Barea o León Felipe, pues bien, el primero fue considerado como sospechoso de “trotskismo” por su filiación caballerista y por declarar su disgusto por la represión contra este partido. El segundo se movió en el área de la CNT y fue un antiestalinista convencido.
También se destacan unas declaraciones del guerrillero Felipe Matarranz, en las que este dice: Nosotros luchamos contra el franquismo, si, pero también contra el capitalismo. No fue otra cosa lo que trataron de hacer el POUM, la CNT, la izquierda del PSOE y el PCE-PSUC hasta finales de 1936.
Finalmente, lo más obvio de todo esto es que el artículo de Red Roja ha sido el único que se ha publicado en las redes sociales con una cierta representatividad. Lo demás son las consabidas y crispadas notas de “comentarios” en páginas como las de Kaos o Público, donde hay mucha gente que escribe con el mismo nivel cultural que resulta propio de los lavabos públicos. Ya no queda ninguna organización, ningún autor mínimamente significado que se atreva defender lo que Koba Navarrete ya tiene que escribir detrás de un seudónimo.
Pd. No quiero entrar en el programa y los fines del Red Roja, aunque firmaría la mayor parte de los criterios que dice defender. El problema quizás este en que si todo lo que queda fuera es burguesía y/0 anticomunismo de izquierdas, mal lo tenemos.
Pepe Gutiérrez-Álvarez
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