El olvido del maíz
El gobierno derechista de Guatemala no tenía agendado el aniversario de Miguel Ángel Asturias. No es de extrañar: el gigante guatemalteco de la literatura fue un gran denunciador de dictadores y defensor de la revolución cubana.
“Ni siquiera estábamos advertidos. Te agradecemos que nos alertaras. Vamos a emitir un boletín al respecto y lo distribuiremos a la prensa”. La respuesta a una requisitoria periodística es de la jefa de información del Ministerio de Cultura de Guatemala, Claudia Velásquez. El gobierno de Guatemala no tenía en la agenda el 40º aniversario de la muerte del escritor más destacado de su país y un gigante literario de América Latina, Miguel Ángel Asturias. Guatemala está gobernada por el general Otto Pérez Molina, artífice de la Ley de Inteligencia Civil y de la que aprueba el pago a los ex miembros de las patrullas de Autodefensa Civil. Asturias está asociado a la revolución guatemalteca, aplastada por un ejército de mercenarios financiado por Estados Unidos, en 1954.
Asturias nació en 1899 en la ciudad de Guatemala, capital del país. Murió el 9 de junio de 1974. Su obra es un vasto friso del mestizaje que tramaron, primero, la cultura española invasora y la cultura maya sojuzgada y, luego, el atraso campesino y la explotación capitalista.
Su primera obra publicada, Leyendas de Guatemala, aborda los mitos del origen con un sesgo antropológico que reconoce la influencia del Popol Vuh, libro sagrado de los mayas, y cuyo tratamiento literario es un antecedente del realismo mágico.
Su libro El señor presidente es una denuncia contra el dictador guatemalteco Manuel Estrada Cabrera escrita durante el exilio del escritor en París. Allí Asturias conoció a los miembros del movimiento surrealista, y compartió experiencias con otros escritores latinoamericanos, como el venezolano Arturo Uslar Pietri y el cubano Alejo Carpentier. La obra se desarrolla en un clima asfixiante de angustia y terror durante un gobierno dictatorial. Uslar Pietri sostuvo que “El señor presidente fue un valiente acto de denuncia y de llamado a la conciencia. Más que todos los tratados y análisis históricos y sociológicos, plantea con brutal presencia inolvidable lo que ha sido para los hispanoamericanos, en muchas horas, la tragedia de vivir”.
Hombres de maíz es considerada la obra cumbre de Asturias. Explora una comunidad indígena, la “gente del maíz” -en la mitología mayaz los primeros seres humanos fueron hechos de maíz-, cuya tierra está amenazada por extranjeros con el propósito de explotarla comercialmente.
Una de sus últimas novelas, la trilogía compuesta por las novelas Viento fuerte, El Papa verde y Los ojos de los enterrados, aborda el tema de la expansión colonizadora de los Estados Unidos y su omnipresencia en las economías de América Latina, y denuncia a monopolios como la United Fruit Company, que manipularon políticos y explotaron la tierra, los recursos y a los trabajadores guatemaltecos.
Asturias recibió en 1965 el premio Lenin de la Paz y, dos años después, el Nobel de Literatura. Fue funcionario del gobierno nacionalista de Jacobo Arbenz, promotor de la expropiación de la United Fruit, iniciativa que le valió el sangriento privilegio de ser el primer país latinoamericano bombardeado por los Estados Unidos. Fue también un defensor de la Revolución Cubana.
Eduardo Mileo
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