La prensa españolista responsabiliza de la crisis al gobierno marroquí, que habría aflojado el control de los pasos fronterizos. Sería una represalia por el apoyo de España al Frente de Liberación del Sahara, que reclama la separación de Marruecos.
El gobierno del Partido Socialista español (PSOE) y Junto Podemos, respondió con el envío de un contingente numeroso de policías a las zonas fronterizas y en la ciudad de Ceuta, así como tanques y personal militar. El primer ministro, Pedro Sánchez, declaró que respondería con “la máxima firmeza para garantizar la seguridad y defender la integridad del país ante cualquier amenaza”. Los socialistas españoles han salido a competir con la derecha en la demagogia chovinista, luego de la paliza electoral que recibieron en la Comunidad de Madrid, por parte del decaído Partido Popular.
El gobierno ibérico ha desatado una caza de emigrados por toda la ciudad de Ceuta. A los adultos, los trasladó al Estadio Benoliel para después deportarlos. El diario EL País informa que las deportaciones se llevaron a cabo sin ningún trámite legal, o sea que viola la ley española. Se cercena a los migrantes el derecho a ser procesados individualmente, y abordar el derecho de asilo.
Rápidamente, la cúpula de la Unión Europea apoyó este atropello del Estado español. Margaritis Schinas, vicepresidenta de la Comisión Europea, tuiteó su "total solidaridad con España" y pidió "una fuerte protección de nuestras fronteras".
En el centro de la polémica, quedó la situación de los menores no acompañados, cuya expulsión se encuentra prohibida. Aunque muchos de ellos han sido, no obstante, expulsados, otros deambulan por Ceuta, hacinados en "almacenes", sin comida ni agua. Un policía, bajo anonimato, denunció en los medios las horribles condiciones que padecen los niños en el almacén. Señaló que muchos fueron detenidos durante más de 15 horas sin comida. “Algunos eran diabéticos, los encontré desmayándose, literalmente. Tenía algunas nueces y tuvimos que darles comida y agua nosotros mismos", expresó.
También, estos niños y adolescentes se han convertido en el blanco preferido de la extrema derecha, cuyo líder, Santiago Abascal, de Vox, no tardó en presentarse en Ceuta para denunciar lo que considera una "invasión".
Mauri Colón
24/05/2021
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