La FDIC tomó el control del banco y activó el seguro a los depósitos inferiores a 250 mil dólares. El problema es que los depositantes del SVC son una fracción pequeña, el 12% del total, por 20 mil millones de dólares, en tanto que los que no acceden al seguro federal tienen depósitos por 150 mil millones de dólares. Estos últimos recibirán un certificado del FDIC, que les da derecho a una parte de lo que ingrese por la liquidación del banco. En contraste con el SVC, los clientes minoristas en el Bank of América representan el 68% del total.
El SVC reúne grandes clientes porque su actividad es financiar las ‘start-up’ y los unicornios vinculados a las inversiones en tecnología. El retroceso de la demanda del sector y la caída en los beneficios afectaron la rentabilidad del SVC. El golpe decisivo, sin embargo, se lo dieron las subas de la tasa de interés que viene impulsando el Banco Central de Estados Unidos (FED). En reemplazo de la atención al sector tecnológico en retroceso, el SVB fue acumulando en su cartera títulos del Tesoro norteamericano, que se multiplicaron por diez desde 2020, para llegar a unos 120 mil millones de dólares. Este aumento vertiginoso fue el resultado de la enorme emisión monetaria que tuvo lugar en la pandemia para rescatar a las grandes empresas y bancos. Esto dio un fenomenal impulso a lo que un columnista del Financial Times denomina crédito especulativo. Con tasas de interés inferiores a las que fueron subiendo, esa cartera de títulos se fue desvalorizando, en tanto se encarecían los depósitos por la misma razón. Este fenómeno recorre a toda la banca internacional, que tiene, además, una cartera de créditos al sector privado que se calcula insolvente en una tercera parte. La FED ha anunciado que seguirá aumentando las tasas de interés en porcentajes significativos – 0.50% - porque no consigue disminuir la tasa de inflación. La prensa financiera ha advertido que a este ritmo el banco central podría detonar una depresión de la economía. Todavía queda por ver las consecuencias que tendrá el impago a los depósitos en el SVC superiores a 250 mil dólares, que en gran parte representan las cajas de empresas relativamente importantes.
La puesta bajo control federal del SVB ha venido acompañada de sonoras quiebras de gestoras de bitcoins, cuyos propietarios desviaron el dinero digital para operaciones especulativas que terminaron en un desastre e incluso en desfalcos. Ha recibido menos atención del gran público la convocatoria a acreedores de dos grandes pulpos. Se trata de Lojas Americanas, la cadena de tiendas de Brasil, y el conglomerado hindú Andani, con un pasivo impagable fenomenal. Ambos acontecimientos han desatado crisis políticas en sus respectivos países, Brasil y la India. Lula arremetió contra el accionista principal de Lojas, que al mismo tiempo se quedó con la mayor parte de la privatización de Electrobrás. En India ya empezaron a emerger las denuncias de colusión de Andani con el primer ministro Modi. En estos casos, la volatilidad financiera ha atacado el bajo vientre de los pulpos: el sobreendeudamiento, la caída de la tasa de beneficios y las operaciones fraudulentas. En el caso de China, el conjunto del sector inmobiliario sigue en la picota, mientras sigue pendiente una decisión de rescate del gobierno
Aunque el Silicon Valley Bank es el décimo sexto en el ranking norteamericano, su quiebra es la segunda más importante de este siglo, que no ha llegado a reunir las medallas de “too big to fail” – demasiado grande como para no salir en su rescate. Sigamos el próximo capítulo.
Jorge Altamira
11/03/2023
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