El ataque del gobierno porteño no se hizo esperar. En su cuenta de X, Macri tuiteó: “el [docente] responsable será sancionado con todo el peso de la normativa vigente. Usar el aula para imponer una ideología es un acto de adoctrinamiento que no vamos a permitir.” A lo que su ministra de Educación, Mercedes Miguel, retuiteó: “vamos a instruir un sumario administrativo, con todo el peso de la normativa vigente. El Reglamento Escolar prohíbe a los docentes imponer opiniones personales en temas de religión, sexualidad, género, etnia o política partidaria”.
¡Pero aquí no hay ninguna “imposición ideológica”! No se requiere de ninguna doctrina para dar cuenta de la magnitud del accionar criminal de la acción israelí en Gaza: más de 54.000 gazatíes asesinados según el Ministerio de Salud Palestino. Haaretz 27/06 estima que la cifra podría alcanzar los 100.000 (un 4 % de su población). Las infancias palestinas asesinadas, denunciadas por el maestro en el acto escolar, superarían las 19.000 (un 2 % de la población infantil). Al menos 370 personas han muerto por desnutrición, 131 de los cuales son niños. Según la ONU, casi 2 millones de gazatíes, cerca de un 90 % de la población, han sido desplazados. La infraestructura escolar y sanitaria está destruida casi por completo.
La crítica al supuesto “adoctrinamiento” es el recurso en el terreno educativo de una tendencia internacional de sometimiento pedagógico, intelectual, laboral e incluso penal del trabajador de la educación en el actual escenario de guerra mundial. El ataque a la intervención de Federico Puy por “adoctrinamiento”, ubica al gobierno porteño en la línea de Trump, Meloni y de Milei. En el ámbito nacional, Milei modificó la ley 26.061 de protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, estableciendo que “La imposición de una manera de pensar y/o actuar político-partidaria, especialmente en el ámbito educativo, vulnera el derecho a la dignidad y la integridad personal de los niños, niñas y adolescentes, constituyendo un trato que afecta su integridad personal” (ver Política Obrera 23/01/25)“. La crítica a la “imposición de una manera de pensar político partidaria” es el caballito de batalla de los liberticidas para intervenir en la vida cultural y académica de las escuelas.
En el sentido señalado, en febrero de este año, el gobierno porteño modificó el Reglamento Escolar. De un modo propio de una dictadura, el capítulo llamado “Prohibiciones del personal docente”, prohíbe entre otras cosas, “Expresar durante el desarrollo de las clases, opiniones (...) que pudieran influir, confundir y/o afectar a los menores en temas relacionados con religión, sexualidad, género, etnia, política partidaria u otros de similar relevancia.”
El ataque a Federico Puy es parte de una zaga de episodios de censura y de persecución política contra expresiones de denuncia al genocidio palestino en Gaza, tanto en organismos del gobierno de la Ciudad como del nacional. Una semana atrás, la dirección del Centro Cultural San Martín había censurado el taller “¿Cómo crear después de Gaza?” que daría la dramaturga Marina Otero. El 10 de septiembre, durante el 14° Encuentro Nacional de Fileteadores, las autoridades del “Palacio de la libertad” (ex CCK) anunciaron que debían bajarse aquellas obras que tuvieran contenido político, como por ejemplo contra el genocidio en Gaza.
El anticipo por redes sociales de que el maestro “será sancionado con todo el peso de la normativa vigente” por parte de Macri y de “instruir un sumario administrativo” por parte de la ministra Miguel no sólo tiene graves consecuencias laborales, es fundamentalmente una instigación a la aplicación de la doctrina establecida en la declaración Internacional para el Recuerdo del Holocausto, que imputa toda crítica al Estado de Israel como “antisemita”. En ese sentido, la DAIA en su cuenta de X expresa “En el marco del acto por el Día del Maestro, el docente y militante de extrema izquierda (!) Federico Puy utilizó la ocasión para desplegar una diatriba antisemita y antisionista, exponiendo una bandera palestina frente a la comunidad escolar (…) Puy será sumariado por el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires.”, celebra el organismo sionista; lo que fue confirmado al día siguiente.
La intervención del sionismo en el ámbito escolar tiene como antecedente cercano, la acusación a la docente de La Pampa Ana Contreras de “maltrato psíquico a una adolescente” judía por haber tratado en clase el concepto de genocidio a partir de la acción de Israel en Gaza. Ana Contreras fue finalmente absuelta. En 2024, Daniel Otero (docente de una escuela privada de Caballito) fue despedido por motivos similares a instancias de la DAIA.
La persecución y amenaza a Federico Puy ha concitado un amplio repudio. En menos de 48 horas se han reunido miles de firmas en su apoyo. Impulsemos en las escuelas una campaña de repudio a la decisión del gobierno porteño y su ministra Miguel de sumariar a Federico Puy. Será un factor de movilización contra el genocidio sionista en Gaza.
Alejandro Barton
13/09/2025
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