lunes, septiembre 29, 2025

El discurso de Netanyahu en la ONU


El criminal de guerra y primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, habló en la Asamblea General de las Naciones Unidas frente a decenas de bancas vacías. La mayoría de las delegaciones abandonó la sala apenas ingresó; solo lo acompañaban los vítores de una claque prosionista ubicada en la galería de invitados. En las sillas de la delegación iraní habían colocado fotos de niños asesinados en Teherán durante los bombardeos de junio. 
 En las calles de Nueva York, miles de personas repudiaban su presencia y exigían su detención. Para evitar riesgos, el israelí había desviado la ruta del avión oficial, sin sobrevolar Francia ni España por temor a ser arrestado en caso de un aterrizaje de emergencia. El rodeo insumió 600 kilómetros más que la ruta habitual, según informó Haaretz. 
 Netanyahu enfrentó la imponente sala vacía con un discurso desafiante. Negó la existencia de hambruna en Gaza, acusó a Hamás de robar la comida, rechazó las denuncias de genocidio y aseguró que su gobierno “ha destruido la mayor parte de la máquina terrorista de Hamás”, prometiendo “terminar el trabajo lo más rápido posible”.
 Asimismo, descartó de manera terminante la creación de un Estado palestino, una posición que —dijo— cuenta con el apoyo del 90% de los israelíes. Sería un "suicidio nacional", argumentó. “Puede que los líderes occidentales hayan cedido ante la presión”, añadió el llamado “carnicero de Tel Aviv”, en referencia a los países que reconocieron a un hipotético Estado palestino. “Les garantizo una cosa: Israel no lo hará. Su vergonzosa decisión alentará el terrorismo contra los judíos y contra personas inocentes en todas partes”. 
 Según el New York Times (27/9), la resistencia a la creación de un Estado palestino “podría convertirse en el núcleo de su llamamiento a los votantes israelíes” en un año que, si la invasión termina, será electoral. “El aislamiento es real, pero Netanyahu calcula que su base política interna recompensa más la rebeldía que la conciliación. Es capaz de utilizar la presión internacional como prueba de que él es el único que no cederá”.
 En su intervención mostró un mapa para reforzar la idea de que los israelíes “hacen el trabajo sucio” que necesita Occidente. Celebró lo que definió como victorias estratégicas en el último año, entre ellas ataques al programa nuclear de Irán y el asesinato en el Líbano del líder de Hezbolá, Hasán Nasralá.
 La presión internacional sobre la guerra en Gaza, señaló en NYT, “ya se siente en toda la vida israelí”: naciones europeas han impuesto o amenazan con imponer nuevos aranceles, embargos de armas complican la reposición del arsenal, soldados de vacaciones son recibidos con protestas y denuncias en el extranjero, y es factible que equipos de fútbol israelíes sean suspendidos de torneos internacionales.
 Finalmente, Netanyahu se dirigió a los rehenes en manos de Hamás. Afirmó que su discurso estaba siendo retransmitido con altavoces en la Franja de Gaza y proclamó: "No descansaremos hasta traerlos de vuelta a casa", primero en hebreo y luego en inglés.
 El Foro de las familias de los rehenes, sin embargo, rechazó los dichos del primer ministro: "Cada día que se prolonga la guerra pone en mayor peligro a los rehenes vivos y amenaza la recuperación de los que fueron asesinados", afirmó en un comunicado el grupo. 
 El día anterior había sido el turno del desacreditado presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, quien intervino por videoconferencia debido a que Estados Unidos le negó la visa de ingreso a Estados Unidos. 
 Abás, agente descarado de los intereses sionistas, ocupa la presidencia de la ANP desde 2005 y se autoproclamó presidente vitalicio en 2009. En su discurso, “adoptó un tono moderado para dirigirse a Israel y Estados Unidos” y repudió enfáticamente el ingreso de las milicias palestinas a Israel el 7 de octubre de 2023. 
 El hombre que ha funcionado como gendarme de su pueblo y garante del control militar sionista en la Cisjordania se comprometió a que “Hamás no tendrá ningún papel que desempeñar en el gobierno. Hamás y otras facciones tendrán que entregar sus armas a la Autoridad Nacional Palestina", aventuró.
 Al mismo tiempo, acusó a Israel de librar una guerra genocida que ha provocado más de 220.000 palestinos muertos o heridos y la destrucción de la mayor parte de las viviendas e infraestructuras de Gaza. Exigió el reconocimiento de Palestina, un alto el fuego permanente, la retirada israelí y la celebración de elecciones en el plazo de un año. Además, se mostró dispuesto a colaborar con Trump, Arabia Saudí y Francia en un plan de paz que incluyera la creación de un comité liderado por la ANP para gobernar temporalmente en la Franja de Gaza. 
 Sin embargo, los planes parecen ser otros. La Casa Blanca respalda un proyecto para instalar a Tony Blair como jefe de una nueva Autoridad Internacional de Transición de Gaza (GITA), que buscaría un mandato de la ONU para convertirse en la “autoridad política y legal suprema” de Gaza por hasta cinco años, según informaron medios israelíes.
 El plan se inspira en los fideicomisos internacionales de Kosovo y Timor-Leste, con sede inicial en Egipto, antes de ingresar en Gaza con una fuerza árabe multinacional respaldada por la ONU. GITA supervisaría a una Autoridad Ejecutiva Palestina de carácter tecnocrático, dirigiría ministerios clave y crearía una policía civil investigada. Hace meses, Egipto admitió que estaba entrenando un posible policía para Gaza conformada por expolicías de la ANP. 
 La llamada GITA también establecería una unidad de “derechos de propiedad” para prevenir el desplazamiento forzado, al tiempo que excluiría de manera explícita a Hamás.
 Blair tiene una estrecha relación con el yerno de Trump, Jared Kushner, que además de sus negocios inmobiliarios realizó tareas de mediación para el presidente republicano en Oriente Próximo. Kushner, como su suegro, también tiene intereses en el negocio de la construcción y la promoción inmobiliaria. 

 Y por casa

 En ese contexto, Javier Milei trató de conseguir 5 minutos de protagonismo reuniéndose con Netanhayu en un espaldarazo recíproco de dos escuderos principalísimos de Donald Trump, convertidos en dos parias de la escena internacional. Según el parte oficial hablaron de los rehenes argentinos que están secuestrados en Gaza y de posibles políticas de cooperación científica y tecnológica. 
 El día anterior, también en una asamblea casi desierta, Milei había reiterado su alineamiento con Israel y Estados Unidos. Netanhayu le agradeció en X: “Expresé mi profundo agradecimiento al Presidente, un verdadero amigo del Estado de Israel y del pueblo judío que se mantiene firme contra el sesgo sistemático contra Israel en las Naciones Unidas y en otros foros internacionales. Discutimos formas de ampliar la cooperación económica entre Israel y Argentina y áreas adicionales de cooperación", escribió en su cuenta. 
 Tras la reunión con Netanyahu, Milei recibió la Medalla de Oro Presidencial de parte de la organización B’nai B’rith, dedicada a la defensa de Israel y promover la unidad judía.

 Olga Cristóbal 
 29/09/2025

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