domingo, julio 12, 2009

EL ENCUENTRO EN CUBA DE UN HOMBRE SENCILLO, CON EL GRAN POETA NICOLÁS GUILLÉN


Entrevista a Guillermo Fernández, integrante de la Dirección Nacional del 26 de Marzo. Viernes 10 de julio de 2009.
“se da la casualidad de que justo cumplía 81 años Guillén. Nosotros fuimos con Charo por vivir ahí pero el invitado realmente a la cosa era Aníbal Sampayo, nosotros lo acompañamos y tuvimos el grandísimo placer de estar ahí en una reducida reunión. La reunión fue en la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba). La UNEAC es una casa colonial preciosa, con árboles, donde todas las mañanas iba Guillén a darle de comer a las palomas que tenían ahí, fue presidente de la Unión hasta su fallecimiento. Él bromeaba diciendo que a los escritores no se los considera artistas y por eso separan, Unión Nacional de Escritores y Artistas Cubanos”

Chury: Buenos días oyentes.
Nosotros estuvimos ayer hablando algo y escuchando algunos poemas de Nicolás Guillén. Lo habíamos hecho el otro día y ustedes saben seguramente por el spot que están escuchando que vamos a recordarlo en la fonoplatea luego. Lo recordaremos con imágenes suyas, con el audio de sus poemas en su propia voz.
Por otra parte, los dice muy bien a los poemas, lo que no es común que los poetas digan bien sus propios poemas. Eso no es lo corriente. El propio Neruda los decía muy mal, autocrítica que también llegó a hacerse.
Pero hablando de esto digo que Nicolás Cristóbal Guillén Batista nació el 10 de julio de 1902 en Camagüey, capital de la provincia cubana de mismo nombre. Hijo del periodista Nicolás Guillén Urra y de su esposa Argelia Batista Arrieta.
Su padre murió a manos de soldados que reprimían una revuelta política en 1917, ese año tan marcado en la historia de la humanidad, y eso significó la ruina económica de la familia.
La madre era una mujer de carácter y valor que se encargó de la formación de sus hijos. Fue conservado siempre el recuerdo del padre quien muchos años después, en la década del 50 lo evocaría intensamente en una elegía que se llama elegía camagüeyana. Por lo demás su familia tenía un nivel cultural ya bueno.
Y en sus “Páginas Vueltas” que ayer lo pude ver al libro porque me lo trajo para leer Héctor Vicente. Es un libro autobiográfico y Guillén ha contado, si me preguntara a qué clase social pertenecía mi familia en aquella época, yo diría con toda seguridad que a la pequeña burguesía negra –dice Guillén.
Pero bueno, nosotros en estos datos que después podemos ahondar un poquito más, estamos presentando a quien estamos hoy recordando y homenajeando. A este poeta extraordinario, a este creador, y lo vamos a hacer con Guillermo Fernández, nuestro compañero de tareas, del diario y de la radio en la alternancia de las tareas como ocurre aquí en este colectivo. Y bueno, qué más puedo decirle a Pitoto que decirle bienvenido aquí al micrófono. ¿Cómo andás Pitoto?
Guillermo: Muy bien, gracias...
Chury: Pitoto tiene en su anecdotario y su andar por el mundo, ese andar que tuvieron que realizar tantos uruguayos en la diáspora obligada por la dictadura que asolaba el país en ese tiempo. Tuvo la oportunidad de conocer, creo que en el año 81, a este poeta, a Nicolás Guillén y lo hiciste en compañía de Aníbal Sampayo.
Contanos un poco cómo sucedió todo eso. ¿Tu estabas en Cuba hacía mucho?
Guillermo: El encuentro ese que tuvimos fue en el 83 y nosotros llegamos a Cuba en el año 82. Ahí nos mandó la organización que estaba en plena etapa de reconstrucción. Nos dividimos por diferentes lados visitando toda la diáspora uruguaya, llevándoles el planteo de la reconstrucción del 26 de Marzo. Siempre fuimos juntos con Charo, y nos tocó ir para allá en una tarea que nos dejó muy buenas experiencias.
Chury: ¿Ustedes estaban en Europa en ese momento?
Guillermo: Nosotros salimos de la cárcel en el 80, de ahí fuimos para Europa y hubo un primer encuentro del 26 de Marzo en la reconstrucción en París, en febrero. Y después de ahí fuimos para diferentes lugares. A nosotros nos tocó ir para Cuba donde había una colonia de uruguayos bastante grande. Ya reducida porque en el año 75 a los uruguayos que estaban en Cuba se les había dado la opción de quedarse a vivir como ciudadanos cubanos o reintegrarse a sus respectivas organizaciones en el mundo para seguir peleando o para lo que fuera.
Entonces, una primer tanda se fue en el 75, se reintegraron a sus organizaciones unos y otros no, otros quedaron en Cuba. Igual quedó una colonia numerosa y ahí fuimos a llevar el planteo.
Primero a los cubanos, porque uno de los puntos con que salíamos de la cárcel era la conexión inmediata con uno de nuestros puntos que era recomponer las relaciones con lo que para nosotros es la vanguardia para América Latina, el faro que iluminaba la revolución en América Latina, así lo decíamos en nuestros puntos.
Y así fuimos a recomponer una relación que se había descuidado. Los cubanos siempre con una solidaridad tremenda con nuestros compañeros y todo eso. Pero desde el punto de vista político íbamos en parte también a rendir cuentas de lo que habíamos hecho en ese tiempo y hacernos cargo de los errores y de los aciertos.
Fue eso lo que nos llevó a Cuba en forma organizada. Ni disparando ni nada, fuimos por nosotros y nos costó retomar el contacto porque habían pasado muchos uruguayos por Cuba con diferentes proyectos y diferentes cuentos que nunca cristalizaron en nada. Te podría nombrar varios, desde planes para cazar a Amodio Pérez en un lugar, planes para esto, planes para lo otro, que no cristalizaron. Y otros que pasaron por ahí también y volvieron, como es el caso del compañero Raúl Rodríguez que vuelve al Uruguay en medio del fascismo, previo pasaje por todos esos lugares por ahí, también comentando cuáles eran sus planes y todo eso.
Bueno, el hecho es que nosotros vamos con esa tarea en el 82 y también vamos con una carta de Seregni cuando mandaba a votar en blanco también porque esa zona en ese momento estaba muy contagiada con toda la influencia que tenía el partido en Méjico que era la convergencia democrática y votar a los blancos acá en las elecciones del 82.
Chury: Sí, sí, era muy fuerte por otra parte...
Guillermo: Claro, y nosotros habíamos recibido la carta con el lineamiento del voto en blanco y lo llevábamos, no solo era una novedad porque llevábamos una carta, sino porque ahí decían que era mentira, que esa carta no existía. Así que bueno, nos tocó un momento bueno desde ese punto de vista. Llevamos cuál era la orientación que mandaba el Frente Amplio desde el interior, desde acá. Y que hacía que no perdiera identidad en aquel momento el Frente Amplio, que no la pierde porque creo que saca cerca de 80.000 votos en blanco, no recuerdo bien.
Y bueno, así llegamos al 82. En la recomposición ahí, que pasa por diferentes aspectos, es la relación con el Partido Comunista de Cuba, allí tuvimos muy buenos compañeros, muy buenos amigos, como fue el ahora fallecido comandante Piñeyro, conocido como “Barba Roja”, realmente un revolucionario de las primeras horas. Muy conocedor de la situación de Uruguay y de América Latina, era miembro del comité central y responsable del departamento de América del Partido. Fue donde tuvimos nuevamente la posibilidad de rehacer las relaciones con el Partido de Cuba.
Nosotros no fuimos a pedir nada, simplemente queríamos ponerlos al tanto de cuáles eran nuestros planes, de cómo íbamos a llevar la reconstrucción adelante. Nos costó porque estaban medios quemados con leche, pero después la actuación de la misma organización a través de su modestia y su coherencia también, fuimos recuperando la confianza.
Tampoco se precisó mucho tiempo porque ahí los oídos están muy abiertos, y tienen miles de experiencias parecidas con todos los países del mundo. No planteamos ninguna novedad...
Chury: Claro, en este caso no era una cosa de los uruguayos...
Guillermo: Exactamente.
Y en ese marco empezamos a hacer relaciones de intercambio en diferentes cosas, no solo en lo político sino también en la parte cultural. En una modesta forma de romper el bloqueo llevamos a Carlos Puebla y Los Tradicionales para Europa donde teníamos compañeros en todos los lugares, a hacer una gira por toda Europa. Una gira muy pintoresca, muy exitosa, diferente a las demás cosas. Anduvieron por toda Europa allá, se hicieron unas buenas recaudaciones de apoyo también para ello. Se llevó una cosa diferente a las distintas colonias que había de latinoamericanos en Europa. Y por su lado también era la vuelta a Cuba de Aníbal Sampayo que había estado en el primer Festival de la Canción Protesta en Cuba en el año 67. O sea, eran viejos amigo con Puebla y con Guillén.
Entonces, se da la casualidad de que justo cumplía 81 años Guillén. Nosotros fuimos con Charo por vivir ahí pero el invitado realmente a la cosa era Aníbal Sampayo, nosotros lo acompañamos y tuvimos el grandísimo placer de estar ahí en una reducida reunión. La reunión fue en la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba). La UNEAC es una casa colonia preciosa, con árboles, donde todas las mañanas iba Guillén a darle de comer a las palomas que tenían ahí, fue presidente de la Unión hasta su fallecimiento. Él bromeaba diciendo que a los escritores no se los considera artistas y por eso separan, Unión Nacional de Escritores y Artistas Cubanos.
Y ahí tuvimos la suerte de conocerlo. Estas son opiniones personales, cuando estuvimos presos, tuvimos oportunidad de leer algunas cosas de Guillén porque en el año 73 dejaron entrar libros. Y yo había leído “Sóngoro cosongo”, “Eco yamba bo”, casi siempre que uno lee una cosa se imagina al que escribe y si tiene la suerte de conocerlo es una cosa totalmente diferente. Increíblemente por el asar y por la suerte que tuve, realmente me considero un tipo afortunado por la vida que me ha tocado, soy un agradecido de la vida porque me ha brindado cosas como esta por ejemplo. Pero realmente me lo había imaginado así a Guillén, realmente como era. Un hombre que tiene en sus poemas un ritmo tremendo, lleva el son al papel –como dicen...
Chury: Sí, que está planteado cuando él los dice a los poemas, ahí está implícito...
Guillermo: El hecho de que uno lo lea y adentro le palpite el son, ya de leerlo al poema que veas ese ritmo...
Bueno, y conversando ahí fueron a rendirle un pequeño homenaje Ana Belén, que era jovencita ahí, y Víctor Manuel que le habían musicalizado unos poemas de él. Entonces, tuvimos una velada realmente agradable, primero ahí en la UNEAC con él. Después estuvo Silvio Rodríguez, hizo un par de canciones. Él no quería ningún tipo de festejo ni nada de eso porque decía que había terminado de cumplir a los 80 años pero igual le cantaron una cosa. Y entonces le pidieron permiso si no le podían mostrar esos poemas musicalizados Ana Belén y Víctor Manuel, en aquel tiempo con muy buenas relaciones con Cuba, ahora no sé, la verdad que le perdí la pista a eso.
Y realmente fuimos afortunados de estar ahí en ese momento y juntarnos con tres bárbaros de la música tremendos que eran el agitador a través de sus canciones como era Carlos Puebla, ahí nos contaba que él hacía sus composiciones escuchando Radio Reloj que es una radio que está dando la hora cada un minuto continuamente y es solo una radio de noticias. Nos decía, yo pongo de mañana la Radio reloj y con eso hago las composiciones.
Después con ese silencio sonoro de Guillén porque era de pocas palabras, por lo menos allí, pero con un nivel de apreciación muy profundo. Me llamó la atención porque tenía una sana ironía en los comentarios que hacía con respecto a los rioplatenses. Él había estado acá en Uruguay, siempre los grandes hechos lo agarraron aquí en el sur.
Bueno, ahí nos comentaba que le gustaba el tango por haberlo escuchado acá en el Río de la Plata. Nos preguntó si sabíamos algún tango y cuando quisimos entonar alguna cosa nos agradeció la buena intención y nos cortó. Somos desastrosos cantando, estábamos con otro compañero (risas)
Y ahí, el secretario personal de él de toda la vida, el que le llevaba todos los papeles, justamente cumplía años la hija chica y el padrino era Nicolás Guillén entonces de ahí fuimos a la casa de él. Allí se hizo una pequeña reunión donde estaba Guillén, Puebla, Aníbal, el secretario, la esposa, la hijita, Charo y yo. Entonces, ahí fue que pudimos escuchar las diferentes vertientes que concluían ahí. El canto de Aníbal de acá del sur, cómo del río llegó a las causas sociales con un canto comprometido. Después Puebla que nos hacía esa anécdota de Radio Reloj. Y Nicolás Guillén era una institución, uno veía una humildad tremenda pero el respeto que generaba era brutal.
Era una síntesis de Cuba ¿no?
Chury: Una síntesis de ese crisol que es Cuba...
Guillermo: Exactamente.
Chury: Y particularmente lo afro con un predominio muy fuerte que salta a la vista, mejor dicho, salta al oído en casi todos los poemas de Guillén...
Guillermo: Vos sabés que son experiencias medio intransferibles, es vivirlas ahí nomás y tener la suerte de haber conocido...
Chury: Sí, es la suerte de poder estar ahí que muchas veces eso no se da. No sé si es casualidad o causalidad.
Nos llega una pregunta de un oyente que dice: ¿Guillén hablaba de ese modo que se le oye al decir los poemas?
Y sí, tal vez, por lo menos los poemas son muy parecidos a lo que uno imagina de lo cotidiano que decíamos y de esa forma tan particular que tenía. Porque convengamos en algo, el poemario de Nicolás Guillén es enormemente rico y es musicalmente impresionante lo que recoge el poemario de Nicolás Guillén.
Yo creo que sí, que se parecen mucho. Claro que cuando uno grava un poema o una prosa se diferencia un poquito de lo que es el hablar cuando estamos en una rueda...
Guillermo: Hablaba pausado y tenía sentido del humor. No era para nada una persona triste, nada. Era una síntesis de lo que es el espíritu del cubano. Si a esa forma de ser del cubano arriba le agregan la libertad, se potencia brutalmente ¿no?
Chury: Naturalmente. Hasta cuando describe porque le fueron a preguntar cómo era su familia, dice: era una especie de pequeña burguesía negra. Siempre tenía esas respuestas tan contundentes pero que conllevaban cierto humor y cierta ironía, que manejaba muy bien por otra parte.
Guillermo: Y poesías, decía: cortar caña y cabeza, quemar cabezas y cañas, cha, cha, cha. Y que el humo suba, cuándo será, cuándo será.
Vos sabés que ahí tengo otra anécdota, resulta que en el Penal una vez llegó un diseño de una “rosita sangrante”. Era una rosa y de una espina caía una gotita de sangre y eso en el Penal se hicieron cientos hasta que se avivaron y prohibieron la salida esa ¿no?
Y entre tanto cuento que hacíamos y todo eso, me acuerdo porque también se vio en esa charla. No estaba ahí el que había hecho el diseño de la rosa sangrante, era un cubano que por lo menos yo cuando la vi en el Penal no tenía ni la menor idea.
Y cuando le hice el cuento de cómo se había multiplicado esa rosa sangrante desde adentro mismo del Penal de Libertad había salido hacia afuera en forma de medallón, de colgante...
Qué chico que es el mundo ¿no? Y qué grande aparte...
Chury: Qué chico. ¿Y encontraste al autor de la rosa sangrante?
Guillermo: Y apareció ahí a instancias del cuento ese. No, pero si es el de acá el que hizo el diseño, incluso había sido premio de diseño, por eso había aparecido en el Penal de Libertad.
Cómo se unen las cosas a través de pequeñas expresiones y de la cultura...
Chury: Y del significado que pueden tener algo, porque ahí había todo un significado...
Guillermo: Nosotros íbamos por diferentes cosas a la UNEAC. Entre otras porque cuando se hizo una muestra por la liberación de cuadros que fue itinerante por toda Europa, cuando los 10 años de los presos se hizo una campaña muy grande y nosotros participamos de la campaña en Cuba.
Y ahí empezaron con algunas donaciones de cuadros cubanos y de obras de otros y todo eso. Empezaron a donar artistas cubanos diferentes cuadros y todo eso que fueron para Europa después y se hizo una muestra que recorría todos lados. Y entonces nos tocaba ir bastante seguido por la UNEAC a buscar un cuadro que había llegado junto con Miguel Beloqui que está en la imprenta que era uno de los que coordinaba también la juntada de cuadros, estaba todo dentro de la misma barra.
Y veías de mañana, era como una ceremonia antes del mediodía. Todas las mañanas llegaba Guillén y como una ceremonia que tenía le daba de comer a unas palomas. Las palomas ya lo conocían se ve y él a las palomas también. Les daba de comer y transmitía una calma tan grande y una aceptación de la vida que le tocó vivir a Guillén, pero que hoy cuando leés cosas de la biografía de él que para mí eran desconocidas, te explicás, te cierra más la personalidad que tenía. Hablaba como escribía y actuaba en la vida también con una relación con la naturaleza brutal. Y después en la poesía era duro, duro, corta caña y cabeza, y tiene unos poemas de amor preciosos.
Chury: Yo me estaba fijando en la dinámica de su vida también. Porque fijate que nace el 10 de julio de 1902 y termina el bachillerato en el 19 y publica sus versos ya en el 20, tenía 18 años. Y ya colabora con Camagüey Gráficos en su ciudad natal y en Manzanillo. Y a los 20 años ya conforma un volumen de poesía que es lo que se llama “Cerebro y Corazón” marcado por la estética del modernismo. Pero no llega a publicarlo en ese momento, y solo verá la luz cuando medio siglo más tarde aproximadamente aparezcan sus obras completas. Es decir que demoró 50 años ese libro en aparecer.
Estudió derecho en la Universidad de La Habana cuando tenía 20 años, pero abandonó esto desencantado por la situación deprimente de ese centro de estudios, impresión que dejó reflejada en un poema que se llama “Al margen de mis libros de estudio” en el que satiriza la mediocridad de la vida universitaria que conociera.
Este texto fue publicado en el número inaugural de la revista “Alma Mater” en cuya directiva figuraba Julio Antonio Mella, tuvo una cierta notoriedad en su momento. Y de regreso a Camagüey es que Guillén organiza y dirige la revista “Liz” que también durará poco.
En Camagüey trabaja en varias cosas, es corrector en el periódico camagüeyano y luego el de redactor de mesa en ese mismo diario. Allí estuvo a cargo de una sección que se llama “Pisto Manchego” en la que el joven periodista mezclaba con suma gracia temas de actualidad nacional o mundial con el anuncio de productos comerciales.
Y también fue empleado del ayuntamiento de Camagüey en ese momento.
Pero una vida de una intensidad fuertísima. Estoy hablando que recién llego al año 1926 cuando él tiene 24 años.
Nos llega un saludo militante de Enrique Salari que te manda un abrazo. Y Luis de Millán y Raffo y Agrupación “Julio César Fernández” te manda un saludo Pitoto también...
Guillermo: Bueno, muchas gracias. Recibimos las fotos de las pintadas. Es una agrupación tremendamente inquieta. La última pintada dice: “Ni blancos, ni colorados, ni frenteamplistas. Asamblea Popular...” Es una muy buena pintada, felicitaciones para toda la barra ahí.
Yo quería mandar un saludo también a Julio De Wally, al flaco, que siempre está escuchando, que siempre lo recordamos con cariño.
Pero bueno, así es en esos andares. Nos han tocado pasajes que se los desearía a otros, por eso, cuando conocés esas cosas te ayuda a darle sentido a las proporciones de lo que hacés.
¿Qué es lo que pasa hoy? En la ausencia de modelos es un poco como a la bartola. ¿Yo quisiera ser como quién, se plantea hoy un muchacho o cualquiera en la vida? ¿Cuáles son los modelos que tiene?
Por eso cuando digo la fortuna de poder tener a alguien, de querer ser como alguien es una gran cosa en la vida que nos ayuda a valorar y ver la grandeza de esta gente. Y qué poco que son difundidos...
Chury: Prácticamente nada, en ese caso no estamos hablando solo de Guillén, estamos hablando de una enorme cantidad...
Guillermo: De cualquiera de estos tres que se juntaron allí sencillamente con una botella de Coronilla que es el agua ardiente de allí, ya ni ron. Puebla decía: “Vení Aníbal, vamos a tomar un etiqueta verde” –porque tenía una etiqueta verde, Coronilla era el agua ardiente de caña que es el primer destilado que sale de la caña.
Decía: “vamos a tomar un etiqueta verde” y vos veías el capital que había en esa gente, la acumulación brutal. Y con la sencillez que tomaban la vida y te hacen ver que hacer la revolución lo complica la gente, porque realmente es una cuestión cuyos objetivos son de una sencillez. Capaz que por eso es tan complicado, por lo sencillo que es.
Pero viste cómo lo tomaba esa gente que desde la mañana temprano ponía la radio para componer canciones para agitar las necesidades de ese día y trasladarlo a todo el mundo, realmente esa pasada por ahí nos han dejado muy buenos...
Chury: Y te han dejado además el estar contento con la vida que te dio la oportunidad de poder estar...
Guillermo: Sí, sobre todo con el colectivo ¿no? Vos fijate que nosotros todos unos pinches en la organización que siempre hicimos las cosas por lo que fuimos escuchando.
Fuimos presos, nos tuvimos que explicar la derrota. Los valeros estos que hoy realmente no sé para qué habrán salido algunos, nos están haciendo pasar una vergüenza ajena tremenda renegando de todo. Lo dicen, ya lo gritan en la tapa de “Búsqueda” que dice: “Estoy arrepentido de lo que fui” y todo eso.
Entonces, nosotros siempre escuchando ahí. Que a la organización lee faltaba ideología, bueno, nos metimos a estudiar dentro de la cárcel. Otros salieron a pelear y otra vez volvieron a caer. Siempre construyendo en colectivo sin figuras conocidas, sin nada y no fue por méritos personales sino por el mérito de mantener siempre vivo los ideales que nos posibilitó llegar a esos lugares que estuvimos y conocer a esta gente tan sencilla como la organización. No quiero irme del tema...
Chury: No pero ni es irse, precisamente eso era parte de una determinación colectiva...
Guillermo: Claro, lo sencillo busca lo sencillo porque nos encontramos por asar pero el asar es producto de una causalidad...
Chury: Sí, sí, al asar hay que nutrirlo también...
Guillermo: Por eso yo estoy agradecido a la organización de la cual formo parte y somos una sola cosa, que permitió que mi vida pasara por estos lados. Hay cosas que no se pueden transmitir lamentablemente porque son cosas de sentimientos.
Pero llegar a conocer a este tipo de personas es porque uno camina por esos caminos donde están esas personas...
Chury: Naturalmente, por eso las encuentra...
Guillermo: Sí, sí.
Chury: Pitoto, estamos llegando al final. Hemos hecho esta charla recordando el nacimiento de este gran poeta cubano, de Nicolás Guillén, ocurrido el 10 de julio de 1902.
Pitoto, gracias como siempre...
Guillermo: No, gracias a ustedes.

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