miércoles, febrero 24, 2010

El cadáver llamado OEA debe ser enterrado


'América no es tanto tradición que continuar como un futuro que realizar' Octavio Paz

El mundo global neoliberal tiene cada vez más fisuras, especialmente visibles en América Latina, la misma que está en proceso de retomar su destino terminando con la hegemonía de los Estados Unidos para enrumbar su camino hacia lo colectivo y solidario como única forma de superar el neoliberalismo y recuperarse con fuerzas propias de la depresión que el modelo engendró. La iniciativa de Evo Morales y Hugo Chávez, presentada a la cumbre del Grupo de Río integrada por presidentes latinoamericanos y del Caribe que hoy culmina en la Rivera Maya en México, de crear una nueva Organización de Estados Americanos (OEA) "sin el norte, sin el imperio, sin Estados Unidos y Canadá", representa un paso indispensable para liberarse de la dependencia norteamericana.
Desde hace tiempo la OEA es cadáver político, admitido no solamente por sectores progresistas, sino por los mismos 'halcones neoliberales'. Uno de sus intelectuales, el novelista Mario Vargas Llosa escribió el 2000 que "la OEA ha sido una organización perfectamente inútil, incapaz de contribuir en lo más mínimo para preservar y promover la democracia y derechos humanos en el Continente". Lo que calló Vargas, fue que la OEA no fue creada en 1948 para "promover democracia" sino para preservar los intereses geoeconómicos de los EE.UU. en América Latina. Este organismo, a pesar de ser "una comparsa decorativa" en términos de Vargas Llosa, ha ido cumpliendo a cabalidad su rol de brazo jurídico político de su mentor y mantener al Continente como "patio trasero" del Gran Patrón.
La OEA en realidad no comenzó en 1948 sino en 1889 cuando el gobierno norteamericano convocó la primera conferencia de la Asociación Internacional de las Repúblicas Americanas que en 1910 se convirtió en la Unión Panamericana (UP) bajo control de Estados Unidos. Desde 1899 hasta 1946 su Director General había sido siempre un norteamericano. Recién en 1946 y 1947 este cargo desempeñó primero, un mexicano - Pedro de Alva y después un colombiano - Alberto Lleras Camargo, ambos incondicionales de Norteamérica.
Al inicio de la Guerra Fría, Estados Unidos decidió rebautizar la UP y convertirla en OEA para asegurar su dominio y "luchar contra la expansión comunista en el continente". Así la OEA no dijo nada cuando la CIA dio golpe de Estado en Guatemala en 1954 derrocando a Jacobo Arbenz. Siempre apoyó la dictadura de Anastasio Somoza en Nicaragua. En 1962 expulsó a Cuba de su seno. En 1965 avaló la invasión norteamericana a República Dominicana y contempló silenciosamente los golpes de Estado en Brasil, Uruguay, Chile y Argentina . Esta lista puede ser infinita mostrando el verdadero rostro de la OEA durante el golpe de Estado en Venezuela en 2002, intentos de golpe en Bolivia en 2009 y por supuesto, su 'ineficiencia' en el reciente golpe a Manuel Zelaya en Honduras.
Ahora que EE.UU. está aumentando su presencia militar en el continente, urge desarrollar una fuerte política latinoamericana creando no solamente una nueva OEA sin "ajenos" sino un dinámico Consejo Sudamericano de Defensa para proteger sus recursos naturales y su territorio, e impulsar más el Banco del Sur para hacer realidad una moneda regional. Con esto no hay pierde.

Vicky Peláez

Foto: José Miguel Unsulza, Secretario General de la Organización de Estados Americanos.

No hay comentarios.: