martes, noviembre 23, 2010

Grecia: las recientes elecciones locales revelan cambios significativos en la izquierda


Los resultados de las recientes elecciones municipales y regionales en Grecia esbozan claramente la actual crisis social y política en el país. La principal característica que se destaca es el rechazo tanto al gobierno del PASOK como a Nueva Democracia, la oposición conservadora de derecha. Esto se expresó en un alto nivel de abstención, y también en el aumento de los votos hacia diversas fuerzas de izquierda, especialmente en los municipios más grandes de Grecia. En particular, el crecimiento del KKE [Partido Comunista] revela un giro a la izquierda en el electorado griego.

Alto nivel de abstención

La abstención ha alcanzado niveles sin precedentes, especialmente en las ciudades más grandes. En Atenas, el 57,74% del electorado se abstuvo, en El Pireo 57,38%, en Salónica 46,62% y en Patras el 39,81%. Este nivel de abstención constituye en realidad una protesta política confusa por parte de cientos de miles de personas, que se enfrentan a una crisis profunda del capitalismo y que han perdido la fe en la capacidad de las actuales instituciones del parlamentarismo burgués para ofrecer una mejora en sus vidas.
La abstención no representa la expresión de un punto de vista consciente fijado de una vez por todas. Es más bien un síntoma de la actual fase de transición en la psicología de las masas, que se caracteriza por una rabia política básica, frustración y escepticismo. Es la reacción a la conmoción sufrida por las masas como consecuencia de la violenta erupción de la crisis, y la constatación de que en este momento no existe una solución viable e inmediata a sus problemas.
El gobierno, por su parte, ha afirmado que la abstención en realidad expresaba la tolerancia hacia sus políticas. Pero esto es totalmente falso. El motivo de la abstención fue el enojo y la indignación contra el gobierno, ¡no la tolerancia hacia su política! Y esto quedó claro en todos los debates celebrados con los votantes que optaron por abstenerse.
Por otra parte, los líderes de los partidos tradicionales de izquierda [KKE y Synaspismos] no deberían acusar a los electores que se abstuvieron de "inmadurez política" como lo hicieron en las pasadas elecciones, sino que deberían encarar sus propias deficiencias. Si la izquierda tradicional hubiese defendido un claro programa de unidad y de clase por el socialismo, esas masas confusas les hubieran elegido antes que ir por la abstención.

Derrota del gobierno y su futuro

El gobierno del PASOK, de forma bastante arrogante, afirmó estar satisfecho con el hecho de que la mayoría de sus partidarios han preferido abstenerse en lugar de votar por otro partido. Sin embargo, las cifras muestran que la pérdida de seguidores, en comparación con las elecciones generales del pasado año, es importante.
En la región del Ática (la más grande circunscripción de Grecia, que incluye Atenas y sus suburbios y El Pireo), el PASOK perdió 400.000 votos, más de la mitad de su apoyo del año pasado. En el municipio de Atenas perdió 60.000 votos y en El Pireo casi el 50% de sus votantes. En Salónica y Patras perdió un tercio de sus votantes y a nivel nacional, el PASOK perdió 1.1 millones de votos.
Hace dos semanas el Primer Ministro G. Papandreu amenazó con celebrar elecciones legislativas anticipadas a nivel nacional si el gobierno perdía las municipales. Sin embargo, se comió sus palabras después de los resultados de las recientes elecciones locales, alegando que no se ira a elecciones anticipadas. Esto no era un farol, como afirman algunos. Era un medio decisivo de presionar a los votantes, y aterrorizarlos con el fin de mantener el mayor apoyo posible. Sin embargo, la profunda recesión y la quiebra que se acerca rápidamente, que muchos comentaristas capitalistas ya están comentando, necesita, desde el punto de vista de la clase dominante, de un gobierno con un consenso más amplio entre el electorado, lo que apunta a elecciones anticipadas con el fin de formar un gobierno de coalición. Si el índice de abstención hubiese sido menor y el PASOK hubiera perdido la primera posición en la región del Ática, la posibilidad de elecciones anticipadas hubiera sido mayor.
A pesar del aplazamiento de elecciones anticipadas, los resultados siguen apuntando a lo mismo: esto ha sido una gran derrota para el PASOK, lo que significa un debilitamiento importante del gobierno, teniendo en cuenta las duras medidas que se tienen que aplicar en los próximos meses. Los resultados también han desestabilizado la prensa burguesa sobre el futuro del gobierno.Kathimerini, el principal periódico de la burguesía, sólo le da a Papandreou unos meses más, mientras que al mismo tiempo expresa su preocupación por la inestabilidad, debido a la debilidad del gobierno. Por otra parte, otros medios de comunicación burgueses expresan su temor por "la pérdida de apoyo del gobierno y el fortalecimiento de la izquierda".
En realidad, este gobierno ya tiene una vida útil limitada. Ante la presión que representa la imposibilidad de pagar la deuda y la reacción de las masas contra las nuevas y duras medidas que está preparando, la perspectiva de unas elecciones anticipadas y un gobierno de coalición se acerca.

ND y LAOS: una confirmación de su debilidad

ND, el partido de derecha en la oposición, también sufrió una dura derrota. Sus objeciones demagógicas al gobierno y al FMI no produjeron ningún resultado significativo. Por el contrario, el principal partido burgués perdió 550.000 votos en comparación con las elecciones anteriores. En el Ática en su conjunto y en El Pireo, en particular, perdió más de la mitad de su apoyo, mientras que en los municipios de Atenas, Salónica y Patras perdió más de un tercio.
Estos resultados confirman que ND todavía no se ha recuperado de la debacle del año pasado. A pesar de haber cambiado su retórica por una más populista (en comparación con el neoliberalismo propio del gobierno Karamanlis), su apoyo está disminuyendo, lo que demuestra que incluso los sectores de la pequeña burguesía ya no lo apoyan.
A pesar de la crisis y las pérdidas sufridas por ND, LAOS, el partido de extrema derecha, ha demostrado su total impotencia. Aunque sus resultados nacionales no se han publicado todavía (porque, en muchos lugares, apoyaba a los candidatos de ND), no ha habido ninguna indicación de que lograra su objetivo, es decir, ganar al menos el 5,63% de los votos, el resultado que había obtenido en las últimas elecciones. En el Ática, perdió cerca de 56.000 votos, casi la mitad de su apoyo anterior, a pesar de que la crisis capitalista favorecía su retórica racista.
Desde las elecciones nacionales del año pasado, la suma de los votos de los dos partidos burgueses (ND y LAOS) ha ido disminuyendo progresivamente: tan solo en el municipio de Atenas, se ha reducido en más de 50.000 votos.
Estas cifras demuestran que, en realidad, no hay espacio para la formación de un nuevo partido burgués de masas. D. Bakoyanni, un ex ministro de ND, ha tratado de formar un nuevo partido burgués, pero este entraría en competencia con los otros dos que ya existen, especialmente durante un período en que la influencia de la burguesía está disminuyendo y, por lo tanto, no puede jugar un papel importante.

Los resultados del KKE

Uno de los elementos más importantes de estas últimas elecciones fue el aumento de la influencia del KKE. A nivel nacional, el Partido Comunista aumentó su porcentaje de votos hasta el 10,5%, 3% más que en las últimas elecciones. Por otra parte, fue el único partido tradicional cuyos votos aumentaron en 70.000 desde 2009. Sin lugar a dudas, esto ha creado una nueva esperanza y demuestra que las masas trabajadoras miran hacia la izquierda en búsqueda de una solución al callejón sin salida del capitalismo.
La pregunta es: ¿por qué fue el KKE en particular el que aumentó su influencia? Los dirigentes del KKE lo atribuyen a aquellas políticas del partido que en realidad son erróneas y perjudiciales para el movimiento. Sin embargo, esta no es la razón de su éxito. Al votar a los candidatos del KKE, miles de trabajadores y jóvenes no lo estaban haciendo para recompensar al partido por sus políticas sectarias en el movimiento obrero, ni su intento constante, antimarxista y anticomunista, de defender el estalinismo. Su motivo era claramente una cuestión de clase. Al votar a favor del KKE, expresaron una protesta de clase colectiva contra el propio capitalismo. Por supuesto, este es el caso de SYRIZA también, el frente electoral formado por Synaspismos, el otro partido de izquierda. Pero hoy en día la clase obrera ve SYRIZA desgarrado por disputas mezquinas de cualquier tipo menos políticas. Por el contrario, y a pesar de su dañina política sectaria, el KKE sigue ofreciendo la imagen de un partido organizado y fuerte. Así, miles de trabajadores pensaron que el mensaje que deseaban enviar a la burguesía sería más fuerte a través del KKE.
Este aumento de los votos al KKE no debe interpretarse como una recompensa por las políticas sectarias del partido. Por el contrario, son precisamente estas políticas las que constituyen los principales obstáculos que impiden que el partido logre un mayor aumento de su influencia. Y esto también se refleja en el patrón de votación en las elecciones: en las grandes ciudades, donde vive la mayoría de la clase obrera, el incremento del voto del KKE se ha mostrado anémico. En la región del Ática, el partido obtuvo 3.000 votos más que en 2009, mientras que en el municipio de Atenas y Salónica perdió un centenar de votos.
Si el KKE adoptara un programa marxista genuino, se disociara del estalinismo y sus políticas destructivas y adoptara la política de Lenin de un frente único del movimiento obrero, su influencia se incrementaría mucho más rápido, ganando a las masas para el socialismo.

Los resultados de SYRIZA

Estos resultados revelan su estancamiento y pérdida de apoyo: a nivel nacional, su porcentaje es de 4,5%, pero su número absoluto de votos ha disminuido significativamente.
En la región del Ática, SYRIZA apoyó a dos candidatos, pero ninguno de ellos logró un resultado satisfactorio para la izquierda. Diferentes organizaciones de entre las que conforman el frente SYRIZA han apoyado a candidatos distintos y esto creó una imagen de disolución del frente. Además, estos candidatos les fueron "impuestos" a las bases, ya que no hubo ningún debate previo sobre el programa, y no hubo ningún intento serio de encontrar una solución que pudiera unir al frente. El resultado era bastante previsible: durante este período de intenso ataque capitalista contra los trabajadores, cuando la unidad de clase se convierte en una necesidad absoluta, las bases de SYRIZA quedaron frustradas. Esta imagen de disolución, que no se basaba en ningún tema claramente político, desacreditó a SYRIZA ante los ojos de los trabajadores a escala nacional.
La suma de los votos de ambos candidatos bajó en unos 15.000 en comparación con las elecciones del año pasado. Este fracaso en alcanzar sus propias metas no se puede atribuir al hecho de que en el Ática había otro candidato, apoyado por la antigua ala derecha del Synaspismos (el principal partido que constituye SYRIZA), que abandonó el partido en el congreso del pasado mes de junio.
El primer candidato, A. Mitropoulos, fue elegido por los dirigentes de Synaspismos por considerarlo una persona que podría convertirse en un centro de atracción para las bases del PASOK, debido a su pasado socialdemócrata. Sin embargo, debido a la forma artificial y apresurada en que se forjó esta "alianza", la izquierda de las bases del PASOK prefirió votar por otros candidatos como G. Dimaras (candidato independiente y ex diputado del PASOK, que fue expulsado recientemente del partido) o abstenerse.
Los vínculos entre SYRIZA y las bases del PASOK, que se oponen a las políticas burguesas de su partido, debe forjarse en el movimiento obrero, en los sindicatos, en un contexto de discusión y acción común contra los ataques capitalistas. Desgraciadamente, este no era en absoluto el caso. En realidad, era una caricatura de alianza: una alianza incondicional de los dirigentes del Synaspismos con un grupo de cuadros del PASOK de alto rango, que no tenía ninguna influencia significativa sobre sus propias bases.
El otro candidato, A. Alavanos, era el ex secretario de Synaspismos y recibió el apoyo de algunos grupos pequeños dentro de SYRIZA. Obtuvo 30.000 votos (2%), en lo que era una especie de castigo por su intento obstinado de imponerse como el líder de la izquierda en estas elecciones.
Los resultados de las elecciones demuestran que hay una manera sencilla y clara de ayudar a la clase obrera y la juventud: presentar y defender un programa contra el desempleo y todas las demás pestes capitalistas y tomar la iniciativa de trabajar por la unidad de la izquierda. Este es el camino que debería haber tomado la dirección de SYRIZA.
Así, vemos cómo los resultados de SYRIZA fueron decepcionantes, sobre todo en las grandes ciudades. En el municipio de Atenas, su candidato obtuvo unos 11.000 votos, la mitad de los votos recibidos en las elecciones anteriores. En Salónica, los resultados fueron aún peores. Estos decepcionantes resultados sirven para subrayar los errores de los dirigentes de Synaspismos y SYRIZA. Demuestran la necesidad de un SYRIZA unido, donde las bases determinarán sus políticas, con fuertes raíces en la clase obrera y un programa que puede convencer a las masas de la necesidad de derrocar al capitalismo y luchar por el socialismo.

Los éxitos de los candidatos "independientes"

El alto nivel de votos por obtenidos por candidatos "independientes" también fue una característica sorprendente de los resultados electorales. Cabe destacar que 121 de los 221 candidatos que llegaron a la segunda vuelta, es decir, el 58,3% del total, no eran designados por los partidos. También vale la pena destacar el porcentaje de los "independientes" G. Dimaras en el Ática con el 15,9% y G. Amyras en la ciudad de Atenas con 7,37%.
El éxito de los candidatos "independientes" refleja la confusión política de cientos de miles de votantes que quieren romper con los dos principales partidos que dominan la política griega [PASOK y ND], pero al mismo tiempo, no confían en la política de la "izquierda tradicional"[KKE y Synaspismos].
En la Municipalidad de Atenas, el resultado notable de G. Amyras parece haber venido de un sector de descontentos entre los partidarios del PASOK y también de una capa de votantes de Nueva Democracia, un estrato de la pequeña burguesía, que no se ha politizado a través de la experiencia de participar en organizaciones de masas y mediante la acción colectiva de clase, por lo que tienen como único vínculo con la política a los medios de comunicación burgueses, y que son sensibles al lenguaje apolítico y desclasado de los programas de televisión supuestamente neutrales, que promueven a personas con “glamour”.
Sin embargo, el caso de G. Dimaras en la región de Ática es diferente, a pesar de su aceptación por parte de los medios de comunicación burgueses. Él tiene una larga historia política en el PASOK y DIKKI [o Dimokratiko Koinoniko Kinima, el Movimiento Social Demócrata, que fue fundado en 1995 por Dimitris Tsovolas y varios ex-miembros del PASOK]. El voto relativamente alto que obtuvo este candidato "independiente", que presentó una oposición débil y oscura hacia el gobierno, es en cierta medida una indicación de los inicios del desarrollo de fuertes corrientes de izquierda entre los partidarios del PASOK.

El crecimiento de ANTARSYA

ANTARSYA es la "Cooperación de la Izquierda Anti-Capitalista para la Revolución", que es una coalición de varios grupos pequeños de la izquierda extraparlamentaria, que se creó en 2009. El cambio global hacia la izquierda en el electorado se expresó también en los porcentajes ganados por ANTARSYA. En la región del Ática ANTARSYA ganó 22.000 votos más que en las elecciones nacionales de 2009, superando incluso a la formación de Alekos Alavanos con 2,29%. En la Municipalidad de Atenas subieron del 0,55% al 2,84%, en el municipio de El Pireo de 0,45 a 2,41%, en el Municipio de Salónica de 0,42% a 1,71% y en el Municipio de Patras de 0,52% a 4,48%.
La subida notable de ANTARSYA es un síntoma del creciente estado de ánimo revolucionario, sobre todo entre los jóvenes. Por desgracia, las tácticas políticas sectarias de los sindicatos y “partidos” que componen ANTARSYA desperdician este estado de ánimo mediante la construcción de un "partido revolucionario" experimental en los márgenes de las organizaciones de masas de la clase obrera, conduciendo a un callejón sin salida político.

El éxito de "Chrysi Augi" en Atenas

Es necesario hacer hincapié en los resultados de la organización neo-nazi "Chrysi Augi" (Amanecer Dorado) en el municipio de Atenas, donde ganó 5,26% y 10.000 votos y, en consecuencia, por primera vez obtuvo un concejal. Sin embargo, cabe señalar que a nivel nacional, la influencia de esta organización sigue siendo marginal, ya que sólo se atrevió a presentarse de forma independiente en dos ciudades y dos regiones en todo el país (Peloponeso y en Grecia occidental). Incluso en Salónica, la base principal de la extrema derecha en los últimos años, recibió sólo el 1%, y unos 1.000 votos. En la región del Peloponeso, obtuvo el 1,45% y en el oeste de Grecia el 1,88%.
Este resultado relativamente alto de "Chrysi Augi" en Atenas se centró en los barrios más desfavorecidos en el centro de la ciudad: Plaza de Ática y Victoria donde consiguieron el 14,72% y Plaza de San Panteleimon donde lograron el 12,27%. Estos resultados reflejan las actitudes xenófobas y racistas que se han ido alimentando como consecuencia de la crisis económica, con el generoso apoyo del Estado, volviendo a los elementos pequeño-burgueses y lúmpenes de las ciudades contra los miles de inmigrantes y refugiados que viven en condiciones miserables en los barrios del centro de Atenas.
La burguesía, que es la que tiene realmente la culpa, utilizando el aparato del Estado burgués, está tratando de desviar la atención de los trabajadores y de la pequeña burguesía que se ven arruinados por el empobrecimiento masivo que les espera. Está tratando de dirigir la ira de estas capas contra los inmigrantes que han llegado a Grecia en un intento de escapar de la brutalidad que prevalece en sus propios países. Con este objetivo en mente el grupo "Chrysi Augi" está actuando en coordinación con la Policía y está siendo utilizado como ariete contra los inmigrantes con el fin de alimentar a las capas pequeño burguesas y lúmpenes con veneno nacionalista y racista, y también infectar a los sectores más atrasados de la clase obrera.
A pesar de la aparición de estos neo-nazis en Atenas todavía no se ha extendido al resto de Grecia, sin duda es una señal de advertencia para el movimiento obrero y la juventud, y principalmente para la izquierda. En última instancia, sólo la lucha decidida de la izquierda sobre la base de un plan para derrocar al capitalismo y establecer una economía socialista planificada, puede finalmente resolver los problemas de las masas trabajadoras y así aislar completamente a la extrema derecha racista y a los neo-nazis.
El ascenso de "Chrysi Augi" por la extrema derecha junto con el fortalecimiento del Partido Comunista y ANTARSYA por la izquierda es una expresión característica de la polarización de clases que se desarrolla durante una crisis severa, una polarización de clase que se acentuará en el próximo período con la clase obrera y la juventud tratando de encontrar una solución en las organizaciones obreras de masas tradicionales, los sindicatos y en la "izquierda tradicional", sobre todo porque la dirección del PASOK está llevando a cabo las medidas antiobreras más duras de las últimas décadas.

La unidad de la izquierda: la tarea política más importante
La conclusión política más importante de los resultados de estas elecciones es el enorme potencial político de una izquierda unida. Si SYRIZA, el Partido Comunista, otras fuerzas de la izquierda en general y los miembros y cuadros de la izquierda del PASOK que se oponen al gobierno unieran sus fuerzas en las elecciones, los resultados serían completamente diferentes. La motivación de los trabajadores y los jóvenes para ejercer su derecho al voto sería muy poderosa, y el abstencionismo no constituiría la característica principal de las elecciones con lo que el gobierno no tendría ninguna excusa para permanecer en el poder y continuar con su política antiobrera.
Una Izquierda Unida de este tipo podría haber ganado un gran número de municipios en Grecia, y también varias regiones. La esperanza en estos tiempos de profunda crisis capitalista volvería a hacer su aparición en la psicología de la clase obrera y la juventud. Se podría fortalecer la confianza de los trabajadores, ya que por primera vez en muchos años existiría la sensación de que se les presentaba una solución política viable.
Los resultados electorales hablan por sí mismos. Si tuviéramos una amplia coalición de izquierda en la región de Atenas –incluso excluyendo la dinámica que esto pondría en marcha y la reducción significativa en el nivel de abstención que esto implica– la izquierda partiría con una base de 25,19% (la suma de SYRIZA, el KKE y ANTARSYA) y así pasaría a la segunda vuelta. En el municipio de Atenas también habría obtenido el 22,3%, en el municipio de El Pireo 25,06%, en el Municipio de Salónica el 14,45%, y en el Municipio de Patras partiría de un masivo 42,3%.
Cualquier persona pensante en la izquierda puede ver la magnitud de la pérdida de oportunidades, y cómo el movimiento obrero y la juventud en sus luchas contra la ofensiva del capitalismo podrían haberse visto fortalecidos si la izquierda hubiera logrado arrancarle al gobierno la región más grande de Grecia, los municipios de El Pireo y Patras, y alcanzar importantes cifras de dos dígitos en Atenas y Salónica. Desgraciadamente, los dirigentes de la izquierda se niegan a ver cuáles son sus tareas básicas. La principal responsabilidad de esto recae sobre los hombros de la dirección sectaria del Partido Comunista, que es el mayor obstáculo para la unidad de la izquierda.
No existe hoy mayor obstáculo para la unidad de la izquierda que la actitud de los dirigentes de la propia izquierda. Las diferencias políticas y programáticas de los distintos componentes de la izquierda no es un obstáculo en sí mismo, ya que un acuerdo sobre un conjunto mutuamente aceptable de políticas clave sería suficiente –medidas que tratarían de resolver los problemas más acuciantes de la clase obrera, como la pobreza, el desempleo y el aumento del costo de vida y hacer que los capitalistas paguen por ello–. Esto tendría que basarse en un debate rigurosamente democrático en el seno de la alianza.
Debemos subrayar que con el fin de tener contenido y efectividad, la unidad de la izquierda no debe ser ocasional, con fines electorales únicamente. En su lugar, tenemos que trabajar todos los días en el movimiento de la clase obrera y la juventud, en los sindicatos, las escuelas y barrios, para que el acuerdo electoral sea el reflejo y culminación de la acción de clase conjunta en defensa de las reivindicaciones más básicas de los trabajadores.
El fracaso de las dos facciones separadas de SYRIZA en la región de Atenas en obtener un apoyo importante, las dolorosas consecuencias de la abstención de los votantes de izquierda que resultó de la fragmentación de los partidos de izquierda, y la realización del enorme potencial para la unidad de la izquierda en las batallas políticas importantes, debe conducir a la creación de una fuerte corriente en la base de los partidos de izquierda tradicionales que empuje a los dirigentes a tomar finalmente el camino de la unidad.
Les corresponde a los líderes de Synaspismos y SYRIZA, junto con el Partido Comunista, vinculándose al ala izquierda del PASOK, que inevitablemente se va a desarrollar en el futuro inmediato, unirse y mostrar a todos los que están decepcionados y que se sienten traicionados por la dirección del PASOK que hay una manera de salir de esta crisis. Esa alternativa debe basarse en la unificación de todas las luchas en torno a la idea de una solución socialista, un gobierno de izquierda que habrá de nacionalizar los bancos y los sectores fundamentales de la economía. Esta es la única manera.

[Posdata:]
En la segunda vuelta de las recientes elecciones municipales y regionales el nivel de abstención fue aún mayor que en la primera. En Atenas, ¡el 67% del electorado no votó! También hubo un importante voto de los trabajadores contra los candidatos de derecha. Por primera vez en 28 años los candidatos a alcalde de Nueva Democracia no lograron ganar en Atenas y Salónica, donde fueron sustituidos por dos candidatos

Marxistiki Foni

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