lunes, diciembre 21, 2015

Aunque gana el PP, se hunde el bipartidismo y Podemos obtiene un gran resultado



El Partido Popular gana las elecciones generales con el 28.7 % de los votos y 123 diputados, seguido del PSOE, con el 22.2 % y 90 diputados, según el escrutinio al 99,1 % por ciento. Podemos obtiene un gran resultado, con 69 diputados (20.6 %), como expresión del descontento social con los partidos del ajuste (PP-PSOE).

En 2011 la suma del PP y PSOE daba 296 diputados, con el 73,3% de los votos. En 2015, el PP y PSOE suman 231 diputados, con el 50,7% de los votos. La antidemocrática ley electoral distorsiona su caída real, que es mayor que lo que expresa el número de escaños que conservan.
Podemos, un nuevo partido reformista creado hace dos años, que se presenta por primera vez en elecciones generales, obtuvo el 20% de los votos, logrando 69 diputados. En Catalunya y el País Vasco, Podemos quedó primero y segundo en importantes comunidades como Madrid, Galicia y Valencia.
Una votación que expresó gran parte del descontento social con el PP-PSOE, los partidos que vienen aplicando el ajuste desde el comienzo de la crisis. A pesar del pronunciado “giro al centro” por parte de Podemos en los últimos meses, el resultado electoral marca una izquierdización del electorado.
Los resultados apuntan a un Parlamento muy fragmentado, para un Congreso en el que la mayoría absoluta está fijada en 176 escaños. Ningún partido logra mayorías propias.
Ciudadanos, el partido emergente liberal, obtuvo 13,93%, con 40 diputados. Por detrás quedarían los dos partidos nacionalistas catalanes, ERC y DIL, con nueve y ocho escaños, y los nacionalistas vascos del PNV, con seis.
Con estos resultados habría dificultades para generar una mayoría con la que formar gobierno, porque serían necesarios más de dos partidos para alcanzar la mayoría absoluta. Esa hipótesis de mayoría sólo la lograrían los dos partidos tradicionales, PP y PSOE, una “gran coalición” muy poco previsible y que nunca se ha dado en la política española.
Socialistas y populares se han alternado en el poder desde 1982, un modelo bipartidista ahora cuestionado por la emergencia de Podemos, desde el flanco izquierdo, y Ciudadanos, como una nueva derecha moderna.
La gran pregunta es ¿cuáles serán los pactos para formar gobierno? Si estos son los resultados, nada está asegurado. La suma del PP y la pobre elección de Ciudadanos, en el flanco derecho, no alcanza por si sola para alcanzar la mayoría absoluta, quedándose con el mejor pronóstico a dieciséis escaños de ella.
De ser así, necesitarían el apoyo de otro grupo para formar gobierno. ¿Podría venir el apoyo desde el PNV (Partido Nacionalista Vasco), que ha apoyado al PP en otros momentos del pasado? Nada fácil, dado que el otro compañero de viaje esta vez sería Ciudadanos, que ha hecho bandera de negarse a pactar con fuerzas nacionalistas y además tiene en su programa nada menos que acabar con el concierto vasco.
O, en cambio, ¿podrá vislumbrarse un “pacto de izquierdas” entre el PSOE, Podemos e Izquierda Unida? ¿Con quién como presidente? ¿Pedro Sánchez del PSOE o Pablo Iglesias de Podemos? En este caso, los votos de los diputados independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) -entre 9 y 11 escaños- pueden ser claves para definir un pacto de gobierno. Aunque esta también es una posibilidad muy complicada. El PSOE es un abierto enemigo de una demanda fundamental para ERC, el referéndum catalán.
El próximo 13 de enero se constituyen las cámaras (diputados y senadores) y se realiza la primera votación, donde se necesita mayoría absoluta para investir presidente y que éste forme después gobierno. Si esta fracasa, como se pronostica, los partidos tienen dos meses de plazo para elegir a un nuevo presidente, que podrá ser elegido con mayoría simple.
Mientras sigue creciendo la incertidumbre política, lo que es un hecho seguro es que el bipartidismo español, vigente desde la Transición, ha llegado a su fin y se inicia un nuevo ciclo político cuyo carácter aún no está claro.

Izquierda Diario

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