El protagonista de “Crimen Ferpecto” y numerosas series y films españoles podría ir preso por una publicación en su Facebook.
El actor Willy Toledo (Crimen Ferpecto, 27: El club de los malditos…) dio hoy una conferencia de prensa junto a sus colegas Javier Bardem y Alberto San Juan, en respuesta a la acusación judicial que pesa sobre él “por un presunto delito contra los sentimientos religiosos” (RT, 22/5) por una publicación de Facebook.
A mediados del año pasado, Toledo se había solidarizado con tres activistas feministas que, frente al despido de una trabajadora de autobuses en un acto de discriminación laboral de género, realizaron una protesta en la que parodiaban una procesión religiosa portando una reproducción gigante de una vagina. Al enterarse del juzgamiento de las mismas también por supuestas ofensas religiosas, Toledo publicó en la red social: “Yo me cago en dios, y me sobra mierda pa cagarme en el dogma de 'la santidad y virginidad de la Virgen María’”.
A partir de allí comenzó la persecución contra Toledo, quien se negó a comparecer el 18 de abril al juzgado de Madrid y ha reafirmado su negativa a hacerlo ya que “no he cometido ningún delito y, por lo tanto, no hay ninguna necesidad de que yo comparezca ante un juez para declarar sobre mis sentimientos religiosos, mi ideología, mi manera de pensar, mi sexualidad”. Y señaló que “por supuesto, que sería capaz de ir a prisión por defender mis ideas” (ídem).
En la conferencia, realizada en una iglesia de Madrid que se solidarizó con Toledo pese a la desautorización del arzobispado local, Javier Bardem señaló que acompañaba a su colega en defensa de la libertad de expresión, marcando que “el hecho de condenar una expresión de una opinión (…) que eso se pueda penar con cárcel es un retroceso que nos lleva a la época del franquismo” (Europa Press, 22/5).
Lo cierto es que las avanzadas judiciales por delito de opinión son moneda corriente en el actual Estado Español, heredero del franquismo. El rapero Valtonyc –con quien Toledo se solidarizó en la conferencia- fue recientemente condenado a la pena de tres años y medio de prisión por cantar contra la monarquía, el presidente Mariano Rajoy y grupos fascistas -; mientras que el cantante Pablo Hasél ha recurrido un fallo contra él en la misma dirección, que implicaría dos años de cárcel y una multa de 24.300 euros. En noviembre del año pasado, el tuitero Alfredo Remírez se convirtió en el primero de 76 detenidos por comentarios en redes sociales en ir a prisión, con el cargo de “enaltecimiento del terrorismo” por un tuit del 2005 en el que se refería a miembros de ETA.
Prensa Obrera
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