Parecería que la política de Gran Bretaña, impedir que en el continente europeo se consolide una alianza entre sus grandes potencias, se está yendo a la punta de un cuerno gracias a las brutales imposiciones comerciales y económicas de EEUU a las empresas involucradas en los proyectos Nord Stream 2 y Turkish Stream.
Londres tuvo éxito al lograr que Napoleón hiciera la guerra a Rusia en 1812, que Prusia invadiera Francia y la derrotara en la guerra franco prusiana de 1870, que Rusia y Alemania se enfrentaran durante la Primera Guerra Mundial, que Hitler consolidara la mayor coalición militar de Europa para invadir Rusia el 22 de junio de 1941 y al impulsar la formación de la OTAN hace 70 años.
Todo esto buscaba enemistar a Europa Occidental con Rusia, pero estos ‘logros’ se hicieron chichirimico gracias al Presidente Trump cuando aprobó imponer sanciones al proyecto Nord Stream 2 (actualmente terminado en un 93,5%), que está impulsado por empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y Países Bajos. Jens Müller, portavoz del consorcio Nord Stream 2 AG, anunció que “la finalización del proyecto es de suma importancia para la seguridad de los suministros energéticos a Europa. Procuraremos, junto con otras empresas implicadas en el proyecto, completarlo con la máxima brevedad posible” (hasta la fecha se ha tendido unos 2.300 kilómetros de tuberías y falta por tender unos 160 kilómetros). El gasoducto prevé transportar anualmente unos 55 mil millones de metros cúbicos de gas natural desde Rusia hasta Alemania por el fondo del mar Báltico, abaratará el costo del gas en Europa y fortalecerá la cooperación entre Rusia y la UE.
Trump también impuso sanciones al proyecto Turkish Stream, cuyos dos ramales tienen una capacidad de 31,5 mil millones de metros cúbicos de gas por año y van desde Rusia a Turquía por el fondo del Mar Negro. Un ramal está destinado a suministrar combustible a los consumidores turcos y el otro, a abastecer con 63 mil millones de metros cúbicos de gas a Serbia, Hungría y Austria, a través de Bulgaria. Este proyecto es impulsado por Rusia y Turquía y está previsto que la inauguración tenga lugar el 8 de enero en Estambul.
El jefe del comité de las fuerzas armadas y fuerzas estratégicas de EEUU, Jim Cooper, afirmó: “Hago un llamamiento a mis colegas para que apoyen el proyecto del presupuesto de defensa, pues somos un país que está en guerra. Nos encontramos en aguas hirvientes con los extremistas del mundo y en guerra fría con nuestros concurrentes Rusia-China y los estados que no aceptan las normas internacionales”.
El 17 de diciembre de 2019, ambas cámaras del Congreso de EEUU aprobaron el Presupuesto Militar, dentro del cual está Ley de Autorización de Defensa Nacional de 2020. El Presidente Trump la firmó el 20 de diciembre. Ambas cámaras del Congreso de EEUU acordaron boicotear los gasoductos Nord Stream 2 y Turkish Stream, imponiéndoles sanciones. Usan el gas como arma, pues parte del presupuesto militar de EEUU servirá para sancionar a las 350 empresas contratistas que participan en la construcción del Nord Stream 2. Según la ley, Washington les puede negar el visado a los ejecutivos que sean socios de la empresa rusa Gazprom, que no podrán trabajar en EEUU y las propiedades, los activos, las transacciones y los intereses de sus empresas serán congelados.
Según el Departamento del Tesoro de EEUU, la Ley de Autorización de Defensa Nacional exige a las empresas que construyen esos gasoductos que, luego de la firma del presidente, “las partes involucradas que han vendido, arrendado o proporcionado a sabiendas embarcaciones que se dedican a la instalación de tuberías a una profundidad de 100 pies o más por debajo del nivel del mar, para la construcción de Nord Stream 2 o Turk Stream, deben garantizar que dichas embarcaciones cesen inmediatamente las actividades relacionadas con la construcción”.
Allseas, la empresa suiza encargada del tendido del Nord Strem 2, anunció que suspendía sus labores. “Mientras tanto actuará en conformidad con las disposiciones de la legislación y esperará orientación que incluya las aclaraciones normativas, técnicas y ambientales necesarias de la autoridad estadounidense pertinente”. Previamente, los senadores republicanos Ted Cruz y Ron Johnson le habían enviado una carta advirtiéndole del riesgo de aprobarse las sanciones. Le indicaban que entendían que Rusia les pagaba un monto significativo de dinero por finalizar la construcción del gasoducto, pero si la empresa continuaba participando en el proyecto, después de que el Presidente Trump firmaba la ley, ésta será expuesta “a sanciones económicas y legislativas potencialmente fatales y demoledoras”, que podrían devastar a la compañía.
Tanta arbitrariedad dejó perpleja a Europa. La Asociación Europea de Negocios exige que la UE defina su política energética por sí misma. Comprende que este bodrio, dictado a nombre de su seguridad energética, es de carácter desleal y contradice las normas del comercio internacional y su real objetivo es que en el negocio del gas de EEUU obtenga ventajas competitivas.
La Asociación de Empresas Europeas condena las sanciones de EEUU: “Los miembros de la asociación insisten en que la implementación de la política energética y de seguridad europea es una prerrogativa exclusiva de la UE y sus miembros, por lo que las sanciones estadounidenses pueden considerarse una interferencia ilegítima en los asuntos del empresariado europeo… Aboga por una cooperación equitativa en el comercio internacional, excluyendo el uso de sanciones extraterritoriales unilaterales, que pueden considerarse un instrumento de competencia desleal”.
El gobierno alemán lamentó la entrada en vigor de las sanciones de EEUU contra los proyectos Nord Stream 2 y Turks Stream. Ulrike Demmer , la portavoz adjunta del gobierno, rechazó “las sanciones extraterritoriales dirigidas contra empresas alemanas y europeas… Las estudiaremos en detalle, evaluaremos el impacto del proyecto, tras lo cual decidiremos sobre las acciones sucesivas”.
Para Olaf Schultz, Ministro de Finanzas de Alemania, EEUU emplea métodos de chantaje. “Son una seria intervención en los asuntos internos y en la soberanía de Alemania y Europa, que rechazamos decisivamente, más aún, cosas semejantes no se acostumbra entre amigos”. Es que con amigos así para qué enemigos.
Heiko Maas, Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, sostuvo: “Nuestra política energética se decide en Europa y no en Estados Unidos. La intervención desde afuera y las sanciones de carácter extraterritorial nosotros por principio las rechazamos”. La Canciller de Alemania, Angela Merkel, criticó las sanciones estadounidenses, ve este acto como inamistoso.
Se trata de que EEUU busca incrementar las exportaciones de su gas licuado a la UE, que no lo necesita por ser mucho más caro. Por esa razón, Oliver Hermes, jefe de la Asociación Empresarial Alemana para el Este de Europa, declaró: “Las sanciones contra el proyecto Nord Stream 2 de la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU son una estocada contra la soberanía europea, una injerencia inadmisible en la política energética autónoma de Europa y pisotean su soberanía… Europa debe rechazar con decisión cualquier intento de EEUU de promover la venta de su gas natural licuado usando métodos deshonestos”.
Alexander Neu, diputado del Parlamento alemán y miembro del partido Die Linke, afirmó que “si EEUU impone sanciones contra las empresas alemanas o suizas que participan en el tendido de las tuberías en el mar Báltico, la Unión Europea o Alemania tendrán que aplicar sanciones de respuesta que afecten a las importaciones o a los artículos estadounidenses”.
El importante rotativo Bild escribe: “El gobierno alemán hasta lo último hizo intentos por detener la puesta en vigor de las sanciones estadounidenses, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania envió un mensaje a EEUU indicando que Rusia y Ucrania se pusieron de acuerdo sobre el transito de gas a partir del 1 de enero de 2020, pero incluso estos argumentos no sirvieron de nada”.
Stef Blok, Ministro de Relaciones Exteriores de Holanda, dijo: “ Países Bajos no pueden depender de ningún país en el suministro de energía. A EEUU le gusta suministrar gas natural licuado, Rotterdam dispone de una terminal grande para recibirlo… Pero descartamos la situación en que algún país nos diga de dónde deben provenir nuestros agentes energéticos ”. Y así, los sentimientos europeos contra esta tramoya crecen sin fin.
Parece que EEUU llegó tarde al andén, porque el proyecto está al borde de ser terminado y sus sanciones no lo pueden detener. El Primer Ministro de Rusia, Dmitri Medviedev, expresó: “Todos entienden que lo terminaremos de construir, eso es indudable… No pasa nada si se necesitan unos meses más para terminar. No será ninguna catástrofe y máxime que ya alcanzamos con los ucranianos un acuerdo sobre el tránsito de gas”. Serguei Lavrov, Canciller de Rusia, indicó que EEUU “demostró una vez más que su diplomacia se reduce principalmente a la intimidación por diversos métodos: sanciones, ultimátums, amenazas… Al comenzar a imponer sanciones contra sus propios aliados, EEUU cruza una línea histórica en la política exterior. No menos evidente es el deseo de imponer a Europa el gas licuado estadounidense, que es más caro que los suministros procedentes de gasoductos de Rusia… busca desacelerar el desarrollo de la economía europea y socavar su capacidad de competir con EEUU en los mercados mundiales”. María Zajárova, portavoz de la Cancillería de Rusia, se burló en Facebook: “¡Una nación con 22 billones de dólares de deuda pública prohíbe a otras, solventes, desarrollar el sector real de la economía! La ideología estadounidense de vivir a crédito ha sido incapaz de aguantar la competencia global, como evidencian regularmente las órdenes de arresto económicas del Departamento del Tesoro”.
Mientras tanto, en la cumbre de Kuala Lumpur, Turquía, Catar, Malasia e Irán plantean crear un sistema de pagos invulnerable a las sanciones de Estados Unidos. Mahathir Mohamad, Primer Ministro de Malasia, dijo: “Dado que el mundo es testigo de que algunas naciones toman decisiones unilaterales para imponer medidas punitivas, Malasia y otras naciones deben siempre tener en cuenta que pueden imponerse contra cualquiera de nosotros”.
Presidente Trump, más claro no canta un gallo, así es que su brutal imposición no sólo es criminal sino también, suicida. ¡Hágase conocer por su sindérisis!
Rodolfo Bueno
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