Cuando la escalada de contagios y de víctimas conmueve al país, el Frente de Izquierda Unidad realizará su acto del 1º de Mayo en forma virtual. El acto va a desarrollar las posiciones de la izquierda frente al cuadro explosivo de crisis social y sanitaria. Hablarán por el Partido Obrero Gabriel Solano, Romina Del Plá (secretaria general del Suteba La Matanza), Alejandro Crespo (secretario general del Sutna) y Eduardo Belliboni (Polo Obrero). Estarán los referentes de las luchas más importantes de la etapa, que vienen creciendo en rechazo al ajuste en curso.
El acto va a colocar en debate, en primer lugar, un programa frente a la pandemia. El Frente de Izquierda viene denunciando la exportación masiva por parte de la Argentina del principio activo de la vacuna de AstraZeneca, que se produce en la planta del empresario Hugo Sigman en Garín. La empresa incumple las entregas pactadas con Argentina, incluso cuando el país ya pagó por las dosis. Argentina, por otro lado, envasa la vacuna Sputnik a partir del convenio con Richmond. O sea, que el país tiene la capacidad técnica de envasar la vacuna tanto en institutos públicos como en laboratorios privados. Pero no avanza en la producción y envasado local para respetar los contratos internacionales (incumplidos) que aseguran las ganancias de las empresas farmacéuticas.
Esto ocurre mientras las huelgas docentes y los reclamos en todos los gremios esenciales plantean masivamente el acceso a la vacunación, que el gobierno, que defiende la presencialidad escolar en gran parte del país y la continuidad laboral sin protocolos adecuados en el transporte ni los lugares de trabajo, no asegura.
Junto a diferentes sectores de médicos y científicos, el FIT U viene levantando el planteo de la intervención del laboratorio de Sigman y el envasado local. Esta posición anticapitalista va de la mano del reclamo del desconocimiento de los derechos de patente, que aseguran las ganancias de los laboratorios manteniendo el monopolio de la producción de vacunas, incluso cuando las mismas han sido financiadas con fondos públicos.
Es notorio que la campaña del FIT U contraste con la extensa demagogia en ese terreno, dado que inclusive Macri se pronunció por la liberación de las patentes, pero como súplica a los monopolios farmacéuticos, no como acción política que impongan los Estados y muchos menos las masas; sin embargo, las fuerzas políticas patronales no tienen ninguna capacidad ni disposición de llevar adelante un planteo que afecte sus negociados con los laboratorios. En el caso de Fernández, ha entregado altos cargos del Ministerio de Salud a empleadas de Sigman.
La defensa de los negociados de la salud va, por supuesto, mucho más allá de la vacuna. Por eso, mientras se agotan las camas en terapia, el Estado no tiene un control centralizado de las mismas. La medicina privada sigue teniendo poder de decisión, que se vuelca a garantizar los negociados propios sobre la salud de la población. O se cierran clínicas que tienen camas de terapia intensiva, como vienen denunciando los trabajadores de la Clínica San Andrés, ocupada por sus trabajadores. La venta de oxígeno privada, que escasea y sube de precio, ahoga a las clínicas del Gran Buenos Aires. El Estado recorta los salarios de los trabajadores de la salud, con aumentos por debajo de la inflación en plena pandemia. Nunca fue mejor dicha la vieja frase de Marx de que los capitalistas venderán la soga en la que serán ahorcados.
Estos ejemplos muestran el valor de los planteos del Frente de Izquierda Unidad: frente a una pandemia que nos conduce a una catástrofe social y sanitaria, una salida de fondo solamente puede lograrse afectando las ganancias del capital, para lo cual es necesario quebrar su poder de clase. Esto lleva a un choque directo con los Estados, que actúan, especialmente en la pandemia, como garantes del lucro y el orden social capitalista.
Por eso planteamos que solamente los trabajadores podemos dar una salida a esta crisis. La pandemia ha exacerbado todos los choques imperialistas, en una carrera de rescate al capital, mientras se condena al hambre y la miseria creciente a las masas, en todo el mundo. Las fuerzas políticas del capital están asociadas inevitablemente a este rumbo. Las campañas y los planteamientos del FIT U en este Primero de Mayo tienen un contenido internacionalista.
Contra el régimen del hambre
Lo que vale para la cuestión de la vacuna vale, más aún, para enfrentar la crisis social. Venimos de una muestra contundente de los consensos del régimen en torno a liquidar los ingresos de los trabajadores. El gobierno, las cámaras empresarias y la burocracia sindical de la CGT y las CTA’s se juntaron para establecer un salario mínimo de 29.000 pesos ¡en febrero de 2022! O sea, mantienen el salario mínimo en la tercera parte de la canasta básica que marca la línea de pobreza.
La CGT y las CTA’s firman sin mandato, porque los trabajadores, donde se abre un canal para la lucha, cuestionan ampliamente estos montos de miseria.
Es lo que ocurre, por ejemplo, con la histórica huelga de la salud de Neuquén. Mientras tanto, la inflación aumenta, se produce un principio de corrida bancaria, o los capitalistas del agro juntan la plata en pala por el aumento de las materias primas en el mercado internacional. Y el Banco Central pone $100.000 millones ¡mensuales! en pago de intereses de Leliqs y pases a la banca, mientras las “ayudas” de pandemia tienen presupuestados $15.000 millones. El FMI sigue cobrando, mientras se negocian las condiciones leoninas de una refinanciación buscada por el gobierno y la oposición.
El peronismo y la burocracia sindical son así una pata fundamental del régimen del hambre y la miseria, como lo son los Macri y todo el arco patronal que lucra con salarios hundidos a nivel récord, con trabajo en negro generalizado y trabajo esclavo ampliamente difundido.
Este cuadro realza la necesidad de poner en pie una oposición, desde la izquierda, a todo este régimen. Porque no hay salida para el país mientras continúe el saqueo de la deuda externa, usuraria y fraudulenta, mientras no se discuta la nacionalización de la banca, que es la vía privilegiada de la fuga de capitales por parte de la clase capitalista; mientras no se plantee un impuesto extraordinario real a las grandes rentas y fortunas, en lugar del mísero “aporte solidario” votado por el gobierno, pero que los multimillonarios aspiran a no pagar amparados en fallos judiciales.
Estos planteos son la base de una reorganización del país para resolver los grandes problemas de los trabajadores: el control obrero y popular de las medidas para enfrentar la pandemia, un salario igual a la canasta familiar, el 82% móvil para los trabajadores, la asistencia extraordinaria de $40.000 por mes para los desocupados, la puesta en funcionamiento, bajo control de sus trabajadores, de todo establecimiento laboral que cierre o despida. El acto de la izquierda va a levantar una tribuna para desarrollar y explicar estos planteos.
Con todas las luchas obreras
El acto del FIT U contará con la participación destacada de los referentes de las luchas más importantes que se vienen desarrollando, del movimiento obrero combativo que ha arrancado sindicatos y seccionales de la burocracia sindical y del movimiento piquetero, que viene organizando los barrios contra el hambre.
Las luchas, en ascenso, muestran la disposición a enfrentar el ajuste, los despidos y la miseria salarial, contra la burocracia sindical que viene pactando y entregando cada reclamo. Por eso, se expresarán en el acto del FIT U los trabajadores de la salud de Neuquén, que vienen de desarrollar una lucha ejemplar con la huelga general y los piquetes para quebrar los topes salariales de miseria pactados por el MPN y ATE–UPCN. Estará Alejandro Crespo, del Sutna (el sindicato del neumático), con el antecedente de arrancar una paritaria del 54% de aumento, que rompe los topes del gobierno y la burocracia. Hablarán también los compañeros del citrus de Tucumán y los vitivinícolas de Mendoza, en lucha ambos contra la superexplotación patronal en el campo. O la Clínica San Andrés, que viene enfrentando el intento de cierre criminal de un establecimiento que cuenta con camas de terapia intensiva de atención de Covid, que faltan en todo el Amba, en medio de la pandemia. Por supuesto, estarán también las compañeras de Andalgalá, perseguidas por el Estado que actúa como gendarme de las mineras. O los compañeros que vienen enfrentando los despidos y el ajuste en el Puerto de Buenos Aires.
Estas luchas obreras estuvieron representadas en el acto del Plenario del Sindicalismo combativo junto a la unidad piquetera en el Ministerio de Trabajo, denunciando la truchada del Consejo del Salario Mínimo. El acto, que levantó el reclamo de un salario mínimo de $60.000, fue una expresión de frente único del movimiento obrero y piquetero que lucha contra por el salario, contra el hambre y por todos los reclamos de los trabajadores. La izquierda tiene la tarea de impulsar y desarrollar a fondo estas luchas, apoyando a fondo al movimiento obrero combativo y sus organizaciones. No hay mejor intervención obrera y socialista en este período preelectoral que una izquierda que sea la gran protagonista en la lucha de clases de los trabajadores, con el método del frente único de clase, despojada del veneno del faccionalismo y la autoproclamación. Porque solo con una irrupción de los trabajadores, motorizada por sus reivindicaciones, se abren las condiciones para quebrar el pacto social de ajuste del gobierno y poner en agenda a una salida obrera frente a la crisis económica, social y sanitaria.
Adelante compañeros y compañeras, por un masivo acto el Primero de Mayo, por una salida de los trabajadores frente a la bancarrota social y sanitaria del capital.
Juan García
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