Comunicado del Frente de Liberación Nacional de Iraq
Ibrahim Obeid & Husayn Al-Kurdi
Al-Moharer
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Ven y quédate esta noche en Faluya,
y sentirás el estrépito de las explosiones
como olas en un mar tormentoso
Ven y mira al enemigo
posado tembloroso,
como pájaros que esperan
el arma de los cazadores
(Poemas de la resistencia, por
Salah Hashem al-Yanabi)
La historia más importante y el secreto mejor guardado en los medios occidentales ha sido, de lejos, el constante desarrollo de la Resistencia frente la ocupación de Iraq dirigida por EEUU. Mientras la atención de los servicios informativos estadounidenses y sus cómplices se ha centrado en la violencia sectaria entre las diversas comunidades étnicas y religiosas, el Partido Socialista Árabe Baaz ha estado uniéndose y cooperando sin cesar con todos aquellos que en Iraq están determinados a comprometerse en la liberación de su país de la ocupación, restableciendo el ejercicio de la autodeterminación y el relanzamiento de su papel en la vanguardia de la lucha árabe contra el Imperialismo y el Sionismo.
La ocupación de Bagdad por las fuerzas estadounidenses y la declaración de “victoria” de Bush en el año 2003 marcaron el comienzo de la resistencia iraquí con el partido Baaz al frente. Saddam Hussein y otros dirigentes del Baaz, tras consultar con el pueblo de Bagdad, se dispersaron por todo Iraq y emprendieron una larga guerra de liberación nacional de resistencia frente a los ocupantes. Rechazaron permanecer concentrados en Bagdad para salvar a la ciudad de la destrucción y para impulsar una transición adecuada a la forma de lucha del pueblo bajo ocupación, la guerrilla.
Mientras EEUU patrocinaba a los exiliados para que se convirtieran en escuadrones de la muerte contra el pueblo iraquí, contra todos aquellos que apoyaban al Baaz o se oponían a la ocupación, el Baaz y sus aliados y socios actuaban atacando militarmente al enemigo, incluidos sus hombres de paja y títeres, evitando escrupulosamente causar daño a gente inocente y promoviendo la unidad entre todos los iraquíes, cualquiera que fuera su origen político, étnico y religioso, que estuvieran interesados en liberar y defender su nación.
A pesar de repetidos intentos de cooptar, desacreditar y dividir el Baaz, hay que destacar que ningún dirigente baazista ha podido ser inducido a traicionar los principios de su partido de promover la unidad árabe, de esforzarse en liberar las tierras árabes de los ocupantes estadounidenses y del estado judío y de construir una sociedad socialista que trabaje por el bienestar de las clases populares.
Saddam Hussein surgió como el más firme líder, mártir y padre fundador del Iraq moderno, un incondicional de la causa árabe y un campeón del Islam en la tradición de Salah-al-Din Al-Ayyubi, el legendario “Saladino” que expulsó a los Cruzados de Jerusalén y sofocó sus intentos de ocupar Palestina y subyugar a las fuerzas del Islam. Las actividades de Saddam y su ejemplo han contribuido enormemente al resurgimiento del Baaz en el corazón y mente de la Resistencia en Iraq, aunque este hecho permanece como un secreto celosamente guardado en Estados Unidos y en Occidente. Incluso los izquierdistas y los supuestos círculos “progresistas” que en el pasado apoyaron nominalmente a movimientos de liberación nacional como los de Vietnam, no han manifestado expresiones similares de solidaridad con su homólogo iraquí. Muy al contrario, han proclamado que el Baaz “murió con Saddam” y que la Resistencia ha sido aplastada y, en su campo de visión, sólo queda la “guerra civil” vendida por los medios. Sencillamente, la Resistencia no existe para ellos. Afortunadamente, no sólo existe sino que en el momento actual está creciendo ferozmente por todo el país.
El hombre de paja iraquí Muwafaq al-Rubaie, “Consejero de Seguridad Nacional”, confirmó en su reciente visita a Washington que “Saddam ha plantado un virus incurable” en las mentes de los iraquíes. Ese “virus” es la no aceptación de la ocupación y el rechazo de su gobierno-títere. Sin siquiera respirar, al-Rubaie afirmó que él y sus asociados han “elegido de una vez por todas a su aliado estratégico y que ese aliado son los Estados Unidos de América”.
Un acontecimiento fundamental ha tenido lugar durante el pasado mes de septiembre cuando 22 grupos de la Resistencia iraquí se reunieron en una zona liberada de Bagdad. El Congreso resolvió unir a todos los grupos allí presentes con el objetivo esencial de lograr la liberación total de Iraq, por mucho tiempo que pueda llevar. El Congreso decidió también que todos los grupos pertenecientes al Frente Unificado de la Resistencia estarían abiertos a otros grupos o combatientes que desearan unirse a ellos. Se creó un Mando Supremo de la Yihad y de la Lucha por la Liberación e Izzat Ibrahim al-Duri, secretario general del Baaz y Presidente de Iraq, fue elegido Comandante Supremo del Frente.
El Mando Supremo celebró entonces su propia reunión durante la cual se creó un Estado Mayor. El Teniente General Amir Muhammad Amin fue nombrado Comandante Supremo Adjunto para Asuntos Militares, mientras que el Sheij Ali Abdallah al-Ubaydi fue elegido para dirigir un Cuerpo Consultivo Religioso. Se formó una Junta de Seguridad Nacional encabezada por el General Jalid Sulayman Jalaf. Se creó también una Junta para Asuntos Financieros y Administrativos bajo el mando del Teniente General Muhammad Salih Alwan y se estableció un Departamento de Movilización e Información, al mando del General Salah-ad-Din Ahmad. El Dr. Kan’an Amin fue elegido portavoz oficial para la Yihad y el Mando por la Liberación.
El Mando Supremo declaró que la Yihad y el Mando por la Liberación se sustentan sobre unos “principio sagrados” que no podrán ser violados y que ningún partido está autorizado a entrar en negociaciones con el enemigo estadounidense si no es a partir de esos principios. Las condiciones previas para las negociaciones con las fuerzas ocupantes aparecen claramente explicadas en los siguientes términos:
Reconocer oficialmente a la Resistencia patriótica, con todas las organizaciones patrióticas, nacionalistas árabes y de la resistencia islamista, como la única fuerza representativa legítima de Iraq y de su gran pueblo.
Anunciar oficialmente una retirada incondicional de Iraq, ya sea inmediata o en una serie de rápidas etapas.
Parar todos los asaltos, persecuciones, asesinatos, destrucción, sabotajes, saqueos y expulsiones y retirar las tropas de ocupación de todos los centros de población.
Liberar, sin excepción, a todos los prisioneros y detenidos y compensarles por los daños sufridos.
Restaurar el ejército iraquí y las fuerzas de seguridad nacional, manteniendo las normas y tradiciones que estaban en vigor antes de la invasión estadounidense. Todos ellos deberán ser asimismo compensados por las pérdidas sufridas.
Comprometerse a compensar a Iraq por las pérdidas y daños causados al país por la ocupación.
Anular todas las leyes, decretos y cualquier tipo de legislación emitidos durante la ocupación.
Si el enemigo quiere retirarse de forma que salve su dignidad, deberá sentarse y hablar directamente con la Resistencia para discutir la implementación de los sagrados principios anteriores. De otra forma, la única alternativa es el colapso y la huida.
Después de la preparación de un programa para el cumplimiento de esos principios, tendrán lugar reuniones y un diálogo entre el pueblo de Iraq, a través del gobierno interino, y los estados agresores para volver a formular relaciones oficiales entre ellos sobre la base de la igualdad y la no interferencia en los asuntos internos del otro, del respeto por la independencia, soberanía y autodeterminación.
Una vez que dé comienzo la retirada del enemigo de la patria, las fuerzas de la Resistencia se reunirán para la formación de un consejo nacional (shura) que supervise la fase transitoria y nombre un gobierno de transición para un período de tiempo acordado, a fin de preparar elecciones a la Asamblea Legislativa y que el pueblo pueda elegir libremente a sus propios dirigentes.
Los 22 grupos representados en la reunión incluían a:
1 – El ejército de Naqshabandi
2 - El Mando del Ejército del Naqshabandi
3 – Yaysh al-Sahaba.
4 – Yaish al-Murabitin
5 - Yaysh al-Risala
6 - Yaysh al- Walid
7 - El Mando Unificado de los Muyahedin (Iraq)
8 - Kataeb al-Tahrir
9 - Yaysh al-Mustafa
10 - Yaysh Tahrir Iraq
11 – Saraya al-Shuhada
12 – Yaysh al-Sabirin
13 – Kataeb al-Yihad al-Ard al-Rafyein
14 – Yaysh al-Faris (en la zona kurda de “autogobierno”)
15 – Saraya al-Yihad (Basora)
16 – Saraya al- Faluya al-Yihadiya
17 – El Frente Popular de Liberación Nacional de Iraq
18 – Saraya Altaf al-Husseiniya
19 – Saraya Tahrir al-Yunub
20 – Yaysh Hanin
21 – Saraya Diyala para la Yihad y la Liberación
22 – Saraya Al-Majd para la Liberación de Iraq
Enlace con texto en inglés:
www.al-moharer.net/mohhtm/ebeid_kurdi262.htm
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