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"¡Ustedes que se quedan, sean dignos de nosotros, los 27 que vamos a morir!" - Guy Môquet
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Comunistas y otros militantes de la izquierda francesa protestaron ayer contra el abuso de un joven comunista, 66 años después de que éste fue asesinado por los ocupantes nazi alemanes. El presidente derechista de Francia, Nicolás Sarkozy, había ordenado que se lea en todas las escuelas del país europeo la carta de despedida de Guy Môquet, que tenía 17 años cuando lo fusilaron los alemanes, a sus padres. "Si quise que se lea la carta (...) es porque creo que es esencial explicar a nuestros hijos lo que es un joven francés", afirmó Sarkozy.
Sin embargo, la izquierda francesa denunció un intento de “instrumentalización” de la historia. Como el joven resistente, que había repartido folletos comunistas contra la ocupación nazi, ni se refiere en su carta de despedida al comunismo ni a la resistencia contra Alemania ni a la resistencia contra el régimen colaborador francés de Vichy, Sarkozy lo parece adecuado para despertar el patriotismo y la disposición a sacrificarse por la patria.
El recurrir al patriotismo es una ya conocida medida para desviar la atención pública de las crisis internas como la crisis económica, los recortes sociales y la miseria social en los barrios suburbanos de París y otras grandes ciudades francesas. Por eso, el Partido Comunista Francés criticó la voluntad de Nicolas Sarkozy y de la derecha de “revisar la historia, ocultando el compromiso comunista de Guy Môquet”.
De hecho, Sarkozy ya afirmó varias veces que Francia en su historia "nunca ha cometido crimenes contra la humanidad", callando no sólo la colaboración del régimen de Vichy con los alemanes, sino también las crueldades de las tropas frances en las guerras contra Vietnam y Argelia en los años 40 y 50 del siglo XX. El mismo Guy Môquet fue victima de traídores frances, porque fue entregado a los alemanes por el ministro del Interior del régimen de Vichy, Pierre Pucheu.
Este lunes, estudiantes, profesores y militantes de izquierda manifestaron en París delante del Liceo Carnot, donde estudió Môquet, denunciando una “utilización política” de la historia del joven. El presidente Sarkozy, que debía hacerse presente en el colegio esta mañana, anuló finalmente su visita, oficialmente por motivos de agenda. Otros ministros de su gabinete, que visitaban distintas escuelas en el país, fueron acogidos por silbatinas y críticas por “las leyes racistas” del gobierno, aludiendo al proyecto de restricción de las condiciones de reagrupamiento familiar de inmigrantes y la expulsión de familias indocumentadas con niños escolarizados.
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