lunes, octubre 29, 2007

Se prepara otra traición a los kurdos del norte de Iraq.



Fred Weston

El 17 de octubre el parlamento turco aprobó por una amplia mayoría, 507 votos contra 19, permitir al ejército iniciar una acción militar en el norte de Iraq, en los territorios kurdos. Desde entonces, hemos tenido declaraciones contradictorias procedentes de Turquía, combinadas con frenéticas presiones diplomáticas. Mientras tanto, el ejército tuco continúa acumulando más tropas en su frontera sureste. Este escenario augura que la situación dentro de Iraq será aún más inestable.

La invasión de Iraq patrocinada por EEUU ha demostrado ser un absoluto fracaso. Cuando entraron las tropas norteamericanas, los medios de comunicación anunciaron a bombo y platillo una guerra corta e intensa, que establecería una democracia parlamentaria burguesa "moderna", que llevaría a la estabilidad y prosperidad de toda la región. Pero sólo era eso, una exageración. Hace cuatro años, en noviembre de 2003, escribíamos:

"Lo que ocurre en Iraq es que EEUU y sus aliados comienzan a atascarse. La maquinaria militar norteamericana demostró ser muy buena en la ocupación de Iraq. En términos de guerra convencional tienen un ejército imbatible. Pero ahí no se termina la historia. Una cosa es ganar la guerra, otra es someter a todo un pueblo. La oposición a la presencia de las tropas extranjeras en su país crece entre la población iraquí. La versión oficial es que los ataques son realizados por ‘bolsas" de seguidores de Sadám, se trata de una mentira para calmar la conciencia de la población en casa. Pero cada vez es más difícil vender esta versión con los ‘hechos" que hay. Cada vez es más evidente que el movimiento de resistencia crece y adquiere más confianza". (La pesadilla iraquí. Fred Weston. 18/11/2003).

Desde entonces, una administración norteamericana, cada vez más desesperada, ha intentado encubrir su inutilidad a la hora de controlar Iraq mediante el uso de la carta étnica. Han enfrentado a chiíes con suníes, con la esperanza de ser capaces de "dividir y vender". En lugar de conseguir sus objetivos han empeorado las cosas. Al principio, el imperialismo norteamericano no tenía intención de romper Iraq en líneas étnicas. Querían un Iraq fuerte como aliado del imperialismo USA. En cambio, lo han debilitado y permitido que otros estados aparezcan tan fuertes como potencias regionales, por ejemplo, Irán.

Pero en medio de este caos, había una parte de Iraq que era considerada estable: la región kurda del norte. En la invasión norteamericana de Iraq, los líderes kurdos habían apoyado a EEUU y los habían ayudado con sus tropas. Aunque las tropas estadounidenses no podían controlar el resto del país, al menos si tenían garantizado el norte. Para conseguir esto prometieron a los kurdos una especie de autonomía regional; de hecho, la zona kurda se ha convertido en una región autónoma.

El problema es que EEUU, aunque Bush pudiera pensar que es todopoderoso y que puede decidir el destino de todos los pueblos del mundo, es en realidad muy frágil. Se ha puesto en una situación comprometida y no ayuda el tener un presidente no especialmente inteligente al mando, que ha cometido todos los errores posibles que se puedan imaginar.

Ya en febrero de 2003, en el Manifiesto de In Defence of Marxism sobre la guerra imperialista contra Iraq (escrito por Alan Woods y Ted Grant) avisábamos al pueblo kurdo:

"Debemos dejar claro lo siguiente: es un acto de traición presentar esta guerra de agresión como un medio de conseguir la autodeterminación kurda. Turquía, el principal aliado estadounidense en la región, nunca lo permitirá. La burguesía turca no contempla la idea de unirse a la guerra en aras de la democracia, ¡y menos aún en aras de los kurdos! Ha puesto los ojos en los campos petrolíferos de Kirkuk y Mosul, que también pretenden los kurdos. Ankara ha diseñado un plan en caso de que los kurdos intenten tomar los campos petrolíferos, el ejército turco los invadirá y aplastará, ante la mirada de los estadounidenses".

En aquel momento nos criticaron por adoptar esta postura. Pero el deber de los marxistas es siempre decir la verdad. Apoyamos el derecho de autodeterminación del pueblo kurdo, pero también debemos explicar cómo se consigue, en el mismo artículo explicábamos:

"Defendemos el derecho del pueblo kurdo a tener su propia patria, pero también decimos que sólo es posible a través del derrocamiento revolucionario de los reaccionarios regímenes de Bagdad, Teherán y Ankara. Bajo el capitalismo no puede haber una solución real al problema kurdo. Los kurdos deben unirse con los trabajadores de Turquía, Iraq e Irán para luchar por el poder de los trabajadores y campesinos. Sobre la base de una federación socialista, sería posible conseguir una República Socialista Kurda autónoma, con plenos derechos democráticos y nacionales, incluido el derecho a separarse, si así lo desean.

"Aquellos que defienden que la única forma de conseguir la autodeterminación nacional es apoyando al imperialismo contra Bagdad están engañando a la población. Esta es una política reaccionaria y criminal que llevará a los kurdos y chiítas, una vez más, a un callejón sin salida. Sobre esas bases no hay salida para los kurdos, chiítas y demás pueblos de la región".

Lo que está ocurriendo ahora confirma todo lo que dijimos sobre este tema. El voto mayoritario del parlamento turco permite a su ejército entrar en el norte de Iraq, se trata de una señal clara de que Turquía no permitirá que los kurdos tengan ninguna forma de autonomía, menos aún un estado independiente. Si los kurdos de Iraq consiguieran esto, provocaría un problema serio dentro de Turquía donde vive una gran población kurda. Los animaría a emprender la misma dirección.

Los últimos titulares que ahora se pueden leer son: "La diplomacia aplaza la incursión turca". Condoleezza Rice y Gordon Brown, han intensificado sus presiones para contener al ejército turco, pero mientas, el gobierno turco continúa cumulando tropas en la frontera iraquí. El primer ministro turco, Erdogan, sufre además una enorme presión en casa para que envíe tropas, pero hace ruido para el consumo occidental. Ha declarado que Turquía no tiene planes territoriales en Iraq, es como decir que un león ha perdido su apetito por la carne.

Es una realidad que la invasión turca del norte de Iraq, lejos de ayudar a la estabilización de la zona, exacerbaría las tensiones aún más. A largo plazo, también crearía problemas serios para Turquía. Una cosa es llevar a cabo incursiones esporádicas en Iraq, y otra muy diferente una invasión y ocupación a gran escala. Pero la clase dominante turca en este momento no quiere esta situación.

Hay dos razones que la empujan. Una es su preocupación por la estabilidad de Turquía y que se pondría en riesgo con un Kurdistán iraquí autónomo o independiente. La otra es que Turquía también tiene sus propias ambiciones imperialistas. Ha puesto sus ojos en los campos petrolíferos del norte de Iraq que están dentro de los territorios kurdos. Como resultado de la guerra de Iraq, Turquía se ha fortalecido. Una gran cantidad de hardware militar norteamericano se transporta por Turquía a través de la frontera con Iraq. Turquía también es un aliado clave de la OTAN del imperialismo norteamericano y si sube las apuestas, el imperialismo estadounidense estará obligado a escucharlas.

Deberíamos añadir otro factor igualmente importante: la situación dentro de Turquía. Las condiciones en Turquía preparan una nueva oleada de la lucha de clases. El crecimiento económico estos últimos años ha sido significativo, ha superado el 6 por ciento. Sin embargo, la inflación es elevada, en 2006 fue del 9,8 por ciento. Bajo la presión de la Unión Europea, el FMI y el Banco Mundial, Turquía ha llevado a campo amplias privatizaciones y ataques al Estado del bienestar. El desempleo oficial supera el 10 por ciento y el subempleo se calcula que está en el 4 por ciento. El nivel real de desempleo es probable que sea muy superior y el nivel absoluto de pobreza se puede comprobar en las cifras oficiales, un 20 por ciento de la población vive por debajo de la línea de la pobreza. Además, existe una enorme polarización económica, el 10 por ciento más pobre de la población consume sólo el 2,3 por ciento de la riqueza nacional, mientras que el 10 por ciento más rico consume el 30 por ciento.

En estas condiciones la atención se concentra en la frontera sureste de Turquía, que es una manera muy útil de desviar la atención de los verdaderos problemas sociales que afectan a la sociedad turca.

El ejército turco tampoco debe ser visto como un ejército regular. Ha jugado un papel clave durante décadas en el desarrollo del Estado turco. Durante años, tuvo el control directo del Estado y gobernó a través de dictaduras militares. Su poder, no obstante, no es puramente militar. Poseía directamente, y aún posee en cierto grado, sectores importantes de la economía.

La Unión Europea, en particular, ha estado presionando a Turquía para que cambiara esta situación, sobre todo a través de la privatización, y abriera su economía. Esta situación provocó conflictos dentro del propio Estado turco. Un sector de la burguesía turca quería entrar en la Unión Europea, enumerando todas las ventajas que esta entrada representaría en términos de mercados e inversión.

Pero la Unión Europea, sobre todo franceses y alemanes, han retrasado la admisión de Turquía y todavía puede tardar años. En parte por sus preocupaciones por la inundación de mano de obra turca a los países más desarrollados de la UE, de la misma manera que hemos visto con Polonia, Bulgaria, Rumanía, etc.,

Otra razón para el retraso es que Turquía es vista como un títere del imperialismo norteamericano y, por tanto, es vista como una potencial palanca del imperialismo estadounidense para imponer su política dentro de Europa.

Estas circunstancias han llevado a un sector de la clase dominante turca a sacar la conclusión de que sus intereses están en otra parte, no en Occidente sino en Oriente. El movimiento actual hacia Iraq se corresponde con esta perspectiva. El ejército turco envía un mensaje claro a todos los que lo quieran escuchar: que son una nación poderosa, con una maquinaria militar fuerte, que es una fuerza a tener seriamente en cuenta. Por eso presionaron para que el parlamento aprobara esta medida la semana pasada.

Ahora, en un intento de evitar que Turquía entre en Iraq, el ineficaz primer ministro iraquí Nouri al-Maliki, ha prometido que su gobierno intentaría limitar las "actividades terroristas del PKK (guerrilla kurda que opera en Turquía) que amenazan Iraq y Turquía". Los turcos lo que exigen es que tanto el gobierno iraquí como el ejército norteamericano hagan algo para destruir las bases del PKK en el norte de Iraq. Para intentar impedir la invasión turca el gobierno iraquí ha pedido al PKK que abandone el país.

La pregunta es: ¿Cómo el gobierno iraquí puede controlar la frontera del norte si ni siquiera puede controlar zonas enteras del resto del país? ¿Cómo las tropas norteamericanas van a dedicar fuerzas en el norte cuando están empantanadas en otras zonas? En realidad, el general David Petraeus, el comandante militar de EEUU en Iraq, ha declarado abiertamente que será muy difícil para cualquiera vigilar la frontera del norte del país. Por lo tanto, su única propuesta es "presionar" para que el PKK detenga sus ataques contra el ejército turco.

Dicen que el PKK tiene entre 3.000 y 3.500 guerrilleros en el norte de Iraq, desde aquí han intensificado sus ataques contra el ejército turco. ¿Cómo se supone que sólo con palabras se "presionará" a esta fuerza para que detenga sus operaciones armadas?

Un asesor del gobierno iraquí, Sami al-Askari, ha dicho abiertamente que: "El gobierno regional del Kurdistán no debería permitir que los guerrilleros del PKK se infiltren en Turquía desde el norte de Iraq", pero añadió: "El gobierno iraquí no utilizará su ejército y policía para enfrentarse al ejército turco porque la seguridad en la región es responsabilidad de las fuerzas multinacionales y de los peshmerga".

De este modo, la única manera real de eliminar las bases del PKK sería conseguir que las fuerzas peshmergas kurdas se enfrenten a sus hermanos kurdos. Turquía lo que exige en realidad es que los campamentos del PKK dentro de Iraq se cierren y que sus dirigentes sean detenidos y extraditados a Turquía. Massoud Barzani, el presidente regional del Kurdistán iraquí no siente amor por el PKK, ni por Jalal Talabani, el presidente de Iraq, que también es kurdo. Ellos traicionarían, su pudiera, a los kurdos turcos para defender sus propios intereses personales en la región.

Pero es más fácil decirlo que hacerlo. Los turcos en realidad exigen lo que ellos saben que no se puede cumplir. El ministro de exteriores turco, Alí Babacan, ha dicho que la opción militar sería el "último recurso" y añadió que: "Continuaremos con estos esfuerzos diplomáticos con todas las buenas intenciones para resolver este problema provocado por una organización terrorista". El primer ministro, Erdogan, insistió en el mismo punto ante el primer ministro britanico, Gordon Brown, durante su reciente visita a Gran Bretaña. Dijo que el ejército turco podría utilizar la fuerza en "cualquier momento" si el gobierno iraquí no actuaba.

Todos son palabras diplomáticas destinadas a preparar a la opinión pública ante una posible operación militar turca dentro de Iraq. El asesinato de varios soldados turcos y la desaparición de otros ocho, que podrían haber sido capturados por el PKK, es utilizado por el gobierno turco para justificar su postura. La situación nos recuerda algo a la invasión israelí del Líbano el año pasado. Ahora ya se sabe que el ejército israelí situó a sus propios soldados en una situación de peligro para que fueran secuestrados, y así tuvieron la excusa para entrar en Líbano. Aquí ya hay varios soldados turcos muertos y unos cuantos desaparecidos, es una buena excusa para que el ejército turco entre.

Los marxistas nunca nos basamos en el concepto simplista de "quién empezó". Siempre es posible fabricar una excusa. La cuestión es que Turquía siempre ha tenido aspiraciones imperialistas en la región, el hecho de que el PKK tenga bases en el norte de Iraq es simplemente una excusa para interferir en los asuntos del Kurdistán iraquí. Los kurdos del norte de Iraq de facto han conseguido un elemento de autogobierno regional, aunque todavía son parte de Iraq.

El problema ahora es que existe un serio riesgo de ruptura de Iraq. Si salieran las tropas norteamericanas ahora, Iraq se podría romper en sus partes componentes. Nunca fue un Estado "natural" formado por una población homogénea. Como la mayoría de Estados en la región, sus fronteras fueron dibujadas por los imperialistas cuando ya no fue posible seguir con el dominio colonial directo. Durante un período, sin embargo, existió una verdadera identidad iraquí, ahora todo ha quedado hecho pedazos precisamente por los errores del imperialismo norteamericano.

Si Iraq se rompiera, la región kurda del norte se convertiría en una entidad separada. Turquía nunca permitirá que eso ocurra, como ya explicamos en julio de 2004:

"Turquía ha dejado bastante claro que nunca aceptará la autonomía de los kurdos en el norte de Iraq. La autonomía kurda serviría de impulso a la lucha de los kurdos dentro de la misma Turquía. La administración Bush trata de ganar tiempo intentando complacer tanto a los kurdos iraquíes como al gobierno turco. Pero este doble juego no puede durar para siempre. Al final, la única opción que le quedaría a Washington para evitar una intervención turca sería desarmar a los kurdos, lo que inevitablemente provocaría un enfrentamiento armado". (La guerra de Iraq y el próximo colapso de la monarquía saudí. Greg Oxley y Layla Al Koureychi).

Como el ejército norteamericano no está en posición de conseguir esto por ahora, se abre la perspectiva de que el ejército turco haga su trabajo. En los próximos días veremos hasta dónde está dispuesta a llegar Turquía. Temporalmente podría contenerse, mediante una combinación de presión norteamericana sobre Turquía y medidas dentro del Kurdistán iraquí contra el PKK. El problema es que no hay fuerzas reales que puedan ocuparse seriamente del PKK, eso podría indicar que, finalmente, la situación lleve a una invasión turca del norte de Iraq.

Dentro de Turquía los nacionalistas animan la furia de un sector de la población, organizando mítines, pidiendo el envío de tropas... La otra cara de la moneda son las crecientes protestas dentro del Kurdistán iraquí. La semana pasada miles de kurdos en Iraq protestaron en Irbil y Dahuk contra la decisión del parlamento turco. En algunas de las pancartas se podía leer: "Resistiremos a los turcos". Los kurdos saben muy bien de lo que es capaz el ejército turco, ya asesinó a miles de kurdos en Turquía y destruyó pueblos enteros.

La realidad es que la tropas turcas ya están dentro de Iraq, con el consentimiento del gobierno iraquí. En septiembre, los gobiernos turco e iraquí sellaron un acuerdo que permite al ejército turco cruzar la frontera para perseguir a las guerrillas del PKK. Ahora se trata simplemente de una continuación de un acuerdo de facto de la época de Sadám Hussein que permitía este tipo de operaciones. Los líderes de los kurdos iraquíes también consintieron tácitamente estas operaciones, antes de la invasión de Iraq de 2003.

Cuando se firmó este acuerdo, el ministro de interior iraquí dijo: "Un enemigo del pueblo turco y de la democracia en Turquía es enemigo del pueblo y la democracia iraquíes". Este caballero ignora que no existe una verdadera democracia ni en Turquía ni en Iraq, y en ambos países una parte de la "población" son kurdos.

Incluso Bush ha admitido que las tropas turcas llevan un tiempo ya dentro de Iraq. Pero han sido incursiones limitadas para "perseguir" a las guerrillas del PKK a través de la frontera. Ahora de lo que se trata es de una invasión que posiblemente terminaría con Turquía creando una zona de seguridad dentro de Iraq a lo largo de su frontera, una ocupación de facto de una parte del país. Eso es lo que está exigiendo el ejército turco.

La paciencia del ejército turco se agotará. Ya en 2003 el parlamento turco aprobó dos mociones en las que autorizaba a su ejército a entrar en Iraq. Entonces formaba parte de un ataque general a Iraq, con Turquía tomando la responsabilidad del norte. Sin embargo, lejos de garantizar la estabilidad lo que provocaría sería una revuelta de los kurdos iraquíes. Los estadounidenses han conseguido la colaboración de los dirigentes de los kurdos iraquíes con la promesa de alguna clase de autonomía. ¡Esto será imposible bajo las bayonetas turcas! Aquí vemos a los kurdos utilizados como simples peones de ajedrez.

Si EEUU tiene que elegir entre los kurdos del norte de Iraq y sus aliados turcos, sabemos cuál será su decisión. Traicionarán a los kurdos, como tantas otras veces en el pasado hicieron los imperialistas.

Vemos su actitud claramente en la cuestión del genocidio armenio. Antes de que el parlamento turco votara a favor de las operaciones militares dentro de Iraq, el Congreso de EEUU discutía si reconocer oficialmente los asesinatos de masas de armenios durante la era otomana y considerarlos un genocidio. Parece que existe una mayoría favorable a este hecho, pero bajo presión, muchos congresistas tienen otros pensamientos, ahora parece poco probable que siga adelante la moción, claramente se trata de un intento de calmar al gobierno turco.

Este pequeño incidente demuestra cómo un hombre como Bush ama los "principios", y lo mismo ocurre con toda la clase dominante norteamericana. Todos saben que los armenios fueron masacrados, es uno de los principales crímenes de la historia, perpetrado por las clases dominantes de este mundo. Pero los gobernantes norteamericanos están dispuestos a traicionar al pueblo armenio, como traicionarán a los kurdos, a quienes hasta hace poco llamaba sus "aliados".

Cuando el ejército turco entre en Iraq, EEUU no se interpondrá en su camino. Traicionará a los kurdos como hemos advertido en muchas ocasiones. Han utilizado a los kurdos y los abandonará una vez que ya no sean útiles para sus propósitos.

La nación kurda es una de las más grandes del mundo sin un Estado. Durante décadas y siglos han sido utilizados por una u otra potencia imperial, sin conseguir nada. Los han gaseado, bombardeado y masacrado las diferentes potencias. Esta situación continuará mientras el capitalismo domine la región.

Si el Kurdistán iraquí iniciara un movimiento serio en dirección a la separación, este hecho arrastraría a los kurdos turcos. Los kurdos tienen el derecho a vivir en paz y gobernarse a sí mismos, pero no se conseguirá con la situación actual. Como hemos visto, Turquía no va a renunciar a su control de las regiones del sudeste.

Por lo tanto, el camino hacia la verdadera autodeterminación kurda está en el derrocamiento del capitalismo en Turquía, el derrocamiento del podrido régimen islámico iraní, en la expulsión del imperialismo norteamericano de la región y en el establecimiento de una verdadero estado obrero en Iraq, junto con el derrocamiento de los corruptos regímenes despóticos de la región.

Los trabajadores kurdos necesitan unirse con sus hermanos turcos, iraníes e iraquíes. Sobre la base de la lucha de clases en todos estos países, que inevitablemente se desarrollará en el próximo período, la perspectiva que se debe plantear en toda la región es la revolución socialista, que permita la formación de una Federación Socialista de Oriente Medio, donde no sólo los kurdos, sino todos los pueblos encontraran un hogar y su verdadera autodeterminación.

Cualquier otra salida implica acuerdos y maniobras de los imperialistas y las élites dominantes de la región. Sobre esta base regresaremos al empantanamiento y la situación sangrienta se reproducirá una vez más.

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