lunes, octubre 29, 2007

La independencia de la India. Marx y la historia india

•1. Marx y la historia india

"La profunda hipocresía y la barbarie propias de la civilización burguesa se presentan desnudas ante nuestros ojos cuando, en lugar de observar esa civilización en su casa, donde adopta formas honorables, la contemplamos en las colonias, donde se nos ofrece sin ningún embozo [...] Los indios no podrán recoger los frutos de los nuevos elementos de la sociedad, que ha sembrado entre ellos la burguesía británica, mientras en la misma Gran Bretaña las actuales clases gobernantes no sean desalojadas por el proletariado industrial, o mientras los propios hindúes no sean lo bastante fuertes para acabar de una vez y para siempre con el yugo británico". (Carlos Marx. Futuros resultados de la dominación británica en la India. New York Daily Tribune. 8 de agosto de 1853).
"No hay final para la violencia y el saqueo que el dominio británico lleva a cabo en la India". (Lenin. Material inflamable en la política mundial. 1908).
Para comprender la partición del subcontinente y las terribles condiciones a las que ha tenido que enfrentarse, es necesario identificar el papel del imperialismo en la India y estudiar el contexto histórico. El objetivo de este artículo es estudiar en detalle la crónica del dominio británico en la India, que por sí solo requeriría un volumen separado. Lo que nos importa es sacar a relucir algunas de las fuerzas decisivas del proceso que llevó a la situación actual y su problema.
Hoy, la cuestión acuciante es la actual opresión y el camino de la liberación. Sólo nos importa el pasado para arrojar luz sobre las fuerzas dinámicas que hoy todavía persisten. El primero que tuvo una aproximación dinámica a la historia de la India, que situó el foco del método científico sobre las fuerzas sociales motrices del desarrollo indio tanto antes como después del dominio británico, que puso de manifiesto el papel destructivo del dominio británico en India y su significado regenerador y revolucionario para el futuro, fue el fundador del socialismo moderno: Carlos Marx.
Los artículos sobre la India escritos en 1853 por Marx son bien conocidos, se encuentran entre sus artículos más fecundos y son el punto de partida del pensamiento moderno sobre la cuestión del imperialismo. La obra de Marx muestra los problemas distintitos de la economía asiática, especialmente en India y China, los efectos del impacto del capitalismo europeo sobre ella y la conclusión que se debía sacara para el desarrollo futuro y para la emancipación del pueblo indio. Este estrecho seguimiento de la situación se puede ver en unas cincuenta referencias a la India que se encuentran en El Capital, y las muchas referencias que se pueden encontrar en la correspondencia entre Marx y Engels.
El análisis de Marx parte de las características de la economía asiática, derrotadas por primera vez debido al impacto del capitalismo. "La base de todos los fenómenos orientales... debe hallarse en la ausencia de la propiedad privada de la tierra". (Carta de Engels a Marx. 2 de junio de 1853).
La ausencia de propiedad privada de la tierra no es originalmente diferente del punto de partida primitivo de la economía europea, la diferencia está en el desarrollo posterior. ¿Por qué el comunismo primitivo en Oriente no se desarrolló en propiedad agraria y feudalismo como en Occidente?

El clima

Engels sugiere que la respuesta se puede encontrar en las condiciones climáticas y geográficas: "¿Pero por qué los orientales no llegan a la propiedad territorial, ni siquiera en su forma feudal? Creo que se debe principalmente al clima, junto con la naturaleza del suelo, especialmente con las grandes extensiones del desierto que se extiende desde el Sáhara y cruza Arabia, Persia, India y Tartaria, llegando ha las más elevada meseta asiática. El riego artificial es aquí la condición primera de la agricultura, y esto es cosa de las comunas, de las provincias y del gobierno central". (Carta de Engels a Marx. 6 de junio de 1853).´
Las condiciones de cultivo no eran compatibles con la propiedad privada de la tierra y así surge la típica "economía asiática" a partir de los restos del comunismo primitivo, abajo el sistema comunal y encima el gobierno central despótico, a cargo de la irrigación y las obras públicas, además del saqueo y la guerra. La comprensión del sistema de aldea es la clave para comprender los procesos en la India. La descripción clásica del sistema comunal se encuentra en El Capital:
"Esas antiquísimas y pequeñas entidades comunitarias indias, por ejemplo, que en parte todavía perduran, se fundan en la posesión comunal del suelo, en la asociación directa entre la agricultura y el artesanado y en una división fija del trabajo, que sirve de plan y de esquema predeterminados cuando se establecen nuevas entidades comunitarias. Constituyen conjuntos de producción autosuficientes, con una superficie productiva que oscila entre cien acres y algunos miles. La masa principal de los productos se produce con destino al autoconsumo directo de la comunidad, no como mercancía y por tanto la producción misma es independiente de la división del trabajo establecida en el conjunto de la sociedad india, división que está mediada por el intercambio de mercancías. Sólo el excedente de los productos se transforma en mercancía, e incluso en el caso de una parte del mismo esa transformación no ocurre sino cuando llega a manos del estado, al que desde tiempos inmemoriales afluye, bajo la forma de renta en especies, determinada cantidad de tales productos. En distintas regiones de la India existen formas distintas de la entidad comunitaria [...]
"Esta docena de personas se mantiene a expensas de toda la comunidad. Si la población aumenta, se asienta en tierras baldías una nueva comunidad, organizada conforme al prototipo de la antigua. El mecanismo comunitario muestra una división planificada del trabajo, pero su división manufacturera es aquí imposible, puesto que se mantiene inalterado el mercado en el que vuelcan sus productos el herrero, el carpintero, etc., y a lo sumo, según el tamaño diverso de las aldeas, en vez de un herrero, un alfarero, etcétera, nos encontramos con dos o tres de ellos. La ley que regula la división del trabajo comunitario opera aquí con la autoridad ineluctable de una ley natural, mientras que cada artesano particular, como el herrero, etc., ejecuta en su taller todas las operaciones correspondientes a su oficio, a la manera tradicional, pero independientemente y sin reconocer ninguna autoridad sobre él. El sencillo organismo productivo de estas entidades comunitarias autosuficientes, que se reproducen siempre en la misma forma y que cuando son ocasionalmente destruidas se reconstruyen en el mismo lugar, con el mismo nombre, proporciona la clave que explica el misterio de la inmutabilidad de las sociedades asiáticas, tan sorprendentemente contrastada por la constante disolución y formación de estados asiáticos y el cambio incesante de las dinastías. Las tempestades en la región política de las nubes dejan indemne la estructura de los elementos fundamentales económicos de la sociedad". (Carlos Marx. El Capital. Vol. I. Sección 4. Cap. XII).
Esta es la economía tradicional india que la aparición del capitalismo extranjero, representado por el dominio británico, destruyó hasta sus cimientos. En esto, la conquista británica difería de toda conquista anterior, en que, mientras los anteriores conquistadores extranjeros no alteraron las bases económicas y, finalmente, se convirtieron en su estructura, la conquista británica destrozó esas bases y permaneció como una fuerza extranjera, actuando desde fuera y sacando su tributo hacia fuera. En ello también la conquista del capitalismo extranjero en la India difería de la victoria del capitalismo en Europa, en que el proceso destructivo no fue acompañado de ningún crecimiento correspondiente de nuevas fuerzas.
"Guerras civiles, invasiones, revoluciones, conquistas, años de hambre: por extraordinariamente complejas, rápidas y destructoras que pudieran parecer todas estas calamidades sucesivas, su efecto sobre el Indostán no pasó de ser superficial. Inglaterra, en cambio, destrozó todo el entramado de la sociedad hindú, sin haber manifestado hasta ahora el menor intento de reconstitución. Esta pérdida de su viejo mundo, sin conquistar otro nuevo, imprime un sello de particular abatimiento a la miseria del hindú y desvincula al Indostán gobernado por la Gran Bretaña de todas sus viejas tradiciones y de toda su historia pasada". (Carlos Marx. La dominación británica en la India. New York Daily Tribune. 25 de junio de 1852).

Papel destructivo

Marx analizó el proceso de manera cuidadosa, distinguiendo entre el primer período de monopolio de la Compañía de las Indias Orientales hasta 1813 y el período posterior, después de 1813, cuando el monopolio se rompió y la invasión de la manufactura capitalista industrial invadió la India y completó el trabajo. En el primer período, se cumplieron las etapas iniciales de destrucción:
•1) A través del saqueo directo colosal de la Compañía de las Indias Orientales. Los tesoros transportados desde la India a Inglaterra se conseguían por mucho menos mediante un comercio comparativamente insignificante, que por medio de la explotación directa de ese país y por las fortunas colosales obtenidas por la fuerza y trasladas a Gran Bretaña.
•2) Por la dejadez de la irrigación y las obras públicas, que ahora se las dejaba estar en mal estado.
•3) Por la introducción del sistema agrario inglés, la propiedad privada de la tierra, con la venta y alienación, y toda la ley criminal inglesa.
•4) Por la prohibición directa o impuestos onerosos a la importación de manufacturas indias, primero en Inglaterra y más tarde también en Europa.
Pero el golpe final llegó con el capitalismo del siglo XIX. Después de 1813, con la invasión de las manufacturas industriales británicas, llegó el naufragio decisivo de las estructuras económicas indias. Marx explicó con datos el efecto de este hundimiento durante la primera mitad del siglo XIX.
Entre 1780 y 1850, las exportaciones totales británicas a India pasaron de 386.152 a 8.024.000 libras, mientras que la manufactura de algodón en 1850, para la cual el mercado indio proporcionaba una cuarta parte de los mercados extranjeros, empleaba a una octava parte de la población británica y contribuía en una duodécima parte a todo el ingreso nacional.
"Entre 1818 y 1836, la exportación de hilo torzal de Inglaterra a la India aumentó en proporción de 1 a 5.200. En 1824, la India apenas importó 1.000.000 de yardas de muselina inglesa, mientras que en 1837 la importación subió ya a más de 64.000.000 de yardas. Pero durante ese mismo período la población de Dacca se redujo de 150.000 habitantes a 20.000. Esta decadencia de ciudades de la India, que habían sido célebres por sus tejidos, no puede ser considerada, ni mucho menos, como la peor consecuencia de la dominación inglesa. El vapor británico y la ciencia británica destruyeron en todo el Indostán la unión entre la agricultura y la industria artesana". (Ibíd.,)
El torno de hilar y el taller manual eran los pivotes de la vieja sociedad india. El sistema comunal se basaba en la unión agrícola. El capitalismo británico no sólo destruyó las viejas ciudades manufactureras, empujando a la población hacia la aldea atestada, sino que destrozó el equilibrio de la vida económica en las aldeas. De esta situación surge la sobrepresión desesperada sobre la agricultura. Al mismo tiempo, la extracción despiadada del máximo ingreso de los cultivadores, sin dar nada a cambio para la expansión necesaria, impidió el desarrollo agrícola.
¿Marx derrama lágrimas por la caída del sistema comunal y la destrucción de las viejas bases de la sociedad india? Marx consideraba el infinito sufrimiento provocado por la revolución social burguesa, como en todo país, y fue mayor en India a causa de que se realizó en estas condiciones. Pero también veía el carácter profundamente reaccionario de ese sistema comunal y la necesidad indispensable de su destrucción si la humanidad quería avanzar. Las palabras de Marx no pierden ninguna fuerza hoy para aquellos que, tanto en India como en Europa, quieren luchar contra el dominio británico apelando a la recuperación de la desaparecida India pre-británica del torno de hilar y el taller manual.
"Sin embargo, por muy lamentable que sea desde un punto de vista humano ver cómo se desorganizan y descomponen en sus unidades integrantes esas decenas de miles de organizaciones sociales laboriosas, patriarcales e inofensivas; por triste que sea verlas sumidas en un mar de dolor, contemplar cómo cada uno de sus miembros va perdiendo a la vez sus viejas formas de civilización y sus medios hereditarios de subsistencia, no debemos olvidar al mismo tiempo que esas idílicas comunidades rurales, por inofensivas que pareciesen, constituyeron siempre una sólida base para el despotismo oriental; que restringieron el intelecto humano a los límites más estrechos, convirtiéndolo en un instrumento sumiso de la superstición, sometiéndolo a la esclavitud de reglas tradicionales y privándolo de toda grandeza y de toda iniciativa histórica.
"No debemos olvidar el bárbaro egoísmo que, concentrado en un mísero pedazo de tierra, contemplaba tranquilamente la ruina de imperios enteros, la perpetración de crueldades indecibles, el aniquilamiento de la población de grandes ciudades, sin prestar a todo esto más atención que a los fenómenos de la naturaleza, y convirtiéndose a su vez en presa fácil para cualquier agresor que se dignase fijar en él su atención. No debemos olvidar que esa vida sin dignidad, estática y vegetativa, que esa forma pasiva de existencia despertaba, de otra parte y por oposición, unas fuerzas destructivas salvajes, ciegas y desenfrenadas que convirtieron incluso el asesinato en un rito religioso en el Indostán. No debemos olvidar que esas pequeñas comunidades estaban contaminadas por las diferencias de casta y por la esclavitud, que sometían al hombre a las circunstancias exteriores en lugar de hacerle soberano de dichas circunstancias, que convirtieron su estado social que se desarrollaba por sí solo en un destino natural e inmutable, creando así un culto embrutecedor a la naturaleza, cuya degradación salta a la vista en el hecho de que el hombre, el soberano de la naturaleza, cayese de rodillas, adorando al mono Hanumán y a la vaca Sabbala.
"Bien es verdad que al realizar una revolución social en el Indostán, Inglaterra actuaba bajo el impulso de los intereses más mezquinos, dando pruebas de verdadera estupidez en la forma de imponer esos intereses. Pero no se trata de eso. De lo que se trata es de saber si la humanidad puede cumplir su misión sin una revolución a fondo en el estado social de Asia. Si no puede, entonces, y a pesar de todos sus crímenes, Inglaterra fue el instrumento inconsciente de la historia al realizar dicha revolución". (Ibíd.,)

El dominio británico de la India

Inglaterra, en opinión de Marx, tenía una doble misión en la India. Uno destructivo, el otro regenerador, la aniquilación de la vieja sociedad asiática, y la colocación de las bases materiales de la sociedad occidental en Asia. Mientras que la parte destructiva es muy visible, sin embargo, el trabajo de regeneración había comenzado.
¿Dónde ve Marx el principio de esta regeneración? Da numerosas pruebas: unidad política... más consolidada y extendida que incluso bajo el dominio Mogul, destinada a ser perpetuada y fortalecida por el telégrafo eléctrico; fortaleciendo el control militar británico; libertad de prensa, introducida por primera vez en la sociedad asiática; el establecimiento de la propiedad privada de la tierra, el gran desiderátum de la sociedad asiática; urbanización, aunque de mala gana y frugalmente, de una clase india culta imbuida de ciencia europea; comunicación regular y rápida con Europa a través del transporte a vapor.
El más importante de todos fue la consecuencia inevitable de la explotación capitalista industrial de la India. Para desarrollar el mercado indio, era esencial asegurar la transformación de la India en un país reproductivo, es decir, una fuente de materias primas para ser exportadas por productos manufactureros importados. Esta situación hizo necesario el desarrollo de los ferrocarriles, carreteras e irrigación. Esta nueva fase acababa de comenzar en el momento que Marx escribía. Sobre las consecuencias de este nuevo proceso, Marx hizo la siguiente profecía que es lo más célebre de su declaración sobre la India:
"Ya sé que la burguesía industrial inglesa trata de cubrir la India de vías férreas con el exclusivo objeto de abaratar el transporte del algodón y de otras materias primas necesarias para sus fábricas. Pero si introducís las máquinas en el sistema de locomoción de un país que posee hierro y carbón, ya no podréis impedir que ese país fabrique dichas máquinas. No podréis mantener una red de vías férreas en un país enorme, sin organizar en él todos los procesos industriales necesarios para satisfacer las exigencias inmediatas y corrientes del ferrocarril, lo cual implicará la introducción de la maquinaria en otras ramas de la industria que no estén directamente relacionadas con el transporte ferroviario. El sistema ferroviario se convertirá por tanto en la India en un verdadero precursor de la industria moderna [...]La industria moderna, llevada a la India por los ferrocarriles, destruirá la división hereditaria del trabajo, base de las castas hindúes, ese principal obstáculo para el progreso y el poderío de la India". (Carlos Marx. Futuros resultados de la dominación británica en la India. New York Daily Tribune. 8 de agosto de 1853).
¿Significa eso que Marx creía que el imperialismo en la India era una fuerza progresista capaz de emancipar al pueblo indio y llevarle por el camino del progreso social? Todo lo contrario. Dejó claro que el imperialismo establecía las condiciones materiales para el nuevo avance, pero que este nuevo avance sólo se podría materializar cuando el propio pueblo indio pusiese las condiciones que le permitirían liberarse del yugo imperialista, bien mediante su propia rebelión social o a través de la victoria de la clase obrera industrial en Gran Bretaña, que iría acompañada de la liberación del pueblo indio. Hasta ese momento, todas las conquistas materiales del imperialismo en la India no podría acarrear ningún beneficio ni mejora de las condiciones de vida del pueblo indio.
El análisis de Marx sobre la situación en la India a mediados del siglo XIX se basaba en tres factores:
•1) El papel destructivo del dominio británico en la India, desarraigando la vieja sociedad.
•2) El papel regenerador del dominio británico en la India en el período del capitalismo de libre comercio, creando las premisas materiales para la futura nueva sociedad.
•3) La consecuente conclusión práctica de la necesidad de una transformación política y a través de ella, el pueblo indio se liberaría del dominio imperialista para construir una nueva sociedad.
Hoy el imperialismo en todo el mundo ha superado su papel objetivamente "progresista", que correspondía con el papel del capitalismo, pero hoy se ha convertido en la fuerza más reaccionaria y poderosa de todo el subcontinente indio, fortaleciendo todas las distintas formas de reacción india. Se ha llegado a la etapa en que la tarea de la transformación política señalada por Marx, está directamente en el orden del día.

•2. El crimen de la partición

"Dejemos la India a Dios. Si eso es demasiado, entonces que viva en la anarquía". (Gandhi. Mayo de 1942).
Después de la Segunda Guerra Mundial, los imperialistas británicos tenían prisa por abandonar la India. La partición de la India británica en 1947, que creó los dos estados independientes de India y Pakistán, fue seguida por una de las migraciones más crueles y las "limpiezas étnicas" más sangrientas de la historia. La furia y la violencia desatadas, provocaron la muerte de unos dos millones de hindúes, musulmanes y sijs. Se calcula que entre 12 u 15 millones de personas tuvieron que trasladarse por la fuerza entre los dos países, al menos 75.000 mujeres fueron violadas.
Pakistán se formó a partir de dos regiones: Pakistán del Oeste en los llanos del río Indo, y Pakistán del Este (ahora Bangladesh), a más de 1.100 millas. Partes importantes de lo que una vez fue considerada la India ahora pertenecían a otras naciones. El río Indo, al que debe su nombre el subcontinente, pasó a formar parte de Pakistán después de la partición.
Para resolver el problema de las minorías, los imperialistas británicos, implantaron su política de divida y vencerás, separando el continente en dos estados, uno hindú y otro musulmán. Esto se hizo con la ayuda de la competencia política entre los dos principales partidos políticos: el Partido del Congreso y la Liga Musulmana.
El Congreso Nacional Indio, la organización precursora y aún la organización dirigente del movimiento nacional indio, se fundó en 1885. Actualmente, el Congreso Nacional centra su actividad en la clase media india, nació como organización gracias a la iniciativa y guía de un inglés. Además, un dato menos conocido, el Congreso Nacional nació bajo la supervisión y la guía directa de la política imperialista británica, en un plan secreto preparado por el virrey, con la intención de convertirse en un arma para salvaguardar el dominio británico contra las fuerzas ascendentes del malestar popular y el sentimiento antibritánico en la India.

Divide y vencerás

Los británicos en la India aplicaron la política de "divide y vencerás". Para ganar a los musulmanes, los británicos ayudaron a crear el MAO, el College at Aligarh y apoyaron la Conferencia Musulmana de toda India, estas dos últimas, instituciones de las que surgieron los dirigentes de la Liga Musulmana y la ideología de Pakistán. Tan pronto como se formó la Liga, los musulmanes se presentaron en una lista electoral separada. Así apareció la idea de separar a los musulmanes indios en el proceso electoral.
La Liga Musulmana también ganó poder gracias al Partido del Congreso. Este partido prohibió cualquier apoyo a los británicos durante la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, la Liga Musulmana si prestó todo su apoyo, que se encontró con el favor de los británicos que también necesitaban la ayuda de un ejército en gran parte musulmán. El Movimiento de Desobediencia Civil y la consiguiente retirada del partido del Congreso de la política, también ayudaron a que la Liga ganara poder. Esta situación dio a la Liga Musulmana la oportunidad de formar ministerios fuertes en provincias que contaban con una población musulmana importante.
La partición de la India, Bengala y el Punjab en 1947, en lugar de resolver el problema de las minorías religiosas, que era su objetivo ostensible, lo que hizo realmente fue consolidar con mucha más firmeza el dominio de las mayorías religiosas que anteriormente constituían la India británica.
En este proceso no hay nada sorprendente porque en 1940, la Resolución de Lahore de la Liga Musulmana proponía crear estados separados en las zonas de mayoría musulmana del este y oeste de la India. De este modo, en términos reales, no se trataba de resolver los problemas de las minoráis religiosas en la India, fueran musulmanes o hindúes, aunque fueran los objetivos declarados tanto del Congreso como de la Liga.
Lo que quedó bastante claro durante el movimiento de independencia indio en los años cuarenta, fue que tanto el Congreso como la Liga intentaban consolidar los intereses de las clases burguesas-feudales indias pertenecientes a las comunidades de mayoría hindú y musulmana respectivamente, la primera bajo el atuendo de una India unida en nombre del nacionalismo indio, la segunda, en la forma de un estado separado para las minorías musulmanas de la India, que realmente constituían mayorías en el este y oeste del norte de la India.
Lo asombroso durante la lucha por la independencia en los años cuarenta fue que muchos musulmanes de las zonas con mayoría hindú como Bihar, Assam y las provincias del sur, se unieron a las filas de la Liga Musulmana para exigir que Pakistán, según la propia resolución de Lahore, no incluyera estas zonas. Fue un ejemplo histórico trágico de cómo la propaganda política con una importante carga emocional puede alterar el mínimo sentido común, el juicio e incluso la consideración de un interés serio, y crear una ceguera política no sólo entre las masas analfabetas, sino también entre las capas que saben leer y escribir, e incluso entre los sectores más cultos de la población.
La pretensión del Congreso de nacionalismo indio, que se suponía era una salvaguarda de los intereses de todos los sectores de la población, independientemente de su religión, casta o lengua, se rompió cuando surgió la cuestión de preservar la unidad del Punjab, y especialmente Bengala, afloró como una cuestión de extrema importancia en el momento de la independencia. El Congreso abandonó de forma radical y formal su antigua posición de nacionalismo secular al exigir la partición de Bengala con el mismo lenguaje y las mismas consideraciones que formaron el núcleo principal de Pakistán exigido por la Liga Musulmana.
Después de recibir una copia del acuerdo sobre una Bengala Unida firmado por Sarat Bose y Abul Hashim (dos dirigentes del Congreso), Ghandi escribió a Sarat Bose: "No hay nada en la estipulación que se haga por una simple mayoría. Cada acto del gobierno debe tener la cooperación de al menos dos tercios de los miembros hindúes del ejecutivo y el legislativo". (i) Esta posición era comparativamente más suave que la que siguió después.

Telegramas airados

Ghandi y Sarat Bose intercambiaron telegramas airados cuando el primero, en sus escritos sobre el acuerdo antes mencionado, decía en una carta a Sarat Bose el 8 de junio de 1947: "Voy a repasar su borrador. He discutido el plan rigurosamente con Pandit Nehru y Sardar Patel. Los dos recelan de la propuesta y son de la opinión de que se trata de un simple truco para dividir a los hindúes y a los líderes de las castas. Con ellos no es una sospecha sino una convicción. También creen que el dinero se está gastando fastuosamente para garantizar los votos de la casta programada. Si este es el caso debería renunciar a la lucha al menos por ahora. La unidad comprada con prácticas corruptas sería pero que una partición sincera, siendo el reconocimiento de la división establecida en los corazones y la experiencia desafortunada de los hindúes". (ii)
La casta programada a menudo en la prensa inglesa se la denominaba "intocables". Gandhi expresaba así el temor de que la Liga Musulmana estuviera formando un bloque con ellos contra la casta superior de los hindúes. La cuestión es que todos los dirigentes del movimiento nacionalista estaban salpicados de los intentos reaccionarios de avivar las divisiones religiosas y de casta dentro del movimiento.
Sarat Bose, de manera vehemente, protestó contra la acusación de Gandhi de prácticas corruptas, etc., y, por último, le escribió una breve carta resumiendo la actitud de Gandhi y del Congreso Nacional Indio en el momento de la partición. En la carta, Sarat Bose escribía a Gandhi: "Me causa tristeza encontrar que el Congreso que era una gran organización nacional, rápidamente se convierte en una organización sólo de hindúes". (iii) No se pueden utilizar unas palabras más enérgicas para describir el carácter esencialmente comuna del Congreso Nacional Indio encabezado por Gandhi, Nehur, Patel y otros como ellos en 1947.
La cuestión de la partición de la mayoría musulmana bengalí y la posición muy clara de los dirigentes del Congreso sobre esta cuestión, demostró que a pesar del aumento de la pesadilla del nacionalismo indio, el Congreso realmente intentaba consolidar los intereses de los grandes capitalistas y terratenientes hindúes en toda la India como una mayoría religiosa. La Liga Musulmana en interés de los señores feudales musulmanes intentaba hacer lo mejor para separar las zonas de mayoría musulmana en el este y oeste de la India, dejando el interés de las minorías musulmanas a la "buena voluntad" de la mayoría hindú.
La población de la India británica, particularmente de las distintas minorías, fue utilizada tanto por el Congreso como por la Liga Musulmana en interés de las clases capitalistas y terratenientes de sus propias comunidades religiosas, con consecuencias trágicas no sólo para las otras minorías y religiones, sino para toda la población de la llamada Asia del Sur.

•3. El papel del Partido Comunista de la India durante la partición

[En las dos partes anteriores el artículo de Jamil ha demostrado que, lejos de defender una India secular unificada y democrática, los dirigentes burgueses del movimiento por la independencia se basaron en los llamamientos comunales a los musulmanes (Liga Musulmana) e hindúes (Congreso). Esto llevó directamente a la catástrofe de la partición.
¿El Partido Comunista de la India (PCI) podía haber marcado una diferencia decisiva? Jamil en esta parte se ocupa de sus propias debilidades organizativas. Sobre todo porque eran rehenes de la política impuesta por Stalin al movimiento comunista internacional. En los países atrasados y coloniales Stalin decretó que el movimiento debía pasar por dos etapas: primero democracia y después socialismo. En Rusia esa había sido la política de los mencheviques, superada con éxito por los bolcheviques en la Revolución de Octubre. Jamil ha demostrado que, en India y en otras partes, la "burguesía nacional progresista" era un mito. Con esta clase inexistente el PCI propuso caminar juntos en un "frente popular".
La política impuesto al movimiento comunista internacional por Stalin era normalmente reformista, y en realidad contrarrevolucionaria. Pero, de manera ocasional, adoptó una fase ultraizquierdista como en 1947-1948, denominada ‘ofensiva Zhdanov'. Con este viraje de derecha a izquierda, un borracho, en algún momento, podría encontrar el punto correcto. Ese es el significado de la correcta percepción de lo que estaba ocurriendo en India que tenían los corresponsales rusos Dyakov y Zhukov].
En el movimiento comunista indio hay diferentes opiniones sobre cuando exactamente se fundó el Partido Comunista Indio (PCI). Se mantiene como la fecha de su fundación el 26 de diciembre de 1925. Pero el Partido Comunista Indio (Marxista), que se escindió del PCI, dice que el partido se formó en la URSS en 1920. Durante los años veinte y principios de los treinta, el partido estaba mal organizados y, en la práctica, había varios grupos comunistas que trabajaban con una coordinación nacional limitada. Las autoridades coloniales británicas habían prohibido toda actividad comunista lo que dificultaba mucho la tarea de construir un partido unido. Sólo en 1935 el partido fue aceptado como sección india de la Tercera Internacional Comunista.
El Partido Comunista de la India (PCI) podría haber actuado como un factor poderoso en defender los intereses de las minorías nacionales al identificar sus intereses específicos y la lucha por ellos, dentro del marco de su lucha por la independencia. Es verdad que el PCI llegó más tarde históricamente como una fuerza política efectiva, en un momento en que lo comunal ya se había convertido en un factor importante en la política india, pero incluso entonces, si hubieran vinculado la lucha de clases con la lucha de las minorías nacionales desde principios de los años treinta, entonces los procesos políticos en la India habrían tomado un rumbo diferente.
La importancia de las distintas minorías nacionales, insistía Lenin a principios de los años veinte, no fue tratada adecuadamente por los dirigentes del PCI, aunque a su manera, intentaron formular una política sobre la cuestión nacional y la unidad de la India a finales de 1942. El PCI podría haber actuado como un factor importante en la defensa de los intereses de las minorías nacionales, pero a pesar de hacer algunos intentos en esa dirección, perdieron el hilo de la cuestión nacional y no consiguieron desenmascarar los diseños comunales y conspiraciones del gran capital indio.

El papel del PCI

El PCI fracasó a la hora de inspirar y movilizar a la población y jugar un papel eficaz por dos razones básicas. El PCI no extendió la cuestión nacional abarcar adecuadamente las distintas minorías nacionales más que la minoría religiosa musulmana. El PCI dependía demasiado, casi enteramente, de la unidad del Congreso y la Liga Musulmana como el resultado del problema de las minorías nacionales y, por tanto, dejaron que la cuestión en términos reales en manos de aquellos que ya estaban lo suficiente divididos como partidos comunales de las clases superiores y medias hindú y musulmana respectivamente.
No consiguieron inspirar a las minorías religiosas, étnicas, lingüísticas u otras nacionales, ni tampoco a las castas (intocables) hindúes, en identificar sus intereses específicos y luchar por ellos dentro del marco de su lucha por la independencia. El fracaso del PCI fue desastroso porque podían abrir diálogos separados con Jinnah y los sijs y otros sobre la cuestión de las minorías nacionales. Pero en su lugar, siguieron una política de unir las manos a Gandhi y Jinnah como los dirigentes de las dos comunidades religiosas dominantes y dependían de una manera ridícula de la perspectiva del Congreso y la Liga para comprender en las condiciones dadas. Debido a un análisis equivocado de la cuestión nacional india y el fracaso de su política, el movimiento comunista indio sufrió un revés terrible del cual no fue capaz de recuperarse.
Se debería mencionar que en el segundo congreso del PCI en febrero-marzo de 1948, en gran parte influido no sólo el Partido Comunista de India y Pakistán, sino la historia de todo el subcontinente. El comité central del PCI de la última semana de junio de 1947, tomó algunas decisiones que fueron publicadas en una Declaración Política. En esa declaración explicaban su actitud hacia Nehru, caracterizaban a Nehru como la persona que era capaz de guiar al movimiento democrático en la India. "En la cuestión de la construcción de una república india sobre bases democráticas, el Partido Comunista extiende orgullo su plena cooperación". La extensión de su política a Pakistán, decía el Partido Comunista, también pensaba que era para implantar un programa democrático en el subcontinente como algo necesario para unir a la izquierda de la Liga Musulmana y el Congreso.

La retirada

Para extender su apoyo al Congreso y la Liga Musulmana, los regímenes de India y Pakistán, el Partido Comunista prácticamente retiró de su programa cualquier mención a la independencia. Incluso se retiraron del Movimiento Tebhaga (aparceros) de Bengala en noviembre de 1947. El PCI hizo un llamamiento a los campesinos para que no iniciaran ningún tipo de acción directa para exigir los dos tercios de la cosecha, para dar al nuevo gobierno la oportunidad de cumplir su promesa. En realidad, la nueva Liga Musulmana de Pakistán del Este no hizo ninguna promesa a los campesinos relacionada con los Tebhaga.
Es bastante asombrosa que poco antes de la división de la India en junio de 1947, el teórico soviético A. Dyakov, en un artículo titulado The New British Plan for India, publicado en el periódico soviético New Times, el 13 de junio de 1947, decía: "La división del subcontinente indio es una conspiración bien planificada para mantener al subcontinente bajo el control imperialista británico". Añadía que al comprometerse ante los dirigentes indios, se comprometían con el imperialismo y de esta manera con los grandes intereses comerciales indios. Mediante este acuerdo, el imperialismo y el interés comercial habían intentado sabotear la revolución dividiendo el mercado interno entre ellos mismos.
Después del artículo de Dyakov, apareció otro artículo del teórico soviético E. Zhukov titulado: Concerning the Indian Situation, en él decía más claramente y de una manera más directa que el Congreso Nacional Indio no era otra cosa que el representante de la gran burguesía india y el capital monopolista, que el Congreso había entrado en el campo reaccionario. También afirmaba que la burguesía temía al pueblo mucho más que al imperialismo.
De los artículos de Dyakov y Zhukov podemos decir que los dirigentes soviéticos y del PCI eran conscientes de la situación en la India antes de la partición. A pesar de su conciencia de la situación, siguieron la posición estalinista del frente popular.
Tras aplicar la postura del frente popular, los teóricos del PCI no tuvieron en cuenta los factores claves, muy evidentes, y la situación de las relaciones de producción existentes. De esta manera, fracasaron de forma miserable al analizar la situación real del país antes de la partición. En ausencia de este análisis, su línea política estaba llena de ideas imaginarias y, por tanto, condenada al fracaso. No era otra cosa que una rendición ante las clases dominantes indias. Para justificar su línea, los comunistas indios se implicaron en el ejercicio estúpido de separar a Nehru del capital monopolista indio que él representaba.
Uno de los mayores errores del segundo congreso del PCI fue equiparar la situación de Pakistán con la India. La mayoría de sus análisis descansaban en su actitud hacia Jawaharalal Nehru, un factor totalmente irrelevante para la situación de Pakistán. Es verdad que hasta ese momento el PCI permanecía formalmente unido, pero esto no significaba que tuvieran que aplicar la misma estrategia en Pakistán y la India.
La correlación de fuerzas de clase y la fuerza de la organización de la clase obrera, la situación de las organizaciones del partido, así como el poder del gran capital monopolista indio, el Estado y sus fuerzas armadas, no fueron tomados en consideración a la hora de evaluar la situación en la India en aquel momento. Nada podía ser más inútil que esta ceguera ante hechos obvios, pronto la organización del PCI estuvo en peligro por sus actos estúpidos ante cualquier medida represiva de los gobiernos de India y Pakistán.

Maestros coloniales

Todos los problemas de las minorías sobrevivieron después de la partición y no hubo ningún signo de cualquier intento de mejorar la situación. La partición tanto de las mayorías hindú como musulmana, con la ayuda de los amos coloniales para su propio beneficio, iba en detrimento de los intereses de las minorías de todas las descripciones.
Las migraciones a gran escala que siguieron a la partición adquirieron proporciones disparatadas en Pakistán del Oeste y en India Occidental, particularmente en ambas partes del Punjab, donde estallaron amplias revueltas entre musulmanes por un lado, e Hindúes y sijs por el otro, provocando el asesinado de decenas de miles de personas y casi un intercambio total de la población.
La partición de la India fue, en un sentido muy real, un juego de mayorías, y como tal, los intereses de las minorías nacionales y musulmanes en India y Pakistán, respectivamente, y junto con ellas, los intereses de otras minorías de la India británica permanecieron en la absoluta indiferencia para el Congreso, la Liga Musulmana y los británicos, que presidieron la partición de la India.

Jamil Iqbal

NOTAS

•i. Umar, Badruddin (2000). Language Movement in East Bengal. JG. Publisher Dhaka. p. 12
•ii. Ibíd. p. 12
•iii. Ibíd. p. 12


BIBLIOGRAFÍA

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Khan, Lal (2003). Crises in the Indian Subcontinent-Partition Can it Be Undone. Wellred Publications. London.
Umas, Badruddin (2000). Language Movement in East Bengal. JG Publisher Dhaka. p. 11-18.
Ahmad, Aijaz (2001). Karl Marx and Frederick Engels. On the National and Colonial Questions. Selected Writings. Left Word Books. Delhi. pp. 61-103
Chatterji, Joya (1995). Bengal Divided-Hindu Communalism and Partition 1932-1947. CUP. India.

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