Una victoria con sabor amargo
La oposición se quedó con la vidriera política de la capital, Caracas, en una elección donde el Partido Socialista Unido de Venezuela se impuso con holgura en 17 de 23 estados (otros dos todavía no presentaban numero firmes). El oficialismo es la principal fuerza política a nivel territorial y recuperó más de un millón de votos de los perdidos en el fallido referéndum constitucional de 2007.
Disimulado estupor en el comando del Partido Socialista Unido de Venezuela y caras desencajadas de goce en un improvisado comando unitario de una oposición desunida, es la postal de una Caracas que se fue a dormir tarde con un brusco y -para muchos- inesperado escenario a partir de los primeros días del 2009. La sorpresa la dio la directora del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, quien pocos segundos antes de las doce de la noche, confirmó que la alcaldía mayor de la ciudad quedaría en manos de Antonio Ledezma, ex dirigente del partido Acción Democrática.
El otro resultado recibido con preocupación en el cuartel del oficialismo fue en el vecino estado Miranda, donde Enrique Capriles Radonski, ex alcalde del municipio Baruta, procesado por el sitio violento sobre la embajada de Cuba durante el golpe de 2002, se impuso con cierta comodidad sobre el candidato del oficialismo y alguna vez vicepresidente de Hugo Chávez, Diosdado Cabello.
Si ese es el lado medio vacío del vaso, el lado medio lleno es el mapa de toda Venezuela que quedó, como le gusta decir al presidente Chávez “rojo rojito”: el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se impuso en 17 de 23 estados, recuperando las gobernaciones de Aragua, Guárico y Sucre, y manteniendo Anzoátegui, Barinas, Bolívar, Yaracuy, Cojedes, Falcón, Guárico, Lara, Mérida, Monagas, Portuguesa, Trujillo, Vargas y Sucre, así como en el municipio Libertador de Caracas.
En términos numéricos, el PSUV recuperó parte del potencial electoral perdido el año pasado, cuando se impuso por un puñado de votos el NO a la reforma constitucional propuesta por el presidente Chávez, en lo que constituyó la primera derrota electoral del proyecto bolivariano. En diciembre pasado, el No triunfó con 4.379.392 votos, mientras que esta vez la suma de los votos a los candidatos del PSUV superó los 5.600.000.
Alta participación
A las cuatro de la tarde del domingo, cuando el sol todavía pegaba fuerte en Caracas, el CNE dio por formalmente cerrados los comicios regionales en Venezuela. Fue apenas una declaración formal, porque en la mayoría de los centros comiciales todavía se registraban largas colas de electores esperando su turno para votar.
La ley electoral venezolana es clara: los centros de comicios deben permanecer abiertos mientras haya ciudadanos esperando su turno. Y los había, y muchos. Y con mucha paciencia. En varias zonas del Este y el Sur de Caracas, ya bien entrada la noche seguían los colegios abiertos y sobre las 10.00 pm, más que tarde para los madrugadores caraqueños, aun se votaba en zonas populares. Lo mismo sucedía en varios estados, en especial en otras ciudades grandes, como Maracaibo.
Sólo viendo las largas colas extendidas hasta la noche, se sabía que la participación rompería récords para una elección donde no estaba en juego la figura presidencial. En el primer parte con casi todos los votos contados, el CNE confirmó la cifra: 65,45%
Elección compleja
En Sucre, en el este de Caracas y asiento de Petare, uno de los asentamientos populares más grandes de América Latina, los ciudadanos debieron elegir once opciones: gobernador del estado Miranda, alcalde mayor de Caracas, alcalde de Sucre, legisladores del estado y representantes citadinos, en votos por nombres y por lista.
Una recorrida de Rebelión por ese distrito verificó cómo el voto se hizo lento y complejo para los más viejitos y para los más humildes. Otra variable también fue evidente: por la mañana, detenidos por unas nubes que amenazaban con descargar un “palo de agua” -denominación local para los aguaceros-, fueron muchos los que se quedaron en casa.
Así, los primeros sondeos para el PSUV eran preocupantes . Fue cuando la militancia redobló esfuerzos y llegaron más -junto al sol oportuno de la tarde- a los colegios electorales. La afluencia dio frutos y al atardecer los números empezaron a cambiar, aunque no alcanzaron para revertir los malos resultados en Miranda y la alcaldía mayor de Caracas.
Los siguientes resultados corresponden al 95.67% de la transmisión en un promedio nacional:
Distrito Capital
Antonio Ledezma 52.45%
Aristóbulo Istúriz 44.92%
Municipio Libertador - Caracas
Jorge Rodríguez 53.05%
Iván Stalin González 41.92%
Anzoátegui
Tarek William Saab 55.06%
Gustavo Marcano 40.50%
Apure
Jesús Aguilarte 56.48%
Miriam de Montilla 26.54%
Aragua
Rafael Isea 58.56%
Henry Rosales 40.17%
Barinas
Adán Chávez 49.63%
Julio Cesar Reyes 44.58%
Bolívar
Francisco Rangel 46.97%
Andrés Velásquez 30.47%
Cojedes
Teodoro Bolívar 51.53%
Alberto Galíndez el 40.36%
Delta Amacuro
Lisetta Hernández 55.54% Pedro
Rafael Santaella 25.85%
Guárico
Lenny Manuitt 33.68%
Willian Lara 52.08%
Mérida
Marcos Díaz 54.62%
Williams Dávila 45.11% Lara
Henry Falcón 73.15%
Pedro Pablo Alcántara 14.85%
Miranda
Henrique Capriles Radonsky 52.56 %
Diosdado Cabello 36.74%
Monagas
Jose Briceño 64.79%
Domingo Urbina 15.41 %
Sucre
Enrique Maestre 56.08%
Eduardo Morales 42.62%
Falcón
Stella Lugo: 55.27 %
Gregorio Graterol: 44.49%
Nueva Esparta
Morel Rodríguez: 57,64
William Fariñas: 41,69%
Portuguesa
Wilmar Castro Soteldo 57%
Jovito Villegas 27.28%
Trujillo
Hugo Cesar Cabezas 59.47%
Henrique Catalán 27%
Vargas
Jorge García 61.56%
Roberto Smith 32.18%
Yaracuy
Julio César León Heredia, 57.46%
Filipo Lapi 29.26%
Zulia
Gian Carlo Di Martino 45.02%
Pablo Pérez 53.59%
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