Sobrevivir cincuenta años de hostigamiento permanente norteamericano
Bajaban de la Sierra desaliñados y todos los llamaron así, los barbudos. A punto de cumplir cincuenta años el 1° de enero, la Revolución Cubana ha sobrevivido a la caída de la URSS, al bloqueo e inclusive a la sucesión de Fidel Castro.
La Revolución Cubana cumplirá 50 años el próximo 1° de enero. Símbolo de resistencia frente a Washington, el gobierno revolucionario prepara una celebración sencilla, sin grandes gastos, en la oriental Santiago de Cuba, epicentro de la insurrección que llevó a los rebeldes al poder a comienzos de 1959. Tras sobrevivir a la sucesión de su líder, Fidel Castro, al hostigamiento permanente y el embargo de Estados Unidos y la caída del bloque comunista, el gobierno de la isla continúa en pie, con innumerables logros en su haber e innegables deudas aún pendientes.
La revolución, bajo la que nació el 70% de los 11 millones de cubanos, atravesó a 10 presidentes estadounidenses. Soportó la invasión de Bahía de Cochinos en 1961, la crisis de los misiles en 1962, décadas de bloqueo norteamericano y las penurias del “período especial”, luego del derrumbe de la Unión Soviética.
Cinco décadas después del triunfo de los rebeldes de la Sierra Maestra, desde Washington se sigue acusando al castrismo de haber causado un “daño irreparable” al país, pero son los mismos a los que La Habana denuncia por el perjuicio causado por el embargo comercial impuesto sobre la isla. Según cálculos oficiales actualizados en octubre pasado por la Cancillería cubana, el costo del bloqueo sobre la economía y la población de ese país asciende a más de 92.000 millones de dólares desde 1962, cuando el presidente John F. Kennedy firmara la medida. “Las cifras cubanas pueden ser cuestionables, puesto que hasta ahora no han explicado su metodología”, declaró en rueda de prensa Daniel Erikson, autor del reciente libro Las guerras de Cuba, que resume los cincuenta años de relaciones entre la isla y su poderoso vecino. Aun así, la mayoría de los analistas coincide en que el costo del embargo es más que sustancial.
A su turno, Estados Unidos afirma no guardar oficialmente un recuento del costo de esta política, aunque el Departamento de Comercio calcula que los agricultores y ganaderos norteamericanos pierden 1000 millones de dólares al año en exportaciones que podrían hacer a la isla.
Paradójicamente, algunos sectores conservadores no comparten la idea defendida por el presidente George W. Bush, y reforzada con otras leyes al principio de su presidencia, de que el embargo fue algo positivo para la política de Estados Unidos. “Es un insulto para los estadounidenses prohibirles viajar o hacer negocios con Cuba. Si aumentáramos nuestros vínculos comerciales con la isla, nuestro país se hallaría en una mejor posición para influenciar los acontecimientos de ese país”, afirma Daniel Griswold, director del Centro de Estudios de Políticas Comerciales del conservador Instituto Cato.
De acuerdo con cifras del Informe Estadístico Mundial que Naciones Unidas publica cada año, Cuba era el cuarto país en términos de alfabetización en América latina en 1953, con una tasa del 76%. Al año 2000, esa cifra se ubicaba en un 96%. Los índices de salud, siempre según el mismo informe, son comparables a los de países del primer mundo. Por caso, la mortalidad infantil es de 5,3 por 1000 nacidos vivos, siendo igual a la de Canadá e inferior a la de Estados Unidos. La esperanza de vida de los cubanos se ubica en los 77 años, cuando en la vecina Haití es apenas de 57. “A la revolución no se le puede pedir más. Mis hijos estudiaron sin pagar un centavo, tengo salud y no me falta comida. Los que se quejan no recuerdan o no saben cómo era antes”, opina Sergio Abreu, un jubilado de 65 años.
El gobierno de Raúl Castro admite la urgencia de solucionar problemas como la insuficiencia salarial, la ineficiencia productiva, la burocracia, las brechas sociales y la corrupción en el Estado. Por todo ello,“cambios, sí, poco a poco, pero siempre dentro del socialismo”, prometió el menor de los hermanos Castro al poco tiempo de iniciado su gobierno, en el año 2006. Más recientemente, y en el contexto de la crisis financiera mundial, el presidente cubano anunció “tiempos duros y austeros” para su país, en el que fue su último discurso del año ante el Parlamento, el pasado sábado 27 de diciembre. “Las cuentas no cuadran y hay que ajustar todos los sueños a nuestras verdaderas posibilidades. Nadie, ni un individuo ni un país, puede darse el lujo de gastar indefinidamente más de lo que recibe por la venta de sus producciones o por los servicios que presta”, declaró Raúl.
A pesar de esto, el presidente cubano es optimista. “Estamos preparados para resistir otro medio siglo”, sentenció Raúl Castro en vísperas de este aniversario
Pagina 12
No hay comentarios.:
Publicar un comentario