Hace 40 años, cuando Mumia Abu-Jamal escribía para el periódico del partido Panteras Negras, un agente del FBI anotó en su informe: “...es inteligente. No tiene antecedentes penales, pero la naturaleza de sus escritos justifica que lo coloquemos en la lista de aquellos que son una amenaza para la seguridad nacional”.
Hace 27 años la policía de Filadelfia pretendió matar a este periodista que daba voz a la organización revolucionaria MOVE y denunciaba los crímenes del poder en esa ciudad. Primero los agentes le dieron golpes y patadas mientras yacía herido de bala en la escena del asesinato del policía Daniel Faulkner el 9 de diciembre de 1981, luego en la patrulla en camino al hospital, luego en el hospital. Cuando esto no funcionó la fiscalía de Filadelfia y el juez racista Albert Sabo se encargaron de matarlo por la vía legal.
Con la infame sentencia de muerte dictada en 1982, sus enemigos pensaron que habían acabado con él. Pero no. Muchas personas se enteraron de las maniobras racistas para incriminarlo y de las violaciones de sus derechos bien documentadas por grupos como Amnistía Internacional. Las movilizaciones masivas internacionales pararon su ejecución dos veces en los ’90 y lograron que un juez revocara la pena de muerte en 2001 y dictara una audiencia de sentencia si la fiscalía quisiera reimponerla.
A pesar de la censura, aislamiento, privación de contacto físico con sus seres queridos y esfuerzos constantes para humillarlo, quebrarlo y callarlo para siempre, Mumia Abu-Jamal sigue con mucha vitalidad. Desde su jaula en el corredor de la muerte, él levanta la voz en apoyo a otros presos políticos y grupos rebeldes en el mundo. Con una perspectiva histórica, mucha claridad y un fuerte compromiso revolucionario, denuncia las guerras imperiales, la tortura, las prisiones, la brutalidad policiaca, los desfalcos económicos y los crímenes de odio racial. Sobre todo, insiste en la necesidad de construir fuertes movimientos sociales.
Hoy en día el Estado sigue en su afán de matar a Mumia Abu-Jamal, rechazando tres apelaciones suyas este año y afirmando el fallo de 2001, efectivamente dejándolo con la sentencia de cadena perpetua, una forma de muerte lenta. Mientras él lleva su apelación a la Suprema Corte de la nación para ganar un nuevo juicio y comprobar su inocencia, la fiscal mortal Lynne Abraham busca reimponer la pena de muerte sin celebrar una audiencia.
El sábado 6 de diciembre el Comité de Familia y Amigos de Mumia Abu-Jamal (ICFFMAJ) llama a una gran marcha en Filadelfia para exigir su libertad, iniciando una semana de actividades en varias ciudades del mundo, incluso San Francisco, San Diego, Baltimore, Portland, Detroit, Barcelona, Berlín, Paris, St. Denis, Marsella, Bern, San Cristobal de las Casas y México DF.
Súmate al esfuerzo y organiza un evento o acción en tu ciudad.
Hay una convocatoria especial desde Marsella para que la radio independiente apoye a su colega con cobertura de los eventos.
icffmaj@aol.com
http://www.noticiasdelarebelion.info/articulo.php?p=4310&more=1&c=1
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