Daewoo arrienda 1,3 millones de hectáreas en Madagascar hasta 2108
No hace falta saber leer el futuro para atisbar un panorama poco tranquilizador en el planeta Tierra dentro de unos años. De ahí que haya quienes, imaginando tiempos acaso más duros, se meten a invertir dinero (artículo poco comestible) en terreno fértil y productivo.
Es el caso de Corea del Sur, que, mediante la multinacional Daewoo, ha conseguido gracias a un contrato de arrendamiento de tierras que expira en 2108 el usufructo de una buena parte de Madagascar, donde los terrenos que hoy usan los pastores locales para pasto de sus rebaños podrán servir en un futuro cercano para terrenos agrícolas de tamaño enorme.
Una inversión de 6.000 millones $ en los próximos 25 años para lanzar a lo grande una campaña de producción a gran escala de productos alimentarios como arroz, elemento importante para el crecimiento, y aceite de palmera. Por el área alquilada, cuyo tamaño equivale a la mitad de Bélgica, no se prevé ningún desembolso en metálico de la Daewoo, pero sí un compromiso contractual para que empleen personal cualificado local, como por ejemplo ingenieros, en la realización de las infraestructuras necesarias para llevar a buen puerto el acuerdo, que establece la importación de semillas de maíz desde Estados Unidos así como semillas de palmera desde Indonesia y Costa Rica. Según cálculos de expertos en el sector, se prevé que se pase de dos millones de hectáreas cultivadas actualmente a la explotación de 35 millones de hectáreas. Una gran oportunidad para que los países más ricos intenten resolver la demanda creciente de provisiones de alimentos.
Naturalmente no sólo está Corea del Sur en esta carrera para hacerse con estos nuevos territorios por colonizar: Brasil, Canadá, Estados Unidos y Portugal son protagonistas activos en tierra africana. El gobierno de Angola ha alquilado a dichos estados 20.000 hectáreas de terreno. Aprovecha también la coyuntura la multinacional británica Lorho que espera gestionar dos millones de hectáreas. Los países árabes del Golfo parecen igualmente interesados en entrar en las negociaciones para explotar los terrenos africanos: vislumbrando estrategias de mercado, están ocupando territorios desérticos poco adecuados para los cultivos.
El continente negro parece ser el nuevo paraíso por explotar y los países más ricos industrialmente y con más carencias en el plano agrícola se juegan egoístamente gran parte de su futuro. La FAO advirtió en la ONU sobre esta posibilidad de neocolonialismo agrícola pero no se le hizo caso.
Fausto Centofante
Antimafia 2000
Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti
Fuente: http://www.antimafiaduemila.com/content/view/11208/48/
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