El presidente de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP-CTA), Hugo Amor, analizó las medidas tomadas por las distintas instancias de gobierno de Daniel Scioli al aplicar la emergencia sanitaria.
Hugo Amor, integrante de la Mesa Provincial de la CTA bonaerense, aclara que si bien son correctas, se han demorado en ejecutarlas, además de encontrar trabas burocráticas en la circulación de los antivirales. Por otro lado, interpela a que distintos actores de la sociedad sean convocados a los Comités de Crisis para poder frenar la epidemia.
¿Cuál es la posición de la CICOP ante la Emergencia Sanitaria?
Nosotros creemos que tendrían que haber declarado antes el estado de emergencia sanitaria. En la provincia no conocemos el decreto, hay una declaración genérica pero no está el decreto o por lo menos los trabajadores no lo conocemos. Me parece que acá hubo motivos políticos que llevaron a que no se implementara antes, entre ellas el propio hecho electoral.
¿Y a nivel nacional?
Pensamos que hay que declarar el estado de emergencia sanitaria nacional, hay que convocar a los gremios, a la comunidad y a otras fuerzas políticas para que formen parte de los comités de crisis y desde allí tomar medidas rápidas que se correspondan con la fase de desarrollo de la epidemia.
¿Está de acuerdo con el cierre de escuelas?
El que se hayan suspendido las clases es una medida correcta porque se corta una cadena de contagios, sobretodo apuntando a lo que podría venir después, que es el traslado de contingentes de estudiantes en viaje de fin de curso hacia provincias que tienen pocos casos. De esta manera se evita la difusión.
¿Con qué medidas habría que complementar la decisión oficial?
Ahora bien, a esta disposición habría que complementarla con otras medidas, como normatizar el tratamiento que se implementó en Chile. En Argentina tenemos la normativa pero no se implementó por falta de los antivirales. El tratamiento indica que cualquier sospechoso de padecer gripe y persiste con fiebre debe ser tratada con antivirales y también sus contactos cercanos. Esto no se está cumpliendo porque la cantidad de antivirales, al menos en muchos lugares, no es la que se necesita.
Detalle el estado de situación.
El gobierno nacional compró 6 millones de comprimidos, lo que implica alrededor de 600 mil tratamientos, pero estos no están llegando al territorio. En la Zona Quinta de la provincia (Exaltación de la Cruz, Zárate, Campana, Pilar, Escobar, Tigre, José C. Paz, Malvinas Argentinas, San Fernando, San Isidro, Vicente López, San Martín y San Miguel.), teníamos una disponibilidad de 80 tratamientos que obviamente se usan nada más que para los pacientes que están internados. Nosotros creemos que hay que aplicar la normativa de bloquear con este tratamiento a todos los pacientes sospechosos, esto es a los ambulatorios (que están en la casa) y a sus contactos cercanos. No sabemos donde están trabados los antivirales, por lo que creemos que hay un aparato burocrático, quizá en la aduana, que está trabando la correcta circulación del antiviral. Esto pone en evidencia los graves problemas de gestión.
¿Cuál es la situación de los hospitales?
Los hospitales están desbordados. Si habitualmente trabajan al límite de sus posibilidades, en situación de epidemia están totalmente colapsados. Tenemos las terapias colmadas, no hay lugares para la internación y, obviamente, existen demoras en la atención.
¿Qué cantidad de casos maneja la organización?
Haciendo una proyección de los casos y teniendo en cuenta que la Gripe A está desplazando al síndrome común se supone que estamos arriba de los 15 mil casos. Lo que estamos viendo en la internación es la punta del iceberg.
Alvaro Alvariz (ACTA)
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