Entre las medidas proclamadas por Obama para supuestamente aliviar la tensiones en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se encuentra la propuesta de permitir a algunas empresas estadounidenses de telecomunicaciones hacer transacciones con Cuba.
En realidad Cuba no ha recibido ninguna propuesta en ese sentido. En cambio, de lo que sí se ha hablado claramente es de la “suavización” de algunas sanciones en lo que respecta al uso de internet.
Hace solo unas semanas, Adam Szubin, director de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos, aseguró en una conferencia de prensa que su país está aplicando un sistema de “sanciones inteligentes”, que ayudarían más al gobierno estadounidense en su objetivo de fomentar la “libertad y la democracia” en países como Irán, Cuba y Sudán.
De igual forma, y con similar fin, hace solo unos días, el presidente Obama aprobó la reanudación de los viajes a la Isla de personal de “compañías” norteamericanas con la misión de introducir tecnologías en la Isla, los cuales habían sido suspendidos a raíz de la detención en la Habana del “contratista” de AID, Alan P. Gross.
Pero, tanto en un caso como en el otro, cuando se habla de fomentar la “democracia” no se trata usar la red de redes como una plataforma real de comunicación entre dos pueblos, ni como una vía de intercambio de conocimientos entre los académicos cubanos y norteamericanos, sino que lo que se persigue es convertir la red en una nueva arma de subversión para derrocar a la revolución cubana.
El último paso para implementar esa ciberguerra contra Cuba, tendrá lugar el próximo lunes, en el Instituto George W. Bush, con el patrocinio de Freedom House, donde se efectuará el evento “Ciberdisidentes: Éxitos y desafíos”.
De acuerdo con sus organizadores, dicho encuentro está destinado a: “analizar las condiciones de las libertades políticas en Internet en el mundo”, o lo que es lo mismo, a inmiscuirse en la soberanía tecnológica, cultural y política de aquellas naciones que no se doblegan ante la hegemonía de Washington.
El encuentro -que contará en su inauguración nada menos que con la presencia del ex Presidente George W. Bush, y su esposa Laura, quienes ofrecerán las palabras de apertura-, pretende además “capacitar a los participantes con la las tecnologías y el conocimiento para superar la censura gubernamental”, o sea, lo que equivaldría a formar a los “operadores” del nuevo esquema subversivo.
Entre los participantes, por supuesto, se encuentran un grupo de blogueros subordinados a los intereses imperiales con una destacada trayectoria en el desarrollo de acciones de desinformación y manipulación en contra de los países a los que, de algún modo, proceden.
Tal es el caso de Rodrigo Diamanti de la organización Futuro Presente de Venezuela ; Arash Kamangir de Irán; Oleg Kozlovsky de Rusia, Isaac Mao de China ; y Ahed Alhendi de Siria.
Ernesto Hernández Busto, un bloguero de origen cubano radicado en Barcelona, quien acaba de publicar una declaración exhortando a los llamados disidentes cubanos a no avergonzarse de recibir el dinero que les envía el imperio, será quien represente a Cuba.
Después de esto, por supuesto, no queda la menor duda de dónde surgió y con qué fines fue inventada la blogosfera contrarrevolucionaria cubana en la que sobresalen, además del invitado Busto, editor del blog Penúltimos Dias, otros blogueros mercenarios como Yoani Sánchez.
No viene mal recordar que el principal organizador del evento, el Institute Bush, fue creado en el año 2009 por ex el presidente norteamericano George W. Bush para nuclear al activismo de la ultraderacha estadounidense en la aplicación de la política por él diseñada durante su mandato y, en particular, en lo relacionado con la guerra contra Cuba (Plan Bush I y II), donde las nuevas tecnologías deberían jugar un papel destacado.
De igual forma, la copatrocinadora Fredom House, es una institución estadounidense financiada por el Departamento de Estado para apoyar organizaciones que promueven la agenda imperial, ya sea en países estratégicamente importantes para Washington, o simplemente considerados hostiles.
En el caso de Cuba, Freedom House, que recibe fondos de la USAID y de la NED, patrocina visitas a la Isla para - bajo el eufemismo de ayudar a formar líderes civiles y políticos en Cuba-, entrenar a cabecillas contrarrevolucionarios, distribuir propaganda contrarrevolucionaria o publicar reportes distorsionados sobre los derechos humanos.
Para cumplir tales encomiendas, esta organización ha ncrementado anualmente su presupuesto. En el año 1999 fue de $ 275 000, en el 2000, $ 500 000 y para el año actual la USAID le ha otorgado un total de 900 000 dólares.
Y como cuando de mercenarios se trata, la paga resulta algo esencial, no es de extrañar que el evento de la nueva ciberguerra preconizada por Bush and Cia, además de trazar estrategias y entrenar a blogueros, tenga entre sus principales fines presionar a la administración Obama para que, por fin, deje las vacilaciones y acabe de descongelar los más de 7 millones de dólares que, de una forma u otra, destina la USAID para potenciar la ciberguerra contra Cuba.
Solo la tajada, en la repartición, que debe corresponderle a los blogueros cubanos es la siguiente:
-$ 900 000 para Freedom House para fortalecer a los líderes de la oposición cubana dentro de los artistas, músicos, blogueros y comunidad negra.
-$ 2 600 000 para Develoment Associates Inc.: Para ampliar la red de apoyo cubana que Washington ha creado y promover el mensaje de Miami hacia Cuba.
-$ 2 900 000 para el Departamento de Estado: para promover la libre expresión en la isla, especialmente entre ciertos artistas, músicos, escritores , periodistas y blogueros.
-$ 1 150 000 : para adiestrar a ciertas organizaciones, incluyendo periodistas y blogueros en Cuba para utilizar las nuevas tecnologias de la informática y las comunicaciones.
Esos fondos son los que están en juego en un evento que, por ignorancia u olvido –algo habitual- los amos de los nuevos mercenarios efectuarán nada menos que otro 19 de abril, justo 49 años después de la primera derrota del imperialismo en América.
M. H. Lagarde
Cambios en Cuba
No hay comentarios.:
Publicar un comentario