lunes, mayo 17, 2010

El pueblo de Grecia lucha por la Humanidad


Las gigantescas manifestaciones de protesta del pueblo griego contra la política del Gobierno del Partido Socialista (PASOK) y las medidas impuestas al país por la Unión Europea y el FMI iluminan en estos días la amplitud y complejidad de una crisis sin precedentes.
La gran mayoría de la Humanidad no toma aún conciencia de que su futuro es inseparable de la lucha de clases en desarrollo en la tierra que fue el origen de la civilización europea y del concepto de la democracia política.
Un sistema mediático controlado por el imperialismo insiste en presentar los acontecimientos de Grecia como episodio de una crisis financiera mundial pronta a ser superada.
Se trata de una falsedad. La Humanidad enfrenta una crisis global y estructural del capitalismo que se agrava cada semana que pasa en los frentes económico, financiero, cultural, energético, ambiental, militar, social y político.

EL MITO OBAMA

La crisis se inicio en los EEUU, el principal baluarte del imperialismo. La potencia que los media portugueses insisten en presentar como la “mayor economía del mundo” entro en un proceso de decadencia irreversible. Los EEUU son hoy el país más endeudado del mundo. Su deuda externa en el final del 2008 alcanzaba los 13,77 millones de millones de dólares, el equivalente al PIB del país; actualmente ya lo excede. Es actualmente superior a todas las deudas externas sumadas de Europa, Asia, África y América Latina. Una deuda impagable, anunciadora de un estruendo que sacudirá al mundo. Por si sola, China es poseedora de más de 900 mil millones de dólares en reservas de dólares y títulos del Tesoro norteamericano.

¿Por qué se mantiene entonces la hegemonía de los EEUU?

Dos factores la garantizan. El primero es su inmenso poderío militar. El otro la permanencia del dólar como moneda de referencia en el comercio internacional, principalmente como divisa utilizada en las transacciones del petróleo. Y no hay control para la emisión del billete verde.
Pero como los EEUU se transformaron en una sociedad parasitaria que consume mucho más de lo que produce, el país avanza para un desastre, sin fecha en el calendario, de proporciones colosales.
El gigante tiene pies de barro. Su déficit comercial rebaso el millón de millones de dólares en el año pasado. Este año será superior.
Como la acumulación capitalista no funciona más de acuerdo con la lógica del sistema, Washington, en la fidelidad a una estrategia de dominación universal, saquea los recursos naturales de decenas de países y desencadena guerras de agresión llamadas “preventivas” con la complicidad de sus aliados de la Unión Europea.
En este contexto el presidente Barack Obama, presentado por la propaganda como político progresista y humanista, desenvuelve una política que es indispensable y urgente desmitificar porque configura una amenaza a la Humanidad.
La falsificación de la Historia no puede apagar la realidad. El hombre distinguido con el Nóbel de la Paz amplió la política belicista de Bush. Mantuvo la ocupación a Iraq, intensificó la guerra de agresión en Afganistán, inició los bombardeos en el Noroeste de Pakistán, mantiene la alianza con el sionismo neofascista israelita.
Crímenes monstruosos, sobretodo en Afganistán, comparables a los de los SS nazis en la II Guerra Mundial, son cometidos rutinariamente por las Fuerzas Armadas de los EEUU. La barbarie militar tiene además por complemento una ola de barbarie cultural. Ese es, sin embargo, asunto al que los grandes media solo dedican una mínima atención. Seria incomodo recordar la destrucción y el saqueo de patrimonios de la Humanidad en la antigua Mesopotamia. Informar por ejemplo que en las ruinas de Babilonia se estacionan tanques del US ARMY, que la mayor base norteamericana en Afganistán, Begram, está instalada en el espacio arqueológico de Kapisa, la antigua capital de la desaparecida civilización Kuchana.
El Nóbel de la Paz de los EEUU es el primer responsable por el golpe de Estado en Honduras (ver odiario.info del 26 de Julio y del 1 de Diciembre del 2009), retoma la política de hostilidad a la Revolución Cubana, vuelve a enviar la IV Flota para las aguas de América Latina, amenaza a Venezuela Bolivariana, Ecuador y Bolivia, crea 7 nuevas bases militares norteamericanas en Colombia, instala en África el AFRICOM, un ejército permanente de los EEUU en aquel continente, bombardea Somalia y el Yemen.
El Presidente de los EEUU es elogiado como defensor de un mundo sin armas nucleares. Pero en la reciente Conferencia sobre Desnuclearización amenazó con usarlas contra Irán, si su gobierno no se somete a las exigencias de Washington.

La complicidad con la Finanza

Diariamente leemos en los periódicos portugueses y escuchamos en programas televisivos en que pontifican politólogos del sistema que la recesión terminó en la mayoría de los países de la Unión Europea, que la recuperación es una realidad y que en los EEUU la economía creció en el último trimestre más de lo que era previsto. Grecia, Portugal, España, Irlanda e Italia serian excepciones. La “turbulencia” de los mercados se mantiene con bruscas oscilaciones en las bolsas, pero resultaría de la acción de los especuladores.
Los gobernantes y la comunicación social se esfuerzan en persuadir a los pueblos de que todo volverá en breve a la normalidad gracias a sabias políticas financieras –se insinúa- que salvaran a la banca y las medidas de austeridad impuestas por la necesidad de reducir los déficits presupuestales. En Portugal el PEC seria la solución salvadora. Con costos, es un hecho, más ahora exigirían sacrificios de “todos” por el bien de la patria.
El discurso de la mentira y de la hipocresía puede cambiar de forma, pero su contenido es fundamentalmente el mismo de Washington a Paris, de Tokio a Londres.
El objetivo es engañar a los pueblos para impedir que la intensificación de las luchas sociales quebrante las bases del sistema.

Una vez más son los EEUU quienes comandan la campaña de desinformación.

En realidad, muy poca cosa cambio allí en el mundo corrupto de las finanzas. Centenas de millones dólares fueron inyectados en el “mercado” por la Administración Obama, pero no para ayudar a las grandes victimas de la crisis, las capas más pobres del pueblo norteamericano. Las medidas tomadas por el Gobierno Federal pretenden salvar de la quiebra a los responsables por las acciones criminales que desencadenaron la crisis, sobretodo la gran banca, las aseguradoras, los gigantes de la industria automotriz.
Los dueños de la Finanza con los mismos que continúan atribuyéndose salarios y premios milionarios (en Portugal pasa lo mismo) y retoman los métodos fraudulentos que están en el origen del tsunami financiero.
Premios Nóbel de Economía como Joseph Stiglitz y Paul Krugman y académicos de prestigio mundial como Noam Chomsky arrancan la mascara al gobierno federal desmontando la mentira de la recuperación. Acusan frontalmente a Obama de, al revés de castigar a los cardenales de la Finanza haber colocado a muchos de ellos en puestos clave de la Administración. Es el caso del secretario del Tesoro Thimoty Geithner, un ex-magnate de Wall Street, hoy responsable por la política monetaria del país. Más expresivo aún es el caso de Larry Summers. Ese hombre fue, durante el gobierno de Clinton el autor intelectual de la revocación de la ley que impedía la llamada “desregulación”, esto es las políticas criminales que provocaron quiebras en cadena. ¿Qué hizo Obama? Lo nombró su asesor económico.
En 1929, en el auge de la crisis iniciada con el crash de Wall Street, John Kenneth Galbraith, el eminente economista liberal, afirmó que “el sentido de la responsabilidad de la comunidad financiera frente a la sociedad (…) es prácticamente nulo”.
Nada cambó desde entonces.
Obama se comprometió a reformar profundamente el sistema financiero. Pero, en vez de cumplir su promesa, mantuvo los privilegios de los cardenales de la Finanza..
El desempleo, en tanto, crece. La pobreza se esparce en ciudades como Detroit (antes pulmón de la industria automotriz) y Pittsburgh (antigua capital del acero) donde barrios enteros, deshabitados, ofrecen una imagen de decadencia que niega los slogan del american way of life.
La canciller Merkel y el presidente Sarkozy gritan que “es necesario refundar el capitalismo”. Pero, concientes de que el capitalismo no es humanizable, todo hacen para recomponerlo.

El ejemplo de Grecia

Fue ilusorio cree que Europa escaparía a los efectos de la crisis en los EEUU.
Se suceden las crisis en Islandia, en España, en Irlanda, en Portugal, en Grecia.
El euro se desvaloriza en ritmo alarmante. La tasa de desempleo alcanza ya el 20% en España. En Alemania y en Gran Bretaña la gravedad de la crisis será evidente después de las elecciones. En Francia, Sarkozy intenta en vano ocultar el profundo descontento del pueblo que se expresa en al amplitud asumida por la contestación social.
En Grecia la economía se desmoronó. La alarma fue tan grande en Bruselas que los grandes de la Unión Europea, temiendo el contagio, aprobaron con el FMI después de tumultuosos debates, marcados por contradicciones y vacilaciones, un plan llamado de “ayuda” que en realidad impone al país medidas que, de ser aplicadas, lo reduciría a condición de colonia administrada por la Finanza internacional.
Subestimaron el espíritu de lucha del pueblo griego, su firmeza en el combate en defensa de derechos históricos adquiridos hace muchas décadas.
Siete huelgas generales en los últimos cinco meses expresaron el rechazo de los trabajadores griegos a someterse al llamado “programa de austeridad”, eufemismo que encubre las exigencias impuestas por el gran capital, violadoras de la soberanía nacional.
La huelga del día 5 de Mayo, gigantesca, paralizó el país. Centenas de millares de trabajadores protestaron en Atenas y otras 68 ciudades contra la agresión exterior disfrazada de “ayuda”.
Como era de esperarse, los media internacionales desinformaron en Europa y en los EEUU. Redujeron las dimensiones de la protesta y deformaron el significado de la gran jornada de lucha.
Pero el objetivo de calumniar al pueblo griego no fue alcanzado. Era imposible ocultar que el país paró. Transportes, escuelas, hospitales, fábricas, puertos, aeropuertos, comercio; Los trabajadores del sector privado se juntaron a los del sector público en la huelga
Elementos de la extrema derecha provocaron disturbios en la manifestación en frente del Parlamento. Entre ellos había policías de civil. Pero la tentativa de responsabilizar al PAME (Frente Militante de todos los Trabajadores) –el Frente Sindical que movilizó a los trabajadores- fracaso porque la protesta fue pacifica, excluyendo todas las formas de violencia.
Los gobernantes y banqueros de la UE insisten en hablar del “caos griego”, critican a los huelguistas que se oponen a medidas de austeridad concebidas para “salvar al país”. Mienten conscientemente. Grecia proyecta en estas semanas la imagen de una lucha de clases ejemplar en la cual su pueblo, en confrontación con el capital, asume el papel del sujeto histórico. El mundo del trabajo no está dispuesto a pagar la factura de Maastricht: eliminación de los 13º y 14º salarios (aguinaldo), reducción de pensiones de reforma, corte brutal en los salarios, congelamiento de los mismos, etc.
El día 4 de Mayo, rechazando la estrategia de Bruselas, el Partido Comunista de Grecia –KKE-, ocupo simbólicamente la Acrópolis, en Atenas, y desplegó en aquella colina milenaria banderas y pancartas con una consigna desafiante: “¡Pueblos de Europa levántense!”.
El KKE está consciente de que Europa no se encuentra en el umbral de una situación prerrevolucionaria. En la propia Grecia no están reunidas las condiciones para el asalto al poder.
No por eso el clamor revolucionario del KKE es menos conmovedor y oportuno. También en 1848 Marx sabia, cuando redacó con Engels el Manifiesto del Partido Comunista, que la Revolución Socialista en Europa no se concretaría en el futuro próximo. Pero la consigna ¡Proletarios de todos los países, uníos! resonó en el Continente como incentivo a la lucha de clases, desencadenando un vendaval de esperanza en las masas oprimidas.
Las grandes revoluciones no se forjan en días, ni siquiera en meses o años. No existe para ellas fecha previsible porque resultan de una suma de pequeñas y grandes luchas inserta en contextos históricos favorables.
Los comunistas de Grecia no ignoran que la derrota del capitalismo va a tardar. Pero adquirieron hace mucho la convicción inclaudicable de que debe ser frontal y sin concesiones el combate al sistema que invoca la necesidad de “reformas” y de “políticas de austeridad” para reforzar la opresión social.
Una certeza: la crisis, en Grecia y en el mundo, se va a agravar con pesado costo para el proletariado de nuevo tipo que engloba a nivel planetario centenas de millones de trabajadores.
Y no será de los Parlamentos transformados en instrumentos de dominación de las clases dominantes que vendrá la salida para la crisis global que vivimos y amenaza a la humanidad.
Por eso mismo, la ejemplar lección de combatividad de los trabajadores griegos y de su heroico partido, vanguardia revolucionaria en la mejor tradición leninista, es tan importante, bella y simbólica.
En esta Primavera europea del año 2010, los hijos de la Hellada vuelven a luchar por la humanidad.

Miguel Urbano Rodrigues
V.N.de Gaia, 9 de Mayo de 2010

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