lunes, marzo 25, 2013

Colombia es un país supermilitarizado



De paso por Bogotá, ciudad a la que regresó en diciembre pasado luego de sufrir amenazas de muerte que lo obligaron a permanecer en Argentina durante 4 meses, entrevistamos al historiador y escritor colombiano Renán Vega Cantor.
Mario Hernandez (MH): Estaba leyendo en un diario local que Colombia y Perú lideran el auge de la clase media en América Latina.
Renán Vega Cantor (RVC): Quién sabe cuáles serán las variables que utilizan quienes llegan a esta conclusión, porque si alguna clase está en crisis en Colombia es precisamente la clase media. Es la que más soporta los golpes de la crisis general que atraviesa la economía colombiana que no se ha librado de la crisis general del capitalismo.
Esta clase media tiene cada vez menos oportunidades laborales, el desempleo profesional en Colombia es bastante elevado, los costos de la vivienda se han incrementado al punto que en las grandes ciudades se ha creado una burbuja hipotecaria que no tiene nada que envidiarle a las de EE. UU. y Europa, con las cuales se inició la crisis que estamos viviendo actualmente. Gran parte de esta población quiere irse del país a trabajar en mejores condiciones en otros lugares. No sé cuando hablan de la clase media exactamente a qué se están refiriendo.

Colombia es una de las sociedades más desiguales del mundo

MH: Otro de los datos que recababa en la prensa colombiana es el descenso de la pobreza extrema. Al comienzo del gobierno de Santos se ubicaba en el 12.3% y en la actualidad se ha reducido al 10,6% y 40.000 familias han salido de la pobreza extrema.
RVC: La estadística, se suele decir, que es una forma científica de decir mentiras y en Colombia se aplica tal cual, no es una metáfora sino una realidad. Sencillamente la pobreza extrema ha bajado porque han cambiado la forma de medirla, de tal manera que los indicadores de pobreza afectan a menos población. El DANE (Departamento Nacional de Estadística), que es el instituto encargado de llevar las cifras de la economía y la sociedad colombiana, estableció una nueva forma de medir la pobreza en la cual ya no son pobres muchos que antes eran considerados como tales. Me refiero al límite mínimo de ingreso que se debe tener para considerar a la gente pobre, por ejemplo, o incluir a mayor cantidad de gente de la familia en el ingreso, etc. Mediante esas medidas se ha bajado la pobreza que en realidad sigue siendo uno de los problemas más graves. En aras de la discusión podríamos aceptar que haya bajado la pobreza, pero la pregunta sería si se ha reducido la desigualdad.
Colombia es una de las sociedades más desiguales del mundo. ¿Cuánta es la diferencia que hay entre los pobres y los más ricos de este país? Esa diferencia en lugar de disminuir ha aumentado.
MH: Ahí sí la prensa colombiana te da la razón ya que en desigualdad Colombia es solo superada por Sudáfrica entre 23 países emergentes. También te quería consultar por la alta tasa de desempleo y sobre todo por la informalidad laboral que afecta al 51% de la fuerza laboral.
RVC: Eso es cierto. Habría que señalar un contexto histórico relativamente reciente de los últimos 20 años, después de la apertura económica que se adoptó en 1991. Allí se destruyó la poca base industrial que existía y también la agricultura. Desaparecen los cultivos de exportación, que hicieron famosa la economía colombiana entre 1950/80, y el resultado inmediato es la generalización del desempleo. Entonces, la gente se ve obligada a recurrir a lo que aquí se llama la “economía del rebusque”, que es simplemente la informalidad. La gente, de cualquier manera, monta en la calle un puesto para vender lo que sea, y eso se ha generalizado. En algunos departamentos del país se dice que el 80/90% de la población está en la informalidad, no tienen garantía laboral ni ingreso fijo, no cuentan con ninguna protección ni seguridad social y la mayor parte de la población colombiana está sometida a este tipo de régimen laboral.
No solo se trata de la informalidad tradicional, sino que ésta se ha ido apoderando de la economía formal que se ha informalizado de tal manera que los trabajadores han perdido sus derechos, se ha extendido la jornada de trabajo, ni siquiera se percibe el salario mínimo que solo cubre a una porción muy pequeña de la población.
El gobierno de Santos continuamente suele decir que ha reducido el desempleo a cifras inferiores a dos dígitos, menos del 10%, pero son resultados coyunturales, rápidamente se regresa a las cifras de desempleo reconocidas oficialmente del 10,5/11% que tampoco tienen nada que ver con la realidad por la forma de medirlo que ha sido modificada para no incluir el desempleo disfrazándolo de subempleo. ¿Cómo lo hacen? Si un colombiano en los últimos seis meses trabajó durante una hora de un solo día se considera que durante aquel período no estuvo desempleado, por lo tanto, no entra a formar parte de las cifras del desempleo. Con todas estas argucias estadísticas el desempleo en Colombia parece ser muy bajo, pero a pesar de eso en el conjunto de América Latina la CEPAL dice que el país con mayor cantidad de desempleados es Colombia.
MH: Esto contrasta con las cifras del crecimiento medio anual cercano al 5% del PBI en los últimos 10 años.
RVC: Esas cifras del crecimiento del PBI convencionalmente son muy discutidas porque en realidad no revelan el estado social de una economía sino índices de crecimiento de un año a otro y en Colombia está basado en el sector mineral que ha crecido hasta el punto que las clases dominantes del país lo quieren presentar como una nueva potencia minera en niveles similares a Chile y Perú. Para eso han abierto la economía colombiana a la inversión extranjera porque se llevan todo lo que quieren, cualquier tipo de minerales, sin ningún tipo de contraprestación, con regalías que son las más bajas de la región, sin controles ni protección ambiental. Esto ha significado que Colombia está enclavada en la economía mundial por las materias primas más tradicionales y más negativas que son los minerales. Estamos hablando de petróleo y carbón, por ejemplo. Eso significa el crecimiento principal del país, industrias casi no hay, agricultura tampoco.
El otro sector que crece son los servicios ligados al capital internacional, las inversiones financieras, pero no estamos hablando de una economía con una sólida base en el mediano y largo plazo. El problema del crecimiento ligado al sector minero es que es muy efímero y falso, coyuntural, puede durar poco tiempo mientras las materias primas en el mercado mundial sean costosas, pero cuando cae el precio internacional, inmediatamente este sector se resiente, de tal manera que el modelo colombiano se parece mucho al del resto de la región. Es un modelo primario exportador, basado en la minería, que no tiene prácticamente industria propia. Todo lo que se consume en el país proviene del exterior, casi todo de China, hasta las cosas más elementales y con los Tratados de Libre Comercio (TLCs) que acaba de firmar el país, que son más de 7, acaban de debilitar la estructura económica interna existente.

El libre comercio es para EE. UU.

MH: Justamente iba a preguntarte por el TLC con EE. UU. que lleva una vigencia de 8 meses.
RVC: Hasta ahora se están empezando a delinear las consecuencias nefastas de este tratado, aunque su impacto todavía no ha sido mayor, por una circunstancia y es que estos tratados comerciales con las potencias son de una sola vía. En realidad, lo del libre comercio es para EE. UU.
Además, para que el libre comercio funcione se necesita una infraestructura adecuada: carreteras, puertos, puentes, de tal manera que de EE. UU. lleguen todos los productos de sus multinacionales, sin embargo, el gran problema es que Colombia en términos de infraestructura, desde el punto más convencional de un país capitalista, está muy retrasada. Cuando llueve prácticamente se paraliza el país, las principales vías de comunicación quedan intransitables, prácticamente hay solo dos puertos importantes, Barranquilla y Buenaventura. Este, en el Pacífico, es el más rentable económicamente, por donde entra gran parte del comercio exterior, pero muy obsoleto y atrasado, que se comunica con una carretera que tampoco han podido terminar. Aquí nunca ha habido un sistema importante de ferrocarriles.
De todas maneras, si el impacto nefasto del TLC todavía no se ha visto en toda su dimensión es por estas circunstancias. Ahora le toca al Estado colombiano adecuar la infraestructura para facilitar la llegada de las inversiones y los productos del exterior.
A pesar de esto, su impacto ya se está viendo en cosas cotidianas. Uno entra a un supermercado y encuentra una cantidad de productos que no se veían hace un año traídos de EE. UU. y ni siquiera, porque se trata de multinacionales norteamericanas que producen en otros países como China o países asiáticos y le ponen una contramarca y los venden como si fueran de origen estadounidense. Esos productos inundan los supermercados y van a empezar a llegar una de las cosas más nefastas que se anuncian con el TLC, los productos agrícolas y, sobre todo, pecuarios como, por ejemplo, partes de pollo que en EE. UU. no consumen se van a vender aquí. Eso va a quebrar lo poco que queda de industria avícola en Colombia y las consecuencias van a ser nefastas.
MH: Estaba viendo que se habla de una reforma al sistema de jubilaciones y había cierta preocupación en el mercado accionario porque sostienen que los fondos que manejan estas empresas pasarían a la Nación. ¿Es asimilable a la nacionalización del sistema de pensiones que se llevó adelante en Argentina?
RVC: En Colombia, después de 1991, con la reforma constitucional, se hace una reforma económica general que prácticamente privatiza la mayor cantidad de actividades que existían en el país, la salud y el sistema de pensiones, entre otras. Copiando el modelo chileno, se transfiere al sector privado y se empieza a hacer una campaña publicitaria para que la gente afiliada a las instituciones estatales, que básicamente eran dos: el seguro social y una entidad de tipo nacional llamada Cajanan. Se empieza a presionar para que los afiliados se pasen al seguro privado. Se hace una campaña ideológica que efectivamente logra que un porcentaje importante de la población, que tiene la posibilidad de disfrutar el derecho a la pensión, que es una porción muy pequeña, se trasladara de la entidad pública a la privada.
Al cabo de un tiempo empieza a evidenciarse, más o menos a los 10 años, que estas entidades privadas comienzan a quebrar, entre otras razones, por malos manejos, por corrupción, y el Estado tiene que volver a asumir los costos, incluso las instituciones privadas le dicen a sus afiliados que ya no es rentable su permanencia y que traten de reincorporarse a la entidad estatal. Aquéllas están prácticamente quebradas, sin muchos recursos y esa es la situación actualmente. Entonces, proponen alargar más la edad de jubilación de hombres y mujeres hasta niveles prácticamente inauditos porque pretenden hacerlo a los 65 años cuando el promedio de vida en Colombia es de 67. La gente se estará pensionando, insisto, los pocos que tienen ese privilegio, y morirán al año o dos. Es un sistema inadecuado para las necesidades de la gente cuando han trabajado durante 40 años o más porque significa que se aumenta el número de años cotizados y tienen que trabajar 40/45 años para tener derecho a una pensión.
El otro problema es que los fondos privados de pensión son manejados por el capital financiero, muy rentables, que han producido fabulosas ganancias sobre las cuales el Estado no tiene ningún tipo de control porque ha propiciado este tipo de comportamiento.

Los dueños del país no quieren la paz

MH: Hoy, 18 de febrero, ha comenzado la VI ronda de negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y las FARC. ¿Qué resultado han arrojado hasta el momento?
RVC: Habría que considerar resultados a largo plazo y otros coyunturales. Estos últimos han favorecido a las FARC al volver a posicionarse en el escenario político colombiano, al recuperar presencia en los medios de comunicación. Ese es el resultado más importante en el corto plazo.
En el mediano y largo plazo casi no ha habido resultados importantes que se vislumbren porque algunos puntos de la agenda son fundamentales y requieren mucho tiempo para encontrar soluciones reales. Lo que está claro es que en el tema agrario, que es álgido, el gobierno colombiano y las fuerzas dominantes de este país no están dispuestas a ceder prácticamente nada, a que se realice una redistribución territorial, una reforma agraria, a tocar el poder de los grandes terratenientes y ganaderos y hay que decir que eso constituye la sustancia de la guerra. Si ese punto no se soluciona no habrá verdadera paz en Colombia y en ese terreno las posturas son verdaderamente contradictorias. A pesar que a primera vista se hayan dado unos aparentes acercamientos, en el fondo no son reales porque los representantes ligados a las clases dominantes, sobre todo los ganaderos, han dicho que no están dispuestos a repartir ni un centímetro de tierra.
No solo lo han dicho sino que también han organizado un ejército que se denomina “antirestitución” que está presente en 400 municipios del país y está asesinando a los líderes campesinos e indígenas que comandan las solicitudes de restitución de tierras.
Ni siquiera se trata de una reforma agraria cuando se habla de esto, sino simplemente que se les devuelvan las tierras a los campesinos que alguna vez las tuvieron y fueron desplazados de sus propiedades y años después se l es pide legalizarlas y cuando dan la cara los ejércitos antirestitución los asesinan para que nadie más siga reclamando.
En ese terreno, que es el primer punto de la agenda, no ha habido avances significativos. Además hay un problema de fondo que muestra la hipocresía del régimen y es que se adelantan conversaciones de paz en medio de la guerra. Ese es un problema porque le resta confianza y credibilidad a cualquier diálogo.
Las FARC decidieron el pasado 20 de noviembre adelantar un cese unilateral del fuego durante dos meses. La respuesta del Estado colombiano fue decir que no era creíble y que iban a seguir con sus operaciones de guerra como efectivamente lo hicieron. Durante dos meses siguieron bombardeando y mataron a muchos militantes de las FARC y a algunos de sus dirigentes. Cuando terminó el cese al fuego parcial decretado por las FARC y reiniciaron sus operaciones, el Estado colombiano inició una operación de desprestigio diciendo que no estaban cumpliendo las pautas, cuando es el mismo Estado el que se ha negado a que cesen las hostilidades. Dialogar en medio de la guerra es muy conflictivo y más aún en un medio como el colombiano cuando la opinión pública se encuentra tan condicionada por los medios de comunicación que son propiedad de los dueños del país que en realidad no quieren la paz.
El problema de la paz a largo plazo también está condicionada por los intereses de un sector que se ha consolidado que son las Fuerzas Armadas para quienes es más importante que haya guerra que paz.
MH: Mientras caminábamos veníamos comentando el hecho que pertenece a Colombia la cuarta flota de helicópteros de guerra más grande del mundo.
RVC: Es una aberración si tenemos en cuenta el grado de desarrollo del país que es muy atrasado si lo comparamos con las economías de EE. UU., Francia, Japón, China o Italia. No tiene industria ni agricultura propia y, sin embargo, es un país militarizado al extremo. Su ejército es uno de los más grandes del mundo y el que más ha crecido en los últimos 10 años. Se habla de 500.000 efectivos del ejército al que hay que agregar los familiares y todo lo relacionado con la seguridad, personal civil, de hospitales, la logística relacionada con el ejército, lo que nos da una cifra elevada de 2/3 millones de personas. En un país de 47 millones de habitantes estamos hablando de un peso significativo. Además, tiene inversiones, bancos, universidades, colegios, hospitales y a eso hay que agregar la policía que es parte de las Fuerzas Armadas. Tenemos un país supermilitarizado que ha invertido mucho en la modernización de su armamento, incluyendo tecnología aérea porque el Estado colombiano ha apostado, para ganar la guerra, a la modernización de la aviación y los helicópteros para bombardear y destruir los campamentos de la insurgencia y sus bases de apoyo que incluyen a campesinos e indígenas.
Eso viene haciendo el Estado colombiano desde hace varios años, lo que requiere una inversión constante y compra de aparatos a diversos países del mundo, por ejemplo, a Brasil que es uno de los países que más dota de tecnología militar a Colombia. También Rusia y principalmente EE. UU. desde hace 50 años. Esto se ha incrementado con el Plan Colombia. Si uno compara el poder de fuego del ejército colombiano con los ejércitos del continente, los únicos serían el de Brasil y el de Chile en menor medida. En capacidad de fuego, hombres, inversiones económicas es el más poderoso de la región con respecto al resto de los países.

Presidentes de la República están comprometidos en asesinatos contra la población

MH: El próximo 23 de abril Colombia dará cuenta ante la ONU por la vigencia de los Derechos Humanos en el país. Paralelamente cada 5 días muere un defensor de DD. HH. lo que representa un aumento del 49% respecto a 2011. ¿A qué atribuís la causa que se hayan incrementado este tipo de asesinatos en el último año?
RVC: Si Ud. mira los reportes del Estado colombiano y sus organismos dedicados a los DD. HH. encontrará que cada vez que hay un anuncio oficial es positivo. Se dice que Colombia ha sido retirada de la lista negra de países violadores de los Derechos Humanos en el mundo. Así ha sido considerado en el último año por distintas organizaciones internacionales. El gobierno dice que es una muestra que las cosas están mejorando y ya casi no hay asesinatos relacionados con el tema. En realidad las cosas son completamente diferentes.
Lo que pasa es que casi no es noticia a nivel mundial pero se sigue dando de manera cotidiana a todos los niveles. No solo es el asesinato de abogados y defensores de Derechos Humanos sino de dirigentes sindicales, campesinos, estudiantes, profesores, de mujeres.
En el caso particular de Derechos Humanos se acentúa por varias razones. En los últimos años han sido denunciados varios miembros de las Fuerzas Armadas, particularmente del ejército y la policía, a raíz de lo que en Colombia se llaman los “falsos positivos” que es el asesinato de civiles que son presentados como guerrilleros muertos en combate a cambio de lo cual el Ejército da una recompensa económica. Esto ha generalizado la impunidad de las Fuerzas Armadas y llamó la atención de organismos internacionales que dijeron que era necesario que se investigara y juzgara a algunos de esos militares involucrados y también a quienes resultan comprometidos por declaraciones de paramilitares que están en EE. UU. y Colombia que han empezado a señalar a generales, coroneles y otros miembros del Ejército pero también a gobernadores, alcaldes y presidentes de la República comprometidos con el asesinato de campesinos y otros sectores de la población.
Ante todos estos hechos hay un panorama judicial muy agudo que hace que muchos abogados se conviertan en parte civil de las víctimas de estos crímenes. Para tratar de tapar y eliminar testigos se procede a asesinar defensores de Derechos Humanos e intimidar a este sector para que no siga con esta cantidad de procesos en marcha contra estos criminales pertenecientes al Estado colombiano.

Ecuador reafirma la necesidad de consolidar vías post neoliberales

MH: Acaba de ser reelecto el presidente Correa en Ecuador apoyado por el 57% de los electores. ¿Qué opinión te merece y si impacta en la realidad política y social colombiana?
RVC: Me parece importante porque permite consolidar un proceso aunque lleno de contradicciones. De todas formas, reafirma la necesidad de consolidar vías post neoliberales aunque todavía no sean post capitalistas. Ecuador es un ejemplo importante si tenemos en cuenta la crisis política y social que atravesó ese país a fines del siglo anterior cuando hubo varias insurrecciones populares, cambios de gobierno, pero el neoliberalismo seguía reinando. Ahora hay una propuesta diferente aunque como en la mayor parte de los gobiernos progresistas está presente qué modelo se consolida, si minero-exportador o se dirige hacia otro tipo de economía teniendo en cuenta que algunos de sus principales rubros de exportación son mineros, empezando por el petróleo.
En relación a Colombia recordemos que en el gobierno de Uribe, en 2008, se produjo una ruptura de relaciones a raíz del ataque criminal de guerra por parte del Estado colombiano en territorio ecuatoriano en el que fue asesinado Raúl Reyes, el segundo comandante de las FARC y 26 personas más, incluyendo a 4 mexicanos y un ecuatoriano. A raíz de eso se rompieron relaciones, pero es un hecho más de la conflictiva frontera entre Colombia y Ecuador. Todas las fronteras colombianas son conflictivas porque la guerra en Colombia se libra de manera importante en ellas. En Ecuador hay miles de colombianos refugiados, ha sido afectada por la política de guerra del Estado colombiano y por la política antidroga. Toda la fumigación aérea financiada por EE. UU. y que es parte de su política general, afecta los cultivos de los campesinos ecuatorianos cuando se fumigan los departamentos fronterizos de Colombia. Es una frontera con muchos problemas y se presenta un acercamiento durante el gobierno de Santos con el de Rafael Correa que prácticamente aceptó las explicaciones dadas por el colombiano aunque el problema todavía no se ha resuelto. El triunfo de Correa garantiza una continuidad en esa política.

En Irlanda fueron violadas más de 100.000 personas por sacerdotes

MH: ¿Qué reflexión te mereció la renuncia del Papa Benedicto XVI?
RVC: Me parece que el Vaticano es la monarquía más vieja que hay en el mundo que tiene más de 2000 años y es un régimen profundamente antidemocrático como lo vamos a ver en la elección del próximo Papa. Por las pocas cosas que he leído en estos días y conozco, hay bastantes contradicciones en el seno de la jerarquía vaticana, síntomas de corrupción, prebendas financieras y, además, la pedofilia que carcome a toda la Iglesia católica. En síntesis, problemas de prestigio, de legitimidad que al parecer Ratzinger no fue capaz de solucionar y, además, sus perspectivas eran de extrema derecha o sea un Papa que continuó lo hecho por Juan Pablo II de quien fue su principal aliado. Las principales encíclicas durante su reinado las escribió Ratzinger. Toda la persecución contra la Teología de la Liberación está concentrada en él. Estamos hablando de una Iglesia profundamente retrógrada, que no se adecua a la época, absolutamente proclive a los intereses del capitalismo y las grandes potencias, que ni siquiera tiene en cuenta la queja de los fieles en relación a los abusos de los sacerdotes que en algunos países son masivos como en Irlanda donde se habla de más de 100.000 personas violadas por sacerdotes en los últimos 50 años. Estamos hablando de cifras pavorosas que ponen en cuestión a una institución muy importante para la legitimidad del capitalismo.
Al parecer se va a reafirmar esta línea más conservadora, más tradicional, que incluso está planteando el regreso a ritos obsoletos y abandonados hace mucho tiempo.
Te quiero dar un ejemplo para el caso colombiano para que veas cómo opera esa Iglesia más conservadora en este país. Aquí tiene bastante fuerza el Opus Dei. Hace 8 días se realizó un matrimonio muy famoso que fue el de la hija de Procurador General de la República, un personaje casi de la Edad Media, de ultraderecha, que quemó libros en la ciudad de Bucaramanga no hace muchos años, absolutamente intolerante. Este personaje organizó la fiesta de matrimonio de su hija con un misa en latín como antes del Concilio Vaticano II, retrocediendo 50 años, el sacerdote dándole la espalda a los feligreses, con los ritos más tradicionales que solo reivindica la famosa disidencia del cura Lefevre en Francia. Eso demuestra el poderío de estos reaccionarios y uno de los últimos mensajes que envió el Papa antes de renunciar, lo hizo al Procurador felicitándolo por esa ceremonia de defensa de los valores católicos tradicionales.
Ese sector del Opus Dei está ligado en Colombia a distinto tipo de intereses y fue apoyo fundamental de la presidencia de Alvaro Uribe Vélez.
MH: Vamos a ir concluyendo.
RVC: Me complace mucho volver a hablar contigo y recordar mi paso por Argentina un país al que le debo mucho y ha sido muy solidario e importante para mí y al que deseo regresar así sea de paso prontamente.
MH: Te estaremos esperando con mucho gusto.

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