La crisis capitalista europea desató procesos que preanuncian nuevos conflictos a la par que abren incógnitas sobre el futuro de la Unión Europea (UE) y de la moneda común.
La crisis capitalista que se abate en Europa se profundiza, mientras que opera de distintas maneras en el resto del mundo. Por debajo se van procesando cambios en la situación social que impactan en la subjetividad y que preanuncian nuevos conflictos a la par que abren incógnitas sobre el futuro de la Unión Europea (UE) y la moneda común.
La crisis capitalista mundial golpea fuerte en Europa, especialmente en los diecisiete países que componen la eurozona. Mientras persiste el estancamiento de las economías estadounidense y japonesa, China y el sudeste asiático siguen creciendo, aunque a un ritmo menor, en tanto que América latina no se ve hasta ahora mayormente afectada.
Recalculando.
A fines de enero pasado el FMI recalculó a la baja sus pronósticos de cierre de la economía global para el 2012. Lo estimó en un 3,3 por ciento, cuando tres meses antes había proyectado un porcentual de crecimiento del orden del 4 por ciento. Mientras que por ahora el pronóstico para el 2013 aumentó a 3,9 por ciento.
El organismo mantuvo su pronóstico de crecimiento del 1,8 por ciento para Estados Unidos pero predijo que la economía de la eurozona se contraerá en un 0,3 por ciento. La recesión será particularmente fuerte en la periferia y con un débil crecimiento en los países del centro. La poderosa Alemania apenas tendrá un 0,9 por ciento. Al mismo tiempo espera un avance del 8,5 por ciento para China, en lugar del 8,8 por ciento previsto anteriormente. También revisó a la baja sus proyecciones de crecimiento para India, al 6,5 por ciento desde el 7,3 por ciento anterior. En tanto, el de Africa aún seguiría siendo robusto, con un 5,3 por ciento. Para América latina estima será del 3,6 por ciento.
Falta de certezas.
Pero todos estos pronósticos son cada vez más provisorios, es probable que pronto tengamos nuevos. Tan de fluida está la crisis que los organismos internacionales deben, a la manera de un moderno GPS, recalcular sus datos y reorientar sus proyecciones en períodos cada vez más cortos. Es que como el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) señala: "el pronóstico a corto plazo se ha deteriorado notablemente" y agrega "la principal amenaza para la economía mundial es la crisis de deuda gubernamental en Europa aún no resuelta, que puede llevar a la recesión a la economía mundial".
Por si algo faltara el organismo internacional publicó recientemente un informe con el título de "Errores en el Pronóstico de Crecimiento y Multiplicadores Fiscales" -el impacto que tiene el gasto del gobierno o el aumento de los impuestos en los resultados económicos de un país- firmado por su economista jefe, Olivier Blanchard, y Daniel Leigh, en el que reconoce que se equivocó a la hora de valorar el impacto de la austeridad en los países europeos. "Los pronósticos subestimaron significativamente el aumento del desempleo y la caída de la demanda interior con la consolidación fiscal", dice el documento entre otros conceptos críticos.
No es solo la deuda.
Sin embargo no son pocos los analistas, también quien esto escribe, que piensan que la crisis de deuda es solo un mecanismo creado artificialmente, como sucedió en América latina, para desmontar los restos del Estado del Bienestar y conseguir abaratar fuertemente el valor de venta de la fuerza de trabajo. En principio el foco está puesto en las economías de la periferia europea -España, Grecia, Italia, Irlanda, Portugal- pero es cada vez más evidente que la crisis está llegando a los países del centro. Es Alemania quién dirige la troika -CE, BCE y FMI- y quien induce las políticas de ajuste y austeridad.
La política alemana es dual, por un lado empuja los ajustes y por el otro trata de mantener sólido al euro para no perjudicar más aún sus exportaciones. Si se analizan las cifras del comercio intrazona se puede ver cómo las políticas de austeridad también la afectan negativamente. Sus exportaciones al resto de Europa tienden a descender, han caído un 11,4 por ciento en 2012 -15,8 por ciento los envíos a Portugal, 9 a Grecia y 8,6 a Italia-. Y estos descensos no se compensan con el aumento de las exportaciones a China y EEUU.
La crisis genera tensiones políticas en toda la Unión Europea. Tensiones que se ven acentuadas por la fuga de capitales de los países de la periferia al centro, España ha sufrido salidas de capital en el último año del orden del 27 por ciento de su PBI, mientras que Italia en el mismo lapso perdió el equivalente a casi 15 puntos de su producción anual. Así el futuro de la moneda común, el euro, está en el limbo.
La crisis italiana.
Los resultados de las recientes elecciones presidenciales en Italia, tercera economía de la eurozona, reactualizan la crisis de la región. El mediático derechista y corruptor Silvio Berlusconi ha perdido millones de votos, sin embargo pesará en las decisiones futuras. El candidato del BCE, el banquero y tecnócrata Mario Monti, salió en cuarto lugar, signo del rechazo a las políticas de austeridad.
La gran sorpresa la ha dado Beppe Grillo, el cómico multimillonario de ideas conservadoras, aunque enfrentado al capital financiero y con ciertas posiciones más a la izquierda que las del socialdemócrata Pier Luigi Versan. Este, heredero de las deshilachadas huestes del otrora poderoso Partido Comunista, resultó triunfador por escaso margen, aunque también perdió millones de votos.
En cierta manera estos resultados son similares a los que arrojaron las últimas elecciones en Grecia, aunque allí la sorpresa fue Siryza, una coalición de izquierdas con mucha fuerza social, mientras que en Italia la sorpresa ha sido la figura de un irreverente supuestamente apolítico que tendrá mayoría absoluta en la cámara de diputados, y que hasta ahora se niega a formar gobierno, que no sea el de su Movimiento 5 Estrellas (M5E). Algo que no puede garantizar por su propia fuerza ya que no hay mayorías en el Senado. Nadie sabe entonces con que broma puede salir.
Rechazos.
El dato sobresaliente es que los votantes italianos rechazaron contundentemente las políticas del ajuste y la austeridad. Así sea por la paridad de los resultados electorales o por el rechazo generalizado, las posibilidades de formar un gobierno estable son inciertas. La preocupación por la falta de acuerdos está impactando en toda Europa, una crisis de gobernabilidad en Italia sería peligrosa para la región.
El rechazo italiano se suma así a lo que viene sucediendo en Grecia, en España y recientemente con las masivas movilizaciones en Portugal. Si esta inestabilidad política se contagiara a Francia, que también adoptó recientemente políticas de austeridad, el proyecto de la Unión Europea terminará fuertemente cuestionado y entrará en zona de riesgo.
Mientras tanto.
En Grecia se suceden los paros generales, en España el 23F una fuerte protesta tuvo epicentro en Barcelona y Madrid, y se replicó en más de cincuenta ciudades españolas. La iniciativa fue resultado de un acuerdo logrado por más de doscientos colectivos que han venido protestando contra los recortes en sus respectivos sectores durante los dos últimos años. En Portugal el pasado sábado se convocó a una manifestación bajo el lema "A esta ola que todo lo destruye vamos a oponer la ola gigante de nuestra indignación". Daban así continuidad a las movilizaciones que el 15 de septiembre del año pasado rodearon el Parlamento.
Ahora es "Nuestra democracia contra su austeridad". Es un llamado a la acción contra la Cumbre de Primavera de la UE, que se desarrollará en Bruselas el 13 y 14 de este mes. "Por una primavera europea" es el lema con que numerosas organizaciones del viejo continente están convocando a acciones, huelgas y manifestaciones en toda Europa para este 13 de marzo próximo y a una manifestación paneuropea en Bruselas para el 14.
Eduardo Lucita.Integrante del colectivo EDI-Economistas de Izquierda
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