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lunes, octubre 14, 2013
El tráfico de personas en el mundo
Este fin de semana se dio a conocer un adelanto de un informe del parlamento europeo con estadísticas sobre distintos tipos de delitos en el bloque regional. Se destaca el número de 880 mil personas bajo condiciones de trabajo esclavo producto del tráfico de personas. El dato abre la posibilidad de discutir sobre un problema global.
Según el documento del eurodiputado Salvatore Iacolino, que incluye datos provenientes de un informe de 2012 elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más de 880 mil personas realizan trabajo esclavo en la Unión Europea. Sobre ese total, 270.000 se encuentran bajo régimen de explotación sexual. El informe considera como “trabajadores esclavos” a todos aquellos sometidos a extorsiones o amenazas.
Aunque este número es alarmante, resulta ínfimo en el marco del panorama mundial. La OIT señala que por lo menos 12,3 millones de adultos y niños son explotados en el marco del comercio sexual o de labores forzadas en todo el mundo; 56% de esas personas son mujeres y niñas. A su vez, de acuerdo con datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de la mitad de las víctimas del comercio humano en todo el mundo provienen del este y del sur de Asia y una de cada dos personas traficadas es un niño.
El beneficio obtenido a partir del comercio con seres humanos asciende a 25.000 millones de euros por año, con lo cual supera al que produce el tráfico de drogas.
Según el Proyecto Regional contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes (ARTIP, por su siglas en inglés), un proyecto comunitario de varios países del sudeste asiático que trabaja para combatir el comercio con seres humanos, las principales causas de ese comportamiento son la pobreza y la desigualdad. No pocas veces, las víctimas poseen una formación escolar básica, como constató en un estudio la Iniciativa Global de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Trata de Personas.
El periodista estadounidense Benjamin Skinner le ha seguido la pista a la esclavitud actual, conversando con víctimas y victimarios, haciéndose pasar por interesado en la compra de esclavos y visitando en la cárcel a traficantes de personas. Sobre la base de sus investigaciones escribió el libro A crime so monstrous: face-to-face with modern slavery.
En una entrevista para Deutche Welle, Skinner sostuvo que “si bien existen más de trescientos tratados internacionales y más de una docena de convenciones mundiales de abolición de la esclavitud y contra el comercio de esclavos, la esclavitud continúa prosperando en el mundo moderno”.
El periodista estadounidense también describió que trabajos realizan estos esclavos “modernos”. “Los esclavos son utilizados en todo tipo de industrias, en la agricultura y los servicios. La mayoría son mantenidos en cautiverio por medio de las deudas, forzados a trabajar a través de la violencia para pagar un crédito que en muchos casos han heredado de un antepasado”, explicó. Además agregó: “Todos los años, cientos de miles de esclavos son objeto de comercio a través de las fronteras para trabajar en el servicio doméstico, las labores manuales, mendigar o, particularmente, ejercer la prostitución forzada. Niños son obligados a combatir en brutales guerras civiles, hombres y mujeres son engañados y obligados a producir componentes para los productos de consumo que cualquiera tiene en su hogar”.
Actualmente el 23 de agosto es el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y su Abolición. Se recuerda allí la noche del 22 al 23 de agosto de 1791 en la isla de Santo Domingo (actualmente Haití y República Dominicana) donde se llevó a cabo un levantamiento que desempeñaría un papel crucial en la abolición del tráfico transatlántico de esclavos.
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