Se dice que los intelectuales tienen una sensibilidad especial. Y en cierto modo, es verdad. Los novelistas y los narradores de cuentos tienen una capacidad excepcional para describir la realidad, o imaginarla. Los poetas, para encontrar la belleza y el ritmo en la expresión literaria. Los pintores para mezclar tonos y colores, y construir maravillas en el lienzo. Todo eso, es así.
Y eso explica también que los intelectuales sean sensibles ante la injusticia, sientan palpitar el espíritu de sus pueblos; encuentren en la risa de los niños y en las lágrimas del pobre un motivo para la inspiración y la protesta.
¿Cómo no podrían, entonces, ser los intelectuales ajenos al drama humano? ¿Cómo no sentir el hecho que determinadas fuerzas en el mundo abusen de su poder y hagan escarnio de la humanidad entera? ¿Cómo no expresar indignación ante un caso tan especial como es el de los 5 antiterroristas cubanos prisioneros del Imperio?
El deber de los intelectuales es tener una actitud ante hechos tan abominables como encerrar durante 16 años a personas inocentes, que no cometieron delito alguno y que, por el contrario, pusieron en riesgo sus vidas para salvar las de ciudadanos de Cuba y de otros países de la tierra.
Porque lo sentimos, hace ya tres años aceptamos, a pedido del Comité Peruano de Solidaridad con los 5, integrar un colectivo solidario. Con él, hemos venido trabajando de manera constante y sostenida.
Asumimos, desde el inicio, la tarea de alentar y promover actos diversos el día 5 de cada mes. Y hemos cumplido la tarea. Participamos virtualmente en todas las Marchas y eventos solidarios que se desarrollan por esta causa. Y hemos estado presentes, también, en la reciente Jornada de Septiembre, efectuada al cumplir estos héroes 16 años de presión.
En unos casos de manera directa, y en otros alentando la participación y presencia de otros intelectuales, hemos dejado muy en alto el verso de Vallejo, la pluma de Ciro Alegría, la sensibilidad de Arguedas, el análisis de José Carlos Mariátegui, la pintura de Etna Velarde. Podríamos sentirnos contentos por la tarea cumplida, sino fuera porque tres hermanos nuestros aún continúan encarcelados. Por Gerardo, Antonio y Ramón tenemos, entonces, que continuar en la brega, exigiendo que ellos sean liberados pronto.
Es muy claro que todo el esfuerzo nuestro, y también el de otros colectivos movilizados por esta causa, tienen su origen en la actividad constante, permanente y esforzada del Comité Peruano de Solidaridad con los 5. Sin este motor solidario, no haría sido posible impulsar las acciones en las que muchos han participado y conocen.
Al hacer el balance de la Jornada de Septiembre no tenemos sino que ratificar nuestro compromiso. Seguiremos en la brega hasta lograr la justicia.
Fanny Palacios
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