El sábado 30, las Madres de Plaza de Mayo conmemoraron el 39° aniversario de la primera reunión que protagonizaron en la Plaza, precedente de sus históricas “rondas” de los jueves
El sábado 30, las Madres de Plaza de Mayo conmemoraron el 39° aniversario de la primera reunión que protagonizaron en la Plaza, precedente de sus históricas “rondas” de los jueves.
En rigor, hubo dos actos.
Por un lado, Hebe de Bonafini reunió a los suyos a un costado de la Pirámide. Allí estuvieron representantes del “cristinismo puro”, como el diputado Edgardo De Petris. Un gran cartel con la figura de Cristina con el rótulo “Ella es pueblo” encuadraba la actividad. La reivindicación del gobierno de “la reconstrucción de la burguesía nacional”, el pago serial de la deuda, las leyes antiterroristas, la condena a los petroleros de Las Heras y la designación de César Milani es incompatible con la reivindicación de una jornada de la cual partió una trayectoria de lucha que conoció páginas gloriosas.
Ocurre que, por otra parte, alrededor del monumento a Belgrano, hicieron su acto las Madres de Línea Fundadora. Fue encabezado por Mirta Baravalle, Elia Espen y Nora Cortiñas, presentes en todas las luchas obreras y democráticas de los últimos años. La presidenta de Madres LF, Tati Almeyda, de militancia kirchnerista, no se hizo presente.
Mirta Baravalle abrió el micrófono recordando a las 14 madres que aquel 30 de abril de 1977 estuvieron en la Plaza. Ellas fueron: Berta Braverman, Haydée García Buelas, María Adela Gard de Antokoletz, Julia Gard, María Mercedes Gard y Cándida Gard, Delicia González, Pepa García de Noia, Mirta Baravalle, Kety Neuhaus, Raquel Arcushin, Elida de Caimi y una joven que no dio su nombre. Buscaban desesperadamente a sus hijos arrebatados por la dictadura de Videla y compañía.
Al acto asistieron, entre otros, Margarita Noia (hija de Pepa Noia), la Madre María Adela Antokoletz y organismos de derechos humanos como Apel, Asociación Ex Detenidos Desaparecidos, Colectivo Memoria Militante y otros.
Madres de Plaza de Mayo es un emblema de la lucha contra la impunidad de los crímenes de Estado, en Argentina y en el mundo. Enfrentaron a la dictadura y también el aislamiento de todos los partidos capitalistas, de la Iglesia y de las embajadas de los países imperialistas. El Partido Obrero -en esa época, Política Obrera- fue la primera corriente de izquierda que acompañó su lucha, cuando los militares todavía estaban en el poder.
Aquella primera ronda se reiteró luego todos los jueves durante estas casi cuatro décadas. Esa voluntad y valentía inquebrantables las convirtió en las grandes protagonistas de la lucha por la aparición con vida, el juicio y castigo y la recuperación de sus nietos. Su tenacidad dio frutos como la creación del “índice de abuelidad” y del Banco Nacional de Datos Genéticos -con Mirta Baravalle y Chicha Mariani a la cabeza-, permitieron recuperar más de un centenar de los 400 chicos apropiados por los genocidas. También estuvieron en la primera fila de la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001, enfrentando la represión. Madres como Mirta, Nora y Elia son referentes grandes aliadas de todos los trabajadores, pueblos originarios y jóvenes que enfrentan los atropellos del sistema capitalistas.
En medio de los operativos de impunidad y reconciliación del gobierno Macri (Lopérfido, Lanata, editoriales de La Nación, etc.) la lucha por la memoria, la verdad y la justicia sigue vigente.
Cárcel común, perpetua y efectiva para todos los genocidas por todos los compañeros.
Apertura de los archivos.
Defensa del Banco Nacional de Datos Genéticos.
Desmantelamiento del aparato represivo.
Abajo el protocolo represivo de Macri-Bullrich.
Derogación de las leyes antiterroristas.
Liliana Alaniz (Apel)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario