lunes, enero 06, 2020

Incendios en Australia: ¿las consecuencias del negacionismo?



El primer ministro australiano, Scott Morrison, un negacionista del cambio climático, pidió disculpas por su ausencia durante la crisis, la realidad es que esta tragedia que ya obligó a decretar evacuaciones masivas y ya exterminó a casi 500 millones de animales del territorio, tenía meses siendo anunciada.

La tarde del jueves el primer ministro australiano Scott Morrison visitó la localidad de Cobargo, en cuyas proximidades el martes murieron dos personas debido a uno de los incendios que están sin control en el territorio. Ante su visita los pobladores lo recibieron con reclamos por su ausencia al “dejar arder el país".
Esto debido a que Morrison se encontraba de vacaciones con su familia en Hawai, mientras que la isla enfrentaba la peor crisis de incendios forestales de la cual se haya tenido registro, por lo cual se vio obligado a ofrecer disculpas públicas por su lentitud para reaccionar y por evitar vincular esta catástrofe con la crisis climática.
El primer ministro es también conocido como un negacionista del cambio climático de origen antropogénico, que también dejó sin recursos a los bomberos, que apenas y contaban con el equipo básico para extinguir incendios.
Además, el Servicio Rural de Incendios, dependencia que se encarga de el control y prevención, se tuvo que apoyar durante estos meses primordialmente en los voluntarios, que no reciben apoyos económicos del gobierno.
Greg Mullins, excomisionado de Incendios y Rescate de Nueva Gales del Sur, declaró al diario The Sydney Morning Herald que él mismo le había enviado en abril y mayo cartas a Morrison en las cuales informó que las condiciones climáticas eran especialmente malas y que hacía falta una reunión urgente para preparar el combate de la temporada de incendios, advertencias que fueron ignoradas por el ministro.
Ante la falta de respuesta, Mullins y otros 28 expertos llamaron a realizar una cumbre nacional de respuesta a desastres climáticos con los dirigentes políticos de Australia. Morrison los ignoró.
“Donde hay negación del problema no habrá ninguna acción (...) así es que nos vamos por nuestra cuenta. Haremos una cumbre que resuelva asuntos sobre los estándares de construcción, prácticas de manejo de combustible, capacidad de respuesta y arreglos de coordinación nacional” dijo Mullins el lunes 16 de diciembre.

Tragedia anunciada

Expertos han denunciado que desde abril se estaba incubando el desastre en Australia: una estación seca en extremo y temperaturas récord, además de los oídos sordos del gobierno ocasionaron que desde agosto se salieran de control los incendios que hasta ahora han arrasado con 5 millones de hectáreas de Nueva Gales del Sur y Victoria, entre otras regiones.
Para darle una dimensión a la catástrofe australiana, los incendios ocurridos el año pasado en Brasil consumieron 2.5 millones de hectáreas, en promedio, por lo que se puede hablar de que esta ola de incendios ya superó a la tragedia en la Amazonia en el 2019 [1].
Con la extrema sequedad del terreno, el calor y el viento, nuevos fuegos surgen y se desarrollan en poco tiempo, sumado a las quemas provocadas para la agricultura, son el caldo de cultivo perfecto para la propagación de los fuegos.
El pasado mes de diciembre, las temperaturas en Australia rompieron un récord histórico con 48 grados registrados en Oodnadatta y Port Augusta, así como un promedio de 41.9 grados para el resto del país. Se prevé que en el verano haya lugares que superen los 50 grados.
Esto es una pésima noticia, pues la estación seca en ese país no ha hecho más que empezar y aún faltan los meses más críticos del verano donde y se pronostica todavía más calor, más sequedad y vientos fuertes. Faltan, al menos, tres meses más de crisis.

Casi medio billón de animales muertos

Al menos 480 millones de animales han muerto a causa de los devastadores incendios forestales, calcinados por las llamas o muertos por la falta de alimentos, agua y refugio, cifra que refiere solamente a las especies de una gran parte de los mamíferos, aves y reptiles que habitan en el estado de Nueva Gales del Sur, que con sus 36 mil kilómetros cuadrados de terrenos calcinados, un área similar a la de Taiwán.
El impacto de los incendios no se sabrá a ciencia cierta hasta que los científicos puedan entrar en las zonas calcinadas, pero ya se calcula que el daño es inmenso por el desequilibrio causado en los ecosistemas, donde muchas de las especies afectadas contribuyen a la polinización de plantas o al transporte de semillas, entre otros.
Para Chris Dickman, ecólogo de la Universidad de Sydney, los incendios afectarán a otros ecosistemas que no han sido tomados en cuenta, como los ríos, que verán una degradación de la calidad de sus aguas, lo que tendrá consecuencias en las fuentes de comida de los animales que viven en ellos.
Mientras tanto la cifra de personas que han perecido en los fuegos ha aumentado a 21, y al menos 20 más desaparecidos, por lo que se espera que estos números aumenten en las próximas horas. Los incendios ya se pueden observar desde el espacio según la NASA.
Para evitar esto, las autoridades han decretado una evacuación masiva de las ciudades y pueblos, mientras que miles de turistas disponen de 48 horas para abandonar las zonas turísticas de la costa sudeste.

Negacionismo y tragedia

Los pequeños países insulares del Pacífico han cuestionado la inacción de las grandes potencias ante el calentamiento global, pues estos territorios se enfrentan a la subida del nivel del mar, misma que amenaza a la población de aquellos países.
En octubre de 2018, Anote Tong, ex presidente de Kiribati, publicó un artículo titulado “Mientras mi isla-nación se hunde, Australia no hace nada para resolver el cambio climático”, en él explica que su federación está a sólo dos metros de altura del nivel del mar y que discutir cuánto se permitirá que suba la temperatura global es angustioso para los suyos. “Estas fracciones de grado son cosa de vida o muerte”.
Australia, al ser la nación más grande de Oceanía, ha eludido deliberadamente los acuerdos internacionales sobre mitigación en cuanto a cambio climático y de hecho, durante la reciente Cumbre del Clima (COP25) actuó como uno de los países que ayudó a bloquear el acuerdo sobre una acción más fuerte contra el cambio climático.
Los incendios ya han producido 250 millones de toneladas de dióxido de carbono, la mitad de todo lo que emitió el país en 2018. A pesar de todo, Scott Morrison declaró que espera poder continuar con sus vacaciones en Hawai.

Axomalli Villanueva
@axomalli1
Sábado 4 de enero | 02:30

[1] El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE) estima que en agosto del 2019 se quemaron 2,5 millones de hectáreas en la Amazonía, fuente: https://www.greenpeace.org/argentina/issues/bosques/2438/cifras-actualizadas-25-millones-de-hectareas-quemadas-en-el-amazonas/

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