Una antología de 130 poetas cubanos, italianos, venezolanos, ideada en Italia para decir ya basta de medidas coercitivas unilaterales contra los pueblos que han decidido ser libres.
Así escriben las y los coordinadores: “Con muchas voces diferentes, la poesía italiana se posiciona a favor de una postura fuerte y radical contra el bloqueo económico, mantenido incluso en plena emergencia Covid, impuesto a naciones como Venezuela y Cuba simplemente porque no corresponden a los parámetros del capitalismo sin salida en el que nos encontramos sumergidos, y del cual ahora corremos el riesgo de morir. Por el contrario, el encuentro con la poesía cubana y venezolana hace de este eBook, un ejemplo de lo que debe ser el diálogo entre los pueblos”.
Héctor Celano figura en la antología con el poema “Isla hembra”. Lo agradecemos por dedicarnos un poco de su tiempo por esta entrevista.
–En tu muy rico currículum como intelectual argentino-cubano, la publicación de libros y antologías comienza a principios de los años 80. ¿Qué te pasó primero? ¿Qué hiciste durante la dictadura cívico-militar? ¿Cuál fue tu historia política?
-Soy el hijo menor de un matrimonio de trabajadores. Mi madre costurera y mi padre transitó diversos oficios. Comencé a laborar a los 11 años como aprendiz de “Tallador Artístico de Cristales” en un taller donde compartía algunas horas luego de las mañanas de escolaridad. Ese oficio (rudo, pero de hermoso producido) hizo que me ganara el sustento por bastante tiempo. Mientras, fui jugador de fútbol semi-profesional, estudiante de filosofía, economía y teatro -en distintos momentos de esa etapa- Antes de los 20 años de edad me vinculé con el Partido Comunista Argentino, ingresando primero a la Federación Juvenil Comunista. Junto con esas labores, además de practicar con fruición la amistad y transcurrir una vida amatoria como todo joven, la poesía y la escritura en general, pujaban dentro mío por ocupar un espacio en la superficie e intentar descubrir zonas de relaciones existenciales con esa llave hermosa que ha desarrollado lo mejor del ser humano. En importantes sectores de la juventud, los años 60 y gran parte de los 70 tanto en Argentina, como en otras regiones de Latinoamérica, los encuentros se concretaban en peñas, guitarreadas, bailes caseros y, allí, despuntaba la música de nuestro país y del continente. Yo escribía desde la infancia y a su vez comenzaba a desplegar la labor de Recitador, entonces, en aquellas citas, dejaba mis incipientes poemas.
La última Dictadura Cívico Militar (en Argentina fueron varias desde la primera de 1930) tramada en lamentable contubernio con importantes líderes políticos, se instaló, entre varios objetivos atroces, para decapitar aquellos fuertes movimientos que se habían arraigado especialmente en las barriadas populares. Antes de instaurarse la Dictadura, ya la Triple A -Alianza Anticomunista Argentina- dirigida por quien fuera el último secretario de Perón y su esposa Isabel Martínez, había asesinado cerca de tres mil militantes del campo popular. Todos quienes mantuvimos nuestras convicciones, de una u otra forma, padecimos aquel tiempo plagado de crueldad. La cifra de 30.000 quizás quede corta. El daño fue hasta la urdimbre del tejido social.
–¿Cómo comenzó tu relación con Cuba y cómo se desarrolló?
-Mi relación con Cuba Socialista, comenzó en los primeros tiempos de actividad en la “Fede” (F. J. C.) cuando el Partido Comunista lanzó la campaña por conseguir dinero para enviarle uno o varios tractores al archipiélago revolucionario. Luego en 1997 recibí la convocatoria de un concurso en Santa Clara referido al 70 aniversario del nacimiento del Che. El poema “Sol de Polen” obtuvo el primer premio y fui a recibirlo junto a mi hija Violeta Libertad que contaba con 20 años. La UNEAC -Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba- me entregó el galardón en la cima del Escambray, exactamente el 14 de Junio de 1998, día que el Che hubiese brindado por sus siete décadas.
–¿Cuáles fueron las etapas e influencias culturales de tu carrera artística y profesional?
-Pudiera decir que cada década de mi vida significó un escalón. La adolescencia, compartiendo trabajo y estudio, me fue nutriendo de conocimientos porque la lectura siempre ocupó un espacio destacado. Luego, pasados los 20 años, entre facultad y estudio teatral se fue forjando mi amor por el hecho artístico y la escritura comenzó a imponer condiciones a mi gula creativa. Trascendiendo los 30, en ciernes de publicarse mi primer libro -“Identidad”- conozco a grandes escritores y artistas en general. Participé de diversos Movimientos que se fueron creando en la medida que muchos de ellos regresaban del exilio y otros volvían a tener algunos resquicios para expresarse.
Allí, aunque no abandoné la prosa, mi poesía encontró el ámbito propicio para los primeros espectáculos poético-musicales. La profunda amistad con Armando Tejada Gómez y otras/os creadoras/es de gran valor, colaboró a afianzar la convicción que el arte, la cultura, la educación, son elementos imprescindibles para los cambios profundos que necesitan nuestras sociedades y para que una vez ocurridos se consoliden definitivamente.
Recuerdo con enorme nitidez las acciones que desplegamos para que se concretara la primer visita a la Argentina de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés (sus canciones se escuchaban de modo clandestino) El abrazo en el Aeropuerto y las actuaciones que debieron prolongarse por muchos días, fue motivo de gran felicidad para quienes comenzábamos a amar el arte de ambos.
–Cuéntenos cómo surgieron los libros que considera más importantes para usted.
-Creo que ningún escritor podrá olvidar la emoción que acontece cuando llega a sus manos el primer libro. En mi caso “Identidad” -Ediciones Amaru, Buenos Aires, 1984
Luego todos, los individuales y los que he compartido con otras/os escritores, poseen un lugar destacado en mi conciencia. Aunque debo decir que, “Umbral de la Palabra” publicado por el Ministerio de Cultura de Cuba -florilegio reunido de 11 libros-, con el prólogo de un ser que me honró con su amistad, Jesús Orta Ruiz “El Indio Naborí”, ocupa en mi memoria un sitio de enorme privilegio.
–También eres periodista, actividad que los comunistas practicaron a menudo durante el gran siglo XX, casi como un complemento evidente a la actividad de un cuadro político dirigente. Fidel fue uno de los mayores ejemplos, pero tampoco faltan ejemplos en Argentina. ¿Qué significó esta actividad para usted y qué cambió después de la caída del campo socialista y la expansión del posmodernismo en los países capitalistas desarrollados?
-Comencé a desplegar el Periodismo Cultural a partir de algunas publicaciones barriales, pero fundamentalmente cuando di forma a mis programas radiales: “Contraseña Cultural” y “Secretos del cordón de la vereda”. Pasé por distintas emisoras hasta dar con Radio Argentina que, repentinamente, el gobierno de Menem privatizó, digamos “regaló” hasta que le quitaron el lugar de privilegio en el dial y la hicieron prácticamente desaparecer. Radio Argentina fue la primera emisora en el mundo en difundir un programa radial con la Ópera Parsifal de Wagner.
–¿Cómo se desarrolla hoy tu compromiso político-cultural?
-Pienso que las personas de buena madera que de jóvenes adhieren al marxismo jamás abandonan la concepción dialéctica de análisis a partir de este hallazgo filosófico, tan joven en la historia de la humanidad, pero que representa un punto de inflexión imprescindible para cualquier abordaje del pensamiento, sea histórico, contemporáneo o con proyección hacia el futuro.
El compromiso que asumo jamás se aparta de mi origen: barrios de trabajadores humildes como mis padres, gente solidaria… Allí di con el Partido Comunista, que a pesar de haber cometido importantes errores en Argentina, ha sido señero en la lucha y dejado mucha sangre en el camino a partir del 6 de enero de 1918. Siendo el primer PC de América sigue enarbolando la hoz y el martillo que es símbolo de lucha y sabrá enmendar circunstanciales falencias.
Entonces, los brazos de Cuba, distintos países de América y Europa, donde mi poesía fue convocada, tal vez hayan absorbido un pedacito de todo lo que sueño política, social y artísticamente.
Reflexiono: si el ser humano se encuentra moliendo los granos seculares de la vida desde la caverna cuando vivía comunitariamente hasta hoy, aunque parezca utópico ¿porqué no puede volver al estadio comunitario con un desarrollo de conciencia que haga placentero su tránsito, por ahora muy fugaz, sobre el planeta? El imperio se encargó en instalar en amplios sectores el resquemor por el término COMUNISTA, que en esencia es una palabra que encierra algo tan noble: ¡vivir en COMUNIDAD!
–¿Cuál es tu análisis del momento que vive América Latina en esta pandemia y el papel de Cuba?
-Desde abajo: se desnuda cada vez más la desigualdad y la injusticia. Desde arriba: La ONU es inoperante, endeble, debe mejorar muchísimo, pero es la entidad que puede ser el germen de un futuro donde existan auténticos acuerdos entre los distintos continentes.
América Latina es uno de los territorios más castigados, pero que posee en su seno signos de rebeldía y dignidad.
Estados Unidos aprovecha cierta situación donde los traidores de sus pueblos se encaramaron en el poder para volver con mucho ímpetu intentando dominar a su antojo nuevamente este territorio pletórico de riquezas materiales y culturales y bastante puro aún.
Cuba sigue siendo la bandera de los seres que aman la soberanía y la dignidad.
Enfrenta no solo las amenazas sino los hechos concretos que intenta “goliat” para desestabilizarla. A la vez continúa brindando hermandad y ejemplo.
–Cuba sigue siendo un faro de resistencia y solidaridad, y la propuesta al Premio Nobel de la Brigada Médica es un reconocimiento que no alcanza a todo lo que ha logrado hacer también por aquellos países que no se han movido lo suficiente contra el feroz bloqueo económico que el imperialismo le impuso. Sin embargo, la propaganda de los medios imperialistas intenta menospreciar el valor de esta solidaridad, y Trump ha venido a revivir la ley que incita a los médicos cubanos a traicionar. ¿Cuál es tu análisis?
-Ninguna potencia capitalista puede estimular a las personas que trabajan en el ejido de la salud a que abandonen semejante impulso de genuina entrega. La formación socialista, comunitaria, desde la infancia, es capaz de lograr semejante gesta. En ella, quien labora para sanar, adquiere la conciencia de curar o redimir en cualquier circunstancia.
El Nobel a la Medicina Cubana es un pedido de amplios sectores que debiera tener un reconocimiento exitoso.
El odio del poder hacia la auténtica solidaridad es constitutivo del desenfreno de la propiedad privada contra la propiedad comunitaria.
–¿Qué cree que podría pasar antes y después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos para países atacados como Cuba y Venezuela?
-A riesgo de equivocarme, creo que el verdadero poder en el imperio no lo tiene un hombre o una mujer. Las multinacionales con sus tentáculos generan personajes que a veces cumplen roles patéticos, pero son simples marionetas de los intereses concentrados en manos macabras que solo quieren apropiarse de bienes, haciendas y gentes.
Los cambios profundos en las entrañas del monstruo los dará su propio pueblo que se está manifestando en ciertos bolsones con llamativa contundencia. Hasta creo que intuitivamente el ser humano común mira las elecciones con indiferencia porque sabe, en su inconsciente colectivo, que es un escenario plagado de utilería.
–¿Cuál es tu opinión sobre el socialismo bolivariano en Venezuela?
-Opino que el Socialismo es un sitio a llegar donde la igualdad de oportunidades y el reparto equitativo devienen premisas basales de una nación. Existen varios caminos para arribar a ese lugar. La dirección del gobierno venezolano en consuno con gran parte del pueblo ha elegido uno. No debe ser muy errática esa senda para que los gobiernos yanquis y sus acólitos busquen denodadamente truncarla.
“Al imperialismo ni un tantico así” dijo uno de los más grandes patriotas latinoamericanos. Hay una correlación de fuerzas difíciles para sostener la revolución; hasta gobiernos que se dicen progresistas cuando los amos aprietan se tornan peligrosamente “indecisos”.
Enfrentar al imperio más cruel y poderoso de la humanidad es una tarea del pueblo bolivariano que debe justipreciarse con honestidad. A mí me emociona.
Geraldina Colotti.
Resumen Latinoamericano, 8 octubre 2020.
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