M.H.: ¿Cuál es tu opinión sobre el comienzo de la vacunación? ¿A dónde estamos parados?
R.S.: Es bueno que haya empezado la vacunación, estamos parados en que hay un ascenso de casos. Se cumple una ley que se cumplió todo el año, a mayor apertura de las medidas de aislamiento aumentan los casos. Lo cual no sería tan malo si no fuera que se acompaña con el aumento de muertes, ya estamos en 44.000 defunciones, es mucho, es una ciudad grande que desapareció del mapa argentino.
Y hay un aumento de la mortalidad esperada para este período de los meses de pandemia, de acuerdo a los años anteriores, era mucho menor, entonces hay una diferencia muy importante entre la mortalidad esperada y la mortalidad real. Hay muchos más muertos de lo que se esperaba en este período, eso es causado por la pandemia.
Estamos en esa situación actualmente, por suerte el tema de la vacuna, y “por suerte” es una expresión mía, que luego explicaré, pero es bueno que exista la ayuda. Pero todos sabemos que la generación de la inmunidad y las defensas tardan mucho, hay que vacunar a una cantidad enorme de una población, entre el 60 y el 70% para que podamos esperar realmente que se empiece a instalar la inmunidad. Y eso va a pasar bien entrado el 2021. Así que en eso nos estamos manejando. Mientras tanto sigue habiendo casos y desgraciadamente sigue habiendo fallecimientos.
M.H.: He leído declaraciones de Jorge Rachid sobre las condiciones que pidió como garantía Pfizer, sobre bienes inembargables como, por ejemplo, los glaciares. ¿Qué información tenés al respecto?
R.S.: No conozco bien ese detalle. Pero sí lo suficiente como para tener una idea, acá hubo una ley que propuso el Poder Ejecutivo nacional, o sea el gobierno de Alberto Fernández, y que fue votada por unanimidad de los tres partidos, el peronista, el radical y el macrismo, con el único voto en contra del FIT. Y algunas excepciones de miembros de distintos partidos. Esa ley es el núcleo, después parece que Pfizer quiere más. Pero esa ley es el núcleo, es lo que querían las multinacionales para entregar vacunas a la Argentina.
Una de las cuestiones principales es la exclusión de los tribunales argentinos, si querés demandar a esos laboratorios tenés que hacerla en Nueva York o en Berlín o en los países centrales imperialistas, acá no la podés hacer. Eso es una renuncia a la soberanía nacional hecha por un gobierno presuntamente que la reivindica. Hay una inmunidad de las compañías multinacionales con respecto a los efectos colaterales que pueda producir la vacuna y no se hacen responsables de eso, quedan exentos de eso por una ley nacional votada por el Congreso argentino y además, como si eso fuera poco, se garantiza lo que se llama “sigilo” o “secreto comercial”. No se pueden revelar las cifras.
En Bélgica se armó un lio terrible porque una ministra mandó un tweet con el precio que la UE había pagado por las vacunas. El lío se armó porque eso está en los contratos de confidencialidad que firmaron los gobiernos europeos con las multinacionales; no se puede decir cuánto cuesta. Ha trascendido pero el importe que se firma no se puede decir, está sujeto a convenios de confidencialidad. Todas esas cosas fueron firmadas por la Argentina.
Pero Pfizer quería más. Otra de las cosas que quería el laboratorio era el traslado, como la vacuna de Pfizer es de altísima sensibilidad y tiene que ir a 80° bajo cero hasta el momento prácticamente de inocularla en el paciente, querían garantías de eso. Que si la vacuna se descomponía o fallaba el sistema de transporte no era responsabilidad de Pfizer. Querían agregar esa cláusula.
Que Pfizer sea loco en lo que pide, no puede enmascarar que el gobierno hizo algo terrible, promulgó una ley unánime entre los dos partidos opositores y el oficialismo, que renuncia a la soberanía nacional sobre los recursos judiciales respecto del problema de las multinacionales y las vacunas.
Mucha gente que adscribe al oficialismo se fija en las barbaridades que pedía Pfizer para ocultar la barbaridad que el oficialismo sostuvo. Eso no tiene que hacernos perder de vista que lo grueso estuvo mal hecho.
Respecto de la vacuna rusa, hay una campaña, porque obviamente todos los que tienen intereses en torno a las vacunas norteamericanas, especialmente Pfizer, obviamente que están denostando a la vacuna rusa. Primero de todo hay que ser claros, las vacunas, tanto la de Pfizer, la de Astraséneca, la rusa, todas están en la tercera fase, ninguna fue aprobada oficialmente, todas fueron autorizadas en Argentina y en EE UU a ser utilizadas por vías de excepción dado el carácter de la pandemia, pero no están aprobadas porque están en fase tres y no pueden aprobarse todavía porque faltan una serie de requisitos que cumplir. Entonces esa es la realidad, están en igualdad de condiciones todas las vacunas.
M.H.: Canadá compró dosis por cinco veces su población. ¿Es el único país del primer mundo que realizó este tipo de compra?
R.S.: Hay un dato que está circulando, cuya fuente es Médicos Sin Fronteras, que divulga Amnesty International, lo cito porque son fuentes creíbles, no son agentes de propaganda sino fuentes serias, organizaciones con tradición de decir las cosas como son. Afirman que los países imperialistas, como Canadá, EE UU, toda la UE, Japón tienen el 13% de la población mundial, y esos países compraron el 50% de las vacunas.
Es una definición interesante, porque la mitad de las vacunas es para cubrir al 13% de la población mundial. El plan de la OMS y los fondos que se juntaron para comprar vacunas para que ningún país por más subdesarrollado que sea se quede sin vacunas, solamente logró reunir fondos para cubrir el 7% de la población mundial.
Hay una desigualdad brutal, tan brutal que hasta el Papa se hace eco. Hubo una acción en los organismos internacionales, porque el 20 de febrero se reunió la OMC entonces hubo una presentación de la India y Sudáfrica, que contó con el voto de 99 países miembros de la OMC (son cerca de 160 países los que forman parte) firmaron para que se suspendiera mientras durara la pandemia, la ley de patentes. No hubo consenso porque se manifestaron en contra EE UU, Canadá, Francia, Japón, el Reino Unido, Alemania y otros, algunos que no son de esa envergadura pero que hacen lo que estos países dicen; entonces el informe oficial de la OMC es que hubo esa iniciativa pero que faltó consenso.
Los países imperialistas necesitan mantener las patentes porque es la fuente de ingresos y es lo que permite monopolizar la producción de vacunas y tener enormes ganancias.
Los gobiernos, cualquiera sea su signo político, están tirando a la baja el presupuesto para salud
M.H.: CICOP firmó en disconformidad un incremento salarial y otras medidas en el ámbito de la provincia de Buenos Aires ¿qué nos podés comentar?
R.S.: Aceptar en disconformidad quiere decir que se llegó a un punto en que en la negociación no quedan conformes los trabajadores y el gobierno retrocede un poco, no tanto como necesitan los trabajadores, pero no como ellos querían. Son equilibrios en la lucha salarial, por la distribución del ingreso, no se puede estar luchando todo el tiempo, llega un punto en el que se establece algo, a veces es satisfactorio para las dos partes, otras no.
En el caso de los trabajadores de salud de la provincia de Buenos Aires, los profesionales, porque el resto de los trabajadores había aceptado un aumento mínimo, los profesionales seguimos el conflicto hasta que logramos que el gobierno mejorara su oferta, entonces se llegó a un punto en el que, si bien no era lo que nosotros requeríamos, pero se podía aceptar en disconformidad que es lo que se manifiesta. Se acepta, termina la situación conflictiva, pero los trabajadores no quedan satisfechos y así lo hacen constar en las actas. Esa figura pertenece al juego de la discusión de los Convenios colectivos. Así que en disconformidad porque la oferta mejoró, pero muy poco.
El profesional de salud de la provincia de Buenos Aires, el ingresante no llega a la canasta básica, por eso existe el doble o triple empleo, todos los profesionales, pero también todo el personal de salud trabaja en dos o tres lugares para poder acceder a un nivel de vida más o menos compatible con su situación. Por ejemplo, los médicos, trabajan en el hospital, a la tarde en una clínica privada, hacen una guardia y así van sumando con las horas de trabajo una suma salarial que les permite vivir como clase media, pero son salarios muy bajos en la provincia de Buenos Aires.
Y en otras provincias todavía es más bajo, en Córdoba el nivel salarial del personal de salud es tremendo, no podrían vivir en el Gran Buenos Aires. Es un sector muy mal pago, por debajo de las necesidades y del valor del trabajo, porque es sumamente especializado y con años de formación, lleva muchos años de estudio y trabajo. Pero ese trabajo especializado con tanta formación e inversión de tiempo, que además requiere mantener la formación y capacitación permanente porque es muy dinámica la información, va cambiando constantemente, está totalmente subvaluado como trabajo.
Y en el caso de CABA hemos asistido por primera vez en 20 años o más a un paro de médicos y profesionales de salud.
M.H.: De la Asociación de médicos municipales.
R.S.: Que hace más de 20 años no realiza ningún reclamo público a los gobiernos. Hubo un paro de 24 horas y otro de 36 y ambos con movilizaciones callejeras. Algo está pasando, hay una resistencia porque la situación es muy mala, entonces hay protesta.
M.H.: ¿Querés agregar algo?
R.S.: En CABA es interesante, se votó el presupuesto para el año que viene, en salud es el más bajo de la historia, pero en la provincia de Buenos Aires, con un gobierno de otro signo, en CABA el PRO y en provincia de Buenos Aires son peronistas, también se firmó el presupuesto más bajo de la historia.
Entonces eso marca una tendencia que es independiente de los gobiernos. Los gobiernos, cualquiera sea su signo, están tirando a la baja el presupuesto para salud. Por eso se habla mucho ahora de la reforma que están anunciando, que Cristina está anunciando, que va a incluir en gran parte, la privatización de la salud, que quiso hacer Macri y no pudo pero que este gobierno posiblemente quiera avanzar en el mismo sentido. Privatización significa que vas a recibir la atención médica de acuerdo a la capacidad de pago que tengas. Esa es la perspectiva hacia la que vamos, pero que será motivo de otras charlas.
Mario Hernandez | 09/01/2021
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